De primeras, Borat no presentaba nada nuevo, por lo menos lo que se ha vendido sobre ella: que si sátira sangrante de la nación más poderosa y a su vez una de las más analfabetas, que si choque de culturas, que si humor vulgar, que si tipo sin vergüenza haciendo gilipolleces delante de la cámara etc etc. Eso ya está muy visto, desde South Park a Jackass. Y algunos la llamaron película trangresora jajajajajaj.

Pero no voy a negar que ver una película que de una patada en la boca a la estupidez humana o se ria sin tapujos de temas sensibles empezando por retratar a un país como un lugar de idiotas e inculto con el pretexto de pasárselo por la cara a los verdaderamente incultos que se creen superiores por pertenecer a una nación que ellos consideran superior. Es más, es humor universal, e igual que aquí se retractaban, supuestamente, con los ciudadanos es EEUU, podría haberlo hecho en cualquier otro país. Vamos, a mi no me habría importado que se rieran en la cara de la cultura de la España más oscura.

Empieza genial, con el prototipo de pueblo de cualquier país inferior visto por los ciudadanos de naciones civilizadas. Bien. Y después Borat se dirige a EEUU, lo que será el comienzo de la tronchante sátira.... ¿O quizá no?

Escenas que merecen la pena: La del rodeo, la de los jóvenes borrachos y ciertos matices de la cena. Ahí acaba la publicidad de la dichosa película.

El resumen real de la película es el de un tipo que se pasea por ahí haciendo el subnormal buscando la risa fácil del espectador porque ¨jajaja se está bebiendo el agua del váter¨ ¨jajajaj está cagando en la calle¨ ¨jajajaj lleva una gallina en la maleta¨ y eso es solo el comienzo. Unos 70 minutos con chistes guarros y comentarios xenófobos donde el único protagonista es el subnormal de Borat y no los ciudadanos norteamericanos.

Borat es solo una sucia herramienta publicitaria. Uno de los timos más descarados y asquerosos de la historia junto con Paranormal Activity.

Supongo que habrán oído hablar de los filmes propagandísticos de Sergei Eisenstein (El acorazado Potemkim, Octubre, Alexander Nevsky) o de Leni Leni Riefenstahl, la cineasta que trabajó en unos cuantos documentales al mando del régimen nazi. Y el tiempo ha pasado, la entendemos en su contexto, e independientemente de sus incómodos mensajes, no son pocos los que consideran a estas obras maestras por su aporte en técnicas cinematográficas nunca antes vistas.

Pues bien, les presento Raza. La película propagandística de Franco.

Voy a ser breve en lo que se refiere a mi nota. No me baso en la ideología, ni mucho menos en que sea un arma propagandística, sino en que al contrario que Eisenstein o Leni Riefenstahl, esto no aporta nada al celuloide. Sí, para ser de 1941 está muy bien rodada donde Sánchez de Heredia hace gala de su talento para plasmar algún plano espectacular en los momentos más trágicos. Ese fusilamiento a los curas bien podría ser una escena de Dreyer.

Además, es terriblemente cursi. Y por aquí sí que no paso. Pero bueno, como documento para los interesados está bien, ya que se podrá apreciar las bases de la ideología franquista basadas en ensalzar a dios, la patria y a los valientes caídos en guerra por dios y la patria. Vamos, lo que ya sabíamos. Bueno, y la satanización de los ¨anti españoles¨, quizá el documento más interesante ya que aquí son vistos, aparte de maniáticos borrachos y asesinos, como seres de una raza inferior a la verdadera raza cristiana ibérica.

Mi recomendación es no verse la versión modificada porque se queda con lo cursi mientras que la primera versión contiene una propaganda fascista no tan extendida.

Porque para otra, esta clase de productos no valen para nada.

A día de hoy American History X está considerada una obra de culto, una etiqueta que sin duda alguna perdurará durante generaciones, y yo, en pleno 2015 no la había visto ni una sola vez, hasta ahora.

Obras que traten sobre el odio racial, el mundo skinheads, los efectos en los más vulnerables a su manipulación, en otras palabras, los más jóvenes y sobre la reinserción del sujeto hay a montones, así que la primera pregunta que se me ocurre es ¿qué tiene American History X que no tengan otras obras no tan alabadas? Realmente es imposible no decir de primeras, casi instintivamente, el nombre de Edward Norton. Vale, a estas alturas no creo que haga falta añadir nada sobre el talento de este hombre que consigue forjarse en pantalla una actuación memorable. Pero aquí hay más que un solo actor comiéndose la pantalla.

Para empezar me encanta que en una película tan conocida sea tan valiente de ir a la raíz del asunto. Bueno, de los protagonistas, algo es algo, pero de primeras hay algo muy interesante, y es los protagonistas son seres inteligentes, y sin embargo están rodeados de otros seres de un perfil mucho más estúpido e incorrectamente influenciados, ¿y por qué? Bueno, pues la película busca una razón para el protagonista, y es una razón realista, que ocurre día a día y en el que se han dado algunas circunstancias para completar el perfil irracional del personaje de Edward Norton.

Pero hay algo que también me ha encantado, y es la reinserción del protagonista, o lo que es lo mismo, el flashback en la cárcel, ya que una vez más, nos ponen hechos y circunstancias que llevan al personaje a evolucionar, y es por esta razón por la que la película, cosas de la vida, no es perfecta, porque esta etapa debería haberse desarrollado más, ya que se me quedó la sensación de que esto daba para algo más que una amistad con un negro chistoso y un choque con otros nazis de la cárcel en media hora más o menos.

También tiene como punto a favor los trucos visuales utilizados por Tony Kaye sacando a relucir su pasado como director en publicidad. Especialmente llama la atención cómo separa el pasado del presente con un acertadísimo blanco y negro, y no es solo por su carácter visual ya que de ser así sería fan de Asesinos Natos de Oliver Stone, y por esas no paso, sino que el hecho de utilizar ese blanco y negro para reflejar el turbio pasado.
No solo eso, sino que el director sabe perfectamente cómo provocar sensaciones al espectador con unos planos en el momento exacto. Vamos, a quien no se le parta el corazón con la escena del espejo es que tiene horchata en lugar de sangre.

Podría decirse que, salvo lo que he contado sobre lo del flashback de la cárcel, la película es redonda en todos los sentidos. Pues no. Y le falla precisamente, al igual que en el dichoso flashback, el tiempo para sostener cambios de la personalidad tan importantes.
Porque no me creo que el hermano cambiara de idea solo con una historia, por muy emotiva que fuere. Y es más, no me creo que de un día para otro vaya a convertirse en una persona modelo. Y me decepciona especialmente porque tenía muchas ganas de que existiera una relación compleja con su director y le fuera abriendo la mente poco a poco, y sin embargo dicho papel está destinado a unas pocas escenas de nada.

Y hablando de personajes negros... ¿Qué hay de los personajes de color? No es que tenga la intención de escribir un prospecto hippie pero es que los negros son reflejados como los malos de la película. Bueno, se podría dar por hecho que el público, siendo gente inteligente, podría pensar que les invade el odio de la misma forma que a los nazis solo que en el papel de oprimidos peeeeeero con ese final es imposible. Y no digo que no me guste el final, pero me parece contraproducente, porque está provocado por el mismo odio de los skinhead hacia los suyos, y al igual que se ha diseccionado en las raíces del odio neonazi, ¿por qué no en las raíces del odio de esos pandilleros?

Claro, también es cierto que si se llega a introducir todo la película habría durado 4 horas, así que me quedo con que las 2 horas que hay en esto son estupendas pero sin llegar al carácter de obra maestra absoluta porque le falta aun más.

El 71% de la población japonesa estaba a favor de la pena de muerte; un 16% a favor de su abolición, y el 13% restante NS/NC. Pero de esos 71%, ¿Cuántos habían visto una sala de ejecución con sus ojos? Nagisa Oshima nos introduce, narrándo él mismo, a hacer un tour en este lugar y ser partícipe del proceso de ejecución de un criminal. ¡¡Pasen y vean!!

Alocada e inclasificable película de la nueva ola de cine japonés que tantas perlas ha regalado y no precisamente por su sutileza. El ahorcamiento es una película que cuenta con una clara visión politizada sobre la sociedad japonesa y sus leyes.

La primera hora es un una velada de humor bizarro que deja unos diálogos y escenas para el recuerdo, donde los funcionarios ante su incapacidad de actuar cuando algo no sale como es previsto. Desde que comienza el film las situaciones de total incompetencia vendrá acompañado por esa sensación contraproducente en el que sientes unas ganas de reír sin parar pero por no llorar.

Lo mejor de todo es que este tono cómico va aumentando según se ven incapaces de conseguir su objetivo teniendo que actuar dejando unos momentos tan graciosos como surreslistas, y es que todo es un cachondeo el lío que montan para intentar conseguir que el condenado recupere la memoria.
El film que avanza muy rápido, quizá demasiado, va destapando no solo el pasado del condenado a muerte sino el perfil de los trabajadores y es cuando el film comienza a ponerse simbólico, donde para mí coge especialmente relevancia el oficial de educación con un claro perfil de inútil, racista y sexista que es claramente un reflejo de la sociedad japonesa y quizá esté rayándome más de la cuenta, pero creo que el que precisamente este engendro sea oficial de EDUCACIÓN es una pista de hacia dónde quiere apuntar (y disparar) el autor.

Como dije antes, el film avanza demasiado rápido y pasado el tiempo se hace pesado, a lo que hay que culpar la ambientación en un lugar cerrado y que se hace excesivamente lineal. Por suerte, tras la primera hora ya acabada hay un cambio de aires que no hace más que acrecentar esta rareza ya que las situaciones se vuelven extremadamente surrealistas e incluso hay un elemento fantasmal. Cosas de la nueva ola del cine japonés, hacían lo que les salía de las narices dejando filmes irrepetibles por su rareza y aporte artístico.

Sinceramente, desconecté un poco de los elementos puramente simbólicos como el espectro que nadie puede ver o ese final tan a la japonesa a pesar de que el contenido es indudablemente, apasionante, digna de estudio y reflexión en el que la visión política del autor sobre la pena de muerte se fusiona con el resto de reflexiones y/o críticas que abunda el film: la ya comentada incompetencia de los funcionarios, las leyes, pobreza, nacionalismo, religión,, el racismo social, y...¿quizá también en la reinserción de los criminales?

Lo dicho al principio, una locura, mucha mala baba y muchas rayadas es lo que contiene El ahorcamiento. Ver para creer.

Primera vez que en Austin Powers se parodia a algo. A sí misma para ser exactos en los títulos de crédito. Porque esto de parodia de James Bond nunca ha tenido nada.

Por lo demás, en resumen, es un re-refrito de Austin Powers, es decir, se conserva la misma esencia en su patético humor. Incluso vuelven a repetir con lo mejor que se les ocurrió en la segunda parte cosa que por mucho que quisieran vender como un auto homenaje o auto parodia solo es un síntoma de vaguera creativa, y eso, siendo una película cuya base son las caras de subnormal de Mike Myers o los cameos deja mucho que desear.

La trilogía de Austin Powers se podría codear sin problemas con las peores ¨Movies¨, por lo que su fama es injustificada salvo que se deba a que vino antes de las ya mencionadas movies.

Le tendría que dar una nota más destructiva, pero teniendo en cuenta que me parece algo mejor que la primera parte le daré un inmerecido punto más.

Tan espantosa como la primera parte objetivamente hablando, solo que dentro del refrito que supone dentro de las groserías y de la estupidez de sus gracietas es algo más original, su historia es más disparatada y tiene más momentos que consiguen sacar al menos una risa sincera.

Otro factor que quizá influya en que se me haga más llevadera es el doblaje de Flo, y eso que no aguanto a este tipo, pero cuando dobla me entra una cierta nostalgia por los tiempos de El Informal.

Eso sí, la fórmula no cambia con respecto a la primera. Austin Powers sigue siendo inaguantable y el Dr. Maligno me sigue haciendo algo de gracia, y salvo la aparición de Gordo Cabrón o los sinónimos del aparato masculino, el resto es una infamia.

No me quiero extender demasiado en esta basura, simplemente decir que Austin Powers (El personaje) es insoportable, este icónico personaje es una marranada sin gracia. ¿En serio tiene gracia que durante toda la película ponga caras de subnormal? Porque esa es la base de su fascinante personaje, y es el culpable de que odie esta película.

Eso sí, quitando toda la mierda que rodea a Powers, tiene algo de chispa, especialmente por el Dr. Maligno. Tiene gracia que siendo interpretado por el mismo y haciendo lo mismo que con el protagonista (Hacer el gil*****s) éste tiene algo de gracia en pantalla.

Y aun más gracia tiene que esta película tenga escenas verdaderamente divertidas, como la charla de autoayuda a la que asisten el Dr. Maligno y su hijo o los momentos en los que anuncian las muertes a los familiares de los esbirros.

Si la película tuviera más escenas como esas en lugar de centrar el 90% de sus energías en las caras de subnormal de su prota o en su misoginia (Porque es descarada, no me jodas) seguiría siendo una mierda, pero una mierda divertida, no una mierda a secas.

Las secuelas son un poco mejores.

Si todas las segundas partes fueran como estas el mundo sería un lugar maravilloso.

Y no estoy hablando de una película cualquiera. El buscavidas, de 1961 es sin problemas, una de las mejores películas de la historia, por lo que esta secuela rodada 25 años después era una tarea que requería la mejor mano posible, y no podía ser otro que Martin Scorsese. El resultado es muy satisfactorio, pues no solo sirve como película independiente por el salto temporal entre ambas, sino que además, para los que han visto previamente la primera parte sirve como una sensata continuación que muestra la evolución a lo largo de los años de Eddie Felson.
A pesar de que el recuerdo de la primera siempre está presente mientras esta se está viendo, el gran trabajo de ésta nos permite superarla y disfrutarla independientemente.

El guión es mucho más básico, incluso podría decir que se adaptó a los tiempos. Atrás queda el romanticismo y el retrato de la victoria y la derrota enmarcado en el personaje principal.
En esta ocasión el guión comprende a dos personajes con dos ideales diferentes unidos por el billar. Uno, a pesar de haber dejado atrás sus problemas económicos, busca la motivación moviéndose donde lo hacía de joven en busca del dinero y el otro, un joven talentoso que busca ser mejor que los demás pero es muy ingenuo y lo que es peor, un cabezón.

La película es ágil en su ritmo apoyado por ese guión que a pesar de su aparente sencillez comparado con la primera es muy interesante gracias al trabajo con sus dos personajes principales, una suerte que no corren sus secundarios y Mary Elizabeth Mastrantonio, dicho sea de paso y una evolución en el personaje de Tom Cruise excesivamente rápida.
Para apoyar el ritmo Scorsese dota esto de una selección musical espectacular y pone todo su empeño en las partidas de billar con un resultado parecido a los puños de Jake LaMotta en Toro Salvaje o los dados en Casino.

Pero el resumen general está en Paul Newman. Su personaje muestra la evolución del paso del tiempo y a su vez es el que más sensaciones transmite a lo largo de todos los sucesos del film y es el que lleva en volandas el resultado final.

Lo normal sería recomendarla de forma independiente a la original, pero para mí es gran logro es que El color del dinero resulte un gran complemento a aquel peliculón de 1961.

El encuentro de 1995 merecía un reencuentro, y se dio, 9 años después.

Maravillosa secuela, adiós a los tópicos de que las segundas partes son siempre malas y mejor aun, en una historia romántica.

9 años atrás el paseo era guiado por un par de jóvenes donde el tema de su conversación estuvo enfocado en sus reflexiones filosóficas sobre la vida en general y el sexo desde un punto de vista aun inmaduro. Lo típico de unos veinteañeros.
Ahora, como personas maduras que superan la treintena de años, su tema de conversación están enfocados en un punto de vista maduro, donde atrás quedan las ocasiones perdidas sin estar del todo superadas, sobre todo por aquella persona que una vez les marcó. Nótese que en esta ocasión la cháchara, que fue una de mis pocas quejas sobre la primera, aquí es imprescindible.

En fin, que la evolución de la historia es brillante, una segunda parte más madura pero que no se libra del dinamismo que caracterizaba a la primera haciendo que los 80 minutos se pasen como si fueran 5.

Y sobre todo, se complementa en esta sucesión de mejores películas que hayan tratado jamás el tema del amor junto con la primera parte y que se cerraría en 2013, dejando el final de ésta no tan abierto, pero bueno, esa ya es otra historia, ya que el mismo final forma parte del carácter romántico que caracteriza estas cintas.

Entre los halagos que ha recibido Babel desde su estreno el más llamativo es el que ha recibido hacia su complejidad. Complejidad en el choque cultural, en la forma de retratar las relaciones humanas y en la forma de hilar la historia.

Pues bien, si la principal baza de Babel es esa, la decepción que me he llevado ha sido monumental.

21 Gramos buscaba la compasión del espectador diseccionando el pasado de sus tres protagonistas. Podía llegar a ser excesivamente melodramática, pero el hilo que unía las tres historias era excepcional.
Se ve que a Inárritu le gusta esto de hilar historias paralelas (Amores Perros no la he visto pero parece que tiene la misma fórmula) y Babel suponía el cénit de su filmografía de historias paralelas. Sin embargo este hilado de las 4 vidas resulta de lo más forzado.

No se trata de un film consecuente, donde la acción de un disparo, que es como se presenta el film, une las 4 historias, que es lo que parecía en un principio que iba a ser.
Resulta que lo que las une es en que todos sufren algún tipo de tragedia, pero repito, no de forma consecuente, sino por situaciones totalmente distintas. Porque una cosa es sufrir un accidente en el viaje a Marruecos, pero qué casualidad, los hijos también lo tienen que pasar putas en un viaje a México. Demasiado forzado para mi gusto. Si el asunto va a ir de tragedias podrían haber puesto 4 vidas sin nada que los ¨uniera¨ y el film habría tenido el mismo resultado.
Por si no fueran suficientes argumentos, el enlace con Japón es una casualidad que no aporta nada al conjunto y se contempla en todo momento como una historia independiente del resto. Y vuelvo a recordar las alabanzas que recibió Iñárritu por la complejidad de su historia, y sigo sin creérmelo.

Por otro lado, no deja de ser un conjunto de melodramas que busca la compasión del espectador. Debo decir que en esta ocasión llega a cumplir con su objetivo, ya que son tantas las hostias que nos suelta la película que es inevitable no sufrir algún daño.
Pero no por ello consigo ablandarme. La búsqueda de la lágrima es tal que los últimos minutos son demasiado explícitos como para caer en la trampa lacrimógena. Música dramática, lágrimas, dolor, sangre, muertes injustas... un culebrón demasiado obvio.

Por suerte la construcción de las 4 historias independientemente están bien, especialmente la de la japonesa que siendo la que menos aporta al fallido hilo lo compensa hipnotizando con el drama de una sordomuda bastante bien llevado, donde sobran las palabras para transmitir todo lo que siente y sentir verdadera compasión que convierte esto en el gran acierto de la película, aunque con una culminación a la desesperada.

Aprobado raspado porque no deja de ser una película bien hecha pero de la que esperaba mucho más que eso.

El todo vale de Michael Moore.

Es cierto que es más fácil encontrar argumentos a favor de una opinión si coincide con la tuya, por lo que cualquiera que tenga las ideas de Moore conectarán en seguida con su trabajo. ¿Es un documental neutral? Ni mucho menos. ¿Eso es malo? Por supuesto que no, siempre que alguien esté dispuesto a luchar por sus ideas debe llegar hasta el final.

Moore recurre a lo que él mismo critica, el sensacionalismo a la hora de aportar información.
Busca llamar la atención.
Y lo consiguió.
Puede no ser las mejores formas en algunos momentos, pero, ¿es malo ridiculizar al presidente de la NRA para convencernos de lo disparatados que son sus ideales?

Ideologías aparte, es un documental fantástico, no solo porque consigue captar la atención del interesado, sino en los métodos que utiliza. Moore emplea el uso del humor para reblandecer algunas escenas incómodas. Quizá en algunos momentos parece que tiene algo de afán de protagonismo pero su carisma delante de las cámaras mantiene al espectador entretenido, y de hecho es un éxito porque durante sus casi 2 horas siempre consigue mantener la atención al máximo.

Puede pecar de utilizar a los peores ¨especímenes¨ de los defensores de armas para horrorizar al espectador, pero la entrevista a Charlton Heston parece afirmar que por desgracia quienes defienden las armas lo hacen con argumentos de analfabeto, y es que estamos hablando del máximo representante del derecho a las armas en aquella época. Pero para algunos no es ético incomodar en su casa a un octogenario. Anda ya...

Las formas de transmisión son accesibles a todo tipo de espectador. No por ello hay que tomarse la historia de dibujos animados al pie de la letra ya que es solo una sátira, ¿o hay alguien que crea que South Park representa la vida al pie de la letra?
Las reflexiones están razonadas, fundamentadas y una vez más, bien explicadas. Se critica ferozmente al periodismo y los programas sensacionalistas al gobierno como detonantes del terror en que son infundidos los norteamericanos.

Obviamente, es una reflexión y quien se la quiera tomar como un argumento de autoridad es problema suyo, ya que un tema como este merece constante reflexión y no la búsqueda de un chivo expiatorio como se ha buscado desde el bando que se critica.
A todo esto, espectacular la defensa de Marilyn Manson hacia sus detractores. A pesar de ser una imagen comercial morbosa su entrevista es muy inteligente.

Obras de este tipo son buenas cuando abren el camino al debate. Bowling for Columbine lo hace, así que sensacionalismo aparte, es un gran documental.

Veo normal que desde su estreno haya sido tan alabada hasta el punto de considerarse como una de las mejores comedias de los últimos tiempos:

- El trío Nicholson/Hurt/Kinnear es magnífico.
- Es una comedia romántica sin escenas pastelosas y un humor que a veces roza lo basto... Y aun así es más entrañable y romántica que el 90% de las comedias románticas al uso.
- Da igual que no conectemos con la relación amorosa, la película se termina haciendo igual de entrañable.

Es este último punto el que me ha provocado sensación de bipolaridad y que me impide ser excesivamente crítico con ella. El crédito está en las personalidad que destilan las interpretaciones, haciendo que lo repugnante termine resultando adorable, y eso incluye a las sobreactuaciones, que al igual que las personalidades de los personajes, el resultado es positivo.

Aun así no puedo dejar pasar el hecho de que el rollo amoroso me parece metido con pinzas, como si fuera una obligación que cuando hay un dúo de ambos sexos desemboque en una relación amorosa. El dúo de Jack Nicholson y Helen Hurt es lo suficientemente entrañable como para no enternecer al espectador con otro tipo de amor, no obligatoriamente una relación. Y es que el clímax es espectacular con ese ¨Haces que quiera ser mejor persona¨ pero lo que provoca no.

Otra queja vendría de parte del personaje de Nicholson. No se construye como un hombre incomprendido por la sociedad que se encierra en un caparazón ante los demás por miedo pero en el fondo es un hombre sensible y blabla en plan Al Pacino en Perfume de mujer.
¡Es justo lo contrario! ¡Es un completo capullo gratuitamente! La sociedad no le maltrata, por lo menos no se muestra así en la película, sino que él se comporta como un capullo con cualquiera que quiere ser amable con él. ¿Incomprendido? ¿Querer evitar aburridas conversaciones? Milongas. Regulera forma de construir el perfil inicial ya que se queda a medias.

Solo se da esa construcción psicológica en su relación con la mujer, pero cuando se trata de representar su psicología con el resto del mundo no ocurre el caso.
Pese a esto, la evolución de la relación con su vecino sí es creíble porque concuerda con la misma evolución que sufre el protagonista.

Esto no quita que el personaje interpretado por Nicholson sea genial, especialmente en su humor poco sutil a la hora de insultar.

Aun con eso, el resultado final es de extraña dulzura hacia unos personajes imperfectos y muy llevadera a pesar de su duración.

¨El dinero no da la felicidad, pero prefiero llorar en un ferrari¨. Título alternativo.

Porque es precisamente un cochazo el pistoletazo de salida a la carrera por el éxito del protagonista. Todos los que se pueden permitir un Ferrari tienen una sonrisa de oreja a oreja al entrar y salir del curro, ¿por lo que qué mayor motivación para buscar ser como ellos?

Luego, claro, está la mujer y el hijo, pero bueno, nadie tiene derecho a robarte las ganas de luchar por tus sueños, de hecho hay un diálogo en el que el padre se lo explica al hijo.
La mujer es la representación del coco, de belzebú, de las ganas de no salir de la zona de confort.
Todo lo que el hombre hace es por su hijo, nadie lo puede poner en duda. ¿O quién desea para su niño de 5 años vivir de la indigencia o no poder, de vez en cuando, comprarle alguna golosina?

Realmente hasta ahí el mensaje es muy sincero y sensato. Pero luego se mira el contexto de las acciones del padre y resulta que la imagen angelical con la que su hijo lo que con sus ojos no es tan sincera para el espectador.

Melodramas como este los hay a patadas, y muy buenos. Por su parte panfletos propagandísticos sobre el american dream o triunfar por encima de otros también los hay, por lo que en busca de la felicidad no ofrece nada sorprendente.
Lo que hace de esta película deleznable es su falta de sinceridad, se vende como un intenso melodrama de padre e hijo de lágrima fácil dejando a unos como muy buenos, el padre y los millonarios, y otros como muy malos, en este caso la madre y los indigentes.

Y además, es muy predecible. No existe tensión por saber si realmente el protagonista se sale con la suya porque lo sabemos de antemano, el happy end es obvio.

Si al menos se dignificara al personaje de Chris Garden (Que sí, se de sobra que está basado en una historia real) no habría quedado un mensaje del todo malo, cree y lucha por tus sueños y todo ese rollo, pero aquí ese ¨lucha¨ es ¨pisotea a los demás¨ por TUS sueños.

Muy mala.

La pérdida de la infancia por culpa de la guerra es siempre un tema impactante y una exposición fotográfica sobre este tema siempre será garantía de éxito. Lástima que ver una película de Tarkovsky sea igual de duro, porque provoca que no sea capaz de disfrutar de su obra de arte.

Se trataba de su primer largometraje, no es demasiado larga y la sinopsis, como he dicho antes, ya tenía totalmente garantizada mi atención peeeeeeeero quizá el hecho de ser su primer largometraje saca a relucir el mayor defecto de todos, que no es más que el de ver como un artista juguetea con sus nuevos medios técnicos y experimenta con travellins, escenas de carácter onírico, cortes y otros tipos de planos que no vienen a cuento y provoca que la trama principal se pierda en contra de esos experimentos, quizá con un Tarkovsky pensando ya en su futuro Andrei Rublev que en esta misma.

Igualmente repito, la sola idea de relucir los estragos de la guerra en el joven protagonista consigue que la película esté hecha por sí sola.

Al contrario que lo que ocurre con otro film anti-bélico soviético ¨Masacre: Ven y mira¨, aquí Iván ya es, desde el principio, un producto moldeado por la guerra, por lo que lo terrible no es ver como evoluciona su personalidad según van ocurriendo los hechos como en la película que he citado antes, sino que se va introduciendo detalles al espectador seccionando poco a poco el terrible camino que ha seguido hasta llegar el producto militar que ya conocemos.

Lo único que le falta a esto es que se rematara la faena y Tarkovsky no parecía estar por la labor de hacerlo. Ritmo flojo, diálogos plomizos y una fotografía que recuerda literalmente, a una exposición de fotografías que buscan más atraer por su calidad técnica que por su contenido.

Cada año no puede faltar la superproducción española que nos la venden como si fuera diamante en bruto, es nominada a no se cuántos Goya y resulta ser una película, en el mejor de los casos, de lo más normal.

¨El niño¨ podría haber sido un buen thriller policíaco sobre el narcotráfico pues cuenta con la dupla Daniel Monzón y Luis Tosar que tan buenos resultados dieron en Celda 211 y además, a priori, trata sobre la evolución del personaje que da nombre al film en este mundo.

Sin embargo es eso último lo que machaca el resultado final. Si ya de por sí es difícil empatizar con un personaje de este tipo la sucia intentona se torna en su contra cuando colocan de actor a un chaval de ojos bonitos con cara de palo y un acento de cani disléxico que supongo, o mejor dicho, espero que lo utilizara solo para este personaje.
La cuestión es que todo lo que tenga que ver con la historia de los canis es vacua y aburrida, con el apestoso toque Mediaset en el que por cojones debes empatizar con los caras bonitas, con sus historias de amor difíciles y su paso por esta dura vida. Realmente pensaba que la intención era que nos cayera mal a todos pero visto por lo que ocurre al final era todo lo contrario. Puaj.

Por otra parte se le da tan pocos minutos a la parte de los policías (Comparado con los otros) que a veces se me olvida que formaban parte de la película, y cuando salen no compensan el tiempo perdido con El niño y cia.

Lo único espectacular de todo esto son las persecuciones en helicóptero.

Recapitulando:

- Comedia adolescente post fiebre American Pie hay muchas.
- Es una chorrada.
- Todos los tópicos posibles.
- Los tópicos y exageraciones están dirigidas hacia los europeos, desde la perspectiva ignorante norteamericana.
- ¿Actuaciones?
- Se sabe como acaba antes de empezarla.
- Jóvenes idiotas revolucionados que tras terminar de hacer una gilipollez ya están pensando en la siguiente.
- ¿He dicho que es una estupidez? La película es una zafiedad tras otra.

Y por todo eso y mucho más, refiriéndome a sus inolvidables escenas como la del jacuzzi o los hooligans del Manchester United, esta película me encanta.

Porque...

¿Aporta algo a la riqueza cinematográfica? No.
¿Pero me lo paso pipa con Eurotrip? Mucho.

Uno de los mejores chistes malos de tópicos idiotas para pasar el rato que existen.

Ah, y por Michelle Trachtenberg, bufff.

Dar tanto bombo que se la ha dado a esta película por fin me ha dado por verla. Por supuesto, con todo el hype que una mastodóntica producción trae consigo puede provocar que resulte decepcionante a pesar de ser un gran film.
Sin embargo no solo ha cumplido con lo esperable, ver un film solvente lleno de actores como la copa de un pino, sino que me he encontrado con una de las mejores películas de habla hispana jamás hecha.

El prólogo es uno de los comienzos más potentes que recuerdo en mucho tiempo en pantalla. Esta gamberrada de 10 breves minutos te deja el cuerpo listo para lo nos espera.

Sin embargo la siguiente historia es mi único ¨pero¨ a esto, pues es la más plana de todas, con un punto de partida muy fuerte pero de rápida y sencilla resolución a la que por otra parte, hay que agradecerle que termine así de fácil porque esto no iba a llevar a ninguna parte. Es un buen corto, no digo que no, pero podría haber dado mucho más juego si hubiera buscado comprometer éticamente al espectador durante más tiempo.

Pero nada mejor que una nueva gamberrada para volver a levantar el vuelo.

Es increíble como a partir de esta tercera historia se alterna el humor ácido con la inteligencia moral hacia el espectador, quedando claro que la segunda historia es solo un aperitivo a lo que continúa.

Es la tercera y la última historia las más gamberras de toda la selección, mientras que la cuarta y quinta toman unos caminos más tranquilos construyendo poco a poco los cimientos hacia un desenlace digno de los mejores relatos de los mejores novelistas de la historia.

La pelea de la tercera historia es una lucha. Un corto nada elegante en las reacciones de sus personajes con algunos momentos muy escabrosos donde nadie gana, salvo el espectador, que no podrá más que disfrutar de hasta donde les lleva la locura al dúo protagonista sin empatizar con ninguno de los dos, llegando a la carcajada con su desenlace.

El sexto, y mi segundo corto favorito tiene los mismos elementos que el corto que he comentado antes, es decir, una elegancia nula en la reacción vengativa de su protagonista que contrasta brutalmente con la vibrante fiesta de la boda. Érica Rivas actúa de forma espectacular, con un contraste de emociones y reacciones en poco más de 25 minutos que aterrorizan y que de nuevo, tiene un desenlace brutal, un reflejo de la sociedad conformista insultante, pero sincero, que llevará al espectador a una inevitable carcajada irónica que realmente expresan miedo, y es que como he dicho antes, la novia da miedo. Este corto me encantó por como combina ese terror con el humor ácido, una mezcla explosiva para terminar la película.

Pero me tengo que poner de pie ante la cuarta historia. Que la espectacular mezcla de humor negro con terror con la actuación memorable de Érica Rivas sea superada por una historia más tranquila solo tiene explicación en Relatos Salvajes, más en concreto con, todos en pie por favor, Ricardo Darín.
Quien diga que no se ha identificado con esta historia MIENTE. Tiene de lejos la idea más universal en el planeta y al final, bueno, ¿qué puedo decir? ¿No es cierto que si nos dejáramos llevar por nuestro instinto salvaje sin atentar con las consecuencias no haríamos lo mismo? Corto que sacará esa dudosa ética del espectador que seguramente aplauda la venganza del protagonista. Da que pensar. Pero por si no fuera una explosión cerebral esta contradicción, nos ponen extractos de prensa y redes sociales que nos llevarán a pensar dos veces nuestra opinión día a día, esa que damos alegremente en twitter, ya sabéis... En fin, brillante es poco.

No suficiente tuvo Damián Szifrón con el anterior que con el siguiente corto diseccionó más en las apariencias. Es el corto más serio y lento, que se mueve en los grandes detalles de la evolución del capricho de sus intérpretes. Todo un retrato de corrupción burguesa que cuenta con el retrato más realista y preocupante de la realidad, que como es de esperar, cuenta con un desenlace memorable, la injusticia plasmada en 5 segundos donde sí hay ganadores, los de siempre...

A pesar de que podría extenderme más y más sobre esto ya me he extendido demasiado y he dejado claro lo que me encanta esta película.

De lejos lo mejor del 2014 en un año buenísimo en el cine de habla hispana.

Cuando los títulos de crédito tienen música indie de fondo es la primera señal de que la película es para el público por encima del promedio.

Quien sabe, a lo mejor es que no me pilló de humor, pero ¨Hacia Rutas Salvajes¨ me parece un film independiente chirriante, un film dirigido a aquellos adolescentes que se sienten que son demasiado para esta sociedad mecanizada, una llamada para salir del área de confort y vivir la vida que de verdad merece, reconciliarse con la naturaleza y seguir los pasos de sus ídolos literarios donde se encuentran reflejados, pero en un contexto socarrón, extremadamente cursi y contraproducente.

Aun así hacia la recta final se comienza a levantar algo el vuelo, por primera vez en casi 2 horas, se contempla algo de evolución en la teoría del chaval y su éxodo hacia la libertad. Por primera vez en todo el film se acuerda de su familia y de su área de confort, lástima que, primero, haya que esperar casi 2 horas para ver algo de evolución y segundo, que las ideas tan radicalizadas nunca tomen forma en un aspecto más neutral sino que se muestre todo como la cara A y B de la misma moneda.

¿Y si no se hubiera envenenado accidentalmente, habría cambiado en algo y se hubiera parado a reflexionar de la misma forma que reflexionó en su lecho de muerte?

No es que haya perdido mi romanticismo sobre la vida, pero, al contrario que el protagonista, no soy capaz de sumergirme del todo en su pasión sentimental, y quizá culpa de ello es que todo el film sea tan positivo, tan ensalzador hacia el protagonista y su aventura que parece gritar a los cuatro vientos lo interesante, inteligente y guapo que es, una buena artimaña para ligar, sin duda, lástima que cuando se de el caso resulte ser un frígido y no se tire a Kristen Stewart por tener 16 años.

Lo que digo, demasiado políticamente correcta para la pasión de su cometido, demasiado endulzada y el aire indie intelectual no ayuda demasiado. Eso sí, sí que comparto la sensación de que nos faltan cojones para dejarlo todo de lado y aventurarnos por lo que queremos, en otras palabras, creía que me iba a identificar más con el chaval pero no, no me ha gustado.

Una lástima, le tenía muchas ganas a esta película

Y el Oscar es para.... ¡¡BOYHOOD!!

Debo admitir que aun no encuentro la razón por la que se ha ensalzado esto sin tener que referirme a la forma de estar rodada. ¿Y sabéis por qué? ¡Porque no las hay! Boyhood nació para convertirse en una obra de culto antes de su estreno, para ser aquella película que todos recordaremos como la que se rodó durante 12 largos años más allá de qué deparara el resultado final de esto.
Y aun así la han vendido como una obra maestra por todos los medios, y aun me pregunto si esas alabanzas trascienden más allá de lo que ha hecho a esto famoso.

No digo que esté en contra de mostrar la cotidianidad en pantalla como el principal arma argumental, ni tampoco que lo que se vea sea verosímil, justo al contrario, pues no hay mejor forma de empatizar con la trama y los personajes que sintiéndose identificado o permitirse sentirse dentro de la acción. En este sentido Boyhood aprueba con un notable alto, pues la adolescencia está representada con total verosimilidad. Anda que no estoy harto de productos adolescentes de pacotilla como ¨Física o química¨, ¨Mentiras y gordas¨ o incluso intentos de mayor cercanía que nada tienen que ver con lo que tratan en la vida real como ¨Ventajas de ser un marginado¨.

La cuestión está en que, ya que vas a estar durante 3 horas enseñando la evolución de un chaval de 6 años hasta los 18, podría ir más allá en lugar de representar momentos familiares rutinarios y mostrar una evolución en el carácter de los personajes que concuerde con los sucesos dramáticos que se van sucediendo, y eso está representado solo en el personaje de Patricia Arquette porque el resto no sufre una evolución interesante.
La hermana es una tocapelotas en todo momento, el padre biológico siempre es un enrrollao cuya única evolución es formar una nueva familia y aceptar sus creencias religiosas, el resto solo tienen momentos puntuales, vamos, que los personajes secundarios no existen, ni siquiera puedo habar de su calidad, porque aquí van y vienen (Como es normal) pero ninguna deja huella, pasan, están un rato y se van.

Sobre el protagonista, ay...
Es obvio que no se puede elegir un perfil con el que todos nos sintiéramos identificados, cada uno somos un mundo. Precisamente esto es lo que me chirría: En lugar de construir un personaje con matices únicos, se erigen por el adolescente promedio, el encantador chaval inteligente que tiene una adolescencia como se cuenta en cualquier otro sitio que trate sobre adolescentes, es decir, nada nuevo bajo el sol.
No solo eso, sino que actúa fatal, su expresividad no parece cambiar con el paso del tiempo, algo en lo que supongo Linkater no quería caer a la hora de rodarla durante todo ese tiempo, mostrando la evolución real del muchacho, pero como he dicho, fracasa estrepitosamente.

Boyhood es una propuesta que no nos da nada nuevo, pero que tiene el estatus garantizado, tanto que es obvio que arrasará en cualquier gala de premios, nacida del narcisismo de un artista que hace cosas que se escapa de lo convencional pero que busca el mismo reconocimiento que todos. Que nadie dude a quién le dará el premio de mejor director en los Oscars.

Al menos no puedo lamentarme de que sea un producto cinematográfico nefasto, pues al menos fui capaz de sentir la fugacidad del tiempo en sus casi 3 horas, lo cual es algo positivo, pues de hecho el tiempo se me pasó relativamente rápido.

El problema está en qué he gastado esas 3 horas.

¨A finales de los 80`s, una familia acomodada se deshizo de todos sus bienes para posteriormente suicidarse sin motivo aparente. La familia no creyó en el suicidio, por lo que denunciaron que fueron asesinados, aunque jamás se encontraron evidencias para justificar un asesinato.¨

Lo que ocurriera siempre será un misterio. Haneke, estudiante de psicología y filosofía se inspiró en este caso para rodar su primer largometraje. En él, intenta dar una explicación a este caso sin motivo aparente.

Haneke, como todo aquel que haya visto algo suyo, es un pedante por naturaleza pero a su vez es muy fascinante. Sus filmes no son para disfrutarlos, sino que plantean una tesis sobre inquietudes sobre la naturaleza humana. ¿Qué conlleva a una familia acomodada, sin ningún problema aparente a su autodestrucción? Según Haneke, nada, porque ya estaban destruidos. La sociedad está destruida.

El film nos muestra la tragedia de lo cotidiano, de una vida rutinaria, vacía, sin ningún sentido para seguir en ella, y lo más tormentoso, es una vida como la de cualquier otra familia.
Por ello todo lo que se ve no es más que la aburrida rutina. El resultado es un coñazo sin precedentes. No bromeo si digo que, de no ser porque ya me había informado sobre el contenido de esto la habría quitado antes de que pasara una hora.
No puedo decir, por el mismo orden de acontecimientos, que no me arrepienta de haberla visto, pues como bien he dicho, todo lo que se plantea aquí es la aburrida rutina con el objetivo de sofocar al espectador para que sufra e incluso se irrite ante la desfachatez que está contemplando, si bien puede sentirse insultado, estafado, o incluso, fascinado.

Hacer una crítica del film es por tanto, imposible, al igual que ponerle nota, ¿me ha encantado? ¿la he odiado con todo mi alma? Esto es más bien una herramienta que nos lleva a la reflexión, si bien, no con resultados tan radicales en la vida real, ¿no es acaso verdad las situaciones que se viven aquí? ¿No estamos exentos de sentimientos que van más allá de los que nos impone nuestra amiga la caja tonta? ¿No es un capricho de burgueses tirar por el retrete toda tu fortuna porque no llena su miserable y vacía vida en lugar de ayudar a los más optimistas sufridores? Y así hasta el fin de los fines.

Una película tediosa, pretenciosa, ociosa tanto en contenido como en montaje marca de la casa Haneke. Pero no por ello innecesaria, al contrario...

¿Se trata de una ¨adaptación¨ energética del pasaje libre? ¿Un drama familiar? ¿Una historia de amor? ¿Una metáfora sobre la fe? ¿Un blockbuster de acción? ¿Se le fue la olla al intentar entrelazar un montón de cosas? Me da igual, yo estaba demasiado ocupado durmiéndome.

El pretencioso de Aronofsky se vuelve aun más tedioso con un cheque millonario en las manos. Un blockbuster de acción no puede ser tan lento, tan tedioso ni tan pretencioso cuando todo hace aguas, desde el acartonado reparto hasta los efectos especiales, que por mucho que los haya que digan que son espectaculares yo no los trago, y todo gira alrededor de ellos, como en cualquier blockbuster vacío de hoy en día, vacío que no se puede llenar con nada.

Nada más que añadir, por lo que veo no soy el único que ha sentido que ha perdido el tiempo con esto.

Realmente no se puede hacer una crítica objetiva sobre este denso trabajo, pues cumple con su objetivo de ofrecer un intenso thriller periodístico sobre el caso Watergate con todo lujo de detalles. Ahora, como película solo puedo decir pfffff.

Creo que este tipo de trabajos en el cine, por muy bien documentados que estés, no deben dejar de lado el factor de acercamiento al espectador.
La idea de hacer un trabajo girando alrededor de la investigación de dos intrépidos periodistas es muy interesante, especialmente en el significado que transmite sobre el triunfo de la verdad sobre la maquinaria del poder.

Pero el camino es demasiado farragoso como para verlo en pantalla solo de oídas. Son demasiados nombres, demasiadas llamadas, demasiados datos, y no se proporciona un punto de apoyo ni siquiera para tener una idea o memorizarlos.
No quiero decir que haya que lanzarse a este tipo de films sin saber absolutamente nada del tema, eso es demencial, pero el trabajo cinematográfico debe ir más allá de dar simplemente información, y menos aun en la forma en que se da aquí donde hay que interpretar las llamadas a medias y los enredos.

Pero a fin y a cuentas no es un mal relato de investigación periodística, incluso se llega a sentir la sensación de la victoria de la libertad de expresión al final.

No hay por qué engañarse, la película es muy floja, pero forjó la carrera de uno de los más grandes del celuloide, Marlon Brando.

Chaqueta de cuero negro, gorra de medio lado, un tipo duro líder de una peligrosa pandilla de jóvenes energúmenos. Así nacía el mito, pues la única contribución de la película fue encumbrar al actor principal capaz de mostrar esos rasgos característicos tan simples y aun así darle alma a la interpretación, de hecho la importancia de este ídolo juvenil aumenta porque forjó el perfil de Hollywood de actores con este mismo perfil.

Pero la película... pufff. Corta, pero muy difícil de seguir culpa de su nefasto sentido del ritmo. Prácticamente no existe la preocupación por mantener pegado al espectador salvo en buscar concienciar a la sociedad sobre el movimiento rebelde, o seducir a los rebeldes en sí, eso ya es otro tema. Y ya para intentar buscar 70 minutos de entretenimiento no hace falta extenderse, un muermo.

Ni siquiera Marlon Brando en el papel que le iconizó consigue que esto mejore un poco. Y es que su atractivo se basa más en el icono que creó que en la propia interpretación. Para esto último lo mejor estaba por llegar...

¡Creyentes, huid!

Necesario documental protagonizado por el irreverente humorista Bill Maher que ridiculiza las bases más básicas del fanatismo religioso. NO se trata de un documental didáctico, ni siquiera busca la reflexión imparcial del espectador, solamente se trata del bueno de Maher poniendo en ridículo a todos y cada uno de los personajes que va presentando a lo largo de la cinta.

¿Correcto? Ni mucho menos, pero no innecesario. A lo largo de la historia, ¿cuántos han sido los individuos fanáticos que han faltado al respeto y siguen faltando a los no fanáticos? El uso del humor ácido de forma directa, tratando a los individuos de la forma más puñetera sin salirse de la inteligencia de sus argumentos combinándolos con su poco sutil sentido del humor.

Acojonante la entrevista al senador: A la frase de Maher ¨no me puedo creer que una persona que sea la encargada de dirigir algo tan importante crea en vívoras charlatanas¨. La respuesta: ¨NO hace falta pasar un test de inteligencia para ser senador¨.

Acojonante...

Como son igual de acojonantes las entrevistas a los musulmanes, especialmente al hombre cuyo nombre no recuerdo que pide ¨tolerancia y ser inteligente en el discurso hacia los musulmanes¨ y pisoteando su argumento cuando se dirigía a los individuos de otras religiones.

La religión busca respuestas fáciles, la fe idiotiza, es una barrera para la reflexión, un muro que impide que usemos la inteligencia. La base de esto viene dada de que en Estados Unidos gran parte de la población está idiotizada.
El documental recoge a los personajes más endebles incluso para un creyente. ¿Dónde está escrito que se deba ser tan... curioso y a su vez tener fe? Por supuesto, no generalizo, pero lo mostrado aquí es increíble, y lo más importante, un cachondeo. La variedad de personajes ¨especiales¨ mostrados en pantalla harán las delicias de todo ateo e incluso de los creyentes más espabilados, porque los hay, muestra de ello es el entrañable sacerdote del Vaticano (Aunque como en cualquier producción de parte de un ¨bando¨ puede no ser del todo cierto, pero de ser verdad, son unas personas geniales).

Reflexión inteligente (El discurso final es espectacular) y humor muy ácido, me cae bien Bill Maher, especialmente se sabe que has cumplido cuando lo más seguro, la gran mayoría de la gente querrá partirle las piernas.

Notable alto.

La película gira en torno a la vervorrea intelectual de sus protagonistas, los protagonistas no se callan ni un instante y todo lo que sueltan está más cerca del rollo snob para ligar que otra cosa... y aun así es maravillosa.

¿Y por qué es maravillosa y no un film plomizo? Porque consigue conectar con el espectador.

Bueno, aquí debo hacer un paréntesis en el asunto. Quien busque el clásico film pasteloso de lágrima fácil o por el contrario, la típica comedia romántica de Hugh Grant verán esto como un rollo plomizo.
Si has superado ese primer obstáculo, pero aun así no estás dispuesto a seguir una película donde todo gire en torno al diálogo, debo decir que lo siento mucho, pero lo tuyo no son las películas de este tipo.
Admito que yo tampoco lo soy, pero es porque casi todos los productos de romance en la gran pantalla me parecen superficiales, de resoluciones fáciles y lo que es más importante, jamás llego a conectar con ellas, pero cuando encuentro algo con lo que, de alguna forma, conecto, bienvenida sea.
De hecho lo que buscaba Linkater era eso mismo, conectar con el espectador, así que no es ninguna novedad lo que estoy diciendo, más bien soy otro ¨ratoncito¨ que ha querido caer en la magia.

Porque lo importante de este film no es conectar con esos diálogos pseudo-intelectuales de lo que ya he comentado, no son de mi agrado, especialmente porque todo gira alrededor de ellos, sino que es la sensación de sentir que siempre puede haber alguien que te complemente como Cèline complementa a Jessie y viceversa. Esa es la magia del film y el resto, da igual, porque solo encontraría carencias, pero me la sudan por completo, ya que ante todo la película se siente como algo real, con lo que se puede conectar, se puede disfrutar simplemente de la química de Ethan Hawke y Julie Delpy y solo con eso sería un peliculón.

Lo único que me gustaría anotar es que me habría gustado que se utilizara más el lenguaje corporal, más silencios como el de la escena de la cabina (La mejor escena de la película), o la escena en la que ¨llaman¨ a sus amigos, donde el lenguaje facial es lo que le termina por dar ese toque mágico que enamora (La segunda mejor escena de la película).

Las grandes corporaciones podrán hacer todas las mierdas pseudorománticas surrealistas de lágrima fácil o donde todo es perfecto, resultados que se encontrarán aquí al fin y al cabo, pero sin emoción.
¿Y qué es una historia romántica donde no existe el sentimiento?