El encuentro de 1995 merecía un reencuentro, y se dio, 9 años después.
Maravillosa secuela, adiós a los tópicos de que las segundas partes son siempre malas y mejor aun, en una historia romántica.
9 años atrás el paseo era guiado por un par de jóvenes donde el tema de su conversación estuvo enfocado en sus reflexiones filosóficas sobre la vida en general y el sexo desde un punto de vista aun inmaduro. Lo típico de unos veinteañeros.
Ahora, como personas maduras que superan la treintena de años, su tema de conversación están enfocados en un punto de vista maduro, donde atrás quedan las ocasiones perdidas sin estar del todo superadas, sobre todo por aquella persona que una vez les marcó. Nótese que en esta ocasión la cháchara, que fue una de mis pocas quejas sobre la primera, aquí es imprescindible.
En fin, que la evolución de la historia es brillante, una segunda parte más madura pero que no se libra del dinamismo que caracterizaba a la primera haciendo que los 80 minutos se pasen como si fueran 5.
Y sobre todo, se complementa en esta sucesión de mejores películas que hayan tratado jamás el tema del amor junto con la primera parte y que se cerraría en 2013, dejando el final de ésta no tan abierto, pero bueno, esa ya es otra historia, ya que el mismo final forma parte del carácter romántico que caracteriza estas cintas.
elalfon
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El encuentro de 1995 merecía un reencuentro, y se dio, 9 años después.
Maravillosa secuela, adiós a los tópicos de que las segundas partes son siempre malas y mejor aun, en una historia romántica.
9 años atrás el paseo era guiado por un par de jóvenes donde el tema de su conversación estuvo enfocado en sus reflexiones filosóficas sobre la vida en general y el sexo desde un punto de vista aun inmaduro. Lo típico de unos veinteañeros.
Ahora, como personas maduras que superan la treintena de años, su tema de conversación están enfocados en un punto de vista maduro, donde atrás quedan las ocasiones perdidas sin estar del todo superadas, sobre todo por aquella persona que una vez les marcó. Nótese que en esta ocasión la cháchara, que fue una de mis pocas quejas sobre la primera, aquí es imprescindible.
En fin, que la evolución de la historia es brillante, una segunda parte más madura pero que no se libra del dinamismo que caracterizaba a la primera haciendo que los 80 minutos se pasen como si fueran 5.
Y sobre todo, se complementa en esta sucesión de mejores películas que hayan tratado jamás el tema del amor junto con la primera parte y que se cerraría en 2013, dejando el final de ésta no tan abierto, pero bueno, esa ya es otra historia, ya que el mismo final forma parte del carácter romántico que caracteriza estas cintas.
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