Quizá el gran error de esta ambiciosa película sea el mensaje que sale al principio que verifica que está basada en hechos reales, y no es solo por todo ese rollo patatero demagogo que ha arrastrado esto desde su estreno, nah, no es eso, sino que al intentar documentar al espectador sobre unos supuestos hechos reales lo único que queda por delante es un documental de ficción poco entretenido.

No es que sea una queja que en una película haya saturación de información técnica al espectador siempre y cuando enganche al espectador, y aquí no engancha.
Y no es porque la directora no sepa llevar el contenido, al contrario, deja notar su experiencia tras las cámaras en una dirección sobria y con pulso firme, pero a pesar del correcto apartado técnico general, termina siendo inevitablemente aburrida, y es que es eso, se esfuerza más en documentar al espectador que en mantenerlos enganchados.

Realmente se salva del fracaso absoluto por lo que he dicho, está correctamente dirigida, es más, como thriller político, aunque aburrido, no deja de ser interesante pues a lo largo de la cinta se va viviendo una evolución constante en la investigación de la protagonista absoluta de la cinta desde 2002 hasta 2011, resumidos en 150 aburridos minutos, pero no innecesarios.

Sobre la protagonista, a pesar de que se ha alabado la interpretación de Jessica Chantain, no deja de ser un gran cliché, pues su personaje se basa en la típica cabezota que lucha hasta el final superando todo tipo de obstáculos hasta llegar a su objetivo y hacernos ver que todo ha merecido la pena y ese rollo. A mi no me ha transmitido nada especial.

Por lo menos la gran escena final, lo que todo el mundo espera ver tras aguantar las tediosas dos horas de investigación y atentados merece bastante la pena.

Y no hay mucho más que decir realmente, desde el comienzo se influencia al espectador de que el norteamericano es la víctima y debe acabar con el mal, aunque no en un sentido tan exagerado como lo pinto, pero sí que se hace notar, ya que las grabaciones de las víctimas del 11-S no están ahí por casualidad.

No creo que el paso del tiempo le siente muy bie ya que su impacto se debió a que fue estrenada menos de un año después de la muere de Bin Laden, pero con el paso del tiempo solo quedará como un thriller político aburrido y es más, si alguien quiere información buscará en documentales y no en una película, así que esto realmente no aporta demasiado a la historia del cine.

Los primeros 45 minutos son quizá uno de los mejores de la historia del cine, el resto, muy flojo. Resultado: Una película sobrevalorada.

Y es que el argumento es irritante, inverosímil, burdo, tonto... todo por buscar la lágrima fácil del espectador.
Todo lo que tiene que ver en la búsqueda de Ryan se va haciendo cada vez más y más pesado, no sin ser testigos de un poder visual para las escenas crudas muy impactantes, pero algo cargante igualmente, pero lo peor de todo es el encuentro con Ryan interpretado por Matt Damon, actor que está muy mal y termina por joder lo que debería haber sido un final emotivo, pero en serio, ¿a alguien se la coló su interpretación?

Quizá el hecho de que no terminara por captar mi atención tras el impresionante comienzo es precisamente por estructurarla así, con lo mejor al principio y con mucho metraje por delante.

Lo que busca transmitir es lo típico en los dramas bélicos, mostrar el horror de la guerra.
Pero lo hace con una base espantosa, sí ya de por sí es muy cursi que salgan en busca de Ryan para no dejar a la madre sin hijos, más impactante resulta que se tengan que llevar por delante a tantos enemigos a sangre fría.
Eh, lo sé, es la guerra, ¿pero es que los enemigos no tienen familia? No se, humanizan demasiado lo suyo y se olvidan de lo demás...
¿Y ese final donde una muerte se utiliza par sacar, esta vez sí, la lágrima fácil del espectador? todo muy tópico.

No por algo es casualidad que nos lleven a los títulos de crédito mientras se funde la imagen de la bandera de los estados unidos hondeando.

Como film bélico ofrece unas imágenes bestiales de estilo documental que permiten se introduzca dentro de los escenarios y efectos de sonido que impactan de igual forma que sus imágenes...

Y ya está, podría haber sido mucho más de lo que es a pesar de que sea una obra muy aclamada y todo eso, pero en el fondo no ofrece nada diferente salvo en sus imágenes.
Spielberg lo tiene todo en bandeja, de hecho está muy demostrado que sabe hacer obras dramáticas e incómodas, pero no se atreve a pasar al siguiente nivel, sino que se queda en el topicazo hollywoodiense... no se puede ser el director más aclamado de Holywood sin estas cosas, supongo...

Ridícula, sí, ¿pero y lo que uno se puede reír con semejante despropósito? Eso no tiene precio.

Si se hubiera rodado en la época de Ronald Reagan y el protagonista fuera cualquier carismático actor de la vieja escuela no habría dado tanto que hablar, pero con un protagonista que no es ni más ni menos que ¡El presidente de los Estados Unidos! en la época Bill Clinton convierte a esto en una parodia por sí sola.

Lástima que no fuera ese su enfoque, sino que no fuera más que propaganda patriótica sobre el americano perfecto.

Para echarse unas risas. O llorar. Depende como se quiera ver.

Mi mayor queja es que no me divierte como película de acción, así que para mí se queda en el bando de despropósitos.

Una de las mejores películas de la historia que no necesita más que cuatro paredes, un ventilador que no funciona en la tarde de verano más calurosa del año y lo más importante, un guión impresionante apoyado por 12 actores no menos impresionantes y a Sidney Lumet en la dirección.

12 hombres, 12 caracteres que se identifican con la sociedad, porque la película no va solo sobre la discusión de un jurado para deliberar la culpabilidad o no del joven, sino que es un análisis sobre la moral, la conciencia humana, la capacidad de razonar y evolucionar, etc.

Los personajes son lo más importante a tratar. Todos tienen un carácter único con una importancia vital para lo que se va a reflexionar, no solo en la condena, sino en el estudio de la sociedad que se aplica, así pues hay algunos personajes que resultan inútiles en la discusión, el que tiene las entradas para el partido de beísbol, representando el egoísmo, el hombre que tiene prejuicios contra la gente de los suburbios, incapaz de razonar y el publicista, a pesar de las apariencias por su oficio, es débil para razonar y no llega a aportar nada y cambio constantemente de veredicto.

Los otros miembros son los que se encargarán de que avance la discusión a través de su propia evolución, las cuales se irán contemplando a través de su carácter y objetivos propios, así pues, queda una película que se mueve a través del arte del diálogo que provocará que el espectador se implique de igual manera en la reflexión.

No puedo decir nada más, simplemente nadie que diga gustarle el cine debe morir sin haber visto antes esta joya del séptimo arte.

¨Ya llegó el típico amargado de turno que viene a criticar la peli divertida de moda¨ es lo que pensarán muchos con mi opinión sobre la película más taquillera de la historia de España, alabada casi en unanimidad por todos los medios de comunicación y ganando adeptos de oído a oído, ganándose la reputación con la que hoy en día cuenta, y que a su vez viene perseguida por un montón de gente anti-moda que critica ciegamente lo que a los demás les gusta.

Pues no, no he visto ¨Ocho apellidos vascos¨ con prejuicios, y no, tampoco me he llevado una decepción porque tampoco esperaba una obra de culto, ya que no soy adepto al producto chavacano de Mediaset, ¡No me gusta Aída! ahí lo dejo todo. Pero lo que esperaba era al menos encontrarme con una película simpática, y no, no se puede negar que desprende simpatismo por los cuatro costados, no hay más que ver que el protagonista hace de sevillano, o que en todo momento juegan con los tópicos más reconocibles de ambas comunidades sin que ojo, hayan salido un montón de puristas de dichas comunidades ofendidos, especialmente los vascos porque ojo al tópico de vasco de pura cepa que se muestra aquí.

Me gustan los chistes de tópicos, me gusta el humor negro, me gusta el humor patrio, y al principio la cosa esta me estaba haciendo gracia, pero claro, un par de chistes ¿cuánta duración tienen?¿Un par de minutos quizá? Pues chistes durante 95 minutos cansan, porque la película no se renueva en su fórmula inicial, sino que siguen contando chistes durante tooooooda la película y claro, así es imposible tener la sensación de que estoy viendo algo decente, ya que no tiene línea argumental, no tiene guión, de hecho para mí esto no es cine, es un batiburrillo de gags vistos hasta la saciedad...

Y por cierto, con lo que se han cebado con los vascos, cuya población es representada por rastas aficionados a quemar contenedores, etarras que en sus tratos libres hacen cosas de vascos como levantar piedras, jugar a la pelota vasca o cortar leña, y chistes varios de kale borroka, que por otra parte en relaciones sentimentales son unos estrechos que tienen sexo una vez al año, que sí, son tópicos y son divertidos, pero hasta cierto punto por lo que he comentado, pero, ¿qué pasa con los andaluces? la película está hecha para que los andaluces disfruten de lo lindo por lo visto. Me parece que la balanza de tópicos está demasiado inclinada y ese es otro error.

Y lo vuelvo a repetir, no la he visto con prejuicios, no he buscado los tres pies al gato y he levantado el grito al cielo por los tópicos exagerados ni nada por el estilo. Es que la película es mala con ganas, como comedia no me ha provocado ninguna risa y se me ha hecho eterna, fin de la historia.

Desde que rodó la trilogía del dólar, todo fue en aumento en cuanto a la calidad absoluta en pantalla en los trabajos de Leone, hablo de ¨Hasta que llegó su hora¨ y ¨Erase una vez en América¨, pero entre esas dos indiscutibles obras maestras hubo un tropiezo, que fue ¨Agáchate, Maldito¨.

¿Pero realmente se puede llamar a esto un tropiezo? Ya quisieran casi todos los directores de cine tropezarse de esta manera.
Puede que no sea ni mucho menos la película más leoniana de su filmografía, es obvio, ni siquiera era un proyecto para él y aun así su sello sigue siendo indiscutible en su estética feista o en esos momentos de tensión previos a un acontecimiento importante, aunque en una proporción mucho menor que en sus anteriores spaguetti-western, especialmente el que rodó en 1969, de hecho el estilo de la película es cómico especialmente en los primeros compases, e ironías de la vida, es cuando se comienza a poner seria cuando la película pierde fuelle.

Comienza muy bien, una presentación del ambiente y los personajes mexicanos potente para dar lugar a lo que vendrá siendo la relación con un veterano del IRA que tras una serie de acontecimientos se convierten en héroes de la revolución. Hasta ese momento la película era brillante y no conseguía entender el por qué el tiempo la había infravalorado de tal manera, pero llegan los minutos centrales donde la cosa se tuerce un poco.

El ritmo comienza a hacerse demasiado espeso por culpa de una narración lastrada por los saltos bruscos entre escenas que parecen darse por un recorte en el metraje, o esa es la impresión que da, y claro, el ritmo al volverse más pesado también consigue que la atención decaiga y el tiempo comience a correr demasiado despacio. No es que la película de repente se vuelva una desfachatez, pero sí que es cierto que se hace aburrida.

Por suerte consigue recobrar el sentido al final consiguiendo que al acabar tenga una sensación dulce y de nuevo reafirmar mi postura de que la película está demasiado infravalorada, porque vale que todo lo demás que ha hecho Leone sea increíble, pero esta no está nada mal, a pesar de que la potencia de la época no esté aprovechada del todo, pero eso es debido al tiempo.

Con algo menos de mecha seguramente sería unánime la etiqueta de obra maestra para ¨Agáchate, Maldito¨.

Me ha sorprendido. No suelo ser muy amigo de las comedias ¨idiotas¨ porque normalmente suelen tratarse del típico batiburrillo de banalidades sin sentido intentando sacar la carcajada fácil en todo momento.

Zoolander va un poco más allá. No, no es ninguna obra maestra de la comedia, pero joder, una comedia tiene la función de hacer reír y conmigo lo consiguió un par de veces, y no por pena precisamente como en las famosas ¨movies¨.

El humor a pesar de no tener sentido porque es demasiado exagerado, cargada con un reparto de actuaciones sobreactuadas y con sus correspondientes cameos que normalmente no tienen pies ni cabeza más que para darle un poco de publicidad a su estreno, tiene sentido, porque si es así de exagerada y patética en muchos momentos es porque se trata de una sátira, y para colmo es una sátira del mundo superficial, vacío e idiota que es, no solo el mundo de los modelos sino de los pijoteros de tres al cuarto.

Y ya está, no tiene mucho más que eso, un rato de situaciones cuasi forzadas hasta el ridículo, pero que no resulta ser un ridículo para quien se ha encargado de rodar esto sino que se queda solo en el ridículo de ese mundo.
Y como había dicho antes, sus gags no son un montón de situaciones al azar porque sí, sino que tienen cierta coherencia con lo que se está parodiando, obviamente es humor fácil, pero tampoco se va al lado oscuro de chistes obscenos, es más, hay situaciones que llegan a ser encantadoras, como por ejemplo la parte en la que el protagonista ¨trabaja¨ en la mina, el colegio ¨para hormigas¨ o la escena de las mangueras, algo más burra pero que a mi me hizo gracia.

Lo dicho, es patética, forzada, exagerada y todos los adjetivos que queráis, pero recuerden, está así por el contexto de la sátira, así que quien no lo capte, o directamente no soporte este tipo de humor aunque sea consciente de este detalle, se llevará un jarro de agua fría.

Y David O.Rossel lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a crear la discordia entre los espectadores por la cantidad de nominaciones a los Oscars, dejando la opinión general de este film en un amor/odio sin punto medio.
Pero lo más importante, al igual que con ¨El lado bueno de las cosas¨ ha vuelto a crear una película contradicción, pero esta vez dicha contradicción no se produce en la reacción del público sino en su intención de hacer una historia compleja pero que cuantos más elementos utiliza para conseguir esa sensación más calidad pierde.

El guión es la cosa más confusa que puede existir, pero lo peor es que la historia es cuanto menos sencilla, es decir, se mete en el terreno de lo pretencioso por querer rodar algo menos convencional, pongamos que más artístico, pero que no ayuda en nada a seguir la historia.

Por si fuera poco el estilo utilizado no es que tenga influencias de Scorsese, es que intenta ser Scorsese, se respira su estilo tanto en su forma de narrar como en otros aspectos artísticos como la fotografía, el ambiente o la música jazz, que bueno, al menos se transmitir el aire setentero a las mil maravillas, pero le pesa el hecho de que esto se parezca tanto a ¨Godfellas¨ o ¨Casino¨ pero con mucha menos calidad.

Además, al guión le pasta mucha más chispa. Lo único que se ve es un montón de enredos que siempre llevan al punto A. Las relaciones entre los personajes es demasiado plana como para llevar de esta forma el peso del film y la trama de cine negro le falta mucha más garra.
Se podría decir que se queda en un lindo intento, pero con este tipo de películas me espero siempre mucho más, y de hecho esto tenía todos los ingredientes para ser un peliculón, pero se queda a media tintas.

Y aun así y esto no lo puedo explicar, no me aburrió en ningún momento a pesar de su evidente extensa duración.

Así que mi conclusión personal es que ¨La gran estafa Americana¨ es una película del montón, que se puede ver para pasar un rato entretenido, pero no ofrece nada especial ni creo que vaya a dejar huella con el paso del tiempo, así que es mejor no comparar esto con las vacas gordas del género porque es ahí donde saldría perdiendo.

Sensaciones dispares me ha dejado ¨The Ides of March¨. Aun llevo encima la sensación de haber contemplado una obra maestra, pero a la vez tengo una sensación de vacío interior, de indiferencia que no puedo llenar.

Quizá lo que más se acerque a mi sensación final sea el punto intermedio, he visto una buena película pero incompleta, pues podría haber dado muchísimo más.
Me gustó el elegante tratamiento del argumento, pues se trata sin miramientos ni adornos una trama interesante, pero cuyo mismo interés va cayendo poco a poco en la rutina porque la elegancia no lo es todo para llevar esta visión del cinismo que necesita algo más potente para que el espectador sienta atracción hacia el tema tratado.

Se queda a medio camino entre el drama y thriller político, sin saber a dónde quiere llegar hasta la recta final, pero son solo sus últimos 10/15 minutos lo que rompen el molde y me deja esa sensación aun más grande de desencanto, ya no por vacío, sino porque quería más.

A su vez, es la parte final lo que consiguió que aceptara este film como una gran obra, hasta el punto de dejarme esa duda inicial.

Me da un poco de pena que un film de planteamiento tan interesante y llevado a cabo tan elegantemente no me enganchara, y no se si realmente el hecho de que se necesite un suceso tan aparatoso como es una muerte no parezca más bien un recurso emergente para conseguir que la historia transmitiera alguna sensación y particularmente, el mundo que se ha creado para los personajes se vea reflejado, pero claro, que necesite una muerte no es tan elegante.

Y si me tengo que arriesgar a nombrar qué le falta, es, sin duda, ser más rompedora, y es que daba para muuuucho más.

Pero con sus desencantos o vacíos, no se como llamarlo, porque no me atrevo a llamarlos directamente defectos, es bastante recomendable.

Bastante se está hablando sobre las lecturas que le ha dado cada uno a los personajes o sobre si fueron merecidas o no sus 8 nominaciones a los Oscars. Bueno, lo segundo me la trae bastante al pairo, pero como defensa, me ha permitido acercarme a una película que no creía que me atrevería a acercarme jamás, la vendan del género que la vendan, drama o comedia romántica.

Vale, se habla incluso de cuál sería el género más correcto, y con la lectura que le he sacado yo... realmente me da igual.

El lado bueno de las cosas es una película que vende realismo, pero no nos dejemos engañar, lo que te intenta ofrecer realmente es felicidad, porque vale que se trate del romance menos romántico y a su vez más natural posible, pero al final lo único que pretende que saquemos es una amplia sonrisa y, como dice su título, encontremos El lado bueno de las cosas.

Hay frases en el mismo guión que son muestra de ello. Al protagonista le asquea leer un libro con un final triste, suficiente mierda hay en el mundo como para seguir entristeciéndose con la lectura.
En otro momento, la protagonista le impide leer ¨El señor de las moscas¨ porque es una historia muy cruel, aunque llegado a ese punto el protagonista sigue interesado en leerlo, lo cual no se sabe nunca si estamos contemplando un cambio en la mentalidad de él o no, ¿Y por qué? Porque la historia central se dedica a forzarnos una sonrisa antes de llegar a los títulos de crédito, olvidándose de evolucionar más a los ya de por sí complejos personajes en su compleja relación.

Mi resumen ante lo que he visto es bipolaridad.... Al principio nos ponen en bandeja una historia sobre como dos personas intentan salir adelante con unas limitaciones muy grandes, especialmente, el engaño a sí mismos para terminar como una comedia romántica con un último tercio bastante pobre y que parece ser una comedia romántica convencional.

Si no se conecta con el dúo protagonista y su relación, es imposible que el intento de ofrecernos felicidad de David O. Russell funcione...
...Pero conmigo funcionó, así que me como todo lo que he dicho antes y me quedo con lo fácil, con una sonrisa fácil por el happy end, y es que es imposible no caer con la gran química de Bradley Cooper y la actual musa adolescente, Jennifer Lawrence.

Así que mucho cuidado, ¨El lado bueno de las cosas¨ es una película que no solo es bipolar en su producto, sino que hace a la gente bipolar moldeando sus sentimientos a su gusto.

Debut brutal de Steve McQueen tras las cámaras en una especie de radiografía sobre los presos del IRA en su momento más crítico, y digo radiografía porque realmente la historia es lo de menos, ya que aquí lo que cobra fuerza son las impactantes imágenes.

La película está dividida en tres partes muy bien diferenciadas y por desgracia todas rozan el tedio, aunque tiene brotes interesantes en su haber.

En el primer y tercer acto las imágenes son el eje central del film, no existe apenas un diálogo fluído, simplemente se dedica a mostrar imágenes muy impactantes, incompatibles para cualquier persona sensible, mientras que el segundo acto es una charla entre Bobby Sands y el cura de la cárcel con solo dos planos durante más o menos 20 minutos. Una estructura bastante curiosa.

Ahora, no me ha terminado de fascinar del todo.

La primera parte es estremecedora, las imágenes son asquerosas pero a no ser que uno se documente sobre el tema no entenderá una mierda del por qué todo es tan asqueroso, literalmente, los presos se negaban a usar ropa, a asearse, e incluso ensuciaban sus celdas pintando las paredes con sus propios excrementos... La violencia visual es muy fuerte y por suerte, no mantiene esa tónica durante todo el film, por lo que se podría decir que lo que viene después se agradece...

Pero el segundo acto es un discurso de ideas filosóficas muy pedante, y a quien quiero dirigirme es a McQueen, pero en fin, supongo que las ansias del director con talento fue lo que le empujó a hacer cosas como estas.
La segunda parte la resumo como interesante, pero cargante.

Y la tercera parte, en la que volvemos a la violencia visual es de lejos la peor, Michael Fassbender adelgazó unos 20 kg para rodar esta secuencia final mostrando los últimos días de Bobby Sands, quien hizo una huelga de hambre con el objetivo de morir, aunque bueno, esto último a no ser que nos informemos, una vez más, de los hechos históricos no se puede saber.
A mí me aburrió, no me transmitió nada y realmente no se a dónde quería ir a parar mostrando la agonía de este hombre con primeros planos de vómitos y defecaciones con sangre...

Hunger es interesante de ver, y a mi forma de ver, queda en una anécdota sobre lo que vendrán siendo los futuros proyectos de este hombre en clase y estilo, pero con más interés argumental. Espero que este impulso sirviera para rodar la tan aclamada 12 años de esclavitud que espero ver muy pronto.

A veces no entiendo como ciertas películas llegan a estar tan infravaloradas con el paso del tiempo. ¿Será que Muertos de risa lo tomaron como una gilipollez? No puedo decir que no, pero hay que tener la mente muy cerrada para pensar eso, sinceramente, no se de donde viene exactamente la cantidad de críticas injustas hacia esta película cuando Álex De la Iglesia no ha hecho más que estrenar bodrios mucho más bizarros e inexplicables posteriormente a esta.

No es que la vaya a tildar ahora de obra maestra, pues tiene ciertas irregularidades que parece que son marca de la casa de De La Iglesia, no sabe como trabajar no solo un final sino toda la recta final posterior a la construcción de la historia.

Al contrario de lo que dice el título, no es una película para morirse de risa, pues en realidad esto es un drama con toques cómicos muy ácidos añadido a una recreación de los acontecimientos surrealista, lo que viene siendo el famoso esperpento español en el que si no se le pilla la gracia es mejor no verla porque puede que sea una pesadilla a los finolis con buen gusto.
Personalmente, me parece una película que hace reflexionar, ya que acerca, a su peculiar manera, a la relación entre dos hombres desde su subida a la cima a su caída al infierno, lo que viene siendo un acercamiento al duro mundo de los espectáculos, los vemos como perdedores, como triunfadores, y sobre todo como enemigos, es imposible que no se venga a la cabeza parejas que hicieron reír a carcajadas a los españoles y que en la vida real acabaron muy mal hasta el punto de no poder verse la cara (Martes y Trece, Fernando Esteso y Andrés Pajares...).

Ahora, tampoco hay que buscar mucho más allá de lo que se ve, de ese peculiar humor agraciado por unas situaciones que realmente harían llorar al personal, pero que aquí hacen gracia, una forma extraña de hacer gracia porque cuanto más ¨patética¨ es la relación y mentalidad de ambos, más gracia hace.
Destaco esencialmente la escena en la que Bruno ¨tortura¨ al reemplazo de ¨Nino¨ con esa mano gigante en su inquietante hogar lleno de pintadas de odio hacia su anterior pareja, Eduardo Gómez Manzano da tanta pena por lo cruel que es la escena en la que se ve implicado que hace una gracia tremenda.
Ojo que también hay momento de toques de humor más convencionales, cosa que ocurre principalmente al comienzo de la película, cómo olvidarse de la cabra de la legión...

Otro toque marca de la casa, los homenajes de De La Iglesia a la historia de España, en este caso a la transición enseñando en pantalla muchas referencias históricas que todo español conoce (Ej: El golpe de estado, las olimpiadas de Barcelona... a todo esto, la escena en la que se cuela NIno en las olimpiadas no me gustaron nada) y otros no tan directos pero sí reconocibles al cambio socio cultural pues la película está ambientada en principio a las fechas anterior de la muerte de Franco y evoluciona a la época del destape que es donde se ambienta en nudo de la película.

Exceptuando ciertos errores como el que he dicho al principio de su etapa final (Excepto el desenlace donde ambos se confiesan que es brillante), o ciertos matices que dan un toque demasiado disparatado que se lo podrían haber ahorrado por completo queda un film que no solo es bastante entretenido en su contenido sino que intenta que después de terminar nos deje pensando y reflexionando sobre el mensaje. Y ojo a la escena final que a primeras parece una gilipollez pero pensándolo fríamente cobra mucho sentido positivo a la reflexión de marras.

PD: A pesar del estilo de letras que le han hecho al título que recuerda a la portada de un cómic de Mortadelo y Filemón (Quizá una referencia al argumento de la peli), el póster es una horterada de cuidado, espero que nadie salga corriendo espantado y le prive de ver esto.

Era de esperar que de una película mítica saliera una secuela, y más aun, era de esperar que la vuelta del inspector Callaham no tuviera sentido, de hecho los guionistas al percatarse de que no había una forma decente de volver a meterle en el departamento de policía cogen el camino fácil, no explicar nada, simplemente quiere volver a la acción, ale, ya hay secuela.

Por suerte, ante tal despropósito el film logra atraer la atención y terminar teniendo como resultado una entretenida película de acción policíaca que gira alrededor de un protagonista carismático ofreciendo así un buen festival de tiros e intriga para gente de a pie.
Curiosamente a pesar de dirigir más el asunto a la acción constante y los diálogos desternillantes del prototipo de protagonista guay, me entretuvo más la primera, y no se debe a que esta carezca de intelecto ni nada por el estilo, es que simplemente me parecía más entretenida, lo cual no quita que esta también lo sea.

El gran problema es, por supuesto, el lavado de cara de Callaham en el que le han privado de su personalidad anti heroica, reflexiva y cruda quedando en un tipo cachondo por su forma de hacer las cosas, ya que sigue teniendo mucha gracia cuando saca su revólver y se pone a pegar tiros a diestro y siniestro.
Pero lo más espantoso es, solo para los españoles, la ausencia de Constantino Romero en el doblaje de Eastwood. Tendría que estar prohibido que cualquier película de Eastwood no estuviera doblada por él, es algo que no puedo soportar. Aunque bueno, eso no afecta en sí a la película.

Así que punto y seguido, entretenida secuela al fin y al cabo para fans del cine de acción, incluido fans aférrimos de la primera parte a pesar de aflojar a Harry porque igualmente entretiene

Como ocurre con todo aquel referente a un género, Harry el sucio es el mejor en lo suyo, en el cine policíaco y acción, porque no solo creó el molde para otros títulos legendarios durante los 80`s y 90`s, sino que fue el personaje que popularizó a Clint Eastwood comenzando así una espectacular carrera.

Como película de acción está bastante mejor llevada de lo que nos tienen acostumbrados por esos lares, pues su acción se distribuye durante sus dos horas de tal manera que ni falta ni sobra, y cada momento de tensión hace que aumente la adrenalina, y tratándose de una película que de ha envejecido más con respecto a otros títulos más cercanos el hecho de que transmita esa frescura en su ritmo deja claro que Harry El Sucio no es una de esas películas que con el paso del tiempo envejezcan completamente.

Pero lo realmente arrollador del film es ese mensaje deprimente sobre la ley y la justicia. Es una película que no solo se enfoca en la ley de las calles sino que va más allá en una ardua crítica al sistema a través de su protagonista, un policía que paradógicamente es quien más se salta la ley porque no cree en ella, sino que tiene una visión propia de la justicia. Es por tanto, un personaje parecido al antagonista, Scorpio, solo que el inspector Callahan sabe distinguir entre el bien y el mal siempre coge el camino del bien, de SU bien.

No fue de extrañar que este personaje fuera acusado de fascista y se le diera un desgraciado lavado de imagen en su secuela. Una pena porque esa personalidad de anti héroe que a su vez consigue ser respetado por el espectador salvo excepciones es lo que distingue realmente este film de cualquier otro.

Por tanto, buen entretenimiento y a su vez, buena reflexión sobre la justicia, añádele un personaje mítico y da como resultado una visión obligatoria.

A pesar de estar dirigida por uno de estos maestros que cada año nos garantiza una gran película, con Invictus no fue menos, claro, que a diferencia de otros grandes nombres esta última década, esta se queda en un título más. Película sencilla, fácil y sin comprometerse demasiado, pero garantizando un visionado agradable.

Porque con un punto de partida tan interesante se podría haber sacado un millar de resultados y siempre interesante, tratándose de los primeros años de Mandela como presidente sudafricano, las desigualdades raciales que se sufrían en ese país y todo el trabajo que el hombre dedicó que lo ha hecho a la larga uno de los personajes más importantes del siglo XX, y el camino para engrandecer su figura en la gran pantalla es la hazaña del equipo de rugby en el mundial de 1995.

Es lo que parece, el opio del pueblo. El rugby fue utilizado por Mandela para apoyarse en sus primeros y complicados años de presidencia, lo que podría sacar una historia de lo más interesante, aunque se queda en lo más básico, en lo bonito, en lo que el público quiere ver, y no está mal, de hecho yo acepto las limitaciones de esta película y no me abro en buscar algo más complejo sobre la figura de Mandela y el mundial del 95, para eso hay otros caminos.

Claro que la película en principio parecía que tomaría el rumbo de dar algo un poco más complejo entre la sociedad, cosa que termina siendo solo un punto de partida para engrandecer esa etapa final del film en el que todo es de color rosa.

Nadie mejor para inmortalizar esta especie de hombre santo que Morgan Freeman en su papel de buenazo que tanto le gusta a todo el mundo, y aquí está soberbio, no hace falta entrar en detalles. Cae simpático y punto.
En revisiones generales, yo creo que más que una idealización a Mandela termina siendo un homenaje a la selección de Sudáfrica consiguiendo una hazaña aun más grande que España ganando el mundial de Sudáfrica. Como homenaje al rugby queda un film cumplidor, que respeta un señor deporte y tiene unas escena dentro de campo enormemente filmadas, sintiendo el contacto de este deporte en primera fila.

Yo personalmente, me quedo con el homenaje al deporte más que al de la figura del señor Mandela, porque el film me ha transportado a querer ver nada más que los partidos, que además están totalmente calcadas de la realidad, sobre todo en el único partido realmente extendido de todo el film que es la final contra Nueva Zelanda. Me lo he pasado en grande.

Sobre lo demás, pues es como es, es un film pasable de Eastwood que aun sin ponerle toda la carne en el asador sacó con Invictus una buena película.

Seré lo más breve posible porque no aguanté hasta el final y lo que estaba viendo me era indiferente.

Qué jodido coñazo de piltrafa Dogmática, que si los micrófonos se cuelan en las escenas, que si la fotografía está descuadrada y que si su contenido es grotesco para llamar la atención ya que según Von Trier no hay mejor forma de hacer reflexionar al espectador que llamándolo la atención, y qué mejor forma de llamar la atención siendo grotesco. Su filmografía define a la perfección esto.

Me interesaba al principio esa especie de búsqueda de la idiotez, suponía que se sacaría una reflexión interesante de este proyecto, o un prospecto de ideas nazis, quien sabe, y por ello aguantar este incómodo proyecto merecería la pena.... Pero qué petardo por Dios, Buda, Ala y Chuck... Es como uno de esos realitis de la MTV donde hay que coger asco a los protagonistas a la fuerza y tirar pa`lante, y ya hay película. Y lo único que he sacado de este film es que las danesas no tienen prejuicios en enseñar carne.

Y como no soy idiota y esto me estaba alterando el día, la quité sin darle esperanza alguna a terminarla, ni siquiera la rebobiné para ver qué pasaba al final.
El de la crítica anterior tiene razón, o se ama o se odia. Así es Von Trier... Y mi asco por su trabajo va en aumento.

Maldito crack este hombre austriaco que en el primer film en las tierras que le acogieron en su exilio de Alemania fue a dar duro, muy duro. Furia, un título que parece bastante simple, pero podría resumir a la perfección no solo la confección de este film, sino la forma en la que Lang critica al sistema de la tierra que intenta venderse como en la que todos los deseos son posible, pero vista de cerca, mucho más de cerca huy amigo, las cosas cambian. Porque este film estará hecho hace 77 años, pero la crítica podría ser perfectamente justificada a la actualidad.

Para empezar, estoy últimamente muy viciado al cine negro de los violentos años 30`s y 40`s, donde se muestra el lado más oscuro y ruin del ser humano de forma muy directa en una época muy dura, llena no solo de violencia sino de hipocresía. Furia es claramente una de las mejores en ese aspecto, o quizá mejor debería decir la primera hora y cuarto. Porque por desgracia tengo que afirmar que el film no es redondo, cosa de la que hablaré después.

La parte ¨perfecta¨ a mi percepción, esa primera hora y cuarta más o menos, es sencillamente una bendita obra de arte. La historia trascurre de forma rápida y muy directa, incluso debería decir que demasiado por la forma en la que culpan al pobre protagonista, PERO yo creo que es algo que a la larga se hace notar que era lo que necesitaba por su significado final. Esa rapidez por tener la cabeza de un hombre odiado por la multitud llega también a los policías que se precipitan en su búsqueda precipitada por detener a un criminal basándose en cuatro pistas casuales y ojo, una conversación con su barbero, escena monumental dicho sea de paso.
El resto a partir de ahí es historia, el pueblo sediento de sangre se dirige hacia la cárcel para pasar por encima de la ley y linchar al sospechoso, a pesar de no demostrarse en ningún momento su total culpabilidad. Me encanta los métodos que utiliza Lang para expresar la estupidez de la masa mediante la sátira, vista en esa escena con el corral de gallinas cacareando haciendo referencia a los rumores de oído a oído, en mi opinión, debería haber utilizado más ese método.
La forma en la que está rodada las escenas del linchamiento son brutales y de verdad que dan la sensación de hacernos sentir dentro de la furiosa muchedumbre. La fotografía es impresionante y las técnicas de rodaje bestiales. Se nota la calidad del director no solo para contar la historia sino para expresarse visualmente, aunque viniendo de alguien que años atrás hizo nada menos que ¨Metrópolis¨ no es de extrañar.

A partir de aquí viene la parte moralista, la búsqueda de la venganza por medio de la justicia. Cuestiones morales al acecho, tanto que incluso yo me guardo mis propias opiniones, pero lo que tiene que ver en la forma de expresarse en el film es una magestusidad. Es imposible no despegarse de la pantalla y aturdirse por lo que está ocurriendo.
Se me estaba pasando por la cabeza mientras la veía M, el vampiro de Düsseldorf del mismo director por la forma de retratar la psicología de un criminal e incluso por la misma trama, es posible que Fritz Lang sea el mejor director para retratar esto en toda la historia.

Pero llega la parte débil del film. Se precipita en su juicio demasiado, porque a pesar de tener alguna expresión en sus personajes que están bien y que pegan a la historia, el juicio de por sí me parece estar lleno de incongruencias que es imposible dejarse pasar por alto. Y luego pasa que hay cosas que parecen estar hechas con prisa como el meter una pista deprisa y corriendo de forma muy desconcertante, o eso o que todo está lleno de inútiles.
Pero el verdadero bache es el final. Es como si Lang se guardara el final en su mente y se inventara un happy-end para dejar a TODOS contentos. Y me parece muy malo eso de estar dándonos hostias como panes como para que el final sea tan estúpido tanto en su realización como en la forma de estar trabajada la escena, acercándose a cualquier mala comedia romántica actual.

Me encantaría ponerle MUCHA más nota, porque el 7 se le queda pequeño a este espectacular film, pero su final es horrible, le resta todo, porque una historia así merece tener un final, los finales son importante, a veces incluso lo más importante, así que para mí es imperdonable.

Tediosa, infumable, prepotente, larga y sobrevalorada película que va mucho más allá de la decepción que me llevé cuando la vi por primera vez esperando encontrarme con esa aventura épica y pasional que prometieron y dieron así uno de los trailers más grandiosos que recuerdo haber visto en toda mi vida. Pero todo ello cambia cuando me vi 140 minutos en lugar de 3, porque aquellas escenas tan espectaculares terminaban siendo eso, simple carne para el refrito de largas escenas de cháchara sin alma en toda la maldita producción.
Si es que incluso la ambientación se termina haciendo insoportable por ese folklore español tan propio del cine y que resulta cansino, repetitivo y sobretodo muy tedioso. Creo que fue gracias a esta película por la que cogí manía a las producciones basadas en la era moderna y sobretodo, dejé de confiar en los trailers que no han hecho más que darme disgustos en la vida. Hace años que no veo la película pero cada vez que la recuerdo se me vienen a la cabeza mis peores experiencias viendo cine.

Bastante entretenida. En esta ocasión la pareja de Owen Wilson Y Chackie Chan demuestran su química para hacer una secuela de una película que no recuerdo demasiado pero también era entretenida. El caso es que aquí funciona en su mayoría gracias a que el ritmo galopante está conducido estupendamente por el carisma de un Wilson que está muy gracioso y dejando a Jackie Chan hacer sus típicas bromas antes de deleitar con sus típicas coreografías que son tan espectaculares como siempre y graciosas. La unión entre el carisma de ambos está bien aprovechada sin que resulte demasiado engorrosa como ocurren en otras millonésimas películas de este estilo. Además también se puede atribuir la presencia de la guapa Fann Wong, el ambiente de Londres y los homenajes y ya está, la fórmula de la típica peli de sobremesa que se puede disfrutar y además tiene una calidad algo superior a otras muchas de la filmografía de los protagonistas.

¿Has visto alguna película de Jackie Chan? Bueno, pues entonces ya has visto ¨El super chef¨.
Típica película del famoso reparte mamporros que repiten en los horarios de la siesta todos los años. La historia básicamente no tiene elaboración alguna, porque todo el film gira alrededor del carisma del hongkonés que como siempre cumple en el objetivo de ofrecer un mareo de coreografías espectaculares, tanto que incluso dejan de sorprender hoy en día como si fuera lo más fácil del mundo. No es un figura ni anda ese tío, aunque prefiero las coreografías más ¨puras¨ que se solían ver en sus películas ochenteras (Que eran una mierda igualmente) a estas tan estéticas, pero bueno, molan. Y por supuesto momentos cómicos, alguno sigue haciendo bastante gracia, aunque precisamente no es que falten por lo que se podría decir que la mayoría son fallidos.
La única diferencia entre esta película y cualquiera de casi todo el resto de filmografía de este hombre es que aquí es un supuesto cocinero. Ale, ya está todo contado.

No se sabe con exactitud si es una secuela o un remake porque la fórmula es la misma. Tucker con su humor de negrata plasta acompañado del amarillo rey de los mamporros acrobáticos Jackie Chan que hace el papel que al que siempre ha ido ligado en su carrera. No faltan los chistes de uniones ¨culturales¨, que en realidad no pasan de los tópicos de negrata gangsta junto a un chino despistado, que bueno, tiene sus momentos, pero a día de hoy está más que visto y ha perdido la esencia de cuando uno tenía 12 años menos.

Aquí viene lo cachondo, en realidad esta crítica podría valer para a primera parte porque esta segunda repite palmo por palmo todos los chistes y su esencia, no hay nada que rescatar porque la historia es básicamente lo de menos, además que se sabe que en este tipo de películas de acción de sobremesa (Aunque en este caso con éxito en taquilla que es lo que la hace especial) dicha trama suele elaborarse de la misma forma siempre por lo que no hay que comentar que no se haya dicho antes.
Ah si, tampoco faltan las tomas falsas como en cualquier película de Jackie Chan supongo que como recurso emergente para que todo el mundo termina esto con una sonrisa por si acaso la película falla.

Un 4 porque es exactamente igual que la primera parte. Pero le vale para echarse un rato a cualquiera. A mí sin embargo ya me cansa, la he visto tantas veces desde su estreno que incluso si no hay nada mejor que hacer la evito.

No todo lo que sea en blanco y negro tiene que ser sinónimo de obra maestra, ni siquiera lo que abarca el género más genial de todos los tiempos en sus años dorados, ni siquiera si es dirigida por nada menos que Fritz Lang, uno de esos genios que han dejado películas inolvidables. Porque todo director de culto tiene en su filmografía películas olvidables, en este no es diferente, esta es una de ellas.

¿Qué tiene de especial Los Sobornados? Absolutamente nada. Era una más de un género sobre explotado en esa época. Pura rutina. Y eso que comienza muy potente, un suicidio, una viuda que se le ve en su rostro que se traía algo entre manos y varios giros en los que parece nos meterán en una apasionante historia de intriga y asuntos sucios.
Pero todo se va al garete cuando a los 15 minutos ya sabemos lo que había detrás de todo el embrollo y quién es el malo de turno.

Glenn Ford hace de poli duro, un papel bastante usado y que queda bastante cutre cuando lo hace un sin alma como este, no tiene una sola expresión en su rostro que indique que ocurre nada importante, ni siquiera cuando su mujer es asesinada cambia su expresión pasota de guaperas.
El resto del reparto está en una línea parecida, todos son unos sin alma que transmiten lo mínimo.

Volviendo al personaje principal, resulta bastante cansino que este personaje sea tan chulo y no se le escape nada, comos si tuviera un poder telequinético para saber que siempre hay algo más detrás de todo. No hay matón que pueda con sus puños ni soporta que nadie ponga las manos encima de cualquier señorita sin sacar su perfección a relucir como cualquier caballero de cuento de hadas haría. Y es que todo gira alrededor suyo, es realmente cansino.

La historia no tiene alma, aunque si ritmo, el suficiente para no aburrir y eso es algo que se agradece y evita el suspenso, pero desde luego comparar esto con la mayoría de sus obras anteriores, aunque popularmente a esta se la considera una de las mejores de su filmografía, cosa que no comparto, incluso no entiendo.

Esto es lo que pasa cuando el listón hacia una película está muy alto, no soy yo quien lo puso. Desde su estreno se ha hablado de obra maestra, uno de las más escalofriantes retratos de la guerra de Vietnam, etc etc. y yo normalmente cuando me pongo a ver una película bélica de semejantes alabanzas me encuentro exactamente con lo que me esperaba de ver. Sin embargo Oliver Stone me ha decepcionado en la única película en su filmografía que me llamaba la atención.

Para empezar ¿Qué es eso de poner al pasmado de Charlie Seen como protagonista? El hombre vale, me cae majo y todo eso, pero no tiene talento para interpretar el personaje que le dispone aquí. El resto del reparto es bastante llamativo porque hay muchos actores que son muy conocidos hoy en día pero aun no eran más que jóvenes desconocidos, algunos se han convertido en estrellas con el paso del tiempo y otros son simplemente famosos por interpretar un personaje ultra carismático, hablo aquí de John C. McGinley el cual interpreta a Doctor Cox en una de mis series favoritas.
El caso es que con ese reparto no podía tener más garra para verla hoy en día, y sin embargo ninguno tiene personalidad, todos son los pobres-mierdas de la sociedad-capullos de los que habla el protagonista al principio de la peli.

Entonces lo que tenemos de primera es un elenco de personajes el cual no importan en lo más mínimo exceptuando a Willian Dafoe que es lo único importante, así nos lo hacen vender y así ocurre gracias al carisma del actor.

Lástima del comienzo magistral, preludio de una verdadera obra maestra: ¨Llevo una semana en Vietnam y ya odio este sitio¨, ¨Ni siquiera preguntaron por mi nombre¨ y ¨Si vas a morir, mejor que mueras pronto¨ son las frases que hicieron que me lamiera los labios, una forma de comenzar tremenda, pero que se diluye una vez comienzan los tiros, entonces es cuando ocurre todo lo que he dicho arriba.
El resto de la película intenta tocarnos la moral con esa tremenda música puesta precisamente en los momentos más inoportunos y abusando de ella convirtiéndola en un pastel, y en el truco de la voz en off para contarnos que sí, que todo es muy duro. Ya nos habíamos enterado en los primeros 5 minutos, gracias.

Luego, ¿Hacia donde se intenta enfocar la crítica en esta historia? Es un alarde de patriotismo al hacernos ver que los soldados luchan mal por los Estados Unidos, ¿O simplemente lo que buscan son las lágrimas fáciles sin importan el bando o el retrato antibelicista que se supone que se le iba a dar? Yo no la pillé por ninguna parte, si tuviera que elegir una de las dos me quedaría con la segunda, pues no veo más que manipulación emocional mediante unos personajes malos malísimos (El cicatrizado Tom Berenger), pero no me causa ningún tipo de reacción, ya que lo único que comprendí es que tenía unas escenas de acción buenas y un protagonista que es incapaz de sufrir una evolución creíble en su rostro hasta llegar a Rambo 2.0

Desde luego, esta película sufre el efecto de obras maestras de la misma guerra de Vietnam. Oliver Stone lo vivió en primera persona y se nota que intenta reflejar los horrores de ese ambiente y los conflictos internos, pero con demasiado efectismo., incluso diría que es un simple material para triunfar en los Oscars, algo que a lo largo de los años Stone repitió una y otra vez.

La han jodido. A pesar de que el calco de segunda parte me gustó, esto exigía un cambio (O directamente dejarlo como está), y mira tú por donde nos lo dan. Genial, ¿no? Ni hablar.

Han convertido una simple y efectiva historia de humor en un thriller de comedia, no tiene ni pies ni cabeza, sobre todo esto último. El prólogo avisaba, incluso daba a pensar que nos habíamos equivocado de sala, pero no, el jodido chino asomó su cabeza soltando un insulto para presentarnos esta peculiar tercera parte.

Horrible, chistes sin gracia, los personajes con menos carisma que de costumbre y para terminar esa forma tan vil y barata de volver a la primera parte para que los fans no se den cuenta del timo al que habíamos sido sometidos.
No quiero indagar en demasiados detalles del por qué casi todo es una chapuza, sino hablar de algo general, y es el que las películas de comedia de moda se terminen transformando en chorradas de acción e intriga, no lo pillo.
Ah si, se intenta llevar el peso de la película al barbudo y al asiático, exagerando como no, las virtudes que tenía en las anteriores entregas y darnos muchos minutos de sobre explotación a aquellas cosas que hacían que tenían gracia haciendo de ellos unos personajes aun más asquerosos, escatológicos y exagerados.

Se salvan la escena de los títulos de crédito que es bastante graciosa, aunque me parece exagerado mearse de risa por esa sorpresa mamaria, algunas escenas de ¨amor¨ del barbudo que también me sacaron una sonrisa y la escena en la que pusieron la canción N.I.B. de Black Sabbath de fondo, deleite para mis oídos. El resto es una petardada que como no, dejan el lugar abierto para seguir alargando las secuelas mientras se pueda, como se hiciera con Loca academia de policía, que es de lo que va camino de convertirse esta saga que cada vez es más impersonal y menos graciosa.

La magia del cine de Leone... Pues menuda fantasmada que se marcó con la trilogía del dolar, cada una aun más que la anterior, pero a su vez más cautivadora, divertida y apasionante.
La muerte tenía un precio es el claro ejemplo de como una historia puede resultar una mierda pinchada en un palo o una genialidad dependiendo de quién esté detrás de las cámaras. Sergio Leone era así, sus guiones tenían la profundidad de una bandeja pero esa forma de rodar, por supuesto añadiéndole el plus de tener a uno de los compositores más geniales de todos los tiempo (Me atrevería a decir que el mejor, pero en este apartado soy demasiado inculto) y el resultado son este spaguetti-western imperdible para cualquiera que tenga ganas de echarse en el sofá y dejarse llevar.

¿Tópicos? Se cumplen absolutamente TODOS (De esos en los que hablaba en mi crítica de la película Sin Perdón). Pistoleros que donde ponen el ojo ponen la bala, según la importancia que tengan en la historia son más rápidos que el Red Bull de Vettel, las muertes son insignificantes ya que en ningún momento hay sorpresas, sabemos de antemano quiénes van a ser liquidados y quiénes aguantarán hasta el final a pesar de luchar contra 25 tíos, las muertes están hechas para el mero disfrute del público, los protagonistas son sarcásticos y siempre mantienen un nivel de genialidad en cada uno de sus diálogos que ni el Einstein, etc etc etc...

Pero qué momentos tan memorables hay en esta película, ay señor... Para el recuerdo, el rostro sudoroso y polvoriento de Lee Van Cleef ya vale su peso en oro. Al igual que la mirada desafiante y chulesca de Clint Eastwood o su vestuario que acompañó a toda la trilogía. Es una película que se mueve más por el terreno de la nostalgia que por el de la calidad, pero no lo puedo evitar, adoro sentarme y ponerme a ver estas películas con mi padre y hermano.

Siendo un poco más serio y crítico no puedo obviar ciertas cosas que me sacan de quicio como son el final, mejor dicho, el camino que recorre Lee Van Cleef para darle ese momento emotivo que a mí me trae más bien indiferencia por el hecho en el que sucede, tan repentino... ¿No podía avisar antes de lo que buscaba en realidad?
Y luego está lo más molesto del film que son esos golpes de música cada dos por tres que terminan siendo tediosas porque son innecesarias. Obviamente no es un film tan serio como el que abarcó Leone después de esta trilogía, ¨Hasta que llegó su hora¨, pero le da un toque ridículo o infantil que no tenían las otras dos películas. Es como verse un capítulo de Tom y Jerry de Gene Deitch, con esos efectos sonoros y reverberaciones molestas y casi psicóticas, al recordarlo aquí no me hace mucha gracia.

Mi nota final es un sobresaliente a Sergio Leone (y Ennio Morricone), matrícula de honor si no fuera por lo que he nombrado de los dichosos sonidos... es que no puedo ni imaginarme qué será capaz de hacer este hombre con un buen guión, babeo solo con pensar en ¨Erase una vez en América¨.