¨El dinero no da la felicidad, pero prefiero llorar en un ferrari¨. Título alternativo.
Porque es precisamente un cochazo el pistoletazo de salida a la carrera por el éxito del protagonista. Todos los que se pueden permitir un Ferrari tienen una sonrisa de oreja a oreja al entrar y salir del curro, ¿por lo que qué mayor motivación para buscar ser como ellos?
Luego, claro, está la mujer y el hijo, pero bueno, nadie tiene derecho a robarte las ganas de luchar por tus sueños, de hecho hay un diálogo en el que el padre se lo explica al hijo.
La mujer es la representación del coco, de belzebú, de las ganas de no salir de la zona de confort.
Todo lo que el hombre hace es por su hijo, nadie lo puede poner en duda. ¿O quién desea para su niño de 5 años vivir de la indigencia o no poder, de vez en cuando, comprarle alguna golosina?
Realmente hasta ahí el mensaje es muy sincero y sensato. Pero luego se mira el contexto de las acciones del padre y resulta que la imagen angelical con la que su hijo lo que con sus ojos no es tan sincera para el espectador.
Melodramas como este los hay a patadas, y muy buenos. Por su parte panfletos propagandísticos sobre el american dream o triunfar por encima de otros también los hay, por lo que en busca de la felicidad no ofrece nada sorprendente.
Lo que hace de esta película deleznable es su falta de sinceridad, se vende como un intenso melodrama de padre e hijo de lágrima fácil dejando a unos como muy buenos, el padre y los millonarios, y otros como muy malos, en este caso la madre y los indigentes.
Y además, es muy predecible. No existe tensión por saber si realmente el protagonista se sale con la suya porque lo sabemos de antemano, el happy end es obvio.
Si al menos se dignificara al personaje de Chris Garden (Que sí, se de sobra que está basado en una historia real) no habría quedado un mensaje del todo malo, cree y lucha por tus sueños y todo ese rollo, pero aquí ese ¨lucha¨ es ¨pisotea a los demás¨ por TUS sueños.
elalfon
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¨El dinero no da la felicidad, pero prefiero llorar en un ferrari¨. Título alternativo.
Porque es precisamente un cochazo el pistoletazo de salida a la carrera por el éxito del protagonista. Todos los que se pueden permitir un Ferrari tienen una sonrisa de oreja a oreja al entrar y salir del curro, ¿por lo que qué mayor motivación para buscar ser como ellos?
Luego, claro, está la mujer y el hijo, pero bueno, nadie tiene derecho a robarte las ganas de luchar por tus sueños, de hecho hay un diálogo en el que el padre se lo explica al hijo.
La mujer es la representación del coco, de belzebú, de las ganas de no salir de la zona de confort.
Todo lo que el hombre hace es por su hijo, nadie lo puede poner en duda. ¿O quién desea para su niño de 5 años vivir de la indigencia o no poder, de vez en cuando, comprarle alguna golosina?
Realmente hasta ahí el mensaje es muy sincero y sensato. Pero luego se mira el contexto de las acciones del padre y resulta que la imagen angelical con la que su hijo lo que con sus ojos no es tan sincera para el espectador.
Melodramas como este los hay a patadas, y muy buenos. Por su parte panfletos propagandísticos sobre el american dream o triunfar por encima de otros también los hay, por lo que en busca de la felicidad no ofrece nada sorprendente.
Lo que hace de esta película deleznable es su falta de sinceridad, se vende como un intenso melodrama de padre e hijo de lágrima fácil dejando a unos como muy buenos, el padre y los millonarios, y otros como muy malos, en este caso la madre y los indigentes.
Y además, es muy predecible. No existe tensión por saber si realmente el protagonista se sale con la suya porque lo sabemos de antemano, el happy end es obvio.
Si al menos se dignificara al personaje de Chris Garden (Que sí, se de sobra que está basado en una historia real) no habría quedado un mensaje del todo malo, cree y lucha por tus sueños y todo ese rollo, pero aquí ese ¨lucha¨ es ¨pisotea a los demás¨ por TUS sueños.
Muy mala.
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