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Día 8

NIGHTMARE CINEMA

Divertida y muy disfrutable película de antología que remite claramente a Historias de la cripta o a Creepshow (con algún homenaje incluido). Añadiría también otro referente, y es la infravalorada serie Masters of Horror. No es casual que Mick Garris, creador de aquella, sea el principal “anfitrión” de esta película y director de una de las historias, además del prólogo y del epílogo.

Durante sus llevaderas dos horas de duración nos encontramos ante cinco episodios, cada uno realizado por un director distinto (Alejandro Brugués, Joe Dante, Ryûhei Kitamura, David Slade y, como ya he mencionado, el propio Garris). Nightmare Cinema mantiene una unidad bastante sólida por contar con el fantástico y el terror como géneros comunes, pero las tramas, el tono o el estilo de algunos episodios son radicalmente diferentes entre sí. Nada tiene que ver, por ejemplo, el desenfadado frenesí cómico, gore, y pasado de vueltas del episodio de Kitamura con la pesadillesca y sumamente inquietante atmósfera en blanco y negro que imprime Slade al suyo (en mi opinión, el mejor). Hay bastante variedad en el conjunto, el cual demuestra mucha seguridad en sí mismo.

Es una pena, eso sí, que el último episodio (el que dirige Garris) sea bastante flojito en cuanto a argumento y tire a nivel visual por soluciones que recuerdan, y no en el buen sentido, a un telefilm de mediados de los 2000. Por lo demás, Nightmare Cinema es una nostálgica y loable propuesta donde es totalmente apreciable, en general para bien, que sus directores han tenido una alta libertad creativa.

HE WIND

Irregular western de terror, que supone el debut en la ficción de la realizadora de documentales Emma Tammi. La mezcla de géneros que nos presenta es muy poco usual en el cine y, para empezar, esa originalidad es tan curiosa como destacable. Lástima que no esté del todo aprovechada.

A pesar de su título, The Wind no tiene nada que ver con la impresionante película homónima que dirigió Victor Sjöström en 1928. El tono que le imprime Tammi a su película la sitúa más cerca de Babadook o La bruja que de otros films recientes del género que solo se basan en sustos gratuitos y golpes de sonido fuertes. A nivel visual está realmente cuidada, tanto por fotografía como por dirección y, de hecho, a simple vista no puede decirse que parezca un debut. La forma de retratar los paisajes del oeste americano y el uso de las luces y las sombras para los interiores son muy hábiles.

Cojea más, eso sí, su guion, ya que aunque las interpretaciones son notables, especialmente la de su actriz principal Caitlin Gerard, la empatía con los personajes no acaba de llegar y, por tanto, la implicación del espectador a nivel dramático es algo escasa. Por otra parte, creo que The Wind no termina tampoco por sacarle todo el partido que se le podría haber sacado a los seres sobrenaturales que habitan la árida región donde transcurre la película. Es un verdadero acierto que juegue a no mostrarlos explícitamente para crear inquietud, pero querría saber más información sobre ellos.

No es una película en absoluto desechable, pero al acabar de verla uno tiene la agridulce sensación de que daba para bastante más.

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