Festival de Sitges 2018

Por Marcos Sastre

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Día 2

ASHER

Aceptable y convencional mezcla de drama y comedia donde Ron Perlman, quien sigue en plena forma, interpreta a un asesino a sueldo que se enamora y que, por esa razón, entre otras, quiere dejar atrás su actual trabajo.

Michael Caton-Jones, quien ha destacado por dirigir Rob Roy o Disparando a perros, realiza un film correcto, sin demasiadas pretensiones, y que sencillamente sirve para pasar el rato. Contamos, además, con actores secundarios de lujo como Famke Janssen, Richard Dreyfuss o Jacqueline Bisset, aunque esta última está bastante desaprovechada.

En algunos momentos se hace muy evidente su escasez de medios y de presupuesto, eso sí, pero como ya he comentado antes, Asher es una película muy sencilla y que consigue entretener al espectador durante hora y media.

LA SOMBRA DE LA LEY

Dani de la Torre demostró un pulso excelente con la notable El desconocido, de ahí que su segundo largometraje haya sido, sin lugar a dudas, uno de los estrenos españoles más esperados del año. Sin embargo, pienso que no ha logrado cumplir con las expectativas generadas.

Es innegable que de la Torre es un cineasta muy preparado y que lo más probable es que seguirá dando de qué hablar en el futuro, pero La sombra de la ley está, en mi humilde opinión, por debajo de su potente debut. Todo lo referente a interpretaciones, atmósfera y reconstrucción de la época es encomiable. Dentro de nuestro cine no es nada típico encontrarnos con una película de gángsters y menos que se ambiente en los años 20, y eso ya es de destacar y de admirar.

Pero lo que más falla de La sombra de la ley es su guion, pues sus personajes se quedan en meros esbozos, sin profundizar tan siquiera en sus protagonistas, y el momento histórico en el que transcurre la trama no está bien contextualizado ni explicado. Por otro lado, el uso de la música (no la música en sí), que a veces subraya las escenas en demasía, parece más propio de una serie de televisión que de una película a proyectar en salas de cine.

A pesar de sus defectos, y de que podría haber sido un peliculón, La sombra de la ley se deja ver con bastante dignidad y no siento en ningún momento que haya perdido el tiempo con ella.

PIERCING

Posiblemente, la película más estrafalaria que he visto durante el festival y también en mucho tiempo. Para bien, para mi gusto, porque escuché algunos comentarios que la ponían de truño infecto para arriba.

El segundo largo de Nicolas Pesce (The Eyes of My Mother) nos presenta un planteamiento en apariencia sencillo y que no brilla precisamente por su originalidad: Una noche, un hombre casado y con un hijo se hospeda en la habitación de un hotel para llamar a una prostituta y matarla cuando esté con él.

No parece una premisa demasiado atractiva, pero lo que viene a partir de aquí es desconcierto puro y duro. Una locura imprevisible y de ritmo muy pausado que parece guiarse por caminos absolutamente ilógicos, irracionales, rozando el surrealismo más absurdo, y pasando de la comedia negra al thriller psicológico en cuestión de segundos. Además, su ambientación comiquera, con colores saturados, muy del estilo de los años 70, es asombrosa.

Piercing es una de esas películas que, o conectas con ellas y te dejas llevar por lo que se va mostrando en pantalla, o directamente vas a odiar a muerte. Sin tener absolutamente nada que ver, le pasa como a la Suspiria de Guadagnino: Está condenada a producir una enorme división de opiniones.