"Other", dirigida por David Moreau, comienza como un terror de criatura en los bosques de Minnesota… pero acaba revelándose como algo mucho más oscuro: un horror nacido del silencio, el abuso y la negación. Alice regresa a la mansión de su infancia tras la muerte brutal de su madre, creyendo que solo volverá para firmar papeles. Lo que encuentra es un recordatorio de todo lo que nunca quiso recordar.
Hay algo —o alguien— escondido entre las paredes. Y no está dispuesto a seguir siendo un secreto.
Final explicado: ¿Quién es realmente “la criatura”?
Durante gran parte del metraje, todo apunta a una entidad monstruosa devorando rostros en el bosque. Pero al final, la revelación golpea como un trauma reprimido: “La bestia” es el hijo de Alice.
Un hijo que ella tuvo siendo adolescente y cuya existencia fue borrada por completo de su memoria por su madre, obsesionada con convertirla en una reina de concursos de belleza. Alice dio a luz en secreto, sin saber siquiera que estaba embarazada, y su bebé fue encerrado en un sótano… creciendo sin nombre, sin rostro y sin amor.
No era un monstruo. Era un niño al que nunca le permitieron ser humano.
¿Por qué ataca solo los rostros?
Uno de los misterios de la película es la fijación de la criatura: no devora cuerpos, sino caras.
La clave está en el sótano: docenas de muñecas con sus rostros arrancados. Allí abajo, el niño creció viéndose deformado en superficies metálicas, sin comprender su propio reflejo. El rostro humano, para él, es amenaza, juicio… y rechazo.
> Destruye lo que nunca tuvo: identidad.
¿Qué significa “Other”? (la palabra en el juguete)
En el hospital, entre alarmas y humo, Alice oye una voz electrónica repetir: “OTHER… OTHER…”.
Encuentra un viejo juguete de aprendizaje. Al ver que la tecla M está rota, comprende el mensaje escondido:
Quiso escribir “MOTHER”.
El hijo no pedía venganza. Pedía nombrarla. Él no sabe quién es, ni qué es. Solo sabe lo que no tuvo.
La última escena: ¿Aceptación o condena?
En el baño del hospital, él aparece. Ya no a cuatro patas. Intenta ponerse erguido. Se quita la máscara.
Por primera vez, Alice no grita. No huye.
Simplemente lo mira.
No vemos su rostro… porque no se trata de horror, sino de reconocimiento.
No hay perdón. No hay promesas. Solo una madre enfrentando lo que negó toda su vida.
¿Y ahora qué?
El final no plantea victoria, sino un futuro incierto:
Alice está embarazada: ¿puede criar ahora al hijo que una vez abandonó?
La criatura ha matado: su madre, un joven, su marido... ¿puede existir redención?
El mundo real ya ha entrado: hay testigos, cámaras, policía.
David Moreau no responde. Porque "Other" no es sobre monstruos externos, sino sobre el miedo más profundo:
¿Qué hacemos con nuestras heridas cuando vuelven a mirarnos a los ojos?
Comentarios (0)
No tenemos comentarios todavía en esta noticia ¿te animas?