Las actuaciones de Natalie Portman (es 10/10, para un Oscar seguro), Vincent Cassel y Mila Kunis son imperdibles. Y el argumento es de los mejores que he visto. Una especie de lucha entre el Dr. Jekill y Hyde, pero esta vez (por primera vez) mucho más explícita la esquizofrenia del actor principal y bien ambientada con una madre dominante y un padre totalmente ausente (en ningún momento se lo nombra). Una madre frustrada por su propia incapacidad de llegar a ser una estrella del ballet descarga toda esa frustración en su hija, a la que por un lado quiere ver triunfadora pero, por el otro, no soporta verla triunfar. Y la hija, cargada de ese mensaje enfermizo y esquizo, por un lado se esfuerza por lograr su cometido pero por otro entra en crisis cuando le dan el rol principal en la obra The Black Swan. Esta película también podría llamarse ¨Los que fracasan cuando triunfan¨. Imperdible!!!
Hubo una actriz hace años que aguantaba mejor que nadie los primeros planos. La cámara podía quedarse minutos hipnotizada con su mirada y las infinitas expresiones de su rostro. Era Ingrid Bergman. Hoy, salvando las distancias, Natalie Portman ha provocado una similar reacción ante la cámara y ante el público. Simplemente sublime. Esta mujer actúa sin necesidad de hablar, pues lo expresa todo con las expresiones de la cara. (En ningún momento sobreactuada)
La cámara se enamora de ella en cuanto la ve, y nosotros entendemos el porqué. Resulta complicado apartar de vista de ella, atrapa de una manera inquietante. ELLA ES LA PELÍCULA. Su personaje es una auténtica montaña rusa de sentimientos extremos. Y pasa por todos ellos con maestría, y ante una pieza tan brillante como “El lago de los cisnes” de Tchaikovsky , Natalie se pasea como si llevara interpretando ese ballet toda su vida.
Solo por la interpretación de Natalie merece ver la película. Pero aparte estamos hablando de Aronofsky, el maestro a la hora de contar los trastornos caóticos del alma. ( “Réquiem por un sueño”). Pero aquí va más allá, añade un suspense y una sensación en algunos momentos realmente escalofriantes, que nos recuerdan a los de Polanski. Pero no nos confundamos. Mientras Aronofsky es un gran director, lo de Roman es otra cosa. Los genios juegan en otra liga.
¿Y de qué va? De una chica cuyo sueño es interpretar alguna vez el papel de Odette, protagonista de la obra de ballet “El lago de los cisnes”. Pero nada es lo que parece, absolutamente nada. Y no seré yo quién os quite el placer de descubrirlo vosotros mismos. Un consejo: dejaros llevar por la película, pues lo requiere. Y gozaréis... observando a “La reina de los cisnes”.
Muy buena película, pero tampoco para tirar fuegos artificiales. Tal vez no entra dentro de mis favoritas por el hecho de que no me produjo un gran shock. Tiene una historia que atrapa desde el principio y juega todo el tiempo con la psicología de la protagonista y a su vez intenta confundir al espectador, a mi sinceramente hasta la mitad se me hizo algo lenta, pero luego se comienza a incrementar y a intensificar la trama aumentando el misterio y los hechos generados hacen del personaje principal un viaje a la locura literalmente, obviamente todo el film está mostrado desde la perspectiva del personaje de Nina interpretado por Natalie Portman que está para sacarse el sombrero, hace un trabajo excelente (no solo actuación sino también baile). El resto del elenco sobresale lo necesario. La ambientación y el clima que se genera en el film es muy bueno, esto ayudo con una gran edición y una buena dirección. A si que resumiendo, ¨Black Swan¨ (o ¨El Cisne Negro¨) es un thriller psicológico algo largo al comienzo pero que se intensifica y va logrando que el espectador se enganche con la trama y saque sus propias conjeturas hasta las instancias finales donde se revela el misterio, con un final que cierra el círculo.
Todas las críticas positivas y los halagos que ha recibido los tiene bien merecidos, y es que ¨Black Swan¨ es una de las mejores películas que nos ha regalado este (ya casi acabado) 2010.
Elegantemente dirigida, con una estética impecable, nos econtramos con un film único (parece mentira que sea americano), que nos sumerge en la mente de una chica sencilla que tras conseguir el papel de su vida, sus propios temores la sumergen en una espiral de locura de la que dificilmente podrá salir.
Giros incesantes en la trama hacen que el espectador no pueda apartar la mirada de lo que sucede, cualquier pequeño detalle va a tener su importancia, nada se deja al azar.
Efectos magnificos, una banda sonora deliciosa para los oidos y unas actuaciones para quitarse el sombrero, sobresaliendo por encima de todos una Portman en plena forma, demostrando una vez más que es una actriz con mayúsculas habiendose ganado el título a pulso.
Una película que va en crecendo acabando con un final asombroso donde los haya. Cintas como esta son las que hacen a uno seguir teniendo fe en el séptimo arte.
Interesantísima propuesta que juega con la psique del espectador y lo lleva dentro del espiral de sentimientos que lleva a esta bailarina a buscar la perfección en su papel.
Sorprende en primer lugar la estética de la película, que siendo norteamericana, no se asemeja en nada a una producción de hollywood, poquisimas escenas con cámara fija, lo que logra un acercamiento del espectador hacia el personaje interpretado por Nathalie Portman, que dicho sea de paso, demuestra una vez más la inmensa actriz que es. Su papel es perfecto, emotivo e intenso, y asombra que gran parte de las escenas de ballet, en su mayoría sean interpretados por ella y muy pocas por una doble. Lo que revela todo el tiempo de preparación para el papel que debe haber detrás.
El guion juega una y otra vez con interesantes giros, caminos que no llegan a ningún lado y brillantemente regresan al punto de partida, con personajes inteligentes que confluyen a la perfeccion en los ultimos minutos de película. Es lo mejor, la historia no cae en esos odiosos estándares uniformes a los que hollywood nos ha acostumbrado hasta el hastío.
Aunque no es la tónica publicitar los efectos, la verdad que los poco que hay son muy bien logrados, las animaciones, la estética puesta en ellas, es de delicado gusto.
Intensa, profunda, sorpresiva e inteligente... Una de esas películas que un buen amante del cine, que se jacte de tal, no debe dejar pasar.
Posiblemente sea de las mejores películas del año 2010, de las imprescindibles, junto con la genial ¨La Red Social¨ de mi admiradísimo David Fincher y la también imprescindible (aunque esta es mas comercial) ¨Inception¨ del notable Christopher Nolan, sin embargo, el film de Aronofsky es un película, aun mas compleja que el film de Nolan, quizás incluso mas que el film de Martin Scorsese (¨Shutter Island¨), sobretodo gracias a ese magnifico guion que juega con el espectador dándole vueltas, haciéndole pensar si, es verdad todo lo que sucede en pantalla, o es producto de la mente de esa magnifica actriz que es Natalie Portman, guapísima y además debería recibir con todo merecimiento el Oscar a Mejor Actriz, no dárselo, seria totalmente injustificable (al menos por mi parte), su personaje es sencillamente genial, no en vano también debo nombrar al magnifico Vincent Cassel, cuyo personaje podría caer mal o caer bien según se mire, además tener a Mila Kunis y Winona Ryder, ambas son geniales en sus respectivos roles.
La fotografía, (por cierto bastante superior a la de Wally Pfister en ¨Inception¨), cala perfectamente en el tono del film y los efectos (ya sean prostéticos o visuales) funcionan a las mil maravillas.
Sin lugar a dudas, un film muy, pero que muy bueno.
Críticas: 167
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restrepo
10
El argumento en principio puede parecer de los más sencillo, “una chica que practica ballet”, pero ésto en manos de Aronofsky es todo un mundo, con el cual decide jugar durante unos 100 minutos aproximadamente.
La película comienza, y en todo momento es sorprendente e inquietante. Aronofsky va saltando de un genero cinematográfico a otro con agilidad y sin tropezarse, con momentos de drama, otros de thriller, pasando por el surrealismo, por el drama psicológico... también hay tiempo para momentos sensuales y sexuales. A todo esto hay que añadirle una banda sonora sencillamente genial, las interpretaciones son muy buenas, ni que decir que Natalie Portman lo borda, la duración es perfecta, el final muy acertado, no sobra nada.
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