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Críticas de bigladiesman

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Frenos Rotos, Coches Locos Frenos Rotos, Coches Locos 13-02-2017
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Película en mi opinión bastante entretenida de Zemeckis tras la horrenda ¨Locos por ellos¨ (no sé como no se pudo unir a los Beatles de nuevo para que condenaran esa pantomima en bloque).

Un Kurt Russell pre-Snake Plissken es Rudy Russo, estafador automovilístico y candidato a politicucho que se enfrenta a otro vendedor de coches, un tipo indeseable y que recuerda bastante a Donald Trump (lo que opino que le da un aire de actualidad a parte de la acción), interpretado por el gran secundario Jack Warden. Pueden verse en papeles secundarios a caras conocidas como Frank McRae, Alfonso Arau y Al Lewis.

El guion no pasa de ser una crítica ligera a la sociedad yanqui de la época con buenas ideas y algunos chistes tontos. Son los intérpretes los que llevan la acción en volandas.

Los intérpetes, sí, y también los especialistas en las varias escenas automovilísticas, muy bien realizadas pero ya más vistas que el TBO.

Me he llevado una impresión bastante positiva de esta película. Debe ser que me gusta el humor de esa época. Pero sobretodo me ha gustado por lo acertado del casting y sus actuaciones. Se nota que se lo pasan bien. Y logran transmitirlo.


Espías en Beirut Espías en Beirut 06-02-2017
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Típico clon italiano de la saga Bond, dentro del subgénero llamado ‘Eurospy’, primera de las dos aventuras de Bob Fleming, 077 (Fleming y 077, supino descaro) de la CIA.

El cachas de Salt Lake City Richard Harrison, clásico de péplums y pelis de ninjas y amigo personal de Clint Eastwood, es Fleming, simpático, bromista y ligón, si bien a veces bruto y maleducado agente secreto. No tiene mucho más que el tipo. Una secundaria habitual del giallo, la francesa Dominique Boschero, es la hija de un científico cuyo asesinato investiga 077, ya sabéis por dónde irán los tiros.

La película sigue enteramente la estela de Bond en versión de bajo presupuesto: hay gadgets (el coche con una pequeña catapulta es gracioso), mujeres, hostias, persecuciones y diálogos presuntamente ingeniosos (generalmente un chascarillo sin gracia una vez tras otra, con alguno mínimamente afortunado). Se desarrolla con buen ritmo y entretiene lo justo.

Las escenas de acción son muy cutres, pero me gusta la ambientación plenamente urbana en “ciudades del pecado” de aquellos tiempos como París, Hamburgo y, sobretodo Beirut, con muchas escenas en exteriores rodadas con profesionalidad. La música es la que se suele oír en este tipo de pelis. En este caso es algo flojita.

Un eurospy bastante decente.


Ipcress Ipcress 07-01-2017
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En parte para crear una competencia propia a los clones de Bond que venían de todas partes y en parte para complacer al escritor Len Deighton, cuyo borrador para el guion de “Desde Rusia con amor” fue rechazado, Harry Saltzman ideó su propia saga de espionaje, bajo los auspicios de la Rank (que dejó escapar su oportunidad de adaptar ¨Casino Royale¨) adaptando las aventuras del anónimo agente de Deighton, con un tono más realista, serio, cínico y oscuro que las novelas y las pelis de Bond. Dirige un joven Sidney J. Furie, clásico de la serie B de ayer y hoy.

Michael Caine saltó a la fama con este papel del espía de Leighton, bautizado para el cine como Harry Palmer, que lo mantuvo ocupado durante tres décadas. Es un hombre que gana poco dinero para lo que arriesga, se mueve por los bajos fondos, vive en una casita modesta y su trabajo tiene poco de divertido. Fiel a la novela, Palmer es impulsivo, indisciplinado, chuleta, cínico y, como se dice popularmente, todo un polla roja, pero también tiene don de gentes y resulta muy humano, muy alejado del superhombre que es Bond, en especial cuando lo vemos sufrir de verdad en el clímax. El otro intérprete destacado es el cachas Nigel Green como uno de los jefes de Palmer: Dalby. Es la perfecta encarnación de un alto funcionario británico. Los personajes se mantienen más o menos fieles a la novela: pandilla de amorales a sueldo de la Corona contra pandilla de amorales a sueldo de otro Estado…

… Pero no podemos decir lo mismo del guion, firmado por dos personas que no se prodigaron mucho en el cine. Siguiendo la pauta marcada por la saga Bond, la película recoge tan solo unas pocas ideas del libro (como el macguffin siendo un sistema de lavado de cerebros), escrito en un estilo entre irónico y opresivo, y limita la acción a la ciudad de Londres. Los servicios secretos son presentados como una vulgar oficina, aunque llena de secretos, y la película se desarrolla en ambientes de barrios populares, alejándose del glamour que asociaba al cine de espías de ese tiempo. Las escenas de acción son escasas, centrándose en las investigaciones y el trabajo de espionaje. Es tan intricado como la novela original, pero quizá más entretenido y menos terrorífico. Como defecto, encuentro que el final es un tanto precipitado y sin el cinismo de la novela.

El aspecto técnico es puro caviar: venidos desde la saga Bond, Peter Hunt crea un montaje trepidante que hace avanzar la historia a velocidad de crucero (se rumorea que él fue el director de la película, con Furie siendo un hombre de paja); Ken Adam se encarga de la dirección artística, creando un conseguido ambiente urbano; John Barry compone una espléndida banda sonora jazz basada en los exóticos sonidos de un arpa húngaro. Pero el que se luce más aquí es Otto Haller. El famoso cámara aporta los colores apagados y sombríos que ya mostró en “El quinteto de la muerte” y “El fotógrafo del pánico”, a lo que suma algunos efectos sencillos para mostrarnos el punto débil de Palmer: su miopía. Es el principal culpable de la fascinante puesta en escena de esta película.

Una apasionante película de espionaje que toma la senda del realismo, creando un thriller eléctrico acompañado de una factura técnica más que interesante. Como fan de la saga Bond, (de los que va a diariamente a foros de fans y se ha dejado una pasta en libros sobre el tema) me resulta curioso que fuera el mismísimo Harry Saltzman (junto a Martin Ritt y su Espía que llegó del frío) el que señalara el camino a un cine de espías alternativo, más dramático y realista pero no por ello menos entretenido.

Harry Palmer will return in “Funeral In Berlin”


Todos a la Cárcel Todos a la Cárcel 25-12-2016
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La última gran película de Berlanga fue esta a ratos inquietantemente actual contracrónica penitenciara con unos personajes muy en la línea de la saga de los Leguineche, pero multiplicando aún más la extravagancia.

Saza es un estirado y pesado empresario del sector de los sanitarios en apuros que no hace más que encontrarse a gentuza peor que él, interpretada desde por lo más granado del cine español de la época, desde Juan Luis Galiardo, Agustín González, Manuel Aleixandre o José Sacristán a tipos a los que raro era ver en una peli como Torrebruno, Jaume Sisa, un jovencísimo Santiago Segura, un refugiado bosnio de pega, un mimo patético, monjas cubanas showgirls, o un indígena mesoamericano vestido de tiempos remotos.

El guión de Berlanga y su hijo sigue por el camino de siempre: desmadre total para señalar una triste situación real: la corrupción del Estado, el Capital y la Iglesia volvieron a ser su objetivo en una conjunción de montones de gags escatológicos y sexuales y un personaje, Pajarito (Guillermo Montesinos) que roba montones de escenas con sus chiflados intentos de fuga. Probablemente sea la película más accesible de Berlanga: contemporánea y con la mala leche de siempre pero con un tremendo regusto a tebeo de Francisco Ibáñez.

Técnicamente, Berlanga siguió con su sobriedad y su práctica ausencia de música de fondo.

La prueba de que el director valenciano no había perdido su toque y había aumentado su mala leche en los años 90. Estupenda.


¡Qué Noche la de Aquel Día! ¡Qué Noche la de Aquel Día! 14-11-2016
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Fue gracias a esta película baratita que la United Artists aceptó casi a regañadientes que los Beatles acabaron de perfilar su imagen pre-Strawberry Fields/Penny Lane: la de una boy band con un especial talento y una identidad elaborada a piedra berroqueña por Brian Epstein (al menos hasta que empezaron a cansarse allá por los tiempos de “Beatles For Sale”). Esta amable y tan solo medio profética – y es que la cosa se fue AÚN MÁS de quicio con el tiempo - parodia de la beatlemanía consagró además al director Richard Lester como un director de referencia en el cine comercial.

Si bien Ringo acabó siendo un competente actor profesional, la verdad es que no se puede calificar aquí a los Beatles como actores. Lester los dirige de manera que sean lo que ellos mismos representaban y ellos lo hacen bien y demuestran que se lo están pasando pipa, algo que no veremos en un par de sus films posteriores: resultan simpáticos, descarados, poco serios, con magnetismo y algo gamberrotes. Entre los secundarios destaca Wilfrid Brambell, un tipo – esencialmente actor cómico - con una cara de lo más cómica que hace de abuelo de McCartney.

El guion de la película, del nominado al Oscar Alun Owen, fue considerado excelente en su tiempo, deudor del humor de los hermanos Marx. Como solo soy un tipo que se lo pasa bien mirando cine, no sé hacer análisis sesudas, pero he encontrado algo que creo que encaja con lo que he visto: un crítico afirma que la clave del encanto de esta película es que los Fab Four se comportan como dioses riéndose de los simples mortales. Es bastante acertado una vez se se ve la película. Esa actitud burlona, grotesca y de estar por encima del bien y el mal es la que también caracterizaba a los Marx. Montones de chistes y chascarrillos, situaciones de clásico slapstick y un calculado surrealismo que contrasta con la estética de documental. En una palabra, como nos gusta decir a los internautas, es muy, muy, random.

Es una peli de los Beatles, así que la principal atracción es la banda sonora. Fue el primer disco 100 % con canciones originales del grupo, su primera gran obra maestra en mi opinión Contiene clásicos como “A Hard’s Day Night”, “I Should Have Known Better”, “Can’t Buy Me Love”, “And I Love Her”, “All My Loving” o “She Loves You” entre otros, más alguna versión intrumental a cargo del productor del grupo George Martin. También es destacable la dinámica fotografía en blanco y negro con cámara al hombro al estilo del cinema-verité en boga en Europa, dándole a la película ese aire documental a lo Costa-Gavras o Gillo Pontecorvo. Todo ello calculado al milímetro por Lester, aunque parezca anárquico.

Este primer ego trip de los Beatles es el inicio de un memorable - para lo bueno y para lo malo - ciclo cinematográfico que explica como pocos la historia de la banda, desde la divertida ingenuidad de esta peli hasta el pesimismo y el baño de realidad de un grupo haciéndose pedazos que es ¨Let It Be¨.


West Side Story West Side Story 08-11-2016
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La más icónica de las adaptaciones de “Romeo y Julieta” si dejamos a parte la obra clásica fue llevada al cine con todo lujo en una película que se llevó 10 Oscars, entre ellos mejor Mejor Película, y mantuvo a la Mirisch como la productora independiente de referencia en Hollywood y una de las madres del nuevo cine americano que se gestaba. Dirige Robert Wise, que creó un envolvente y depresivo ambiente urbano y Jerome Robbins, creador de la obra original y de las impresionantes coreografías, aunque fue despedido.
De acuerdo, voy a ser claro. Lo primero es lo primero: María y Tony. Natalie Wood y Richard Beymer. Dan grima de tan pluscuamperfectos como son. Y al final uno se acaba alegrando de las desgracias que les pasan. No lo digo yo: ellos mismos – Beymer en especial, que aún a día de hoy no quiere hablar de la película ni pasados más de 50 años –reconocían que no les gustaban sus papeles. Wood aún tiene un pase como chiquilla ingenua y en la escena final muestra sus tablas en escenas de corte teatral, pero Beymer es un pavo: cómo el fundador y presunto ideólogo de los repugnantemente racistas Jets puede ir tan de buenote es algo que se me escapa. Y encima no cantan ellos.
No, pese al gran nombre de Wood, si esta película es considerada una obra maestra es gracias en parte al excelente trabajo de los secundarios, que fue premiado a su vez con sendos Oscars para Rita Moreno y George Chakiris: por una parte Moreno es una bailarina y cantante impresionante y además tiene escenas que tienen en común la propia vida de la actriz, con lo que vivió su papel y Chakiris es un Bernardo que supura un odio que parece ilimitado: está muy mal de la cabeza y el actor va desmelenado durante la media película que dura, a parte de moverse como un gamo en las escenas de baile. Por no hablar de un Russ Tamblyn, como el también chalado y detestable Riff, que roba escenas como un poseso, hace reir y efectúa unas piruetas tremendas y del semi-olvidado papel Simon Oakland como el Teniente Schranck, un hombre de orden (léase poli fascista) que más que ayudar siempre lo acaba de empeorar todo aunque lo que quiera es arreglarlo. Este cuarteto lleva le película en hombros. Claro que Chakiris y Tamblyn, por exigencias de la historia, se largan pronto.
La película sigue bastante al dedillo la obra original, solo que es menos dura. Jerome Robbins, puso unas pautas muy claras al excelente Ernest Lehmann, uno de los mejores guionistas de la historia, que tiene que intervenir poco. Solo que debo compartir lo dicho por Richard Beymer: Tony debió ser caracterizado como un tipo bastante más macarra y parecido a los otros Jets (repito: se supone que esa banda de malhechores racistas la fundó él). Un quinqui/cani/chungo de la vida luchando por reformarse, no ese meloso buen tipo. La película se hubiera beneficiado mucho de esto, ganando en profundidad. Tampoco es que le pida profundidad a un por otro lado excelente musical, pero vamos.

Está claro que técnicamente lo mejor es la banda sonora de Leonard Bernstein y Stephen Sondheim, adaptada al cine por Saul Chaplin, Johnny Green, Irwin Kostal, and Sid Ramin, que se llevaron un Oscar por barba. Inolvidables piezas musicales (“America”, “Tonight”, “I Feel Pretty”, la divertida “Gee Officer Krupke… Nunca me ha gustado “Somewhere”) y un fondo musical curradísimo para ese tiempo. La escenografía por su lado es de lo mejor de su tiempo: una mezcla entre ámbitos urbanos deprimidos y sets casi surrealistas, filmado con un irresistible colorido y en formato Panavision de 70 mm. Y además tenemos secuencia de inicio y unos créditos finales – una vez más – icónicos de Saul Bass.

Bueno, me gusta mucho la música aunque los musicales no sean lo mío, y sé ver lo que es una obra maestra incluso si no me convence del todo. Y es que tener que aguantar a Beymer y Wood como Tony y María, esos Romeo y Julieta fuera de contexto – de verdad, si lo que queréis es la obra original, recomiendo la versión de Franco Zeffirelli, donde los célebres amantes sí que están en su elemento - actualmente requiere cierta paciencia. Si la veis sabiendo esto, apreciaréis mejor el excelso trabajo de un resto de reparto y un equipo que trabajan la película con mimo, dedicación e inventiva para hacer un espectáculo visual y sonoro de primer orden que sabe estimular los sentidos como la obra de arte y e icono cultural que es. Solo que tiene esas ligeras imperfecciones.


Pinocho Pinocho 13-10-2016
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Tras el monumental éxito de “Blancanieves y los siete enanitos”, Walt Disney se había convertido en el nuevo “golden boy” de Hollywood, y se encontraba en situación de realizar una nueva película animada aún más ambiciosa. Dos años de trabajo trajeron esta adaptación de la moralista, algo sádica y muy divertida novela corta de Carlo Collodi.

Si tenemos que hablar de un “actor principal” aquí, esta película irá siempre asociada al cantante Cliff Edwards. Su magnífica voz y chispeante interpretación de Pepito Grillo casaron a actor y personaje creando una figura icónica de la cultura pop mediados del S. XX (recuperada para la televisión en los 50 con una treintena de cortos educativos), hasta el punto de que ha eclipsado al muy secundario personaje de la novela que a él equivale.

Quitándole una buena parte del sadismo y la moralina del original, el equipo liderado por Ted Sears, que escribió casi todos los llamados comercialmente “clásicos Disney” hasta los años 50, crea un guion muy directo, pero bastante más completo y desenfadado que el de Blancanieves.

Las técnicas de animación usadas apuestan esta vez por la caricatura muy por encima del realismo y por un mayor colorido y efectos, manteniendo algo muy a reivindicar en aquellas viejas películas: unos ambientes de pesadilla que ya querrían para si incluso los mejores directores de cine fantástico actual. La ecléctica - con partes sinfónicas, swing e incluso musiquilla de feria - banda sonora del trío Leigh Harline, Paul J. Smith y Ned Washington se llevó los Oscars a la mejor banda sonora y canción (solo Smith y Washington). Aunque personalmente no es una canción que me entusiasme (y cierta parte llega a cansar por su constante repetición al inicio de la acción), ¨When You Wish Upon A Star¨, impecablemente cantada por Cliff Edwards. se ha convertido en la pieza musical inmediatamente asociada a la Disney y una de las canciones más reconocibles del S.XX.

Quizá no tenga la fuerza mítica de su predecesora ¨Blancanieves¨ como primer largometraje sonoro de animación ni la fuerza artística de su sucesora, ¨Fantasía¨, pero ¨Pinocho¨ sigue siendo una obra maestra de la animación y la adaptación definitiva del clásico de Collodi, aún más de 75 años después y además resulta la más divertida de las tres. Imprescindible para cinéfagos.


Tambien un Sheriff necesita Ayuda Tambien un Sheriff necesita Ayuda 04-09-2016
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Simpática parodia del western en general y de “Solo ante el peligro” y “Río Bravo” en particular.

James Garner brilla como cómico con un papel parecido a su televisivo Maverick: insolente, astuto, simpático, romanticón, caradura y valiente, es un héroe con descaro de los de toda la vida. Lo acompaña un no menos brillante Jack Elam, que además de villano de western por excelencia era un excelente actor de comedia, como su ayudante Jack, limpiador de establos y supuesto paleto local, pistolero muy hábil – prefiere esconderlo - pero ciertamente bastante corto de luces. El trío principal se cierra con Joan Hackett, la guapa y aventurera pero muy gafe hija del alcalde, que no es otro que Harry Morgan, clásico televisivo que apareció en “Solo ante el peligro”. Cierran el reparto principal dos nombres de lujo: Walter Brennan como un cómicamente achacoso líder de un temible clan de ganaderos corruptos y un jovencísimo Bruce Dern como su absoluta y no menos cómicamente estúpido hijo.

Todo un clásico de Hollywood, Willam Bowers, elaboró el guion, basado esencialmente en chisposos diálogos y situaciones de pura picaresca. Fue su último trabajo en cine antes de dedicarse en pleno a la pequeña pantalla.

Una película sencilla, de esas “de actores”, sin grandes alardes técnicos (de hecho los paso por alto en esta crítica) que constituye una agradable comedia.


Le Seguían Llamando Trinidad Le Seguían Llamando Trinidad 13-07-2016
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La película que inició de verdad el canon de la saga “Spencer-Hill, hostias mil” fue esta secuela de “Le llamaban Trinidad”, donde Trinidad y Bambino van desfaciendo entuertos en lugar de provocarlos como cuatreros que son.

No hay mucho que decir a nivel interpretativo: Bud y Terence muestran una gran química y tienen varias escenas inspiradísimas más allá de los mamporros propiamente dichos como la timba de póker o la descacharrante escena del restaurante de lujo. Los secundarios simplemente dan la réplica, destacando un propio con barba que se pasa la peli cono en trance por los mamporros de los dos hermanos.

Enzo Barboni (o E.B. Clucher) dirige y escribe ya pensando en una película que guste a toda la familia. Pese a los – pocos – tiros y los tremendos zurriagazos no hay ni una gota de sangre, está exclusivamente hecha para hacer reir y pese a ser más larga que “Le llamaban Trinidad”, es mucho más trepidante.

Destaca el debut en la saga de los credores del “sonido budterence”, los hermanos Guido y Maurizio de Angelis (alias Oliver Onions), creadores de montones de canciones que marcaron nuestras infancias. Sin mostrar tan a las claras el descaro setentero de Franco Micalizzi, crean una banda sonora pop contempoóranea alegre, sencilla y divertida. Los sets almerienses están más elaborados que los de la primera parte y hay un espectacular número de prestidigitación de cartas que se adelante un año al mítico numerito de “El golpe”.

En mi opinión superior a la primera parte dado que sienta las bases del éxito de la saga mamporrera de estos cómicos italianos y es una película en general más dinámica y divertida que su antecesora. Risas para grandes y chicos.


Le Llamaban Trinidad Le Llamaban Trinidad 09-07-2016
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Hasta que apareció esta película, el spaghetti-western era un género que se veía a si mismo con mucha seriedad. Ver a un Terence Hill enguarrado comiendo como un cerdo y eructando fue una revolución: la gente se petó de risa. La comedia llegaba a ese Oeste de pega almeriense y con ella la consagración mítica de una pareja de actores que ya llevaban tiempo trabajando juntos: Bud Spencer y Terence Hill inauguraron con esta película el ciclo de las “Hostias mil”, que diría el dibujante Pedro Vera: películas familiares llenas de hilarantes mamporros desde 1970 a 1985 (lo de “En Nochebuena se armó el Belén” lo considero un tributo fallido).

Terence Hill es Trinidad, un pistolero perezoso, guarro y generalmente de alegre carácter, pero que tiene la mano izquierda más rápida del Oeste. Bud Spencer es su hermano mayor Bambino, en apariencia un vulgar y maleducado cuatrero que se hace pasar por sheriff, pero que tiene unas habilidades casi sobrehumanas con el rifle y la mano derecha. Eso sí, con ambas manos, ambos son los reyes del tortazo y el garrotazo y tentetieso. Spencer y Hill siempre han funcionado bien juntos, superando sus limitaciones con su química y diviertiendo a grandes y pequeños. Tenemos la aparición especial de un elegantísimo Farley Granger como villano.

Aquí aún no se había encontrado del todo la fórmula del éxito: hay varias escenas relativamente serias, Trinidad y Bambino no dudan en matar a sangre fría (eso sí, ni gota de sangre), pero hacia la mitad de la película hallamos el humor familiar marca de la casa del dúo, solo que la acción está un poco más dirigida a adultos. Es un película de pura acción, sin diálogos especialmente memorables, y que a ratos llega a resultar lenta, pero la química entre Spencer y Hill hace que se mueva como una máquina bien engrasada.

Técnicamente lo más destacado es la música setentera de Franco Micalizzi, que inicia la tradición de divertidas bandas sonoras de las películas del dúo. Por lo que respecta al resto, es un película muy sobria.

Una película de culto que inició un divertido ciclo de comedias, sigue siendo entretenida, si bien le sobra una buena cantidad de metraje.


Creed: La Leyenda de Rocky Creed: La Leyenda de Rocky 14-06-2016
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Aunque la serie había acabado, el prometedor director indie Ryan Coogler propuso a Stallone reprender el papel de Rocky Balboa una vez más, esta vez como personaje secundario.

Michael B. Jordan está brillante y fue injustamente olvidado en la carrera de los Oscars como Adonis Johnson, hijo ilegítimo de Apollo Creed que es adoptado por su cariñosa y responsable madrastra Mary Ann Creed, que se siente muy sola tras la muerte de su marido en el ring. Así y todo, pese a tener estudios, buen empleo y una elevada posición social, Adonis quiere dedicarse al boxeo profesional. Y sin nadie que lo ayude, recluta al rival y amigo de su padre Rocky Balboa. Sin Paulie ni su hijo a su lado, Rocky encuentra en Adonis casi a un nuevo retoño. Stallone fue nominado para un Oscar por su excelente, sentida y humana actuación, pero encuentro que en Rocky Balboa está algo más inspirado como Balboa anciano. Tessa Thompson es bella y sabe acompañar bien, pero no tiene qnada que ver con lo que fue Adrian. El campeón mundial de boxeo Tony Bellew es Ricky Conlan, un boxeador con muy mala cabeza y menos carisma que reúne elementos de los rivales ya vistos en la saga.

El guion de Coogler es más que correcto, cargado de mitomanía, potenciando el humor, y creando en Adonis Johnson a un personaje interesante. Lo malo es que hay un exceso de escenas triviales que poco aportan a la película y alargan demasiado el metraje.

Técnicamente destaca la pelea final, quizá la menos apasionante de la saga aunque está filmada con naturalidad pese a que no fuera realmente filmada en Goodison Park (solo unos pocos fragmentos). He creído detectar varios elemantos tarantinianos en la presentación de los luchadores y la banda sonora, con una marchosísima selección de canciones y un buen acompañamiento a cargo del joven compositor sueco Ludwig Göranson.

Podía haber sido más entretenida, pero en líneas generales es una película bien llevada y, esperemos, un digno cierre definitivo a la saga de Rocky, si bien no tan satisfactorio como “Rocky Balboa”.


Rocky 5 Rocky 5 14-06-2016
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Mediocre quinta parte de las aventuras de Rocky Balboa donde se quiso volver al drama y al retrato social de las dos primeras partes - incluso retornando a John Avildsen a la dirección - combinándolo con la acción de las dos siguientes.

A Sylvester Stallone se lo ve algo cansado del papel aunque intenta un retorno al tierno y vulnerable Rocky de la primera parte. Talia Shire va demasiado sobreactuada y Burt Young aguanta el tipo tras un inicio también excesivamente ¨operísitico¨. El malogrado futuro productor Sage Stallone, por contra, es un Rocky Jr. tan soso que no causa simpatía en ningún momento. Burgess Meredith roba la escena en su extendido cameo, y Richard Gant excele en su caricatura de Don King, George Wasington Duke. El joven púgil Tommy Morrison (que llegaría a ganar dos títulos mundiales después de rodar la película) está correcto como Tommy Gunn, entusiasta campesino metido a boxeador que se convierte en el pupilo de Rocky hasta el punto de que éste ignora a su familia, solo para traicionar su confianza e irse con Duke, pasando a ser - hay que decir que en algunos momentos tiene algo de razón en lo que hace y dice - en un boxeador egocéntrico, desagradecido y putero.

El guion es el gran fallo de la película, y veo que somos muchos los que pensamos lo mismo: el argumento es forzadísimo, las escenas dramáticas han perdido naturalidad, y en muchos momentos están fuera de lugar. Parece que todos los pesonajes estén esperando su oportunidad para ponerse a gesticular, llorar y patalear. Lo que sí está logrado es la minusvalorada pelea final, quizá la más espectacular de la saga por encima de las dos películas posteriores. Pero incluso ésta parece impostada para montar drama (afortunadamente, la escena en si tiene bastante humor).

Técnicamente destaca sobretodo la ya mentada lucha callejera final, acompañada de un medley con toques techno-funky contemporáneos a cargo de Bill Conti (generalmente más lírico que en las otras entregas) y la banda Snap!, clásica para los que crecimos en los noventa. Canciones Rap y una pieza a cargo de Elton John completan otra notable banda sonora. La fotografía vuelve a la oscuridad de las primeras entregas, pero no resulta tan efectiva como entonces.

¿Entretiene? Lo suficiente. Pero es una película que nació anticuada a nivel de guion, y no tiene el encanto medio cutre y comiquero de la anterior. La salva un excelente aspecto técnico y la propuia inercia de la saga. Hasta Stallone ha mantenido que fue un error rodarla y desearía rebobinar y pasar de Rocky IV a Rocky Balboa. Demasiado tarde, Sly. Y encima, fue tras esta excesivamente seria película que el potro italiano se quiso meter a *gulp* actor de comedia [voluntaria]...


Rocky 4 Rocky 4 14-06-2016
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La parte de la saga Rocky que se merece más el estátus de película de culto en el sentido más camp del término: un divertidísimo, involuntariamente chiflado panfleto político de la era Reagan que la cultura de internet ha elevado a los altares del cine bizarro ochentero (antes ya estaba allí, que es un clásico de videoclub de primera división, pero lo de ahora es monumental). No tiene desperdicio.

Stallone como Rocky Balboa se ha convertido ya en un superman cuya actuación no deja mucho que comentar: él pone el músculo, el saber hacer y el carisma, Talia Shire pone la calidez y Burt Young se convierte esta vez por completo en un contrapunto cómico y encima le endiñan el robot ese de los cojones, que da mucha risa y actualmente resulta imprescindible para la peli aunque esté fuera de lugar.
Dolph Lundgren, un joven químico y campeón de kyokushin karate que era por entonces novio de Grace Jones, saltó a la fama como Ivan Drago, un luchador soviético muy frío y poco amigo de conversar que no duda en cargarse a sus adversarios si conviene (aunque para los ojos de álguien que no sea fan de la época Reagan, como yo, pasa por un chaval más bien corto de luces –se deja dominar por el choque cultural y creo que su mujer le hace los cuernos con su mánager - drogado y sometido a un regimen caduco al que encima provocan constantemente aquellos que deberían tratar a un invitado extranjero con consideración. Lo que no quita que sea como mínimo un homicida). La entonces esposa de Stallone, la actriz y presentadora danesa Brigitte Nielsen es la maciza y maliciosa Ludmilla Drago, esposa del armario descerebrado ese.
Carl Weathers es usado solo como objeto de venganza para Rocky, y su lugar lo ocupa el ex-boxeador, actor y ajedrecista Tony Burton – el único hombre que batió a Stanley Kubrick jugando al ajedrez -, que al fin recibe un protagonismo ampliado en su cuarta aparición como Duke, ex-entrenador de Apollo, ahora de Rocky.

El guion es... Bueno, aquí Stallone se vuelve inconsistente totalmente: su hijo ha envejecido dos años como quien no quiere la cosa, le regalan el robot a Paulie, hace un montaje con James Brown en Las Vegas que parece que asusta genuinamente a Drago, sacan a los rusos como los malos cuando son los americanos los que empiezan comportándose de manera borde (se rumorea que Stallone lo hizo expresamente para probar los motivos del discurso final de la peli: todos somos humanos y queremos la paz. Lo dejo a criterio del lector) se deja una barba espectacular, va triscando cual cabra por los Urales y se hace amigo del Soviet Supremo (¿Pero no querías cargarte a esos rojos, Rocky?) entre otras cosas. Pero el hecho es que Stallone lo lleva tan bien que resulta funcionar, y dentro de lo sectario/panfletario/ridículo es muy, muy divertido. Como pasa en las otras pelis, hay un montón de diálogos y escenas que han quedado en el imaginario popular, y en la era de internet es, más que nunca, un producto de culto. Dicho sea de paso, la reciente “Creed” ha intentado poner un par de detalles de esta entrega en perspectiva y le ha dado una lectura medio seria que parecía imposible (bien por Ryan Coogler, que no había ni nacido cuando esta película se estrenó).

Técnicamente vuelve a ser una delicia con estupendos montajes de entrenamiento, secuencias hermosas rodadas en Canadá, com,bates apasionantes y una estupenda y motivadora banda sonora pop de Vince Di Cola que hace venir ganas de salir a correr y a gritar “¡DRAGO!” por las calles del barrio.

Hay que entender esta película como un cómic. Es tan ideológicamente incómoda que hasta personas conservadoras rechazan de lleno la bufa caracterización de los soviéticos, así que imaginaos los que nos consideramos tirados hacia la izquierda. Pero si la tomamos como lo que es: evasión bastante caducada, es extremadamente efectiva, muy divertida y llena de momentos memorables. Quién sabe si en el futuro, para mal o para bien, esta sea la peli más recordada de la saga. Vaya usté a saber.


Rocky Balboa Rocky Balboa 03-06-2016
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Retorno de Stallone al papel de Rocky Balboa, que devolvió su carrera a lo alto tras unos cuantos años de relativa decadencia desde su último éxito, Copland, siguiendo firme 10 años después.
Tres lustros después de Rocky V, Rocky Balboa ha enviudado, pero más allá de eso le ha sonreído la vida: tiene un restaurante de cierto éxito, sus vecinos lo adoran, su demencia pugilística ha resultado ser un caso bastante leve y ha podido pagar unos buenos estudios a su hijo. Por su parte, el campeón del Mundo Mason Dixon es multimillonario y tiene todo lo que se pueda tener, pero es un hombre infeliz: no lo valoran, el público lo odia, lo acusan de amañar combates… El pobre tipo se desespera por momentos y no sabe qué hacer para sentirse satisfecho de si mismo. Claro está, esto es Hollywood y en algún momento su vida y la de Balboa se cruzan.

Stallone ofrece una actuación casi tan memorable como su primer Rocky Balboa: intentando sobreponerse a su viudedad, intentando capear con el distanciamiento con su hijo, haciéndose amigo del hijo de la niña repugnante de la primera parte,,, Y con ganas de volver al ring. Burt Young, como es su costubre, brilla como Paulie. El lugar de Talia Shire y su Adrian lo ocupa la irlandesa Geraldine Hughes como la ex-niña repelente Marie, ahora madre soltera de un joven muy formal (James Francis Kelly III). El ex-Campeón del Mundo de los semipesados Antonio Tarver es más bien soso - no es actor profesional -, pero su Mason Dixon es el antagonista más agradable de toda la saga. Milo Ventimiglia es un Rocky Jr. adulto que vive a la sombra de su padre (o eso piensa él), obteniendo varias escenas afortunadas. Tony Burton hace un memorable monólogo al estilo Burgess Meredith en su despedida de la saga.

El guion de Stallone encuentra, incluso más que en Rocky II, un perfecto equilibrio entre drama personal y deportivo: casi son dos pelis en una. El drama no es especialmente forzado, hay bastante humor y se respira un tono nostálgico, triste pero optimista.

Como siempre, en el aspecto técnico, destaca el combate final, planteado y montado esta vez como una auténtica retransmisión deportiva y aprovechando con bastante acierto el aumentado dramatismo que da manipular la imagen por ordenador. La ambientación en una gélida y decrépita Philadephia esta muy conseguida, y personalmente me gusta mucho cómo se usa el color para efectos dramáticos.

Rcoky había vuelto para ganar de nuevo. Frente al desenfrenado y divertídisimo tebeo panfletario que fue IV y el bache en calidad que supuso V, Rocky Balboa devuelve el brillo a la saga, si bien no creo que llegue al nivel de Rocky I y II como drama (se echa en falta la presencia de Talia Shire, gran robaescenas, por exigencias - acertadas - del guion) ni a III como peli de accion (la IV es un tema a parte).


Los Odiosos Ocho Los Odiosos Ocho 30-05-2016
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Notable intento de Tarantino de crear un whodunit utraviolento y con su retorcido sentido del humor.

Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Walton Goggins (lo más parecido en esta película a un héroe, aunque no lo es para nada) y en especial Jennifer Jason Leigh se lucen como un grupo de personajes, pues eso, odiosos. Leigh, está absolutamente espectacular en todas sus escenas, haciéndose la tonta, siendo desagradable y recibiendo más que un punching ball: su Daisy Domergue será con el tiempo otro personaje memorable del cánon tarantiniano.

El guion es excelente, manteniendo el vilo al espectador en todo momento y mostrándonos una escena salvaje tras otra... Pero es que se pasan con el minutaje. Es muy larga, y verla de una sentada es agotador. Creo que se podría haber contado esta historia sin darle tantísimas vueltas.

A nivel técnico destaca la espectacular fotografía en Panavision de 70 mm (los extreriores son un espectáculo), una banda sonora muy ominosa que mezcla temas nuevos y clásicos de Ennio Morricone y alguna pieza country-rock. El gran músico italiano se hizo merecedor de un Oscar más por su gloriosa carrera que por la calidad de este trabajo. También tenemos unos FX gore bastante conseguidos del legendario John Dykstra.

Otro memorable producto de Tarantino lastrado por un exceso de metraje pero que no dejará indiferentes a los espectadores.


Rocky 3 Rocky 3 28-05-2016
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La saga de Rocky entra en su fase testosterónica y machota con el protagonista, convertido en un multimillonario, dispuesto a demostrar su valía cuando un púgil más joven y hambriento de éxito que él le arrebata el título mundial. La acción ya se centra completamente en el deporte y el entretenimiento. Stallone fue listo sabiendo que los gustos del público estaban cambiando con la llegada de los superguays de la leche 80s.

Stallone, con unas cachas tremendas, es un Rocky más seguro de si mismo: la paternidad, el estrallato y el dinero le han dado estátus, pero ha perdido esa furia barriobajera. Será necesaria una derrota y un duro entrenamiento para recuperarlo. Solo en una escena logra conmover mínimamente. No es que pierda facultades: se recicla definitivamente como estrella de acción.
Burgess Meredith solo tiene 45 estupendos minutos de actuación antes de que abandonara –temporalmente- la saga para dedicarse a otros proyectos (si no me equivoco, co-protagonizar una sitcom).
Talia Shire es una Adrian que ha perdido su timidez para ser una esposa que apoya a su marido incluso en primera línea, en los entrenamientos. Burt Young empieza espectacularmente robando el inicio de la peli como un Paulie totalmente alcoholizado e indigno de lástima, pero enseguida se convierte en un simple contrapunto cómico a Carl Weathers.
Y es que esta es la peli de Weathers, con un Apollo tomando las riendas de la carrera de Rocky y convirtiéndose en un brillante entrenador y mentor. La química con Stallone y Young es muy buena tras tres películas y entre los tres aguantan el segundo acto de la peli.
Y, claro, no puede faltar: el inolvidable debut cinematográfico de un icono ochentero: Mr. T, el amigo de pequeños y grandes triunfó como el terrorífico Clubber Lang, un boxeador duro y maleducado pero con una manera de expresarse muy propia que re-aprovechó como M.A. en “El equipo A”. Puro espectáculo. Como es un espectáculo la aparición de un Hulk Hogan aún ‘heel’ (luchador malo) como Thunderlips, con el que Balboa disputa un espectacular combate basado en el de Ali contra Antonio Inoki.

No busquéis aquí una trama elaborada ni ver los problemas personales de los protagonistas: aquí solo tenemos el afán de Rocky por recuperar lo que perdió a base de zurriagazos, funerales, y ‘training montages’: es un puro y duro drama deportivo de acción, pero aún nos deja muchos momentos para el recuerdo, en especial los diálogos de Mr. T y Weathers.

Por supuesto, es un espectáculo técnico, especialmente las brillantes luchas y el ambiente de barrio bajo logrado en escenarios reales de Los Ángeles. Bill Conti actualiza la banda sonora, pero sigue aprovechando piezas de su primer trabajo en la saga. La canción ‘Eye Of The Tiger’ de Survivor se ha asociado tanto a Rocky como el ‘Gonna Fly Now’, si no más en los últimos años.

Claramente inferior a sus dos predecesoras pero aún muy entretenida, es un ‘must see’ para los fans del cine ochentero, ya que contiene todos sus ingredientes: acción, colorido, estética macho-gay, testosterona y una banda sonora zumbona a tope.


Rocky 2 Rocky 2 27-05-2016
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Mi favorita de la saga de Rocky por ser la primera que vi y por su equilibrio de géneros. Sin poseer del todo la brillantez artística de la primera parte, Stallone, ahora también director, se centró un poco más en la acción sin dejar de ser esta secuela una historia esencialmente humana, si bien de tono algo más alarmista que la primera. Se añaden también toques cómicos.

Sylvester Stallone repite la actuación de la primera perte, solo que ha perdido un elemento importante de la primera parte: su soledad. Ahora Rocky se va a casar con Adrian y empieza como un hombre feliz: aquí nos centramos en su dilema de aceptar el combate de revancha que Apollo Creed quiere forzarle a disputar o el volver a ser un anónimo ciudadano, como desea su esposa. Entre medio, miedos que resultan bien actuales en nuestro contexto y que en este visionado he encontrado escalofriantes: la incapacidad, el paro, las malas inversione o la incerteza sobre la salud de un ser querido.
Talia Shire se muestra como una Adrian más fuerte y segura: es un personaje que ha evolucionado más que cualquier otro de la película anterior a esta. Es el “cerebro” en el matrimonio Balboa, pero tiende a mimar demasiado a su hombre, lo que causa el principal conflicto de la trama.
Carl Weathers es ascendido a antagonista, que no malo “per se”. Apollo Creed está herido en su orgullo pese a su victoria sobre Balboa, desacreditado y amenazado (teniendo familia) por sus seugidores más radicales, hará cualquier cosa, aunque sea baja y cobarde, para cabrear a su némesis deportiva. Weathers crea a un Creed malicioso pero menos distante que en la primera parte, donde era como un espíritu que planeaba sobre los protagonistas. Al menos ahora lo vemos como ser humano vulnerable y con defectos (un hombre vanidoso que quiere lograr lo que quiere como sea) y virtudes (un buen padre de familia que admira sinceramente a su rival y que una vez en el ring juega limpio).
Burgess Meredith y Burt Young no acaban de repetir sus sublimes actuaciones de la primera parte, pero siguen siendo un par de excelsos secundarios.

Stallone intenta hacer una película algo más completa que la primera, dándo mayor énfasis al boxeo (la pelea final es esplendorosa) y tocando problemas sociales - ante todo, el drama del paro - a la par de contarnos la historia de los personajes. Como contrapartida, no tenemos ese drama personal y ese desarrollo de personajes de la primeram, y además, las escenas de Adrian hospitalizada se hace demasiado largas: en resumen, queda una película en mi opinión más entretenida pero de un valor artístico ligeramente inferior a la primera.

En el aspecto técnico se nota la subida de presupuesto: destacar ante todo una mucho más larga y elaborada lucha final, una excelente fotografía en exteriores, una estética más definitivamete hortera-setentera, un maquillaje y vesuario más elaborados y una banda sonora de Bill Conti que básicamente aprovecha la interior, añadiendo varios temas nuevos de buena calidad.

Personalmente me gusta más que la primera aunque sea ligeramente inferior a nivel neutral, pero aquí antepongo mi propio criterio, así que se gana las 5 estrellitas por iniciarme en la saga y seguir siendo un buen drama además de una gran peli de acción deportiva.


Rocky Rocky 26-05-2016
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Bueno, hora de otra retrospectiva, esta vez con las pelis de la saga de Rocky. Empecemos por el principio.

Sylvester Stallone fue considerado como un notable actor “serio” antes de pasar a las pelis de acción, y es que este su debut como prota es muy bueno: Rocky Balboa es un muerto de hambre treintañero de inteligencia bastante limitada. Todo un hombre-niño que usa el boxeo para ganarse unos cuartos extra en su trabajo como matón (para el que es demasiado buenote, y su jefe mafioso solo lo tiene en nómina porque impone y porque le aprecia sinceramente). Su mejor amigo Paulie (Burt Young es un gran secundario y supo mantener el nivel en todas sus apariciones, pero aquí está sublime, un paso por encima del resto del reparto) es un borrachuzo sin oficio ni beneficio con una hermana no muy atractiva, Adrian (inolvidable la sufrida Talia Shire, aunque la prefiero como Connie Corleone). Por último, el prestigioso Burgess Meredith es el malhumorado (por decir algo suave) ex-entrenador de voz cazallera de Balboa, Mickey Goldmill, aquí presentado como un egoísta que desprecia a su antiguo discípulo y quiere entrenarlo solo por fama y dinero, pero al que va cogiendo genuino afecto. Estos tres personajes forman el núcleo de la saga. El ex-jugador de la NFL Carl Weathers impone muchísimo como la parodia/homenaje a Muhammad Ali Apollo Creed, campeón del mundo de los pesados: es chuleta, simpático, apuesto y muy carismático. No debe extrañar que la última película de la saga sea un homenaje al personaje: es el que da el toque ‘cool’ a la peli.
John Avildsen se convertiría en el rey del drama deportivo con una excelente dirección que incluyó ideas novedosas como filmar la lucha final al revés, del final al inicio, con Sly y Weathers empezando sin esforzase en exceso y haciendo mucho teatro, aparentado agotamiento, y muy maquillados y acabando sin maquillaje y yendo a todas. Esto y el trepidante montaje de los dos breves combates supuso un Oscar en la categoría.

El guion de Stallone era en un principio una subversión del sueño americano, pero acabó convertido en un reflejo de éste. Rocky, una mezcla entre los púgiles reales Chuck Wepner y Joe Frazier, es el típico don nadie al que se le da una oportunidad y se agarra a ella como una garrapata. Eso caló hondo en el público de todo el mundo, no solo EE.UU. La película es una sucesión de escenas tristes y tensas, muy bien interpretadas por todo el reparto: creo que aquí el todo se impone a las partes. La película se divide muy claramente en tres actos: La primera hora es todo un “slice of life” barriobajero, si bien quizá algo empalagoso, a lo “Marty”, con Rocky interactuando con sus vecinos del barrio e iniciando su relación con Adrian mientras Apollo prepara un combate muy especial; en el segundo vemos los preparativos del combate, y en un brevísimo último acto presenciamos el combate final. Las escenas de culto se suceden una tras otra. Pero debò incidir especialmente en el detalle de que aquí el boxeo es parte de la trama, però ésta se centra en la vida de los protagonistes.

A parte del montaje, destaca a nivel técnico el scouting de localizaciones: la película se filma íntegramente en exteriores de Philadelphia, a ratos incluso con cámara en mano. Un joven Lloyd Kaufman (amo la Troma) participó en ello. Y, por supuesto, la inolvidable banda sonora de Bill Conti, una mezcla entre sonidos marchosos y piezas líricas.

Una hermosa película sobre las relaciones humanas que además nos ofrece algo de acción deportiva: entretenida y sensible, vale mucho la pena verla.


Las Aventuras de Paulina Las Aventuras de Paulina 12-04-2016
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Importantísimo e influyente serial que fijó varias de las convenciones del moderno cine de acción. Sus capítulos tienen una calidad variante y se caracterizan por unos guiones tontuelos, con una heroína relativamente avanzada para su tiempo pero pleistozoica e irremediablemente pánfila en la actualidad. Se caracteriza por escenas de acción que son llevadas con un tremendo sentido del ritmo y una impecable factura técnica, con arriesgadas cabriolas rodadas en exteriores (la actriz protagonista Pearl White destacó sobremanera por sus hazañas físicas delante de la cámara: realizó casi todas las escenas de riesgo).

Mil veces parodiado, su influencia se deja sentir actualmente en productos como la saga Bond, la de Indiana Jones, las películas de superhéroes o muchas series de dibujos animados. A poco que os interese la historia del cine, deberíais darle una ojeada, aunque sea por encima.


Tintin y el Misterio de las Naranjas Azules Tintin y el Misterio de las Naranjas Azules 04-04-2016
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La segunda película de lo que debía ser una trilogía con una secuela rodada en India, esta aventura de Tintín se rodó en Valencia con parte de capital español.

Jean Pierre Talbot retoma el papel del periodista belga, con alegría y sin desentonar pero no lo hacen lucir tanto como en ¨El misterio del Toisón de Oro¨: sus tremendas capacidades atléticas quedan demostradas solo al final. El capitán Haddock es interpretado por el importante secundario francés Jean Bouise, que no logra ni por asomo superar la buena interpretación de su antecesor Georges Wilson. Félix Fernández es un conseguido Tornasol (doblado al francés por el cómico Alfred Pasquali; él mismo se dobló al castellano). Destaca la aparición del pequeño Pedro Mari Sánchez, hoy día uno de los mejores secundarios de por aquí.

El guion, en el que destaca el nombre de René Goscinny, intenta seguir una línea más trepidante que su antecesora, que en la media hora final no para casi en ningún momento (como remarca el capitán ¨aquí no se puede tener un descanso¨), pero sin embargo, las escenas de acción no resultan tan elaboradas ni conseguidas como las de ¨El misterio del Toisón de Oro¨, y el intento por incluir a Hernández y Fernández o a Bianca Castafiore en la historia resulta muy forzado, y los chistes son bastante sudaos.

La estética es muy próxima a los cómics, utilizando incluso cuadros de texto con esa caligrafía tan propia que tenían y retratos de los personajes sacados directamente de éstos. Las caracterizaciones están conseguidísimas. A la música le falta variedad: es una típica banda sonora de comedia.

Otro buen intento, sin grandes alardes, de llevar a Tintín al cine de manera bastante efectiva pero sin tirar cohetes. Compensa muchos de los errores de su antecesora, pero sin embargo también carece de muchos de sus aciertos. Creo que merecen la misma nota. Aprobado holgado para ambas. No os las perdáis si sois tintinólogos de pro.


Fantomas 5: El Magistrado Ladrón (El Falso Magistrado) Fantomas 5: El Magistrado Ladrón (El Falso Magistrado) 25-03-2016
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Episodio no-final de este afamado serial antes de que Louis Feuillade, fuera por el inicio de la 1ª G.M. o porque había dejado de ser rentable, lo abandonara [aparentemente].

Vemos algunos intentos de cambiar las cosas: se cambia el ambiente parisino por el belga y el bretón (bastante chulos), se nos presenta una historia aparentemente independiente de los demás eoisodios (de pronto Fantomas está condenado a cadena perpétua en Bélgica), Juve y Fandor parecen haberse vuelto locos en su empeño por capturar a su némesis (le facilita la evasión de la cárcel para poder atraparlo) y éste a su vez se ha vuelto menos impulsivo, planificando sus movimientos con más cuidado. Además, la historia se cuenta casi en su totalidad desde el punto de vista de Fantomas, llegando hasta

La parte mala es que quizá debido al estado parcial de conservación de este episodio o bien al cansancio que provoca que todas las pelis de la serie acaben igual, no acaba de enganchar tanto como anteriores episodios.


Fantomas 4: Fantomas Contra Fantomas Fantomas 4: Fantomas Contra Fantomas 25-03-2016
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El plan de Fantomas es tan rocambolesco aquí que la película debería llamarse ¨Fantomas contra Fantomas contra Fantomas contra Fantomas¨. Eso sí, es en mi opinión la mejor entrega de esta saga: el argumento está bien llevado y no se va por las ramas, creando un producto de acción directo y entretenido: esta vez no se echa tanto de menos a un Edmund Breon que de nuevo aparece esporádicamente. Esta entrega se aguanta mejor a través del guion que de las interpretaciones, y el conjunto parece más pulido en global.


Fantomas 3: El Muerto que Mata Fantomas 3: El Muerto que Mata 24-03-2016
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Aburrida tercera compilación de las facinerosas aventuras de Fantomas, al menos resulta lo suficientemente interesante como para mantener interés en el hilo argumental,

Esta vez, con Juve desaparecido, la investigación pasa a manos de Fandor. Georges Melcior no tiene la gracia de Edmund Breon y ello se nota. Súmemosle un Fantomas demasiado confiado y que se muestra menos eficiente que en otros casos (no es culpa de René Navarre sino del guion) y la carencia de escenas de acción (solo una propiamente dicha, aunque bastante buena) y tendremos un episodio mediocre de este famoso serial.


Fantomas 2: Juve Contra Fantomas Fantomas 2: Juve Contra Fantomas 23-03-2016
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Segunda parte que mejora las prestaciones de la primera llenándose de escenas de acción, añadiendo recursos técnicos (cámara en movimiento, FX con maquetas) e introduciendo los cliffhangers propios de los seriales. Edmund Breon mantiene el buen nivel como Juve, René Navarre mejora sus prestaciones como Fantomas presentando el icónico traje que hemos visto en tantos libros además de resultar mucho más listo y hombre de acción que la primera parte y surge Georges Melchior tras su breve aparición en la primera parte como el heroico periodista Fandor como el brazo más activo del bando de los buenos.

Condenable una escena en que se mata una serpiente: hubiera preferido un efecto especial barato antes que asistir a escenas snuff.


Fantomas: A la Sombra de la Guillotina Fantomas: A la Sombra de la Guillotina 21-03-2016
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Louis Feuillade creó aquí la figura del supervillano cinematográfico con la figura del folletinesco Fantomas, un abominable chorizo que suele esconderse bajo una máscara.

¨Suele¨, porque aquí no se le ve con dicha prenda: Fantomas aquí su rostro en todo momento bajo los rasgos de René Navarre. Su adversario, el desastrado, no muy agradable como persona y fumador compulsivo Inspector Juve, es interpretado por el escocés Edmund Breon que llegaría a ser un importante secundario en Hollywood con la llegada del sonoro.

El argumento es interesante, pero la puesta en escena aún es bastante estática: lo más destacable es la buena dirección de Feuillade, que saca mucho provecho de sus intérpretes, en especial de Jane Faber como la exasperada pero astutísima amante burguesa de Fantomas. La actriz es quien carga con casi todo el peso de la acción, y merece una mención especial.


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