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bigladiesman

Críticas de bigladiesman

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Tráfico de Almas Tráfico de Almas 20-03-2016
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Primitivo pero muy atrevido thriller gangsteril sobre una respetable asociación que cubre bajo su manto una banda de peligrosos proxenetas, los cuales atrapan a jóvenes inmigrantes y chicas monas que corren por Nueva York para convertirlas en esclavas sexuales.
Poco cuentan los malotes con el agente Burke, un superpasma que se mete por casualidad en sus asuntos. Y menos con que una de las chicas a las que han echado el guante es la hermana de su novia... Que se infiltra también por avatares de la vida en esa banda de chulos.

Por entonces no se hacían muchos largometrajes, y aunque encuentro que el guion es bastante bueno, hay que entender que el director G.L. Tucker no usa recursos narrativos como las elipsis: hay un empeño por mostrar todo lo que hacen los protagonistas, y algunas escenas se hacen muy largas. Comprendido esto, la película se hace más disfrutable, así que lo dejo dicho.

Es destacable la excelente ambientación en exteriores y aunque el ritmo sea lento, hay un par de escenas de acción bastante potables para ese tiempo.

Una película explotation de hace más de 110 años con una temática que aún hoy resulta escalofriantemente actual. Pozí ke etzamos vien, hoyja...


Quo Vadis? Quo Vadis? 18-03-2016
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Adaptación primeriza de la archifamosa novela histórica de Henryk Sienkiewicz que muestra a las claras la principales características del cine italiano de la época: gusto por la épica (estamos ante los primeros péplums), escenografía muy cuidada, presupuestos fabulosos y montones de extras. A destacar las actuaciones de Carlo Cattaneo como un Nerón locaza y Augusto Mastipietri como el filósofo cantamañanas Chilo.


La Marca del Zorro La Marca del Zorro 17-01-2016
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Siendo ya toda una estrella, Douglas Fairbanks decidió casi de golpe y porrazo reciclarse como actor de películas de acción y aventuras donde mostraba sus habilidades acrobáticas en películas autoproducidas y distribuídas por la productora que acababa de co-fundar: la United Artists.

Aquí protagonizó y escribió bajo pseudónimo una adaptación de “La maldición de Capistrano”, primera novela de El Zorro. El Zorro de Fairbanks incorpora ciertas novedades que se mantendrían con el tiempo: el uso de la espada y el sombrero cordobés que asociamos con el héroe de la Baja California fueron invento de Fairbanks. El saltarín intérprete (las cabriolas que hace en esta película son tremebundas, y no usaba dobles) crea un Zorro gracioso y alegre, muy difícil de hacer enfadar de verdad. Su identidad pública de Diego de la Vega, aburrido, algo afeminado y muy cobardón, está muy conseguida. En todo caso, Fairbanks mantiene siempre una gran vis cómica que transmite al público. No tan afortunada es la actuación de Marguerite de la Motte, que pese a tener buenos momentos (como la escena final, donde hace gala de una enorme comicidad) no pasa de ser una típica dama en apuros.

Fairbanks creó una aventura sencilla y trepidante muy bien llevada por Fred Niblo. La acción es constante, y el montaje, magistral (para lo que es 1920, claro) aunque ello se paga con ciertos abusos en las elípsis narrativas.

Gran clásico primerizo del cine de aventuras que es considerado como la primera película de superhéroes: sin ese Zorro vacilón, acróbata y fumador de puros quizá ahora el cine sería muy distinto y no hubiéramos disfrutado de esa versión del personaje que nos trajeron Power y Banderas (al menos en la primera parte), ni, quizá, del Superman de Donner y Lester, del Spidey de Raimi, del Batman de Burton y Nolan o del ambicioso Universo cinemático Marvel.


Por un Puñado de Dólares Por un Puñado de Dólares 17-11-2015
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Remake italiano no autorizado y de bajo presupuesto de “Yojimbo” (a su vez una versión no autorizada de un par de obras de Daishell Hammett, no lo olvidemos) que gracias a las habilidades de unos genios llamados Sergio Leone, Clint Eastwood y Ennio Morricone acabó revolucionando el Western para siempre: se iniciaba así el spaghetti western y sus convenciones, y sobretodo renacía el western crepuscular que ya se vio en “Incidente en Ox-Bow” o “Duelo al sol” añadiendo además una nueva estética feísta y unos personajes de moralidad muy dudosa, fueran héroes o villanos.

Clint Eastwood (doblado por el colosal Enrico Maria Salerno) pasó de popular actor televisivo en la productora Four Star de EE.UU. a estrella internacional de primer orden con su “Hombre sin nombre” (aunque aquí lo llaman “Joe” una vez): Ese antihéroe con mirada de tigre agazapado para atacar, poncho raído, barba de días y que masca colillas de puro de baratillo. Si lo contrastamos con el Sanjuro de Toshiro Mifune, “Joe” es un témpano de hielo vacilón en contraste con el explosivo y orgulloso ronin, lo que queda claro en la escena en que ambos se muestran compasivos y sacan a una familia del pueblucho de mierda. Sanjuro rechaza de plano que le den las gracias, muestra una actitud de “¿pero qué leches estoy haciendo si soy malote?” y se muestra enternecedoramente histriónico y amenazador. “Joe” se muestra tranquilo y calculador, con un Eastwood con el carácter cambiado y dando a entender que más que hacer el acto por lástima lo hace por una solidaridad poco clara (¿Está enamorado platónicamente de la bella Marianne Koch y quiere lo mejor para ella y los suyos?¿Quizá tiene familia?). Sea como sea, este lado blando del presonaje fue endurecido en otras dos pelis de la Trilogía del Dólar.
El otro monstruo de la película es Gian Maria Volonté. El mítico actor crea en Ramón Rojo a un psicópata histérico y ultraviolento que se cree mejor y más listo que nadie y disfruta matando a todo lo que se mueve. Está mucho más chiflado que su referente nipón, como se muestra en su primera aparición cuando ametralla a un grupo de soldados contrabandistas. Su placer es casi orgásmico. Quizá sea el elemento más diferencial respecto a la película de Kurosawa, donde su “clon” era sádico y explosivo pero no tan rematadamente monstruoso.

El guion es adaptación fiel – y muy, muy bien ejecutada, incorporando unos diálogos memorables, llenos de ironía y humor negro - del de “Yojimbo”, pero que contiene algo que fue innovador en la época: una deconstrucción de la ambientación oestera. Se acabaron las grandes planícies y la belleza plástica. Leone marcó época y estilo presentando desde Almería y los alrededores de Madrid un Oeste de frontera sucio, feo, guarro y sin héroes pioneros de buen corazón. Una auténtica cloaca de inmoralidad y violencia gratuita que escandalizó a no pocos amantes del Western y resultó en una visión mucho más realista y contemporánea de ese mundo, entusiasmando a su vez a muchísimos espectadores. Fue la marca de la casa de don Sergio, y su legado se mantiene firmemente hasta hoy día.

Dicho esto, igual de innovadora y memorable es la ecléctica banda sonora de Ennio Morricone con sus cuatro marcas de la casa: los instrumentos eléctricos, los lúgubres solos de instrumentos de viento y los coros y silbidos. El gran compositor se encontró aquí con su triunfo casi de la noche al día. Y un detalle a veces olvidado: los estilizados créditos de Iginio Lardani, basados en Saul Bass o Maurice Binder pero mucho más sencillos, que eran también algo nuevo en el mundo del Western.

Se iniciaba un grupo de carreras que solo fueron a mejor con los años, se renovó el cine del Oeste desde Europa y encima se trata de un remake cojonudo de una gran película como es “Yojimbo”, a la que hace sombra en algunos círcukos. No solo es buenísima, sino que tiene un gran valor histórico para entender el nacimiento de algunas convenciones del cine actual. Y para prueba, ya que estamos conmemorándola, vale el hecho de que el clímax de esta película tenga una considerable importancia argumental en la trilogía de “Regreso al futuro”. No se lleva un 10 solo por un motivo: que se siga sin acreditar a los guionistas de ¨Yojimbo¨. Pero ello no hace mella en la grandeza de esta pequeña película.


El Evangelio según San Mateo El Evangelio según San Mateo 11-11-2015
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Con lo que fue en perspectiva su biografía, debe parecer mentira para los beatos de siempre saber que ese escándalo público con patas que fue Pasolini, ateo de pro, realizara una de las consideradas mejores piezas de cine bíblico retratando a Cristo como un proto-Marxista revolucionario.

Un estudiante catalán llamado Enrique Irazoqui fue elegido por el director para ser Jesucristo, habiendo considerado a escritores e intelectuales, pero nunca a actores profesionales. Actualmente profesor e importante ajedrecista con un cargo en el partido Podemos, Irazoqui, beneficiado por el excelente y pasional doblaje de voz que le hace el actor Enrico Maria Salerno, ofrece una interpretación amateur y próxima, siendo bien parecido, pero a años luz de ese irreal Jesús de Jeffrey Hunter que ponía cachondas a las adolescentes. El resto del cásting sigue parámetros similares: son gente de los aledaños de donde se rodó la peli, además de parientes y amigos del director.

Este es mi tardío debut con el cine de Pasolini, y he entrado entendiendo que con este señor, el concepto de narración tradicional cinematográfica queda subvertido. Pues es verdad. Esta película entra muy bien por los ojos y el oído, pero está construída de una manera desordenada y tan poco entretenida como el mismo Evangelio que adapta con fidelidad, pero otorgándole una muy afortunada lectura izquierdista - sobretodo hacia el final - que acerca la figura de Jesucristo a los que no somos creyentes.

Técnicamente es una película muy directa pero muy elaborada, aunque no lo parezca: rodada sin ningún pudor en sobrios paisajes típicamente italianos (decía Pasolini que para ahondar en una crítica subyacente a la Italia de la época. Da un poco igual: la estética mola un taco sin que nos tengan que rayar, hablando claro), la fotografía en blanco y negro de Tonino Delli Colli le da a la peli un toque neorrealista pero casi pictórico. La ecléctica música combina piezas clásicas con toques étnicos (música africana, gospel/spiritualis) . Decorados, música y vestuario fueron nominados a sendos Oscars. Eso sí, me fastidia que la crítica que llaman “seria” llame “arte” y “genio” a una continuidad y un ‘raccord’ irregulares, aunque sea buscado, y en buenas películas de género (muchas de las que tenemos en Abandomoviez, por ejemplo) lo llame “descuido”.

Esta película me ha parecido tan desigual (lo cual no tiene por qué ser malo), tan en algunos momentos atractiva e incluso fascinante como aburrida y pretenciosa, que no sé qué nota ponerle, así que ya que aquí se permite, lo dejo en blanco. Pero ha sido muy interesante: voy a ver el documental que la acompañó para ver que se cocía tras las cámaras, me ha picado la curiosidad...


007: Spectre 007: Spectre 11-11-2015
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Como fan de 007, ha sido una gran alegría ver como la serie ha vuelto a sus orígenes y a su fórmula genuina tras unas cuantas películas donde ésta se ha subvertido con resultados excelentes (Casino Royale, Skyfall) y mediocres cuanto menos (Quantum Of Solace).

Daniel Craig parece divertirse más que nunca haciendo de Bond a su aire (es co-productor e incluso ha escrito algunas escenas), y eso suele significar diversión para el público. Léa Seidoux crea una chica Bond notable, bastante a lo suyo, quizá una de las mejores de la saga tras este primer visionado. Uno de los fallos de la película es desaprovechar al villano, y más siendo Christoph Waltz, que hace lo que puede, pero está limitado por el guion: me recuerda a una versión bastante mejorada, cabe decir, del Stromberg de ¨La espía que me amó¨, un señor que aprieta botones y hace cosas sádicas. Punto. Ni la gran revelación hace nada por hacerlo más amenazador. En cambio, como en dicha película, Batista se luce como lo hizo en su día Richard Kiel con ese hijo bastardo de Oddjob y Tiburón que es Jinx. Os lo pasaréis pipa con sus apariciones. Se además da un protagonismo especial a M (no hay duda de que Ralph Fiennes hubiera sido un Bond potable, y además se marca algún homenaje a su versión de John Steed en ¨Los vengadores¨) Moneypenny y Q, para algunos algo impostado. A mí no me ha parecido tan mal como eso.

Como dice mucha gente, el guion es lo más flojo. Ciertamente no es malo, pero al volver al estilo clásico se vuelve a jugar con sus puntos fuertes y débiles. Sin embargo, a este respecto es un alegrón volver a ver como te vacilan de nuevo, y reírte de esos chistes malos propios de la época Moore, así que casi se pueden convertir sus puntos débiles (que podéis leer en otras críticas, positivas y negativas, todos estamos bastante de acuerdo en ellos) en fuertes. Salvo uno, que es imperdinable: que te engañen en el tráiler con la aparición de Monica Belucci y Jesper Christensen y después aparezcan 5 minutos escasos. Mal hecho, EON (y además, la señá Bellucci con 50 añacos se come a la Seidoux en lo sexual, por llo que se la echa un poco de menos). Por la parte positiva, se vuelve a los homenajes a la saga de ¨Muere otro día¨, pero mucho mejor integrados en la acción en mi opinión.

Los FX se pasan a la Industrial Light and Magic y son tan cumplidores como de costumbre, siempre más bien sometidos a la trama (solo ¨Moonraker¨ pecó de lo contrario en esta saga). La música del minusvalorado currante Thomas Newman es más que correcta, si bien con algunas piezas recicladas de ¨Skyfall¨, mientras que la canción ¨Writing¨s On The Wall¨ es una seria candidata a la peor de la saga: horrenda con ganas. Finalmente, lo mejor de esta película es su trepidante pulso narrativo, con un montaje imperial que logra que la película más larga de la saga pase como un soplido.

Si tuviera que definir esta película en pocas palabras, seria ¨retorno al escapismo puro¨. Sam Mendes lo avisó y ha cumplido sobradamente. Solo hay una palabra para definir esto dentro de la cabeza de un fan de la saga Bond, y es ¨clásico¨.

Io sono Topolino, adesso!


El Nuevo Caso del Inspector Clouseau El Nuevo Caso del Inspector Clouseau 17-10-2015
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Blake Edwards se sacó de la chistera esta obra maestra de la comedia como secuela de la muy sobrevalorada “La pantera rosa”, empezando definitivamente una de las mejores sagas cómicas de la historia del cine (al menos mientras la protagonizó Peter Sellers). Basada en una obra de teatro, encumbró definitivamente al Inspector Clouseau como un icono universal de la comedia.

El reparto no es tan de campanillas como el de su antecesora, pero a nivel de interpretación lo supera de largo, con Peter Sellers afirmándose como ese heroico imbécil de Clouseau dominando la acción a base de humor gestual, un ridículo acento francés y un montón de caracterizaciones en lugar de ser un secundario; con la aparición de los geniales Dreyfuss y Kato de Herbert Lom y Burt Kwouk, que forman el núcleo básico de la saga. Se los acompaña de intérpretes del nivel de Elke Sommer y George Sanders.

El irreverente guion de Edwards y un entonces poco conocido William Peter Blatty está repleto de humor políticamente incorrecto para la época. Solo falla la escena de vodevil del principio, que dura casi 10 minutos y no ha envejecido bien. El resto es brillante.

En lo técnico es una película más bien sobria, con una muy buena partitura de Henry Mancini que acompaña perfectamente la acción, formando parte integral de ésta sin destacarse en demasía. Por otro lado, los créditos de George Dunning (futuro director de la maravillosa “Yellow Submarine”) son tan divertidos como siempre.

Una obra maestra de la comedia, la mejor entrega de la serie de la Pantera Rosa (donde curiosamente no aparece ni el diamante ni nuestro querido felino animado) y una de las grandes comedias de Blake Edwards, rayando al nivel de “Víctor o Victoria” (es incluso superior, para mí).


Codigo del Hampa Codigo del Hampa 05-10-2015
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Pensada como un ambicioso telefilme, resultó tan fuerte para su época que se acabó por pasar al cine debido al exceso de violencia para la pequeña pantalla. El director Don Siegel, continuaba adelante en una carrera que lo convertiría en uno de los padres del moderno cine de acción, inspirándose en (más que adaptando) un pequeño cuento de Ernest Hemingway que ya había sido llevado a la pantalla en 1946.

Lee Marvin y Clu Gulager son Charlie y Lee, dos pérfidos y violentos asesinos profesionales. Cuando una de sus víctimas (John Cassavetes como el desdichado Johnny North) se deja matar casi por las buenas se dan cuenta que su jefe tiene un dineral, y deciden cobrarse un considerable extra para que Charlie pueda jubilarse a lo grande, reconstruyendo de paso mediente flashbacks una trama de estafas y robos en el mundo de las carreras de coches.
Co-protagoniza un reparto secundario de lujo con la bellísima Angie Dickinson, que tiene el mejor personaje de la película y hace una actuación acorde, erigiéndose en inesperada protagonista, Norman Fell o Claude Akins y “last but not least”, Ronald Reagan en su último papel antes de dedicarse a la política.

Aunque en términos generales esta película es considerada ligeramente inferior a la versión de 1946, esta ha logrado el estatus de peli de culto por dos motivos: el aire de serie B que le da a la película el haber estado pensada para la pequeña pantalla, la acción medio noir estilo añejo, medio road movie, la estética tremendamente sesentera y el hecho de que se dé el protagonismo a dos indeseables antihéroes. El amargo y violento guion es de Gene Coon, con el tiempo uno de los principales artífices de “Star Trek” junto a su tocayo Gene Roddenberry, y está basado enteramente en la versión de 1946 de este relato que realizó Anthony Veiller.

Técnicamente la película es sobria, haciendo hincapié en escenas automovilísticas, y cuenta con una banda sonora a cargo de un joven John Williams, con aportes de Henry Mancini (la música principal es una remezcla de piezas jazz que escribió para “Sed de mal”).

Una buena muestra del neo-noir que se iba gestando en Hollywood y que conoció su mejor momento a principio de los años 70, es una película entretenida y muy bien interpretada, sobre todo por Angie Dickinson, con una serie de elementos relativamente innovadores y una estética que deleitará a los fans del cine sesentero.


Pánico en Bangkok Pánico en Bangkok 01-10-2015
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Personaje más antiguo en literatura y cine que James Bond, el agente OSS 117 se apuntó a la moda bondiana a partir de esta película, y así se ha mantenido desde entonces, aunque ahora sea más paródico que otra cosa.

Kerwin Mathews, crack del cine de aventuras de serie B, está muy bien en el papel protagonista: el año anterior ya lo había interpretado, y se le nota cómodo. Su Hubert de la Bath,OSS 117, es simpaticote y chulesco, brillando especialmente en las escenas de acción, pero como personaje cinematográfico está a años luz de Bond. Pier Angeli intenta crear en Lila una chica “Le Bath” con aire misterioso, pero por desgracia solo logra ser sosa. El buen actor Robert Hossein es el villano, hermano mayor de Lila: muy competente pero sale poco.

El guion funciona perfectamente como peli de acción chusca, pero los personajes son planos, el desarrollo es quizá algo confuso, y de los chistes, solo es gracioso el de la vaca (literalmente). Más allá de eso, tampoco es que se le pida mucho más a un ‘bondxplotation’, así que podemos darlo por decente.

Al ser una película de pocas pretensiones, no vamos a ser muy exigentes tampoco en el aspecto técnico: los escenarios, tanto los exteriores tailandeses como los interiores, son repetitivos pero funcionan, la música, exactamente igual; la fotografía en Eastmancolor es extremadamente vistosa, y las escenas de acción son más que correctas, sobretodo lo que respecta a peleas, que son excelentes (a cargo del coordinador y coreógrafo Claude Carliez, que era uno de los mejores dobles de acción de la época y trabajaría de hecho en la saga Bond). Lo único que las hace algo menos excitantes que las de las pelis de Bond es que no tienen a un genio como Peter Hunt editando.

Mejor de lo que pensaba, es una película de acción de serie B de las de siempre: mucha caña y puro entretenimiento, para no pararse a pensar en nada más. Y en ello es un producto muy cumplido.


La Pantera Rosa La Pantera Rosa 12-09-2015
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Sobrevalorada comedia que sin embargo tuvo unas estupendas continuaciones gracias al carisma de un personaje secundario y en principio poco importante y además dio origen al simpático felino de los créditos, que marcó nuestras infancias y las de nuestros padres con su propia serie de dibujos.

David Niven, la deliciosas Claudia Cardinale y Capucine y Robert Wagner no acaban de estar acertados: sus personajes solo desprenden una profunda antipatía. Sellers hace una buena actuación, pero la relativa falta de protagonismo de Clouseau lo perjudica durante buena parte de la película

En el guion reside el gran fallo de la película: una intriga ridícula, un romance flojo y unos personajes planos. Ni Clouseau resulta tan gracioso como en otras ocasiones: hace un par de numeritos, pero no hay aquí esas delirantes imitaciones y disfraces de Peter Sellers, ni esos intercambios histéricos con el jefe Dreyfuss y Kato. Solo la delirante persecución final hace reir de verdad. El resto son diálogos con cierto ingenio entre chorizos (y no estamos ante algo magistral como “El golpe”) y alguna tontería de Sellers.

Técnicamente no se le puede reprochar nada a esta película: la secuencia de créditos animada de Fritz Freleng es mítica una ambientación (sets de Fernando Carrere, recién salido de “La gran evasión”) y un vestuario (de Yves St. Laurent) tan esmerados y lujosos que llegan a dar grimilla y una histórica banda sonora de Henry Mancini en su mejor momento.

Comedia para hipsters, al igual que la futura “El guateque”, la otra obra sobrevalorada del maestro Edwards. Es aún peor de lo que recordaba: aburrida, sin gracia incluso cuando Sellers está en pantalla, desaprovechando así un espectacular reparto principal, pero, eso así, muy glamourosa y todo eso que les gusta a los de la ‘gauche divine’. Henry Mancini se luce como nunca, eso sí. Todo mejoraría gracias al ojo clínico que tuvo Blake Edwards con 4 secuelas descacharrantes, cercanas a la genialidad y mucho menos pretenciosas.

Como nota extra, admito, aunque no me gusta nada la película, que esa persecución final en el pueblo es una de las mejores escenas cómicas de la historia, pero 5 minutos estupendos al final no salvan dos horas de puro tedio.


El Mundo Está Loco, Loco, Loco El Mundo Está Loco, Loco, Loco 28-08-2015
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El mayor proyecto de Stanley Kramer hasta la época sorprendió a Hollywood no tanto por su escala mastodóntica sino por sus características: una épica (con todas las letras: era algo desmesurado) comedia alocada llena de estrellas que homenajeaba constantemente al viejo slapstick. No solo sigue siendo una de las mejores comedias de todos los tiempos, sino que quizá siga siendo una de las mejores road movies, que entonces empezaban a popularizarse.

Pese a ser una película llena de estrellas, es fácil señalar a los dos verdaderos protagonistas: Spencer Tracy sacó toda su vis cómica con el desesperado policía corrupto (tiene sus razones, pobre hombre) Cullpepper. La ‘entertainer’ Ethel Merman, con su vozarrón, se sale con su papel de suegra histérico-detestable. Entre estos dos, es muy difícil elegir quién lo hace mejor, aunque creo que elegiría a Merman. El resto es una selección de la gran mayoría de las estrellas cómicas americanas en papeles que van desde protagonistas hasta cameos de pocos segundos, con el añadido de Terry-Thomas para atraer al público europeo.

El guion del matrimonio Rose (William, el padre de varias de las mejores comedias de la Ealing, como “El quinteto de la muerte”, y Tania) es tan simple que parece mentira que se pueda estirar de esa manera: un tesoro escondido y unos codiciosos que pretenden hacerse con él. Con esta simple idea, el sentido épico de Stanley Kramer sale a relucir. Y es que técnicamente, la película era realmente espectacular para su tiempo: hay tremendas persecuciones y accidentes, acrobacias aéreas, dobles haciendo cabriolas, tiene una excelsa fotografía panorámico, un montaje vertiginoso que hace que incluso las tres horas y cuarto del montaje más completo que se conserva pasen como una brisa, créditos de Saul Bass y una delirante pero bonita banda sonora de Ernest Gold.

Quizá sea la peli que haya visto más veces en mi corta vida. Para mí sigue siendo una de las mejores comedias (y road movies) de todos los tiempos, y quizá la más épica en relación a su época. Si a varias interpretaciones magníficas le sumamos un guion descacharrante y una acción trepidante, la suma es una bomba excesiva que resulta funcionar.


El Verdugo El Verdugo 03-08-2015
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La considerada mejor película de la Historia del cine en España, y una de las mejores comedias europeas de su tiempo (por no decir la mejor), esta sátira realista, sincera, brutal, deprimente y al mismo tiempo hilarante, convirtió a Luis García Berlanga, en palabras del mísmisimo Franco, en “un mal español” por retratar impecablemente su Régimen represivo y la sociedad caduca que salió de éste.

Pepe Isbert está perfecto como Don Amadeo, un anciano dulce y dicharachero que trabaja, entre todos los trabajos, de verdugo, y orgulloso de serlo (a veces asusta lo pragmàtico que es), lo que, por supuesto, no lo convierte en un tipo muy apreciado, que digamos; Emma Penella está muy bien como Carmen, la sensible e infortunada en amores hija de Don Amadeo; el actor y director italiano Nino Manfredi – considerado uno de los mejores de su generación - es el pobre José Luís, un funcionario de pompas fúnebres que se enamora y deja embarazada a Carmen , obligándose a hacerse cargo de la familia, con lo que debe heredar el empleo de su suegro muy (PERO MUYYYYYY) contra su voluntad. José Luís López Vázquez es el secundario prinicipal, Antonio el hermano sastre de José Luís, un tipejo huraño que desprecia a su hermano

Berlanga y Rafael Azcona escribieron un perfecto retrato de la España tardofranquista: un país mísero bajo un régimen represivo (hombre, el título es “El verdugo”), extremadamente burocratizado, nada cumplidor, que solo abraza la modernidad en apariencia para agradar a los guiris y apoyado por una iglesia hipócrita. Y usan toda esta situación y un sencillo argumento para crear una serie de gags tronchantes, uno tras otro: unas risas que van desde lo simpático y tierno a lo sádico y macabro. El cómo se las apañaron para que este maravilloso guion pasara esa censura es considerado un verdadero milagro.

Lo más destacado en el aspecto técnico es la lúgubre fotografía en blanco y negro de Tonino Delli Colli, cámara habitual de Sergio Leone y de Pasolini. También destaca una marca de la casa de Berlanga: la casi ausencia de banda sonora musical (solo dos piezas: el twist inicial y la pegadiza tonada pop del final).

Peliculón imprescindible para todo fan de la comedia que viva no solo en España, sono en cualquier país de habla hispana, y una de las grandes obras del cine europeo de los 60. Os vais a tronchar y al mismo tiempo vais a sentir toda la amargura de ser testigos de lo peor de esos tiempos.


La Gran Evasión La Gran Evasión 26-07-2015
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Ambicioso y muy exitoso intento de los hermanos Mirisch y el director John Sturges de llevar a la pantalla el intento real de fuga – intento valiente pero a todas luces futil, como señalan los modernos historiadores - de un numeroso grupo de militares aliados del campo de prisioneros alemán de Stalag Luft III, llevado a novela por uno de sus organizadores, el australiano Paul Brickhill (quien no llegó a ni a intentar la fuga, ya que sus compañeros descubrieron que sufría claustrofobia).

El reparto coral incluye a Steve McQueen, James Garner, Richard Attenborough, Charles Bronson, James Coburn, David McCallum o Donald Pleasance, siendo especialmente memorables la de Attenborough como el perfeccionista líder de los fugitivos, la de Bronson como un soldado dedicado a excavar pero que paradójicamente sufre claustrofobia (su posible avatar del autor Brickhill con elementos del fugitivo real Jens Müller es una de las mejores interpretaciones de su carrera, lejos del fuera de la ley heroico e imperturbable que lo caracterizó y muchos admiramos), Donald Pleasance como un falsificador que está sufriendo un angustioso desprendimiento de retina y, sobretodo, la de Steve McQueen, uno de sus trabajos más recordados como el rebelde, intrépido, amante de la acción y la aventura Virgil Hilts.Su efigie montada en una moto aún decora multitud de habitaciones.
Magistral dirección de John Sturges que como de costumbre potenció al máximo sus puntos fuertes: habilidad para dirigir repartos corales, ahondamiento en las relaciones humanas y trepidantes escenas de acción.

El guion de los novelistas James Clavell y W.R. Burnett centra la película en la acción, la aventura y el suspense. Añade un ligero humor, trata a los militares captores de manera muy humanizante - al contrario que a los miembros de las SS y la Gestapo, tratados aquí como las organizaciones inhumanas que eran - y mantiene en todo momento un buen pulso narrativo, siendo además [muy relativamente] fiel a los hechos reales.

El aspecto técnico se basa en un excelente trabajo de localizaciones (la película se rodó íntegramente en Alemania) tanto exteriores como interiores, trabajo del director artístico mexicano Federico Carrere, una hermosa fotografía panorámica y una inolvidable banda sonora de Leonard Bernstein. El trepidante montaje de Ferris Webster recibió una nominación al Oscar.

Una delicia de película de bélica y de acción, casi paradójicamente realista, tensa, extremadamente bien dirigida por un experto en este tipo de cine como Sturges y llevada en volandas por un guion acertadísimo, y, sobre todo, un reparto brillante y carismático. Un superclásico.


La Taberna del Irlandes La Taberna del Irlandes 12-05-2015
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John Ford recuperó el espíritu de “El hombre tranquilo” y lo trasladó a la Polinesia en esta clásica comedia de mamporro y tentetieso, sobre una joven bostoniana, Amelia Denham, que acude a quitarle la herencia familiar a su padre (al que no conoce), justo cuando en esa pequeña isla se produce el mayor acontecimiento del año: la pelea de bar que se celebra entre entre los viejos lobos de mar “Guns” Donovan y “Boats” Gilhooley, que tienen una relación de amor-odio, con ocasión del cumpleaños de ambos.

Para ello Ford contó con un magistral reparto encabezado - por última vez en la carrera del veterano realizador por John Wayne, al que suelo definir como “el mejor mal actor de la historia” (vaya por delante que es una visión personal que no tiene por qué ser correcta a nivel de crítica cinematográfica. Dicho esto, ya me podéis inflar a negativos) por el provecho que sacaba de sus limitaciones para ofrecer magníficas actuaciones a base de voz, músculo y carisma. Este caso no es una excepción: Wayne se siente cómodo y parece divertirse en todo momento, aunque Donovan como personaje tenga tanto carisma como una viga.
La protagonista femenina es una inspiradísima Elizabeth Allen, buena actriz esencialmente de teatro y televisión que hizo el papel de su vida aquí como la pijilla de Massachusetts Amelia Dedham, típico presonaje femenino de mal carácter pero que enseguida se integra entre los otros personajes por el instantáneo cariño que pilla a tres hermanitos que resultan ser, precisamente sus propios hermanos secretos.
Junto a Wayne y Allen, destacan los nombres de un Lee Marvin que se consagró con su papel de amigo-enemigo de Wayne, “Boats” Gilhooley. La esplendorosa y casi cincuentona Dorothy Lamour es la sufrida novia de Boats, Miss Lafleur, en un papel donde aún luce su gran belleza. César Romero es el Gobernador de Lague, un playboy simpático, ingenioso y algo cabroncete, aunque en esta película no hay villanos. El destacable secundario Jack Warden es Doc Dedham, padre de Amelia y heredero de la fortuna familiar. No es que sean personajes muy memorables, pese a todo, pero

El guion de Frank Nugent y James Edward Grant intenta emular sin lograrlo el espíritu de “El hombre tranquilo”: salvo Amelia y Boats, los personajes son poco carismáticos, y los gags resultan algo tópicos. No es una película aburrida ni mala, pero tras haberla visto un par de veces, se le ven las limitaciones por tadas partes.

Como buena película de John Ford, se hace mucho hincapié en la llamada “pornografía paisajística”: está rodada en hermosos exteriores de Hawaii, reflejados con la maestría y la grandeza habituales en Ford. El resto es correcto, sin grandes alardes.

Una buena película con un reparto excelso pero desaprovechado y una fotografía tan hermosa como cabe esperar. Mucha gente comenta que no pasa de ser un divertimiento de Ford con sus amiguetes, y estaría de acuerdo: muy entretenida, pero no ha envejecido bien del todo.


El Profesor Chiflado El Profesor Chiflado 07-05-2015
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Todos sabemos que el mundo del espectáculo está lleno de ironías, y esta película lo prueba: no eran pocos los que daban a Jerry Lewis por acabado para cuando se estrenó esta película, que resultó ser una de sus obras maestras.

El mismo Lewis dirige, escribe y protagoniza esta parodia del mito de Jekyll y Hyde en una magnífica interpretación donde a mi juicio hace de un avatar de si mismo, lo que sería habitual en su carrera desde entonces: en estado normal como el profesor Julius Kelp - y en la pantalla - es un payaso simpático, torpe a pesar de ser muy capaz; transformado en Buddy Love - y en la vida real (aunque algunos dicen que es una parodia de Dean Martin más que del propio Lewis) -, es un tipo chulesco, machista, más bien serio y de mal carácter, detestado por la mayoría, además de un espléndido bailarín (Lewis tenía un talento innato para la danza). Lo acompaña la bellísima Stella Stevens, notable actriz y directora, como una chica alegre, disipada, fiestera y compasiva: un cacho de pan bendito por el que las dos mitades de Kelp suspiran.

El guion de Lewis y su colaborador habitual Bill Richmond sacó rendimiento como ningún otro del potencial cómico de Lewis, tanto haciendo sus muecas como haciendo de “cómico serio”. Las situaciones surrealistas y el slapstick abundan y funcionan como una máquina bien engrasada, aunque quizá no haya envejecido tan bien como otras grandes comedias (demasiadas canciones, una excesiva dependencia en el trabajo de Lewis).

Técnicamente, lo mejor es la música. Esta película no es una exhibición de FX y maquillaje como su remake de 1999, sino que se basa en la doble naturaleza de Lewis (recordemos que Eddie Murphy hacía muchos más papeles en dicho remake).

Un clásico de la comedia, algo superado, pero que mostró la tremenda valía de Jerry Lewis como actor y cineasta en un momento en que en EE.UU. estaba de capa caída y tenía ya en el europeo su principal público.


La Vida de Brian La Vida de Brian 03-04-2015
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Aunque como fan de Monty Python prefiero, en su carrera cinematográfica, la pura anarquía de ¨Los caballeros de la Mesa Cuadrada¨, no hay duda de que esta fue su apuesta más arriesgada y ganadora: una malinterpretada parodia de la vida de Jesucristo donde el humor más amable - lo cual es decir muy poco - es el dirigido hacia la religión.

Graham Chapman, John Cleese, Terry Jones (también director), Michael Palin, Eric Idle y Terry Gilliam salieron de cuatro años de inactividad con este ambicioso proyecto donde todas sus actuaciones son humor de libro, clase magistral y cachondeo constante.

El guion de los propios protagonistas sigue una línea más convencional que las películas anteriores (sin renunciar al puro surrealismo como el momentazo de lucimiento técnico de Gilliam en que Brian cae de una torre): aquí se juega más con la sátira, la lo iconoclasta y la parodia directa de todo lo que se alcanza: terrorismo, política tradicional, masas aborregadas, péplums, religión y su mercantilización, homosexualidad, valores familiares, historia, el estudio del latín, Michelangelo Antonioni, la propia vida humana... En la época no se entendió que el grupo no disparaba contra Jesucristo, sino contra la sociedad en general. Debe añadirse que es considerado como uno de los guiones mejor documentados del cine bíblico, con datos y referencias casi desconocidos para el gran público.

A nivel técnico, se aprovecharon los gigantescos sets tunecinos de ¨Jesús de Nazaret¨ de Franco Zeffirelli, dándole a la película un aire realista, con muchos extras. Las escenas de FX de Terry Gilliam contienen su marca de la casa en esa época: eficiente y humorística sencillez y creatividad. La música del camaleónico Geoffrey Bunton es muy buena, y contiene la mítica canción de Eric Idle ¨Always Look On The Bright Side Of Life¨.

Una gran comedia de los Python que pese a no ser tan divertida e incluso inferior a la serie de televisión o ¨Los caballeros de la mesa cuadrada¨, ha sido mucho más influyente debido a su descarnado y elaborado guion, y a la que quizá fue la mejor actuación global del grupo artísticamente hablando.


La Caída del Imperio Romano La Caída del Imperio Romano 02-04-2015
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La película que marcó técnicamente la muerte del péplum épico hasta la irrupción de Ridley Scott y la CGI (¨Gladiator¨ cuenta, por cierto, una historia de esa misma época, con varios personajes coincidiendo: Cómodo, Marco Aurelio, Lucila...). Un hermoso fracaso de Samuel Bronston, que vio arruinada su carrera tras fallar ya con ¨55 días en Pekín¨. Una nueva época se abría en el mundo del cine.

El reparto, bastante internacional cuenta con lo mejor del cine británico de la época: Stephen Boyd, mu vien como el ficticio Cayo Metelo Livio, que no pocos han identificado con el Máximo Décimo de Russell Crowe (Crowe lo hizo mejor que Boyd, todo sea dicho), Alec Guinness, quizá algo desganado, como el buen (como dicen los yanquis, ¨your mileage may vary¨ en este aspecto) emperador Marco Aurelio, James Mason - como siempre, sin desentonar - como el consejero griego (y presuntamente cristiano) Timónides Anthony Quayle o Finlay Currie, junto a nombres del calibre de Sophia Loren, de nuevo aburrida y a medio gas como en ¨El Cid¨; Christopher Plummer en su primera gran aparición, en el papel del alocado, tiránico y megalómano emperador Cómodo, recordando al mismísimo Stephen Boyd en ¨Ben-Hur¨; Mel Ferrer como un traicionero adivino ciego, John Ireland como el muy real caudillo marcomano Balomar, u Omar Sharif, casi irreconocible sin su mostacho.

Aunque el guion es del brillante Philip Yordan, la película arrastra consigo una merecida fama de épica pero aburrida, aunque interesante en su velado mensaje pacifista, multicultural y antirracista y bastante conseguida en lo que respecta a hechos históricos (no olvidemos que Yordan fue víctima de las listas negras de MacCarthy). No es un prodigio, pero tampoco podemos decir que sea malo para nada.

La maestría técnica mostrada aquí es indiscutible: los enormes y hermosos sets tanto exteriores como interiores merecían al menos una nominación a un gran premio, pero fue la música de Dimitri Tiomkin - no es de mis favoritas del compositor ruso, debo decir - la que se llevó un Globo de oro y una nominación al Oscar. La fotografía en Superpanavision es atractiva y colorista, ilustrando a los miles de extras de la película de manera primorosa. El vestuario es suntuoso. Las batallas, con literalmente miles de extras, están muy trabajadas - no son tan visualmente atractivas como las de ¨El Cid¨, pero sí más intensas, azarosas y violentas - y no tienen nada que envidiar a las excelentes escaramuzas cinematográficas actuales. Todas las escenas de acción están dirigidas por el mítico jefe de especialistas Yakima Cannutt, y se nota.

Notable película que, víctima de su propia grandeza, no llega a la excelencia, y es que, seamos claros: sobretodo durante su primera mitad es, sin dejar de ser interesante, un plomizo y cansino rollazo salvado por las maravillosas batallas y la chiflada actuación de Christopher Plummer. Ideal para fans del cine épico que sepan perdonar ratos de aburrimiento y una nefasta actuación de Sophia Loren (más un Alec Guiness bostezante) a cambio de una orgía visual 100% artesanal, sin CGI: todo glorioso cartón-piedra. Y rodada en genuinos parajes celtibéricos.


Matar a un Ruiseñor Matar a un Ruiseñor 29-03-2015
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La película de la novela que reportó un Pullitzer a la jovencísima y aún en activo Harper Lee. Un proyecto que engrandeció la figura de su protagonista Atticus Finch: El héroe más grande del cine del S.XX, interpretado por un Gregory Peck en estado de gracia. Significó el triunfo de varios nuevos nombres en Hollywood como el productor Alan J. Pakula, el director Robert Mulligan, el dramaturgo y guionista Horton Foote y el actor Robert Duvall.

Atticus Finch es un abogado rural muy bien considerado en tiempos de la Depresión: un hombre que desafía los prejuicios para defender a un campesino negro de una grave acusación en un pueblo fanáticamente racista. Es un padre ejemplar y un abogado brillante. La autoridad e integridad con la que construyó su personaje, así como el monólogo en la escena del juicio, rodado en una sola toma continua, fueron claves para que Peck ganara el Oscar al Mejor Actor frente a actuaciones no menos brillantes como la de Peter O¨Toole en ¨Lawrence de Arabia¨ y Jack Lemmon en ¨Días de vino y rosas¨. Por otro lado es una aventura de descubrimiento de los hijos de Finch, la marimacho Scout (la narradora), el maduro Jem y su vecino Dill. Los críos son Mary Badham (merecida nominación a un Oscar a la mejor actriz secundaria, lo que es un tributo a la maestría de Robert Mulligan dirigiendo intérpretes infantiles), y John Megna. El buen secundario de atronadora voz Brock Peters hace una estupenda y conmovedora interpretación como Tom Robinson; James Anderson, el cual a algunos abandomovieros nos sonará por la postapocalíptica ¨5ive¨, es un villanazo como el asqueroso racista Bob Ewell, y un debutante Robert Duvall se revela aquí como one-scene wonder por el misterioso y ya mítico Boo Radley.

Horton Foote ganó un Oscar por su extremadamente fiel tratamiento dramático de la novela de Harper Lee, jugando constantemente con los sentimientos de la audiencia y cabreando a los reaccionarios. Que la autora abandonara el rodaje convencida de que su supervisión no era necesaria y que confiaba ciegamente en Foote, Mulligan y Peck dice mucho del trabajo de estos artistas.

Elmer Bernstein crea una banda sonora que remarca lo cotidiano, el horror y la ternura a partes iguales. El legendario decorador Alexander Golitzen, el innovador y especialista en decorados de época Horton Foote y Oliver Emert, decorador de la casa en Universal, se llevaron otro Oscar por sus sets que emulaban perfectamente un pueblo sureño lo cual es remarcado por la lúgubre fotografía en blanco y negro de Russell Harlan. Dignos de mención son también los créditos, del publicista Stephen Frankfurt, un tipo que dejó huella a pesar de trabajar poco en cine.

Conmovedor testimonio de la vida de unos niños y su padre en una época para olvidar y al mismo tiempo un excelente drama judicial, contiene momentos inolvidables aunque, de algún modo, esperaba una película algo distinta, aún más truculenta si cabe. No quita que sea una obra maestra del séptimo arte.


Lawrence de Arabia Lawrence de Arabia 24-03-2015
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No parece que el accidente de un imprudente motorista vaya a ser el preludios de algo espectacular. Y sin embargo, a la escena siguiente ya tenemos un espectacular entierro en la Catedral de San Pablo de Londres: ¡El finado es el héroe de guerra y literato T.E. Lawrence! Con este hecho real, el maestro David Lean nos introduce en una de las películas más épicas de la segunda mitad del S.XX, la triunfadora de los Oscars de 1962 y uno de los mejores estudios de un personaje jamás realizados.

El entonces semidesconocido Peter O¨Toole creó un Lawrence excéntrico, insolente, charlatán, masoquista, afeminado, valiente, simpaticote, gamberro, ingenioso y eficiente en su profesión. Varios críticos consideran la actuación de O¨Toole como la mejor de la historia del Cine. Quizá sea exagerado, pero O¨Toole se lanzó hacia el estrellato con una interpretación irrepetible que, dicho sea de paso parece no guardar relación alguna con el auténtico Lawrence: fue una creación de O¨Toole, Lean y los guionistas Bolt y Wilson... O al menos eso quieren hacernos pensar los allegados al personaje, ahí lo dejo.
Otro actor novel en el cine de altos vuelos se lució en la película fue el gran actor, empresario y jugador profesional egipcio Omar Sharif, que con su carisma y apostura se ganó (además de un Globo de Oro), tras su etapa de estrellato en los 60, un puesto entre los mejores secundarios de los años 70 a los 90, ahora en semirretiro.
Junto a los novatillos, un reparto de ilustres veteranos trabajando estupendamente: Alec Guiness, Anthony Quinn, Claude Rains, José Ferrer, Arthur Kennedy, Jack Hawkins (experto en pelis épicas), el mito de la serie B celtibérica Fernando Sancho... Todos los personajes se caracterizan por su tratamiento decididamente desmitificador, sin blancos ni negros: casi todos desde Lawrence al último soldado son tratados ambivalentemente, lo que enfadó a no poca gente.

Los prestigiosos Robert Bolt y Michael Wilson realizan, bajo la atenta supervisión de Lean (Oscar al mejor director), un guion atractivo, entretenido a pesar de la extensión de la película, atrevido para su tiempo y que contiene amargas reflexiones sobre la sociedad y la política en tiempos de la I G.M.

La película está rodada en una escala absolutamente épica, con inquietantemente bellas e imponentes imágenes de los inmensos desiertos jordanos y batallas multitudinarias rodadas en Almería, entre otras localizaciones. El fotógrafo Freddie Young se llevó un Oscar, como lo hizo la dirección artística de John Box, John Stoll y Dario Simoni. El montaje de Anne Coates es otro de los factores permite que la película resulte incluso ligera pese a su duración (otro premio de la Academia), música de Maurice Jarre es legendaria como ella sola y no necesita presentación alguna. También se llevó su estatuilla.

Peliculón que vi hace mucho tiempo y cuyo segundo visionado me ha convertido en todo un fan, ye que en su momento no supe apreciar el elemento clave de la trama: ver la caída de un supuesto héroe (la película nos hace ver que Lawrence está muy lejos de serlo, aquí) y los tejemanejes a su alrededor.


47 Ronin 47 Ronin 16-03-2015
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Versión épica de la historia de los 47 ronin, hecho aparentemente real que devino controvertida leyenda a los pocos años de suceder, sobre la venganza de 47 samurais contra el hombre que causó tan gran oprobio a su señor, que se vio obligado a suicidarse.

Lo mejor de la Tohō se da cita aquí: Toshiro Mifune, Takashi Shumura, Setsuko Hara, Mie Hama, Akira Takarada, Akihiko Hirata (el Dr. Serizawa de Godzilla), Kenji Sahara... Un enorme reparto coral del cine nipón de la época. Sorprende que uno de los mejores papeles de la cinta es para un semidesconocido: Chûsha Ichikawa en el papel del indeseable y retorcido funcionario corrupto de protocolo Kira.

El guion de Toshio Yasumi pretende contar al detalle el funcionamiento del plan (considerado por muchos historiadores absurdo, dicho sea de paso) de venganza de los ronin, parece que intentando huir del maniqueísmo y razonar que algunos implicados no pueden asistir al asalto final por auténticas razones de fuerza mayor y que no hay villanos como tal más allá de que Kira sea un miserable: la gente que trabaja para él es en todo momento retratada como guerreros nobles que sirven a la causa en la que creen. El detallismo del guion hace que la película se desarrolle con una lentitud tremenda. Hay muchos jidaigekis lentos, pero este se lleva la palma: en ocasiones he perdido el hilo y he tenido que consultar la historia original. Sin embargo, como digo más arriba, dicha historia debe ser contada así si se quiere ser fiel al espíritu de la leyenda (lo de Keanu Reeves es otra visión distinta que poco tiene que ver con el original), ya que no cuenta una epopeya, sino un elaborado plan de venganza, con lo que se resalta el excelso trabajo del reparto y del director Hiroshi Inagaki a la hora de transmitir emociones.

Técnicamente cuenta con la brillantez que caracteriza las superproducciones Tohō: bella fotografía en color que resalta vestuario y decorados y un montaje impecable en el trepidante clímax, única escena de acción de la película. Dejo un pequeño lunar en la banda sonora de Akira Ifukube: generalmente suena tan épica como las que hacía para los tokusatsu (Godzilla sobretodo), pero tiene partes con organillo que parecen propias de una película del ínclito Richard E. Cunha (no es que sea malo, pero la música de serie Z desentona algo en esta superproducción).

Ejemplo de libro de cine narrativo que puede aburrir algo en comparación con otros jidaigeki (¨Los siete samuráis¨ es más asequible y épico, por ejemplo) pero que mantiene una calidad y una maestría consistentes a nivel artístico y técnico gracias a un reparto coral, una enorme fidelidad a la leyenda original y un conseguidísimo y excitante clímax.


El Mensajero del Miedo El Mensajero del Miedo 01-03-2015
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Mítico thriller de la Guerra Fría basado en la novela de Richard Condon, con un reparto impresionante.

Laurence Harvey es el huraño y casi antisocial Sgto. Raymond Shaw, venido de una familia de auténticos patricios americanos con una intrigante madre, interpretada magistralmente por Angela Lansbury: la temible manipuladora y paraterrorista Eleanor Shaw es simplemente una de las villanas más memorables de la historia del cine. Le entregan la Medalla de Honor del Congreso por ser al artífice de la atrevida fuga de una columna entera de un campo de prisioneros chino tras ser capturados por fuerzas maoístas en la Guerra de Corea. Entre ellos, el Mayor Marco, una gran creación de Frank Sinatra, vive fatal desde su cautiverio. Tanto él como varios de sus hombres son torturados a diario por una pesadilla. Estando de permiso forzoso, Marco empieza a sospechar la verdad: no hubo tal fuga, y todos tienen lavado el cerebro, en especial Shaw, a quien han preparado para con una simple orden, pasar de tipo antipático a asesino descerebrado. Durante su búsqueda conoce a una chica enigmática llamada Eugénie Rose Chaney, interpretada por la hermosa y carismática Janet Leigh en el otro papel de su vida.
John Frankenheimer se consagró con esta película, logrando plasmar en pantalla la complejidad del guion y saltándose a la torera la corrección política implicando traiciones a la patria o relaciones incestuosas como si tal cosa.

El guion de George Axelrod mezcla el thriller y un poco de ci-fi con una acerada comedia negra y una sátira general de los poderes mundiales de ese tiempo. Los diálogos están llenos de ironía y mala baba.

En el aspecto técnico destaca el montaje, trepidante, peculiar y preparado para confundir. Fue nominado a un Oscar. El diseño de las escenas de pesadilla llama mucho la atención, además.

Una trama interesantísima, algunas risas, unas actuaciones excelentes, una dirección acertada y una estética a ratos fascinante. Una peli de esas que juega con nuestra mente hasta dejarla en una pulpa mientras disfrutamos con ello.


La venganza de Don Mendo La venganza de Don Mendo 27-02-2015
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Descacharrante adaptación cinematográfica de la ya de por si descacharrante obra teatral de Pedro Muñoz Seca, dirigida, escrita e interpretada por Fernando Fernán Gómez. Se trata de una parodia de las obras de triángulos amorosos como La Celestina o El Burlador de Sevilla, que tan en boga estuvieron en tiempos del barroco y después del romanticismo y el modernismo (más i menos la época en la que se crió Muñoz Seca).

Fernán Gómez, portentoso en porte y voz en una de las mejores actuaciones de su carrera, donde su vis cómica se desmanda totalmente es Don Mendo Salazar, Marqués de Cabra, caballero amante, romántico y un auténtico imán de atraer señoritas de buen ver; la actriz rubia y de bellísimos ojos azules Paloma Valdés es Magdalena, sexy (como detalle surrealista, va con tacones en pleno S.XIV) e intrigante, que se debate entre su amor por Don Mendo y su prometido Don Pero; y Juanjo Menéndez es el prometido en cuestión: Don Pero Collado, Duque de Toro, el prometido de Magdalena un tipo malote, envidioso y con unos cuernos que no se los quita ni el ¨Hay una cosa que te quiero decir¨. Este trío forma un triángulo amoroso chiflado y disfuncional.
Entre los muchos secundarios conocidos destaca Joaquín Roa y su poderosa voz como el intrigante Don Nuño Manso de Jarama, padre de Magdalena, y el popular Antonio Garisa como el Rey Alfonso VII de Castilla.


Fernando Fernán Gomez simplificó y actualizó la obra original de Muñoz Seca respetando los diálogos en verso originales (añadiendo varios de cosecha propia) y aprovechando las ventajas del medio cinematográfico, jugueteando con el cuarto muro e incluyendo referencias culturales de la época y gags visuales imposibles de reflejar en un modesto teatro.

En consonancia con el guion, todos los aspectos técnicos presentan un aspecto entre teatral y deliberada y falsamente cutre que, resaltado por una colorista fotografía en Eastmancolor, da la la película cierto aspecto de dibujo animado, quizá parodiando la solemnidad del ¨Enrique V¨ de Laurence Olivier. Todo perfectamente adecuado.

Una de las obras maestras de la comedia española, magistral en casi todos los aspectos, de la mano de un erudito del cine europeo.


Juego con la Muerte Juego con la Muerte 14-02-2015
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La enorme jeta de Raymond Chow llevó a este subproducto hecho ¨a la memoria¨ de Bruce Lee y que resulta - por su bizarrismo general y su final con escenas sueltas de lo que pudo ser ¨Tigre de cara amarilla¨, la superproducción de artes marciales que hubiera juntado a Bruce, Sonny Chiba y George Lazenby, el minusvalorado emperador del mamporro que en su día fue James Bond - un circo en el peor sentido de la expresión. Pero a veces el circo es divertido. Creo que entendéis por dónde voy.

Bajo la irregular pero generalmente profesional y casi garante de entretenimiento batuta de Robert Clouse, tres intérpretes interpretan al personaje que supuestamente interpreta Bruce Lee, el actor Billy Lo, perseguido por la mafia: el peluquero Biao Yuen (un señor con cierto parecido a Bruce Lee), el taekwondoka coreano Kim Tai Chung y el acróbata John Liu. Éstos dos últimos demuestran unas tremendas habilidades en las escenas de lucha, pero no son Bruce aunque lo pretendan. El elenco de secundarios, con el estelar y totalmente chiflado actor de carácter Gig Young, Hugh O¨Brian, el veteranísimo Dean Jagger o la buena actriz secundaria y cantante Coleen Camp, es relativamente destacado pero no hace más que figurar y destacar poco salvo en el caso de O¨Brian y Jagger, cuya maldad camp no deja de ser de lo más entretenido de la película.

El guion del propio Robert Clouse bajo pseudónimo es, a parte de la jeta general de Raymond Chow que llega a utilizar imágenes del cadáver de Bruce Lee en el papel de muñeco de arcilla que simula el cuerpo de Billy, lo más lamentable de la película. Clouse trabajaba bien como director, pero decir que como guionista era malo es hacerle un favor. Más allá de la buena idea de una pelea en un almacén no aporta nada especial.

Técnicamente destacan las coreografías preparadas por Sammo Hung y una notable escenografía tanto en interiores como en exteriores. El vestuario y el maquillaje son abismales, el montaje es desigual, desde escenas ridículas que muestran a Bruce Lee en a excitantes escenas de acción. La continuidad es nula.
Por lo que a las imágenes originales de Bruce Lee respecta, son legendarias: usando su implacable estilo Jet Kune Do y luciendo el mítico chándal amarillo, lucha con Dan Inosanto o Kareem Abdul-Jabbar, habla poco, hace caras divertidísimas y llena la pantalla con su carisma, poco antes de interrumpir el rodaje de estas escenas para hacer ¨Operación dragón¨. La música de John Barry y los créditos iniciales al más puro estilo de Maurice Binder son estupendos.

Una película que nunca debió realizarse, pero ya que se hizo pasará a los anales de la desvergüenza cinematográfica, pero tiene sus buenos momentos y resulta realmente entretenida y con un valor cómico involuntario indiscutible. Como señala el experto Marcos Ocaña, es Ed Wood con artes marciales y un presupuesto multimillonario. Por tanto entra en el club de pelis tan malas que son buenas y la recomiendo a los fans del cine trash.


El Día más Largo El Día más Largo 01-02-2015
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¨La película de las 48 estrellas¨: un documento de cómo se hacía cine épico en los 60 y la mejor reconstrucción del Desembarco de Normandía hasta que apareció ¨Salvar al soldado Ryan¨ - eso dice la que se hace llamar crítica seria -: 3 directores acreditados, 4 repartos distintos de 4 países, rodaje en el lugar de los hechos, asesoramiento de antiguos cargos tanto de los Aliados como del Eje... Uno de los proyectos faraónicos de Darryl F. Zanuck.

Para respetar el espíritu coral de la película (uno de sus metas era que no hubiera protagonistas), no me pararé a comentar las actuaciones, pero canela fina con el casting, especialmente para los espectadores europeos, ya que parte de los intérpretes ingleses y la mayoría de alemanes y franceses solo eran conocidos por estos lares.

Varios guionistas - el escritor lituano-francés Romain Gary, el especialista en dramas bélicos James Jones y el dúo británico Pursall-Seddon, artífices de las adaptaciones de Miss Marple con Margaret Rutherford - se encargaron de dramatizar el ensayo original para la pantalla, comandados por el mismo autor del material, Cornelius Ryan, y Zanuck (no acreditado). Destaca por encima de películas parecidas por un cierto ánimo pacifista (que no llegó a plasmarse del todo bien en la pantalla), la acción más basada en los diálogos que en los puños y las pistolas y los muchos toques cómicos. Contaron además con el apoyo de varios altos mandos veteranos de los ejércitos inglés, americano, alemán y francés, muchos de los cuales aparecen como personajes principales en la película.

Técnicamente, destaca la magnífica fotografía en blanco y negro, especialmente brillate en exteriores deliberadamente preparada para dar aire documental a la película (y para poder colar alguna imagen de archivo sin que se notara tanto). Ganó un Oscar, como lo hicieron los espectaculares - para esa época - FX (la mayor parte enormes explosiones a escala real). La música suena poco, pero corre a cargo de tres compositores: Maurice Jarré hace la incidental, Mitch Miller se encarga de adaptar la militar y Paul Anka (aquí también actor) compone canciones.

Mucha gente se queja de las tres horas que dura la película, pero la verdad es que me ha resultado bastante digerible y muy entretenida. Con el tiempo, varios hechos que se cuentan han resultado tener un exceso de licencias dramáticas, pero en esa época fue de lo mejor que se ha realizado en el cine bélico: buen pulso narrativo, ánimo documental y dramón por un tubo. Una gran película.

Por último, aprovecho para cagarme en todas las guerras del mundo y en los muertos de los que las provocan.


Tú, Kimi y Yo Tú, Kimi y Yo 22-01-2015
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Simpática película que recuerdo de haber visto en mi tierna infancia y a la que he querido dar una oportunidad como treintañero.

Un Jerry Lewis en la cúspide de su carrera es Gil Wooley, un mago de pacotilla que va a Japón a entretener a las tropas americanas con su conejo Harry, un animal más listo que el hambre y la verdadera estrella de la película. La canadiense-japonesa Nobu McCarthy es Kimi Sikita, una chica nipona por la que Wooley bebe los vientos y cuyo sobrino huérfano Mitsuo adora al gafe mago (mú tien¨no tó) y la actriz básicamente televisiva y de doblaje Suzanne Pleshette es una sargento que por su parte bebe los vientos por Wooley. La sexy pero desdichada Marie McDonald es la terrible diva Lola Livingstone, víctima de las torpezas de Jerry Lewis. Sessue Hayakawa, que acababa de triunfar con ¨El puente sobre el río Kwai¨, se autoparodia como un veterano militar, padre de Kimi: se está haciendo construir un puente igual en su piscina y jura que él no salió en dicha película aunque se lo digan todo el rato.
Los fans de Kurosawa reconocerán al gigantesco wrestler Namigoro Rashomon como el celoso y bestiajo prometido de Kimi, que tres años después destacaría, y mucho, en ¨Yojimbo¨ como Kannuki, uno de los hombres del clan del pérfido Unosuke, y el que pone a Sanjuro en más aprietos. El inglés roto de Rashomon y su vis cómica (que veremos también en ¨Yojimbo¨) lo hacen un personaje importante en la película.

El guion ofrece lo de siempre en las películas de Jerry Lewis: muchas muecas, por supuesto mucho humor físico, juegos con el cuarto muro, algún chiste verde para la época (herencia de sus pelis con Dean Martin) y un argumento simple y amable: Wooley es el único que puede hacer reír a un niño japonés extremadamente depresivo, se enrolla con la joven tiíta del chiquillo. Se combinan bastantes chistes afortunados - los del conejo me pillan siempre, y amo cuando se pulveriza el cuarto muro - con algunos terribles. Las escenas tiernas-tristes me sobran mucho.

Técnicamente es una película hecha con presupuesto holgado, y se nota: hay una buena variedad de decorados, el color está bien usado y los trucos de cámara funcionan. La música es más bien discreta.

Una de las primeras comedias de Jerry Lewis en solitario, cuando aún no había acabado de madurar su estilo, cosa que no lograría hasta ¨El botones¨, por lo que resulta bastante irregular. De todas maneras es bastante agradable y entretenida en general.


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