Lo que más me quedó fue la satisfacción de comprobar que se puede hacer buen cine sólo con arte, talento y una historia para contar y prescindiendo de challas y hasta de música. Esta película no tiene música, transcurre casi toda en interiores y tiene una historia oscura y sórdida sobre el aborto, pero es magnífica. Magnífico poder ver tranquilamente los diálogos y las actuaciones, sin ser sobresaltado por luces o efectos. Magnífico simplemente observar la vida y las miserias y grandezas de la vida diaria pasar. Así, sin más, una película muy buena construida sobre una historia mínima (o casi).
Hay un primer plano de la protagonista como de 10 minutos seguidos, mientras la acción transcurre alrededor de ella. Es casi un abuso y una desfachatez hacernos ver eso, pero al mismo tiempo una experiencia. Como si fuera poco, ambientada en la Europa Oriental de los 80s, Rumania se ve (lo poco que se ve) genial dentro de su grisura.

Es difícil saber si el mundo en que vivimos es sueño o realidad (Kim ki-Duk). Esta es la historia de amor más bella de este año, un gran film, y si bien muestra la dimensión espiritual, intangible, poética, inocente y tierna del amor, no es ajena a una dimensión externa y real donde no hay amor y sí hay injusticia y desequilibrio. Pero en la búsqueda de casas deshabitadas también hay identidad, comunicación y conexión con otras personas en el sentido de caridad y solidaridad anónima del protagonista.
El autor logra transmitir sin diálogos y comunicarse con un espectador que por sí solo dará sentido a lo que ve, un gran logro cinematográfico y narrativo. Definitivamente una joya, imperdible. De esas que te hacen bien, y te sanan, y te dan fe. (El otro aprende a convertirse en un fantasma para esconderse en el mundo de la nostalgia. Ahora que soy un fantasma, ya no siento deseos de buscar una casa vacía. Ahora me siento libre de ir a la casa en la que vive mi amada y besarla. Nadie sabe que estoy allí. Excepto la persona que me espera... Siempre llega alguien para la persona que espera... Llega, seguro... hasta para la persona que espera... Este día del año 2004, alguien abrirá el candado que bloquea mi puerta y me liberará. Confiaré ciegamente en esa persona y la seguiré a donde sea sin que me importe lo que pueda suceder...

Inolvidable. Hermosa. Por favor no reduzcan esta película sólo a las escenas de sexo. Son justificadas, claro, pero tiene mil lecturas sobre México, la amistad, la muerte, el amor, la existencia, la sexualidad, la juventud, etc. De las grandes del cine Latinoamericano.

Una película que en muchos momentos emociona, y hace reflexionar de que haría uno en esa situación, está el conflicto de sacrificarse tanto por los demás dejando de lado su propia vida, dejar de disfrutar las cosas bellas por ayudar a los demás. Una actuación notable y lejos la mejor que le he visto a Leo Di Caprio, y para qué hablar del maestro Depp.

Lejos estamos frente a una gran obra, muestra toda una cultura en tránsito entre sus tradiciones y la modernidad. Mientras la juventud mira hacia Occidente, los ancianos se aferran a sus tradiciones. En este contexto, una niña se revela contra su abuelo para mostrarnos cómo es posible cambiar algunas tradiciones.

Hace tiempo que no veia una pelicula tan entretenida. Fue activa y romantica a la vez.
A pesar que Cameron Diaz no es de mi agrado, actuó bien.
Las esecenas de persecuciones son maravillozas y hechas con mucho cuidado en los detalles

Regresa el género del western con esta genial demostración de remake bien logrado. Y quién más para interpretarlos que dos grandes del cine actual: Russel Crowe como el inteligente líder e inmisericordioso de la banda de turno, y por la otra parcela tenemos al estoico Christian Bale, quien vestido a lo campesino da vida al familiarmente juzgado padre que hará todo por obtener dinero para solucionar los problemas económicos, aunque eso conlleve vigilar el traslado de uno de los criminales más buscados de los Estados Unidos.
Gusta bastante, pues le da nueva existencia a este género en un circuito ya tan moderno que se olvida de ciertas épocas doradas del cine, que como demuestra acá, aun sigue tan vivo si quienes le reviven lo hacen de buena manera. Acción, drama, suspenso y tregua se tropiezan en este duelo al que debe asistir.

Esta película describe muy bien uno de los vicios más grandes que tienen las policías del mundo, y muy en especial la norteamericana: la corrupción manifestada por cubrirse las espaldas entre ellos, aunque todos sepan que es un mafioso. Cuando un policía se ve afectado, ya sea en un robo, un asesinato o algo similar, el crimen es solucionado en un dos por tres, a diferencia de lo que ocurre con el resto de los mortales. El tráfico de influencias sucede en todos los estratos y profesiones, incluso en los que imponen la ley. En Nueva York la tolerancia cero partió con la finalidad de acabar con la corrupción en las policías, al contrario de lo que cree la gente que empezó por la delincuencia en la Gran Manzana.
Muy buen reparto, destacando a Harvey Keitel y por supuesto a Stallone, que al fin lo valoran, eso sí que tuvo que comer como chancho para representar el papel.

Dos extraordinarias actuaciones elevan a un nivel superior esta película arquetípica sobre un cantante de un género musical (sustituya aquí por rock, blues, folk, jazz, country o lo que quiera, son todas parecidas). Merece ser vista sólo para disfrutar de la performance de los actores.

Vuelo 93 por su tema central (lo que ocurrió el 11 de septiembre en un vuelo y lo relacionado con los vuelos secuestrados), es obviamente un tanto deprimente, pero al ser filmada inteligente y cuidadosamente, logra dar una impresión muy verídica de lo que ocurrió y lo que se sintió ese día. La película no tiene protagonistas claros, lo cual con otras técnicas hace que no se sienta como una película de Hollywood, pero más bien como un documental. Esto logra que aunque uno no se puede identificar con un personaje, el espectador entiende lo sorpresivo y caótico que esa mañana fue. La falta de un punto de vista concreto puede ser un punto en contra, pero al mismo tiempo le da una neutralidad que es necesaria para hablar sobre un evento que fue colosal y trágico. Es necesario mencionar que Vuelo 93 es como un documental en su minuciosa atención a detalles, aunque lo que ocurre adentro del vuelo (aproximadamente un tercio de la película) es más ficción que el resto porque no se sabe lo que exactamente ocurrió durante el vuelo. Aún así, al usar un estilo tipo documental, evade caricaturizar a los terroristas, a los norteamericanos, o sacar conclusiones sobre el significado de ese día, lo cual es decididamente bueno. En este sentido es esta neutralidad que hace que el film sea realmente bueno y moralmente aceptable, siendo que hacer un film comercial sobre algo tan reciente, tan vívido en la mente de muchos, y que terminó con las vidas de tanta gente es algo dudoso moralmente. Al contrario, el film logra efectivamente abrir un diálogo sobre la monstruosidad del 11 de septiembre y el efecto del terrorismo en el mundo moderno. Vuelo 93 no da respuestas, pero obliga a hablar sobre el tema, y a formular preguntas de lo que llevó al 11 de septiembre, y lo que lleva a la gente a renunciar a lo que nos hace humanos.

Definitivamente esta película no es para aquellos que se escandalizan con ver homosexuales en pareja, o cosas por el estilo. Transamérica tiene la cualidad de ser brillantemente directa, sin dejar duda alguna que no es una película ligera, aunque por momentos lo parezca.
Pero mas allá del tema netamente sexual, hay detrás un concepto más profundo: la búsqueda de la identidad. ¿Quién soy? Esa es la pregunta que Bree está buscando responder, al igual que casi todos los personajes de esta película. Y es a esa búsqueda a la que hay que prestar atención mas que a las escenas de desnudos. Caso aparte es la actuación de Felicity Huffman, quien definitivamente se destaca en su papel, agregando su inconfundible chispa y humor innato, alivianando la de por sí densa película. No es recomendable para todos. Pero sí para los que buscan algo distinto y que sale un poco de los márgenes comunes del cine.

No hay palabras para hablar del maestro Kieslowski. Este es cine del bueno, universal, toda una experiencia, para descubrir siempre cosas nuevas, cine de autor. De los tres colores, creo que el mejor es Bleu, pero siempre regreso a Rouge por su humanismo, por las coincidencias, el destino, el amor. No se la pierdan.
El tema de fondo en Rouge es la libertad y cómo las decisiones que tomamos en nuestras vidas van afectando las de otros. Un juez retirado que espía conversaciones telefónicas se convierte en el oráculo de una joven modelo por accidente. Luego se van abriendo múltiples paralelismos (no sólo narrativos sino que también visuales) que aportan elementos a la historia central y que son muy interesantes. La acabo de ver nuevamente y pienso que es la mejor de la trilogía porque posee muchas capas de análisis. La recomiendo de todos modos.

Humillación de la peor clase. Redención con una cuota de fantasía. Venganza sin el dulce sabor. Es, por decir lo menos, agobiante y logra crear abstracción del mundo presente para entregarse completamente a la trama. Es muy buena.
Pese a que creo que es la más debil de la trilogía, la historia de Blanc es buenísima. Kieslowski muestra una vez más que es un artesano de gran talento y que su cine es de los imperdibles. Hay que verla de todas maneras.

El tema de la libertad; es la primera de tres, en la mejor trilogía del cine francés. Una tonalidad azul que acompaña toda la cinta y logra in crescendo, la trama es de mucha fuerza y desconcierto, muy a la francesa. Una actuación notable de la protagonista, que logra compromiso con la obra. Desconcertante hasta el final. La música, magnífica. Es una obligación para aquellas personas que creen tener cultura cinéfila.
Bleu me encantó. Primero, cualquier película con buena música tiene una capacidad muy superior para atraerme, y sobre todo si por ahí hay piano. Segundo, me encanta el cine francés, porque trata de mentir poco, de mostrar lo necesario, pero sin olvidar que esto es una película, y entonces haciendo uso de tanto recurso disponible para contar una historia que, casi siempre, está oculta. Es una película que transcurre en el plano de los sentimientos, del leve gesto, en que lo más importante sin duda es lo que piensa el personaje principal, y también es lo que menos se muestra. Con símbolos interesantes y dignos de una muy entretenida discusión sobre distintas interpretaciones. Recomendada para todo aquel que gusta de películas que se dan su tiempo para mostrarnos mucho más que unos cuantos fotogramas por segundo.

Un imprescindible 2009. Y cinta de renacimiento de las cenizas, tanto para D. Aronofsky en un registro de bajo presupuesto inédito a su acostumbrada filmografía y ambiciones y M.Rourke que aquí regresa en gloria y majestad y arrasa con su vigor más allá del personaje, al convencernos y conmovernos y el infernal camino de su personaje, propio a su vida. El material narrativo de la búsqueda de redención de un antihéroe es convencional, no así los contrastes que se ven de un mundo de luchas tan sombrío como decadente y pobre, donde hay humanidad en la camaredería de los luchadores, así como en la corporalidad de los personajes para sobrevivir, paralelo entre una stripper como un luchador. No ganó el oscar pero eso es coherente con la honestidad de lo que trata, la dignidad del fracaso y la perdida que te engrandecen, fotalecen y machacan cuerpo y alma para seguir adelante. Una gran película, de culto. Mención aparte son la presencia de Marisa Tomei y la interesantísima Evan Rachel Wood, y el temazo de Bruce Springsteen.

¡Qué manera de llorar con esta película! No sé si es por sentir la lejanía o quizás la cercanía de la vejez, o por esa tranquilidad y belleza que me inspiraba la preciosa cara de Richard Farnsworth cuando sonreía al ver la lluvia, o porque gracias a su obcecado viaje en podadora me dio la oportunidad de ver preciosos paisajes, pero me llegó muy profundo. Me encantó esa risa tan íntima que soltó cuando llamó a su hija por teléfono para pedirle que le mandara plata, esa risa que produce el cariño infinito que uno siente sólo por personas muy cercanas a uno, a quienes uno acepta y adora tal como son. ¡Qué actor tan natural! A ratos me pregunté si no sería en realidad un documental, sin actuaciones, porque parecía interactuar con los demás y con el entorno de una manera tan espontánea. ¡Qué buen director capaz de mostrarnos exactamente eso!
Lynch casi logra engañarnos con esta película. Aunque necesité verla más de una vez para darme cuenta. Una Historia Sencilla es la traducción al español de The Straight Story, juego de palabras, ya que Straight es también el apellido de Alvin, el protagonista, así como la alusión a algo sencillo. Pero nada es sencillo en el cine de este director. Vemos la historia (verídica) de Alvin Straight, hombre mayor que luego de un ataque decide ir en búsqueda de su hermano, con quien dejó de hablarse diez años atrás por motivos que ya no recuerda con nitidez. Su hermano también había sufrido un ataque y es precisamente la inminencia de la muerte lo que lo vitaliza para iniciar el viaje del reencuentro y la despedida. Insisto, nada es sencillo y Alvin decide hacer su travesía en su podadora de pasto, en parte por no tener licencia de conducir, en parte porque así debía ser. Quinientos kilómetros que lo llevarán a cruzar el estado, el Mississipi y su propia historia. ¿Es un viaje de aprendizaje o de derroche de sabiduría?, ¿un viaje de duelo o de esperanza? Tal vez todo o ninguno. La última escena es una lección de cómo filmar la intensidad de manera discreta pero genuina.

El lado bueno y el lado malo de la humanidad llevado a un micromundo llamado prisión. La injusticia, la venganza, el odio,la resignación, la amistad... todas las emociones llevadas al límite en una excelente adaptación del relato de Stephen King. Un nuevo clásico del cine. Imperdible.

Mar Adentro es una película extremadamente sentimental. El tema es delicado: el derecho a morir de un hombre, pero es tratado desde un punto de vista muy particular, de forma precisa. Entender al personaje principal es la aventura que se nos propone, persona muy profunda, densa, sin duda interesante, lo que logra que aunque no estemos de acuerdo con su postura nos sentiremos inherentemente atraídos por su discurso. Buenos diálogos, discusiones profundas, una historia muy humana, con momentos memorables. Es quizás demasiado fácil llorar con esta película. Muy recomendada para aquel que le gusten las tragedias humanas y le inspiren las voluntades del hombre.

Al comienzo pareciera ser una película lenta, pero luego uno se inserta en ella y le conmueve todo suceso. Una historia de amor y tristeza que llega hasta el fondo del corazón.

Es de esas películas que te dejan totalmente tocado después de verla. Con unas actuaciones y un guión de lujo, esta romántica película no te deja indiferente, todo lo contrario... dan ganas de llorarla y reírla mil veces más después de verla.
Nunca habia llorado tanto con una pelicula.
Esta es una de las pocas peliculas de amor que podria decir que reflejan muy bien lo que le sucede a un hombre enamorado, ya que no es el tipico drama sentimentalon azucarado en que el tipo consigue a la chica y luego la pierde y que se yo (esta basada en un libro escrito por un hombre). Si bien la historia es ficticia, uno puede verse dentro de los personajes, estan bien interpretados y la quimica entre los dos es impresionante.

Lo que más me llamó la atención en esta película fueron sus locaciones y su fotografía que están muy bien. La historia tampoco se queda atrás, a pesar de ser un poco lenta. La película te mantiene atento y bien dispuesto. También tiene momentos que están logrados excelentemente en actuación y guión, y se logra evocar en éstos sensaciones muy bellas, sobre todo en el sanatorio, que es el final de este gran viaje que hicieron el Che y su amigo. Un viaje se inicia en Argentina y termina en el Amazonas. Imperdible para cualquier persona que se enorgullezca de ser latino.

Uff, peliculón de aquellos, de esos que te dejan con un nudo en la garganta al final, de esas que te hacen pensar, por que te presenta realidades tan dispares que cada una tira para su lado y tienen sus pros y contras. Es lo que le pasa a este agente de la Stasi, que de tanto espiar personas lo hace ser un humano sin alma, es frío como piedra y no lo emociona ni ver Wall-E, y todo eso colapsa cuando le toca espiar a un personaje público, lo hace darse cuenta cuenta que no tiene vida propia y lo involucra emocionalmente. ¿Estás viviendo tu propia vida, la de alguien más o la que te impone tu entorno?

Notable filme bélico que quedará entre los imprescindibles del 2010 y que coloca las cosas en su lugar respecto a la vigorosa filmografía de su directora, Kathryn Bigelow. Aquí hay una intensa, brutal y electrizante visión de la guerra de Irak sin juicios políticos evidentes ni mensajes pacifistas o patrioticos, más bien los síntomas que van surgiendo en sus pocos personajes producto de la tensión, la deshumanización, la incomprensión y la incomunicación son sugeridos de forma como mejor e inteligentemente cada espectador los quiera interpretar, sin la afiebrada densidad llena de sinsentido visión que usualmente un director toca al hablar de guerra (recordar por dar un ejemplo a Ridley Scott en Black Hawk down, o Red de mentiras). Con escasos elementos muestra poderosas secuencias llenas de suspenso, detalladas y precisas (los francotiradores, la bomba en racimo), una mirada que aporta novedad y buen pulso al género, una estupenda actuación de Jeremy Renner como el sargento James, y un score musical preciso de Marco Belltrami. Pero lo que hará perdurable a esta cinta está en la cita inicial de la directora sobre la guerra como una droga, como una vocación ineludible, un padecimiento cuya ejecución produce una adictiva adrenalina junto con una opresión angustiante por momentos. En la profundidad de la visión de la masculinidad de Bigelow (cercana al profesionalismo de Michael Mann y totalmente opuesta al grosor de Michael Bay), prevalece como en su filmografía, el instinto, y la incorrección, casi rebeldía anti lo establecido para conseguir un fin personal, como le sucedía al policía surfista de Punto de quiebre y aquí al sargento que elude las protecciones sin miedo a morir al momento de desactivar explosivos. Totalmente imperdible.

Se hizo con poco presupuesto, pero demuestra que con genialidad se puede conseguir cualquier cosa, pues logra mostrar temáticas sociales sin dejar de lado su principal objetivo: la risa. Te da carcajadas todo el rato, y después, cuando te acuerdas de la película.

La película que vino a revolucionar el cine independiente, una clase de actuación con un guión que hace imposible verla solamente una vez.
Esta película provoca adicción. Creo que Dogma provoca adicción. Una muy perversa, pero adicción al fin. Es maravillosa. Necesaria. No puedes seguir por ahí sin verla.
No todo lo que brilla es oro y no todas las familias son lo que parecen ser. Actuaciones singulares y situaciones tensas ponen vida a esta película fuerte en su guión y que destapa secretos familiares.