Película que se ha ganado su puesto en el genero de terror.
Dejando el argumento a parte, que cumple con lo que promete, la película destaca sobre todo por su iluminación y los escenarios. El conjunto deja una huella en el espectador haciendo que no pueda apartar la mirada y goce del espectáculo.
Entretenida pelicula del señor Argento para pasar el rato con un par de muertes llamativas y algún que otro susto, el poder ver a Miguel Bosé con esa pinta de dama danzarina no tiene precio.
Recomendada para pasar un rato divertido si te gusta el genero Giallo.
Los gritos resuenan a través de pasillos ocultos en tinieblas, a menudo descubiertos por la furia de los relámpagos o la saturada iluminación llegada de lugares desconocidos.
Rojo sangre, azul dañino, negro profundo, verde intenso, chirridos y estallidos, esto es un auténtico palacio de los horrores...
Procede a meternos de cabeza entre sus paredes, la Haus zum Walfisch recreada en estudios italianos, un Dario Argento que, según confesó, ya estaba harto de seguir realizando películas de suspense que iban a generar pésimas imitaciones; lo cierto es que no pudo llegar más lejos con ¨Rojo Oscuro¨, mitad alucinante (y no poco alucinógeno) tratado de intriga ¨psycho-thriller¨, mitad experiencia audiovisual de gran poder surrealista. Es la herramienta perfecta que allana el camino a su próximo proyecto, inspirado en la fantasía, el horror, el sueño, la esencia de lo mitológico expresada a través de la magia negra.
Un viaje por Europa, la colaboración de su mujer, Daria Nicolodi, y del libro de prosa apasionada ¨Suspiria de Profundis¨ son claves en el proyecto, que se desmarca de los anteriores y divaga a través del imaginario de los cuentos de antaño, sin que aquél tenga que preocuparse mucho por la composición narrativa, lo cual siempre le ha aterrado. Si algo debe adquirir sentido ya sucederá ante la cámara, en una producción costosa, cambiante (las protagonistas son niñas, un peligro para la censura), de exigente apartado técnico, reparto heterogéneo e inspirado en aparentes hechos reales, dando una dimensión más profunda e inquietante a la leyenda negra de ¨Suspiria¨.
Argento narra el inicio, y gana así aspecto de cuento. Es el tipo de ambientación que debe tener desde el primer momento; como la Alicia de Carroll, Suzy también está a punto de viajar al interior de un país de maravillas, sólo que desde su pesadillesco reverso, con la tormenta incesante y la invasión en el escenario de una paleta de colores que avisan de peligros y fantasmagorías próximas. Todo este primer tramo pone de manifiesto la minuciosidad del director para dar el aspecto adecuado a su obra; mientras la chica se detiene ante la academia, ha de marcharse y se cruza en el camino de otra...
Los sucesos siguientes no guardan relación con la historia de Suzy, se producen al margen, en otro espacio, dejando el protagonismo a Pat; y pocas veces nadie se ha recreado con tal esmero en la desesperación de una huida y un posterior asesinato, no sólo eso, sino en el efecto que han de producir. Aquél lo logra con el apoyo de la fotografía de Luciano Tovoli, los efectos especiales de Germano Natali, la dirección artística de Giuseppe Bassan, la estridencia musical de los GOBLIN, las lentes anamórficas y el uso del Technicolor, un conjunto que es todo en pantalla: explosiones de sonidos, colores e inventiva que para sí quisiera igualar DePalma.
Aún más que en ¨Rojo Oscuro¨, el ojo del espectador alcanza el placer formal orgásmico entre la sangre y la ultraviolencia, incapaz de apartar la vista de la pantalla; ya somos cómplices de los horrores a los cuales nos desea sumergir la mente enferma del cineasta. Y sucede junto a la bonita Jessica Harper entrando por la puerta principal de esa mansión cuyo perfil gótico y tonos pastel afecta a la razón de la retina; la sala de modelos de la influyente ¨Seis Mujeres para el Asesino¨ ahora es una escuela de danza, donde los personajes resultan inquietantes y la atmósfera agobiante desde todos los ángulos.
Está más cerca, de hecho, del castillo del príncipe Prospero de ¨La Máscara de la Muerte Roja¨ (cuyas salas también se distinguían por los colores que las iluminaban). Lo sucedido dentro no sigue reglas narrativas habituales, Argento lo tiene muy claro, y prefiere guiarse, al igual que los surrealistas que le inspiraron, por la lógica de los sueños, las ilusiones; cuenta con las enormes Joan Bennett y Alida Valli, ayudándole a rendir tributo a Fritz Lang y todo el expresionismo mientras recuerda la importancia del ¨macguffin¨ ¨hitchcockiano¨, en este caso la supuesta presencia de una bruja ancestral, la ¨reina negra¨ Helena Markos, que manipula las conciencias y los acontecimientos desde las sombras.
Esto suscita una intriga sobre ocultismo y leyendas, heredadas en la distancia de la obra de Thomas Penson de Quincey, que debe descubrir Suzy, detective casual, siendo el único hilo conductor de los numerosos incidentes de escalofrío espinal que se despliegan en este escenario sugerente y amenazante, desde horrendos ataques de animales (clásico del ¨giallo¨, por algún motivo) a apuñalamientos a corazón abierto. Todo es posible pues la intención del italiano es dejar a su protagonista y al espectador como niños indefensos en una brecha entre la realidad tangible y la espectral fantasmagoría, con sus engendros y criaturas, que emergen de las sombras tras los estallidos del rojo, el azul, el verde, el amarillo y el violeta.
Una sinfonía de muerte y pesadilla, imaginería ¨lovecraftiana¨, que estimula los sentidos del observador antes de hacerle cómplice del horror, y es que desde quizás Corman (en su saga ¨poeniana¨), Godard y Seijun Suzuki nadie empleó los colores con tal pasión y ahínco, deseando darle una mayor trascendencia que la que pudiera poseer la razón argumental, muy perdida sin embargo debido a las incongruencias del guión, pistas y detalles no muy bien expuestos, interesantes personajes secundarios desaprovechados y un tramo final fascinante, sí, pero precipitado y sin llegar al enfrentamiento épico que se supone se nos regalaría...
Y pese a ello llega el éxito y la influencia de ¨Suspiria¨ es clave en la época, tanto en el plano formal como dentro de su género, que cambiaría por completo, y no sólo en de los límites de Italia.
A todo el Mundo alcanzan los ecos de terror de la Mater Suspiriorum y su universo único, retorcido, salvaje y bello a su manera. Sin embargo a Argento le quedan todavía otras dos brujas que presentar...así en el ¨Inferno¨ sucederá el milagro.
Notable pelicula del maestro dario argento , la cual ya ha envejecido por los efectos de la sangre muy pintoresca pero aún conserva otros elementos notables especialmente la gran ambientación qué hay dentro de la academia de danza en la que vemos lugares muy estrechos, bien decorada y con una tétrica iluminación roja
se nota como argento aprovecho cada rincón del lugar para lograr una atmosfera agobiante ademas de la excelente banda sonora a cargo de goblin que combina muy bien con los momentos de suspenso
las muertes en su mayoria son memorables y la historia resulta interesante con la bruja acechando a las estudiantes de danza con varias escenas escalofriantes y un final muy digno abriendo paso a una trilogía que tardaron mucho tiempo en cerrar
fue una de las primeras peliculas en mi infancia que me causaron miedo y hasta la fecha sige impresionando a las nuevas generaciones. catalogada como una obra de culto
Otra de esas llamadas obras maestras que a mi no me lo parecieron tanto.
Ojo,que no digo que sea una mala pelicula sino todo lo contrario.El problema es que la ambientacion y la fotografia son tan fantasticas que tapan lo que es en si la historia(que tampoco es que sea una maravilla).
Lo que mas me agrada es que Argento probara una tematica directamente sobrenatural,aunque aqui asesinatos hay pocos,por cierto.Buena,pero para mi lo mejor de Argento siempre sera Rojo Profundo.
Una obra maestra cinematográfica.
La cantidad de trabajo y pensamiento que se destinó a la estética, la atmósfera y la banda sonora debe haber sido increíble. El resultado de tales esfuerzos es una de las películas más inquietantes y encantadoras de la historia, cuya trama es mas bien simple pero muy bien decorada y exquisitamente violenta.
Como me disgustan las películas de cuentos de hadas oscuros y lo sobrenatural, no esperaba amar esta película tanto como lo hago.
Suspiria no se siente falsa ni pretenciosa. Incluso el uso excéntrico de los colores se convierte en una parte natural de una película entretenida. Tener actores competentes para interpretar los papeles ayudó a que la trama se sintiera más genuina.
He visto esta película cuatro veces hasta la fecha y nunca me aburrí. Incluso las partes de las que no era fan al principio (la confrontación, por ejemplo) me terminaron por gustar entre más les prestaba atención.
Y Dios mío, la banda sonora de Goblin hace de todo diez veces más inquietante. La historia podría ser sobre tomates asesinos pero tiene esa música y me cago encima.
Mi disgusto por este tipo de Horror se hara público una vez que revise las secuelas de Suspiria, ya que no cumplieron con las expectativas que les tenia. En cuanto a la original, este Titán del género de terror permanece intocable.
La considero ¨La Madre¨ de las historias de Brujas ese ambiento en los 70s debió causar una angustia terrible a quienes se atrevieron a mirarla. Esa atmósfera aterradora, esos personajes tan sombríos, esos asesinatos correctamente realizados y que sin capaces de llevarte a lo inesperado.
El toque del señor Argento es completamente evidente, me encanta como es capaz de infundir terror con lo que no podemos ver. Y no dudo que muchas películas actuales vieron a ¨Suspiria¨ como una gran influencia.
Buena Película.
La veo después de un tiempo en que la odie, pero ahora entiendo la visión del director y comparándola con el remake esta película es una joya que en su tiempo incomprendí. Sin duda una clásica dentro del género. No solo por su inspiración al expresionismo, su estética y su simplicidad hace que las imágenes mismas cuenten más que los diálogos.
Esta pelìcula definitivamente marca un hito en un tipo de terror que ademas de ocasionarte miedo por la trama, la misma atmòsfera te atemoriza, toda la historia, los personajes, esos detalles creepys de la academia, los personajes oscuros, todo, y ni que decir de la actuaciòn de la protagonista estuvo muy acorde en cada escena, grande Argento!
Para sus tiempos si estuvo lograda viéndola hoy en día tampoco se ve tan mal pero su historia al igual que el remake no me terminan de cuadrar aunque el remake es bastante diferente si tiene el mismo enfoque, lugar, maldición y más solo que aquel tiene un final muy distinto a este.
El ritmo es regular por momentos se siente aburrido aunque como dije ciertas escenas como la primera muerte o la escena de los gusanos e incluso la del perro tienen su mérito para esa época muy bien hecha.
La parte final tiene mucho suspenso pero acaba demasiado rápido en el momento que la chica sale y puf se acaba me parece que no debieron darle ese final es como querer acabarla rápida, las actuaciones son pasables aunque la protagonista no me impresionó mucho.
Regular le doy la misma nota que el remake ambas ni para acá ni para allá así de sencillo.
Hace poco vi el remake y quise recordar esta obra maestra.
Como olvidar los primeros minutos del metraje con Jessica Harper corriendo bajo la lluvia, el inconfundible estilo visual de colores vibrantes enfatizado por el uso de Technicolor y una banda sonora que crea una atmósfera de pesadilla sobre todo en las escenas de terror.
La legendaria primera muerte con aquella lluvia de vidrios, una infestación de gusanos, la escena en la Königsplatz, entre muchos otros aspectos hacen de este una de las mejores películas del género.
En cuanto la historia me parece muy buena, y si bien considero que se le pudo sacar más provecho a este proyecto, lo que realmente creo que quedó a deber es el final ya que es bastante flojo a comparación del gran trabajo que había hecho Argento en todo lo demás.
Primera entrega de la trilogía de las tres madres, evidentemente la mejor.
Clásico absoluto del horror italiano, probablemente el mejor film del maestro Dario Argento, e inicio de la Trilogía de las Brujas (“Inferno”, 1980; “La Terza Madre”, 2007)
Suzy Bannion es una joven que viaje de Nueva York a Friburgo para estudiar becada en la prestigiosa Academia de Danza Tanz. En su accidentada llegada, Suzy se cruzará con una alterada alumna, que abandona rauda la Academia en medio de una espantosa tormenta. Desaparecida ésta última, poco a poco Suzy se dará cuenta que el lugar esconde un horroroso secreto relacionado con su fundadora y directora.
Después del éxitoso film “Rojo Profundo” (1975), considerado uno de los mejores giallos de la historia, Dario Argento concebirá la realización de su obra maestra, un horroroso y espeluznante cuento de hadas moderno y, a la vez, atemporal, que combina de forma totalmente efectiva terror sobrenatural, brujería y giallo. Así es porque, como nunca en su carrera, Argento construirá el horror en un mundo tan real como onírico, sin límites ni reservas posibles.
La premisa del guión escrito por Dario Argento y Daria Nicolodi se basa en una experiencia sufrida por la abuela de Nicolodi, la famosa pianista de origen francés Yvonne Loeb, cuando era una estudiante, en un siniestro internado regido, desde las sombras, por una secta ocultista. De esta forma, con la fachada de una escuela de artes, en realidad, el internado albergaba un oscuro culto brujeril, que poco a poco habría comenzado a obligar a sus alumnas a participar de oscuras ceremonias y reuniones clandestinas.
Además, como el mismo director ha confesado en entrevistas posteriores, el guión toma algunos elementos de la obra del británico Thomas de Quincey, “Suspiria de Profundis” (1821), en concreto el segmento “Levana and Our Ladies of Sorrow”, en donde se refiere a una tríada diabólica femenina que en sus palabras “traerán la desolación donde quiera que caminen”. A partir de estas figuras siniestras, Argento concebiría su segunda y mejor trilogía, tras la “Trilogía de los Animales” (“El pájaro de las plumas de cristal”, 1969; “El gato de las nueves colas”, 1970; y “Cuatro moscas sobre el terciopelo gris”, 1970), conformada por “Inferno” (1980) y “La terza madre” (2007) en la que Argento dará cuenta de los intentos de las tres hermanas brujas por sombrar el horror y la destrucción por doquier.
Por último, Argento y Nicolodi también reconocieron influencias de personajes históricos del ocultismo como la rusa Helena Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica y principal difusora de la teosofía con sus trabajos “Isis sin velo” (1875) y “La doctrina secreta” (1878) y cuyos detractores hicieron fama de bruja; y su discípulo, el filósofo austríaco Rudolf Steiner, fundador de la antroposofía. También, se advierten elementos narrativos asociados al británico Aleister Crowley, legendario fundador de la filosofía religiosa de Thelma, que plasmó en su obra “El libro de la ley” (1904).
Hay que reconocer que el prestigio que este film se ha ganado, siendo considerada entre las diez películas más espeluznantes de la historia del cine, no descansa realmente en su guión, un elemento al que Dario Argento siempre le ha otorgado una importancia relativa, respecto a la ambientación, puesta en escena y fotografía. Ciertamente, Argento suele construir historias en una realidad aparente que se vuelve inverosímil con una serie de elementos fantásticos y sobrenaturales, transformándola de pleno en una pesadilla que se pasea entre lo real y lo onírico.
Y este elemento se puede apreciar ya de forma evidente en las primeras escenas de “Suspiria” (1977), cuando la protagonista transita por los pasillos de un aeropuerto en Alemania, y todo parece sospechosamente real, con una cotidinidad que poco a poco comenzará a coquetear con lo irreal, comenzando con aquella chica vestida de rojo (un color recurrente para Argento a la hora de alarmar al público, sea que vaya a suceder un asesinato o no en los minutos siguientes) que se cruza por delante y más aún, cuando al salir del edificio se encuentra con una tormenta de aquellas legendarias, en las que pareciera que el cielo se fuera a caer. Entonces, tomará un taxi que la lleve a la Academia Tanz: Suzy ha traspasado el umbral de lo real.
A partir de entonces, el espectador será testigo de una realidad alterada -podríamos decir, alternativa- en la que guión y concepto visual se apartan decididamente de lo ortodoxo para navegar libres e impunes por la narrativa del film. Así, el director iniciará a la protagonista –por ende, al espectador- en una verdadera pesadilla visual en la que Argento no escatimara en cuanto a recursos visuales y auditivos, comenzando con una decoración geométrica amenazante que bebe directamente del Expresionismo Alemán. El tratamiento de luces y sobras así como el estilo barroco y artificioso de la escenografía, pero aún más el uso no natural de los colores logran, sin duda, crear una atmósfera agobiante y desesperante. Y aquí, el espectador se impresionará con las escenas surrealistas de Susy caminando por los pasillos enrojecidos de la Academia hacia la mitad del metraje y, más aún, en el clímax cuando llega finalmente a la guarida secreta de la bruja Helena Markos, “la reina negra”, tras recorrer los tenebrosos frescos de su habitación.
Y en ello, resaltar, además, la fotografía exageradamente colorida del Technicolor, técnica muy utilizada durante los 60s e inicios de los 70s y ya en desuso en aquellos años, pero que el fotógrafo Luciano Tovoli utiliza con maestría para incomodar decididamente al espectador, con colores primarios altamente fuertes, entendiéndose rojos azules, amarillos y verdes. Tovoli decidiría filtrar la luz a través de sábanas coloreadas en lugar del tradicional filtro de gelatina, obteniendo como resultado colores extraordinariamente vivos y saturados. Mención especial merece la escena en la que las estudiantes se ven obligadas a dormir en el hall central de la Academica, por una repugnante invasión de gusanos, separadas entre sí y sus superiores con sábanas, por donde se traslucen esos surrealistas colores y se escucha la dificultosa y tenebrosa respiración de la directora de la Academia.
Al mismo tiempo, comentar que Dario Argento inicialmente había considerado rodar el grueso de la trama en Friburgo, Alemania, sin embargo, una serie de problemas y contratiempos lo obligaron a trasladar el rodaje a los estudios Cineccita, en las afueras de Roma. Lo anterior no evitó que el maestro del horror italiano y el escenógrafo Enrico Fiorentini rediseñaran una copia prácticamente idéntica del Haus zum Walfich, histórico edificio en el que Erasmo de Rotterdam escribió “Elogio a la Locura” (1511) y que sirve de fachada a la Academia de Danza Tanz. Fiorentini combinaría de forma ecléctica y deliberadamente recargada los sets con reminiscencias de Arte Jugendstil (alemán) o Floreale (italiano), en donde los críticos también advierten inspiración estética en el primer Goetheanum, una de las obras cumbre del expresionismo arquitectónico, diseñado por el ya mencionado Rudolf Steiner, discípulo de la ocultista Helena Blavatsky, cuyo nombre se repetirá una y otra vez para Argento.
Comentar, además, que Argento inicialmente tenía contemplado contextualizar la historia en una escuela infantil, sin embargo los productores presionaron para que el director abandonara esa idea por lo violento y polémico que sería relacionarlo con niños. Sin embargo, una vez más Argento lograría imponer sus términos, instruyendo directamente a Enrico Fiorentini que deliberadamente colocara puertas, ventanas y picaportes a una altura mayor a la habitual, de tal forma de que los actores parecieran niños entre los decorados.
En “Suspiria” (1977), Argento logra congeniar escenas explícitas de gore con su acertada y ya destacada estética visual. Vale decir, y resulta difícil de expresar en palabras, que el director italiano logra elevar el estatus artístico de su propuesta cinematográfica, en concreto el horror y la muerte, a alturas insospechadas, en donde el morboso podría decir que las escenas de muerte pueden resultarle hermosamente macabras, y en donde también conviene citar el trabajo de maquillaje de Pierantonio Mecacci. Ocurre con la escena en la que se ve como el asesino clava su puñal en el corazón abierto de Patty Ingle, la chica que salió raudamente cuando Susy llegaba a la Academia esa tormentosa noche y que el asesino cuelga y lanza desde las alturas de la Academia; ocurre con Daniel, el pianista ciego que termina asesinado por su propio perro lazarillo, escena grabada en la famosa Königsplatz de Münich; y ocurre la angustiosa muerte de Sara, la compañera de Susy, en la habitación llena de alambrado de espino. Mención aparte merece el maquillaje de Sara en esa escena demencial en el clímax, cuchillo en mano y totalmente poseída.
En su segunda colaboración con Argento tras “Rofo Profundo” (1975), el grupo de rock psicodélico Goblin regala una de sus más demenciales y terroríficas bandas sonoras, aporte invaluable en esa atmósfera onírica y perturbadora que el film respira, y en la trabajan en profundidad sonidos agudos de teclado de Claudio Simonetti y guitarra de Massimo Morante, entremezclados con susurros tenebrosos, que convierten la experiencia musical en una suerte de opereta satánica, saturada de acordes agresivos, disonantes y hasta cacofónicos asi como lamentaciones y gritos de aquelarres y otras voces profanas. Comentar, además, que para recrear estos terroríficos sonidos, los músicos se apoyaron no sólo de instrumental tradicionales, sino también de buzuki, tablas de percusión e órganos vanguardistas de aquella época, como el Moog.
El desempeño del reparto actoral puede definirse meramente como efectivo en términos de presentar a una heroína que vence sus miedos para acabar con un horror mayor y la presencia de personajes extraños y de dudosa reputación. Jessica Harper es Suzy Bannion, la joven estudiante que viaja a Europa para ser una gran artista y termina enfrentándose con una terrorífica bruja, que se verá rodeada de Madame Blanc, cínica subdirectora de la Academía, interpretada por Joan Bennett (“La mujer del cuadro”, 1944; “Perversidad”, 1945); la amachada y brusca Miss Tanner, encarnada por la gran actriz ítalo-croata Alida Valli (“El tercer hombre”, 1949; “Senso”, 1953, “El grito”, 1967); la cortante Olga, compañera de Academia que le arrienda una habitación, interpretada por Barbara Magnolfi (“Dispuesta a todo”, 1977; “La hermana de Ursula”, 1978).
Completan el reparto, Flavio Bucci (“L’ultimo treno della notte”, 1975) como Daniel, el pianista ciego; un joven Miguel Bosé como el ayudante de Miss Tanner, Mark; el siempre efectivo Udo Kier (“La Marca del Diablo”, 1970; “Sangre para Drácula”, 1974), como el Dr. Mandel y su colega, el Profesor Millius, personificado por Rudolf Schündler (“El testamento del Dr. Mabuse”, 1932; “El Exorcista”; 1973), quiene ayudan a Suzy a investigar quién es Helena Markos.
En resumen, la cúspide de la filmografía del maestro Dario Argento, en donde logra congeniar de manera efectiva y deslumbrante su cosmovisión visual con su manía de hacer del horror un arte.
https://cineramica.blogspot.com/
Cada vez que recomende esta FILM a chicos mas jóvenes que yo, me han dicho: ME ABURRIO MUCHISIMO. Que ocurre? (aclaracion: tengo 40 años)
Elevado a clásico casi indiscutible, tal vez en el cine actual de terror sea algo lenta. El sonido esta mal mezclado con las imagenes en el sentido de que esta ¨demasiado alto¨ a mi entender.
Pero hay que situarse en el año.... No hay que se tan exigentes....
La trama es realmente buena, el final lo mejor de todo.
Dario Argento siente que el Giallo ya ha dado todo lo que tenía que dar y decide adentrarse en territorios más siniestros. En “Suspiria” (1977) su talento se vuelve más luciferino, más brujeril, más mórbido.
Así, Argento da inicio a su trilogía de Las tres madres, inspirada en el libro Suspiria de Profundis, de Thomas de Quincey. Desde las primeras imágenes el film nos sumerge de lleno en un cuento de brujas retorcido, siniestro y cruel, potenciando al máximo uno de los rasgos característicos del talento de Argento, su increíble capacidad para crear terroríficas y perturbadoras atmósferas.
Con su desembarco en el aeropuerto de Friburgo, en una noche especialmente tormentosa, la cándida Suzy Bannion, (Jessica Harper), se convierte en una especie de princesa de cuento, que deberá enfrentarse a las siniestras fuerzas del mal, secretos aquelarres de brujas y brutales crímenes, que acechan en todas y cada una de las estancias de una academia de danza.
“Suspiria” es una de las obras maestras de Argento, está cuidada al detalle, para ubicar al espectador en una pesadilla diabólica, y es uno de los grandes clásicos de horror de los 70s, absolutamente imprescindible.
Sin dudas debe considerarse a esta cinta como precursora de las peliculas de terror de los años 80 en adelante, en ella podemos disfrutar de una banda de sonido que en varias ocasiones nos pone los pelos de punta, en cuanto a la trama inicia con una chica norteamericana que llega a una academia de baile en Alemania, desde el inicio comienza bien arriba con escenas sangrientas y un suspenso que va creciendo ya que varias personas que asisten a la academia desaparecen de maneras misteriosas, la chica protagonista en ningún momento sospecha algo turbio pero a medida que se adentra en sus habitaciones se da cuenta que no todo transcurre de manera normal, lo.mejor es su duración, una hora y media que se me paso muy bien, un apartado especial para la academia de danza, en mi opinión esta genialmente escenografiada , las habitaciones y los colores transmiten un cierto escozor, un mal rollo de veras.
MALA, MALA,MALA hasta decir BASTA. Una cutrez espantosa, una escuela de ballet que parece un puticlub de carretera barato, una música chirriante y estúpida. A parte de mala es de un gore barato y desagradable. Para colmo sale BOSÉ haciendo el más absoluto de lis ridiculos dando saltitos con las mallitas . El primer asesinato es de un mal gusto apabullante, es misoginia en estado puro. Y que decir de la BSO es como si hubieran atiborrado a Massiel de vino de garrafón, LA LA LA......Deplorable. Sr Argento dedíquese a las pizzas y deje el cine para los que SABEN de verdad, una servidora y gran parte de la humanidad se lo agradeceremos. Arrivederci!!!!!!
Que decir del final con esa brujita catatonica........DE PURA VERGÜENZA AJENA!!!!!!!!
Situemosnos en el living de mi casa, pasan los minutos y mientras mi familia espera que ponga una película como es común en el ritual de los domingos pienso, como haré para lograr atraparlas con un gran director como Dario Argento y podramos disfrutar no solo uno sino muchas de sus cintas, sencillo pienso, Suspiria.
Suspiria es un película que le da un cachetazo al cine Americano y se planta cara a cara para decirle que en Europa también se hace el cine de la mejor calidad. Una pelicula, distinta, extraña, con empieza a mostrarte que en el cine como muchos otros ámbitos lo que importa es saber tener una impronta que refleje tu visión, y eso hace Argento de manera diría impoluta en esta pelicula.
Un ambiente que aterra hasta al más serio, un casting de actrices que me dificulta pensar en cualquier otras en su lugar y un guión que te lleva por un laberinto que por más que no te sorprenda no te das cuenta que estas en el infierno hasta que lo es. Un aplauso para el cine italiano que supo con sus cinta, que bajo mi punto de vista es la mejor del director, cautivarnos tanto en estética como en guión como en actuación y por favor veanla antes de ver el remake, aunque entre vos y yo el remake tiene de lo suyo muy bueno. Aun así tengan cuidado que quizas en el conservatorio de danza de su barrio convive una de las ¨Le Tre madri¨.
Para mi sin duda la gran obra de Dario Argento y de lo mejor que ha dado nunca el cine de terror europeo.
Un cuento sobrenatural que te atrapa desde el primer minuto y con un acabado visual lleno de colores que te hace que no quites la vista de lo que esta pasando.
Aquí la combinación de la trama,puesta en escena,banda sonora y el uso de las luces la hacen una película única y especial que para mi siempre estará en el top del genero.
Una maravilla de película.
Con una realización sencillamente sublime: fotografía, montaje, efectos especiales, decorados, un banda sonora magistral, sonido impresionante... Una obra de arte desde el punto de vista formal, sin duda alguna.
La trama, pese a sus fallos, consgiue meterte en ese mundo macabro y sobrenatural que desprende la película. Lo malo es que existen bastantes huecos e inestabilidades en el guión, con pesonajes que aparecen y de repente desaparecen, como la compañera de piso del principio; otros que simplemente están para decorar, como el de Miguel Bosé... Y otros que mueren, y nadie se pregunta qué ha pasado con ellos.
Lástima de esos agujeros en el guión, porque por lo demás es una película ejemplar, que consigue asustar y estremecer como pocas... Y que en mi opinión resulta la cúspide de ese gran artesano y genio de lo formal que es Dario Argento, sin duda uno de los directores más grandes que ha dado el género de terror.
Imprescindible, pese a sus fallos.
Mi nota: *****
Críticas: 199
Páginas de resultados:
Ales1998
7
Las brujas de neón.
En el año 1977, el director italiano Dario Argento nos presentaba una ambiciosa obra cinematográfica dispuesta a establecer nuevos cimientos en el género de terror de aquella época.
Con su meticulosa fotografía plagada de colores neón y su envolvente banda sonora, Dario Argento creaba un nuevo concepto de terror, donde arte y surrealismo podían ir juntos de la mano creando una obra claustrofóbica y artísticamente impecable.
Suspiria presenta una historia cargada de simbolismos, brujería y elementos experimentales que bajo mi punto de vista el remake de Luca Guadagnino sabe explotar un poco mejor.
La narrativa de este clásico se queda un tanto escueta y da la sensación de que no pasa nada realmente interesante hasta el último momento.
Hay que tener en cuenta que el cine ha evolucionado muchísimo desde esta obra y pese a que algunos recursos se han quedado un poco obsoletos con el paso del tiempo, esta obra de Dario Argento conserva un legado artístico y claustrofóbico incuestionable.
Una obra emblemática de Dario Argento que se ama con sus imperfecciones, aunque me quedo con el remake de Guadagnino.
Lo MEJOR: La meticulosa fotografía con sus colores neón y su malsana banda sonora.
Lo PEOR: Dario Argento no ahonda demasiado en darle más profundidad a la narrativa, todo se queda en un plano demasiado superficial, con un final que sabe a poco.
Me gusta (0) Reportar