El hombre que mató a Liberty Valance es una obra maestra del western que en su momento se menospreció con tan sólo una mísera nominación al Oscar de mejor vestuario. En mi opinión está entre lo mejor de su autor. Cuenta una historia apasionante que trata temas profundos como el amor, el heroísmo, la honestidad, la lealtad y en definitiva asuntos que llegan al alma del espectador hasta emocionarlo. Tiene un reparto fantástico en el que también sobresalen actorazos secundarios de la talla de Edmond O´Brien, John Carradine, Lee Van Cleef o el mítico Woody Stroode.

Liberty Valance (un genial Lee Marvin) es un pistolero que mantiene atemorizada a toda una población con sus fechorías. Un buen día asalta una diligencia en la que se halla un joven abogado (Stewart) que pretende civilizar el pueblo instalando el imperio de la ley. Después de desposeerle de todas sus pertenencias y dejarlo mal herido por una brutal paliza, el joven es acogido por una humilde familia que regenta un restaurante. Allí conocerá a la hija del matrimonio (Miles) de la que se irá enamorando y que también atrae el interés de otro vaquero (Wayne). Al tratar de denunciar el atraco que ha padecido se dará de bruces con un mundo cruel y violento en el que impera la ley del oeste. Con la ayuda de un periodista inteligente y borrachín y su tenacidad como abogado pronto empezarán a cambiar las cosas pero no todo el mundo se lo pondrá fácil.

El final es antológico cuando descubrimos la verdad sobre el tiroteo entre Marvin y Stewart. Wayne es el héroe en la sombra pero Stewart es el que se aprovecha del éxito. Cuando éste descubre que él no ha matado a Valance queda aliviado porque su conciencia ya no le corroe y puede convertirse en senador. Wayne comprende que el abogado es una persona civilizada y valiente que va a hacer mucho bien al pueblo y comprueba que las cosas funcionan sin aplicar la ley del más fuerte, la la ley del revólver, por eso calla la verdad para que la leyenda sobre el hombre que mató a Liberty Valance prevalezca. Los periodistas que entrevistan al anciano senador también lo creen así y deciden ocultarla. Lo malo es que Wayne se queda sin la chica que elige a Stewart.

Y quién mejor que James Stewart para interpretar un papel como el de el valeroso abogado que con sus buenas formas logra hacer cumplir la ley en el salvaje oeste. La modernidad no sólo la traía el tren sino hombres honestos e íntegros que se jugaron el tipo en nombre de la ley y la civilización.

No merece ningún tipo de análisis. Si Jennifer soy un culo Lopez y Ben cara de cartón Affleck querían montarse una juega bien por ellos. ¿Pero por que rodar esto? ¿Por que castigar de esta manera al pobre espectador que se encuentra haciendo Zapping?. Creo que nunca había pasado tanto vergüenza ajena como cuando tienen esa discusión sobre el órgano reproductor masculino. Uno de los peores argumentos jamás escritos y unas actuaciones horrendas. El retrasado ese obsesionado con los vigilantes de la playa espero que no vuelva a ponerse jamás ante una cámara.
¿Que cojones hacen aquí Al Pacino y Cristopher Walken? Podría decir que por dinero pero en serio mereció la pena semejante mancha en sus carreras? Alucinante.

No me gusta esta película. Parece que existe la creencia de que un film en blanco y negro dirigido por un director de culto se convierte automáticamente en una obra maestra, en alguna especie de clásico que hay que ver para aumentar el bagaje cinéfilo. Totalmente falso. Incluso los grandes directores ruedan truños infumables y desde luego yo no consideraría al irregular Capra uno de ellos. No dudo que en su momento fuese divertida pero hoy en día hace menos gracia que Epic Movie.

La historia trata de una familia que viven como hippies que se ven obligados a tratar con una familia de clase alta totalmente opuesta. Ahí está toda la miga, todo el conflicto y la comicidad. No hay más. Luego vienen los gags, las salidos de tono, las lecciones vitales que enseñan los hippies sobre como las cosas materiales no te hacen feliz... Pues vale.

Yo he echado en falta un mayor desarrollo de la historia y no he disfrutado con 2 horas de gags anacrónicos sin ningún tipo de gracia. O quizás es que la distancia cultural que existe para mi con el humor de este film es demasiado abismal. Ahora bien, los auténticos clásicos son aquellos que siguen conservando toda su fuerza con el paso de las décadas y ya he visto unas cuantas de Capra en que sucede todo lo contrario.

Cabe mencionar que el argumento es muy similar al de ¨Los padres de ella¨ y es justo decir que sus creadores han copiado la idea, pero también es justo decir que la de Jay Roach, aunque sea una comedia del montón es mucho más divertida que esta.

Cuando terminó el rodaje, Claudette Colbert declaró que esta era la peor película en la que había participado en toda su vida. Por supuesto, sabía de lo que hablaba. Rodada en tan solo 4 semanas, aparentemente sin ningún cuidado y con múltiples fallos de continuidad, un sinsentido tras otro, la obra podría considerarse un monumento al humor absurdo, si no fuera porque las pretensiones de su director eran otras muy distintas.

Ahora Clark Gable está borracho como una cuba, pero totalmente sobrio al minuto siguiente, el conductor del autobús es un actor diferente después de cantar una canción, y todo gira en torno al sempiterno cuento de hadas machista y tradicional católico de Capra, la hija del multimillonario, el canalla Gable (horrorosa actuación) y las fantasías sexuales más trasnochadas envueltas en un ¿humor? que cuesta creer que en algún momento, ni siquiera hace 80 años, pudiera causar otra cosa que vergüenza ajena. Lamentable que este esperpento aparezca en todas las listas de mejores películas. Solo en el mismo año 1934 hay verdaderas obras maestras, y muchas otras que, sin serlo, se dejan ver hoy en día con agrado. Esta, desde luego, no es el caso. En los años 30 también se hacían truños.

Al entrar en la ficha de esta película lo que más me llamó la atención es el actor que figuraba como protagonista: Vin Diesel. ¿Vin Diesel en una película judicial? Pensé que Sidney Lumet debía de estar senil en el momento de elegirlo. ¿Cómo alguien que ha trabajado con Henry Fonda Paul Newman o Al Pacino contrata a Vin Diesel? Y más cuando probablemente muchos grandes actores se pegarían por trabajar con él. Pues bien, una vez vista tengo que retractarme, ya que Vin Diesel está bien en esta película. Por lo demás una película de juicios entretenida, correcta y bien realizada pero que no destaca en casi nada. Debe de ser frustrante para este director que su debut cinematográfico haya sido una obra maestra como la copa de un pino, nunca más ha podido alcanzar esa calidad con ninguna otra. Y eso que la mayoría de sus películas son buenas, pero dejó el listón demasiado alto.

El arranque es estupendo, te ríes una barbaridad con todos los chistes que hay, y que más tarde, acaban cansando. Paisajes preciosos tanto de Sevilla como de Euskadi y actuaciones decentes no son suficientes para la gran carencia de esta película: El guión. Está todo cogido por los pelos, expresiones que se repiten constantemente, personajes poco profundos que aparecen y desaparecen cuando menos lo esperas.
En definitiva, una película sobrevalorada, que a pesar de durar hora y media, se hace un poco larga.
No entiendo muy bien el éxito obtenido.

La novela de Tom Perrotta sobre las inocentes elecciones en un instituto, sirve a Alexander Payne, director y guionista, para realizar una metáfora sobre la sociedad americana y las enfermizas matrices que la marcan: la adoración del triunfo, la condena de los fracasados, el éxito social, el individualismo, y la afirmación de que el fin justifica los medios.
Payne con un lenguaje visual moderno, rítmico y alegre, ilustra con esta historia y unos personajes de perfil bajo, una sátira político-social sobre los valores de una sociedad, si no enferma si con un cuadro clínico preocupante.
Unas elecciones de instituto, una alumna repelente (Reese Witherspoon en el papel de su vida), un deportista descerebrado y un profesor con una crisis conyugal (sorprendente Mathew Broderick), conforman el cuadro de esta comedia inteligente y sencilla, que llega alto aún sin pretenderlo. Una magnífica opera prima de un director que en posteriores trabajos confirmó su talento. Pero sigamos pagando por ver las secuelas de American Pie.

No soy un fan de esta saga, más bien un detractor ya que me parece penoso que hayan sacado tantas secuelas de una película tan mala. Pero esta quinta entrega me parece mejor que la primera por centrarse más en la acción que en el mundo del tunning y también por que está bastante mejor realizada que la de Rob Cohen. El film es absolutamente previsible, compendio de tópicos, estructura copiada de otras películas (Los 11 de Ocean, por ejemplo) y un insulto para los brasileños en general y la población de Río en particular, además, la banda sonora es horripilante. Pero es trepidante, hay que reconocerlo. Las persecuciones de coches y las carreras están filmadas realmente bien y harán las delicias de de quien sólo va al cine para entretenerse. En cuanto a las interpretaciones, es difícil decidir quien lo hace peor, pero los mejores actores son sin duda los coches. Tiene un pase.

John Wayne es el sheriff de un pueblo del lejano Oeste que se ve en serios problemas al arrestar a un joven rico que asesinó a un hombre en una taberna. Pero eso no significa que lo deje en libertad sino todo lo contrario. Sus amigos, o quienes decidan ayudarlo, también correrán peligro. Así que es mejor ser menos, porque como dicen los sabios vaqueros de entonces, por este tipo no vale la pena perder una sóla vida.

Cada personaje aporta más de lo necesario para que el filme deje de ser una simple película de acción y se convierta en una magistral fábula de amistad, compañerismo, respeto y honor, y eso es lo que tienen de maravilloso los westerns, que todos dejan algo. Los pistoleros borrachos siempre fueron moneda corriente en las películas de vaqueros, pero nunca, nunca, el tema fue tratado con la maestría y sensibilidad con la cual Hawks lo retrata aquí.

Olvídate de tus prejuicios contra el Western y disfruta de esta gran obra maestra.

Este remake de The day of the Jackal no tiene punto de comparación con la gran película de Fred Zinneman. Un ejercicio hinchaegos perpetrado por un director que en otras películas ha demostrado retazos de talento, aquí deja en evidencia constantemente que se la suda dar verosimilitud a la historia con tal de aprovechar el pastón de la productora para lucirse con la próxima explosión. Bruce Willis de asesino a sueldo podría haber sido brutal, pero le toca interpretar a un payaso que se disfraza como Mortadelo y va dejando pistas obvias a sus perseguidores de como atraparle. Richard Gere es incapaz de poner seriedad a un personaje que resulta prescindible desde el primer minuto que aparece en pantalla. Los demás actores están bien, salvo Jack Black, que con 5 repelentes minutos vuelve a demostrar que esta profesión nunca ha sido para el. La dirección es francamente mala, y si el quitas el reparto y los millones invertidos en fantasmadas innecesarias te queda un auténtico telefilme, con un desarrollo repleto de errores que se va tornando más y más irrisorio conforme avanzan los minutos hasta llegar a un desenlace patético en todos los aspectos. No merece la pena.

En la cima de su carrera Oliver Stone dirigió este fascinante film de intriga política sobre el magnicidio del presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy. Un misterioso asesinato que todavía hoy sigue sin ser aclarado. Se trató de uno de los crímenes más impactantes y qué más trae de cabeza a los estadounidenses desde que se perpetró. La película a través de una rigurosa investigación con una enorme profusión de datos viene a poner en duda la versión oficial sobre lo sucedido y a pesar de las múltiples incógnitas que plantea no resuelve ninguna. Todo son elucubraciones e hipótesis sobre el por qué del asesinato y quienes lo cometieron. Stone aporta datos y ofrece conjeturas pero después de tres horas de interesantísimas explicaciones todo queda pendiente de resolución.

Es muy meritorio el trabajo del editor del film tratando de poner orden lógico a tanta información e imágenes sin aburrir. Quizás la interpretación de Kevin Costner no esté a la altura de las circunstancias pero queda bien disimulado por un reparto de cinco estrellas interpretando a los numerosos personajes de la trama. Para mi la mejor actuación es la de Donald Sutherland en el papel de un intrigante militar cuyas reflexiones ponen los pelos de punta. Una película que revaloriza el cine como instrumento de arte y educación de las masas y que a día de hoy sigue siendo lo mejor que ha hecho el director con diferencia.

Imprescindible.

Ridley nos debe más de una explicación a sus seguidores por las películas intrascendentes y meramente comerciales que ha realizado en los últimos años, pero es que El Consejero es una de las películas más absurdas que he visto en lo que va de década. Caótica, sin ritmo, confusa, llena de conceptos verdaderamente estúpidos y contradicciones narrativas, y para colmo, con dos de los actores más sobrevalorados del cine español (más Penélope que Bardem) y una Cameron Díaz más salida que una perra que sinceramente no sé a que viene eso del coche porque no aportaba nada a la historia, solo gamberrismo, incomodidad y tonterías. Del resto del reparto podemos decir que no la cagan pero tampoco brillan por culpa de la poca profundidad que da el guión a los personajes. No olvidemos que el guionista de este despropósito es el mismo que el del film ¨No es País para Viejos¨ de los hermanos Coen. Pero ellos supieron sacarle algo de jugo a esa historia anodina e intrascendente. Ridley no ha sido capaz. Es evidente que no se encuentra en su mejor momento. Esperemos que se recupere pronto y consiga compensarnos con una buena obra antes de retirarse. Que por cierto ya va siendo hora.

Cinta poco convencional con cierto grado de pretenciosidad, en diferentes idiomas, mezclando géneros, con un largo plantel de actores conocidos y una pareja protagonista de alto standing, pero que resulta fallida quizás por manejar demasiados elementos argumentales y demasiadas figuras en el reparto. Se aprecia destreza y habilidad en la dirección, hay alguna secuencia durilla y Victoria Abril cumple, por el contrario, Penélope Cruz es tan poco creíble como demonio que casi lo estropea todo. Pasable.

Entretenida película que oscila entre el drama y la acción de forma algo brusca. Interesante el conflicto por el derecho de pernada y las costumbres célticas precristianas y prerromanas de los lugareños, que muestra cómo la Iglesia Católica fue absorbiendo y superponiéndose a las tradiciones ya existentes.
La historia de amor es poco creíble, pero es buen motivo para desatar el conflicto. Y las escenas de asedio son bastante aceptables y aunque algo ingenuas para nuestros días no dejan de resultar bastante realistas en lo que a las técnicas de lucha de la época se refiere. Un guión y desenlace mejorables bajan la puntuación final. Schaffner las ha hecho mejores.

La mejor película sobre submarinos que se ha hecho. Bien interpretada y mejor producida, da una gran imagen de lo que debió ser la batalla del atlántico. Te transporta a la perfección al interior del submarino, suspense, acción, dramatismo, una impresionante banda sonora, un mensaje pacifista... tiene todo lo necesario para ser una obra maestra del cine bélico.

Obviamente no se trata de un filme al estilo de los héroes americanos, sino todo lo contrario, una tripulación muy humana, con temores, inquietudes.. puedes sentir lo que sienten y viven a cada minuto. El conflicto entre el capitán y el oficial nazi y la cantidad de veces que le pone en ridículo pone de manifiesto una realidad: los alemanes que combatieron no eran todos nazis sino en su mayoría soldados, eso sí, controlados por nazis.

Perfecta.

Aunque sea la película más impersonal de Kubrick, es una obra maestra del cine de aventuras. Para mí es el pemplum por excelencia. Historia de amor, acción, sensualidad, sensibilidad, todo me interesa y resulta imperecedero. Muestra una bella historia interpretada por el gran Kirk Douglas y según tengo entendido, casi dirigida por él. Aunque se notan las pinceladas del director de Senderos de gloria. La escena de la lucha con Woody Strode previa a escaparse, es maravillosa, fantástica, inolvidable. Esas miradas hacia Jean Simmons son enternecedoras.Ya me estoy emocionando sólo de recordar el épico final. Y se rodó en 1960, por ello merecería un 20. Imprescindible, por supuesto.

Innecesario pero entretenido remake de Los siete samurais de Kurosawa, cuenta con una banda sonora magistral que es de lejos lo mejor de la película, ya que la historia está repleta de tópicos y resulta incluso plana. Un reparto impresionante que fue bastante desaprovechado, sólo se salvan Yul Brynner y Steve McQueen, este último por lo pelos ya que se nota que no está a gusto. Cine puramente comercial con fallos importantes de montaje que mantiene el interés por la trama principal pero que no es ni de lejos lo mejor de Sturges, ya que se le perdonan muchos defectos por su mera condición de mítica. Algunos tiroteos y muertes de los extras mexicanos están rodados de forma ridícula. Se deja ver.

Memorable semiwestern repleto de suspense, violencia y tensión, donde un excelente Spencer Tracy llega a un solitario pueblo del suroeste de los Estados Unidos, con un encargo misterioso.
Nadie le conoce, ni quiere conocerle. ¿Quien es este enigmático personaje, y que fines busca?.

Bajo la batuta del gran John Sturges (La gran evasión, Los siete magníficos) y con un espléndido reparto repleto de estrellas a cual mejor, se nos presenta una turbia historia salpicada de odio y rencillas, y toda una oportunidad para disfrutar de una de las mejores interpretaciones de uno de los pesos pesados de los dorados años 50 como fue Spencer Tracy. Genial.

Vibrante film gangsteril del irregular Milius (Conan el bárbaro, Amanecer rojo), producida por la AIP cuna del cine barato regida por Roger Corman. Trepidante, violenta y genialmente interpretada por los habitualmente secundarios Warren Oates, como Dillinger, y Ben Johnson como su incansable perseguidor Purvis. Acusa una bienvenida influencia del gran Corman y sus magistrales ¨La matanza del dia de San Valentín¨ y ¨Mama Sangrienta¨, en su estilo telegráfico, asi como de la ética de la serie-b clásica y añade, ademas, un lirismo de herencia packinpahquiana e incluso guiños a John Ford. Lograda reconstrucción de época que nunca cae en el decorativismo gratuito, ni en el esteticismo retro (¨Bonnie & Clyde¨), gran banda sonora (a la vez triste y dinámica) y fotografia. Una gran película desgraciadamente casi olvidada, repleta de acción y humor, a la vez romántica y realista. Muy superior en todo los sentidos al remake de Michael Mann (¨Enemigos público¨ 2009).

Tres jueces liderados por el entrañable juez retirado Dan Haywood, juzgarán a su vez a cuatro jueces nazis responsables de las políticas de esterilización y limpieza étnicas. Sobre Haywood recae la importante responsabilidad de presidir este emblemático juicio sobre el exterminio y holocausto nazi. Mientras, ya en plena guerra fría, los países europeos prefieren olvidar el pasado y las presiones se dejarán notar.

No sólo se trata de una de las mejores películas judiciales de todos los tiempos, sino que es algo más significativo: Una inconmensurable lección de ética y un recordatorio de lo que en última instancia es el objetivo del cine : arte sí ,entretenimiento también, pero más que nada, faro vital y referente ético para unas masas cada vez mas desnortadas y víctimas del relativismo moral.

La locura y el éxito del nazismo y de todos los totalitarismos se explica por la actitud entusiasta o, peor aún, pasiva que ante ellos adopta siempre la masa y que expone magníficamente Burt Lancaster en su papel de jurista nazi juzgado en el proceso de Nuremberg.

Maravillosa.

Conocido film de la última época de Buñuel, sobre una joven que, tras perder a su madre, queda encomendada a un hombre mayor que pretende convertirla en su pareja. Si bien tiene un comienzo algo lento, en que uno se va introduciendo en la historia, luego se torna mucho más interesante al dejar en evidencia aspectos como la hipocresía de la gente, críticas a la iglesia y normas de la sociedad, aspectos humanos cuestionables. El tono es sumamente pesimista, no obstante es incuestionable que expone muchas realidades. Con unas interpretaciones fabulosas, sobre todo la de Catherine Deneuve como Tristana, podemos observar una fabulosa evolución de su personaje. Recomendadísima.

Esta comedia que pasará a la historia no sólo por su famosa canción de “americanos”, si no la visión de un pueblo español a expensas de los grandes americanos con sus dólares y la fantasías de unos ciudadanos que en horas de penuria todos ayudan, desde el más reticente al más confiado.
Sueños frustrados en la noche mágica que pudo ser la de Reyes y se convirtió en trago amargo.
Lo mejor de film, aparte de la excelente actuación de los dos protagonistas, son los sueños que cada uno elabora en la intimidad de la noche, desde el más picante, el de la profesora, siendo un quiebro a la censura, hasta el más gracioso y recordado, el del Pepe Isbert en el Oeste.
Buena película que ofrece la visión del sueño de todo un pueblo y la colaboración del mismo en la adversidad, pueblos que por suerte o desgracia ya no existen.

Todo son aciertos en esta película de Bardem. A la brevedad del desarrollo hay que añadirle una intensidad creciente y el deterioro psicológico de los personajes. Todo perfectamente aderezado con unos secundarios burgueses enormes, son tan claramente despreciables y quedan tan bien retratados que es una maravilla haber visto su mezquindad desde el sofá de casa y a una distancia de 50 años. Me encanta que se meta con las altas esferas de la época de esa manera tan evidente y que la censura lo pasara por alto. La interpretación tremenda de Closas, lleno de coherencia hasta el final, queda empañada por una insulsa Lucía Bosé.
Es un placer ir atrás y ver lo grande que llegó a ser el cine Español.

Creo sinceramente que es la película más sobrevalorada de toda la historia del cine español, su visionado resultó algo insufrible para mí. Ya estoy harto de que ensalcen tanto a Penelope Cruz cuando es una actriz patética, no transmite nada y según la escena da hasta arcadas, está al nivel de las peores actrices actuales, junto con Cameron Diaz, Angelina Jolie, Halle Berry y demás estrellas americanas que son guapas y tienen muchos fans pero a la hora de actuar no sirven para nada. Volver es un pestiño que produce vergüenza ajena, si, tiene el sello personal de Almodóvar, su colorido, su descaro, pero sobre todo su cutrez. Insoportable.

Es una especie de moralina para adolescentes listillos y traviesos que les enseña que, si se salen del buen camino y quieren ganar pasta gansa se acaban metiendo en asuntos turbios y luego no pueden escaquearse. Algo ya visto cien veces y mejor contado. No me convencen ni Affleck ni Timberlake, ni la chica, ni el típico narco cliché puesto de relleno. Es un continuo verlas venir y acertar. No sorprende, no emociona y, lo peor que le puede pasar a una película así: es sumamente aburrida. Sin pena ni gloria. No merece la pena. Intrascendente y simplona. Es como un remake adaptado a nuestros tiempos de lo que nos contaba ¨La tapadera¨, siendo la de Pollack muy superior a este engendro en todos los aspectos.