“El día de los muertos” (Day of the dead, 1985), dirigida por George A. Romero, es la tercera entrega de su icónica saga de zombis. La historia se sitúa siete años después de Zombi: El Regreso, en un mundo completamente devastado por la plaga de los muertos vivientes.
Un pequeño grupo de científicos y soldados sobrevive en un búnker subterráneo en Florida, tratando de encontrar una solución para la pandemia. Sin embargo, las tensiones dentro del refugio aumentan, especialmente entre los científicos liderados por la doctora Sarah Bowman y los soldados bajo el mando del brutal Capitán Rhodes. A medida que la investigación sobre los zombis avanza, las fricciones entre ambos bandos se vuelven insostenibles, desatando el caos dentro del búnker.
Final explicado de "El Día de los Muertos": ¿Quién sobrevive?
El clímax de El Día de los Muertos es una auténtica carnicería. Cuando Miguel, un soldado mentalmente inestable, se deja morder por un zombi y decide suicidarse, lo hace de la manera más destructiva posible: abre la valla de seguridad y activa el ascensor, permitiendo que una horda de muertos vivientes invada el búnker. A partir de aquí, todo se desmorona.
Los soldados son los primeros en caer. Rhodes, el despiadado líder militar, intenta escapar dejando atrás a sus hombres, pero el destino le tiene preparada una venganza macabra. Bub, el zombi “domesticado” que ha desarrollado una rudimentaria inteligencia gracias a los experimentos del Dr. Logan, se suelta y encuentra el cadáver de su mentor. Enfurecido, Bub coge una pistola y persigue a Rhodes, disparándole en el estómago antes de dejarlo a merced de una horda de zombis, quienes lo despedazan mientras él grita su icónica frase: ”¡Chupa esto!”.
Mientras tanto, Sarah, Bill y John logran abrirse paso hasta el helicóptero y escapan de la instalación. La última escena los muestra en una isla tropical, lejos de la pesadilla zombi, aunque no queda claro si han encontrado un verdadero refugio o simplemente han pospuesto lo inevitable.
El colapso del búnker y la caída del Capitán Rhodes
La película deja claro que el verdadero enemigo no son solo los zombis, sino la propia humanidad. La arrogancia y la violencia de Rhodes y sus soldados acaban por destruir cualquier posibilidad de supervivencia. Su final es una metáfora brutal sobre el destino de los tiranos: muere traicionado por su propia arrogancia, atrapado entre zombis y con un zombi vengativo apretando el gatillo.
Por otro lado, Bub representa el mensaje más irónico del film: el monstruo más humano termina siendo el único capaz de mostrar compasión. Su reacción a la muerte del Dr. Logan y su vendetta contra Rhodes lo convierten en el personaje más complejo de la historia.
¿Es el final realmente esperanzador?
Aunque Sarah, Bill y John logran escapar, El Día de los Muertos deja un final abierto. Si bien han llegado a una isla, la película nunca confirma si realmente están a salvo o si la plaga zombi acabará alcanzándolos. La desesperanza es una constante en la saga de Romero, y este cierre ambiguo mantiene el tono pesimista de la historia.
Conclusión de "El Día de los Muertos"
El Día de los Muertos no es solo una película de zombis, sino una feroz crítica a la naturaleza humana. A diferencia de sus predecesoras, este capítulo de la trilogía de Romero es más claustrofóbico y desesperanzador, mostrando que, incluso en el fin del mundo, la mayor amenaza para el ser humano sigue siendo él mismo.
El destino de Sarah y sus compañeros queda abierto a la interpretación, pero el mensaje es claro: el mundo está roto, y la esperanza es un bien escaso. Mientras tanto, los zombis siguen dominando la Tierra, y la posibilidad de que la humanidad recupere el control parece cada vez más lejana.