Halloween entre luces apagadas y cuentas pendientes

Horror Park (Karusell, 2023) es un slasher sueco dirigido por Simon Sandquist que transforma el icónico parque de atracciones Liseberg en un escenario de terror y venganza. En apenas 93 minutos, combina sustos, giros de guion y un trauma no resuelto que vuelve para ajusticiar a los culpables.

La premisa gira en torno a Fiona, una joven que trabaja en el parque y recibe la supuesta orden de abrir las instalaciones de noche para un exclusivo grupo de visitantes VIP. La sorpresa es que esos visitantes no son clientes cualquiera, sino antiguos amigos suyos con los que compartió una tragedia: la muerte de Petra durante una fiesta de Halloween un año atrás.

Lo que parecía una reunión incómoda pronto se convierte en una pesadilla slasher. El pasado ha vuelto… armado con un hacha.

Un reencuentro marcado por el silencio

La tensión se masca desde el principio. Fiona, interpretada por Matilda Gross, intenta mantener la compostura mientras guía a Jenny, William, Dante, Sebbe y Tora por las atracciones desiertas del parque. Todos estuvieron involucrados —de una forma u otra— en la noche en la que Petra desapareció y murió.

Al recorrer atracciones como Valkyria o el espeluznante pasaje del terror, el grupo comienza a ser acechado por una figura encapuchada. Las luces fallan, la música se apaga, y el parque se convierte en un laberinto mortal.

Cuando Fiona recibe la llamada de su jefa asegurando que no existe ningún evento nocturno, todo encaja: han sido engañados para regresar al lugar donde comenzó todo.

Final explicado de "Horror Park": el precio de no hacer nada

La matanza comienza cuando Sebbe muere brutalmente durante una vuelta en la montaña rusa. La identidad del asesino no tarda en revelarse: Christer, un empleado del parque... y padre de Petra. Desde entonces, se desata una sangrienta cacería en la que William y Tora también caen.

A medida que Fiona y los supervivientes intentan escapar por los túneles bajo Kållerado, Christer revela su motivación: Petra murió tras consumir LSD en la fiesta, suministrado por William. En lugar de ayudarla, sus amigos la abandonaron, y ella falleció sola en el bosque.

La venganza de Christer no es impulsiva, sino meticulosamente planeada. Dante muere también en los túneles, y Jenny es capturada. Solo Fiona consigue huir y contactar con la policía, aunque el horror está lejos de terminar.

El clímax tiene lugar en la montaña rusa de madera, Balder. Allí, Fiona se enfrenta a Christer y, simulando cortarse las venas, lo engaña para poder atacarlo. Consigue liberar a Jenny, y juntas logran arrojar a Christer desde lo alto, matándolo.

Sin embargo, en un giro final inquietante, descubrimos que Christer no actuó solo.

El verdadero monstruo no lleva máscara... o sí

Pese a su muerte, Christer no fue el único autor de la venganza. En los últimos segundos, la cámara revela la huida de un segundo cómplice: el hermano de Petra, oculto entre la multitud con una máscara, escapando sin que nadie lo detenga.

Este cierre sugiere que el ciclo de violencia está lejos de terminar. Como en los mejores slashers, el mal no muere del todo. Al contrario: muta, se disfraza y espera el momento oportuno para volver.

El guiño recuerda a franquicias como Scream, donde los asesinos pueden cambiar, pero el trauma permanece. Aquí, lo perturbador no es solo el castigo físico, sino el peso moral de haber callado, de no haber hecho nada cuando se debía actuar.

Curiosidades de rodaje y ambientación

El verdadero protagonista de Horror Park es el parque Liseberg, una de las atracciones más emblemáticas de Gotemburgo. El rodaje se llevó a cabo en temporada baja para aprovechar la ambientación natural y vacía del parque. Los pasajes del terror y montañas rusas no fueron sets, sino decorados reales adaptados para la filmación.

El uso del túnel subterráneo de Kållerado como vía de escape es un guiño al folklore local: muchos parques suecos tienen leyendas urbanas sobre pasadizos ocultos y empleados fantasmas. La banda sonora combina sintetizadores con ruidos mecánicos para aumentar la tensión en las escenas más claustrofóbicas.

Además, algunos críticos han señalado que la historia guarda ecos temáticos con Sé lo que hicisteis el último verano, con la diferencia de que aquí el castigo viene directamente del padre de la víctima, no de un vengador anónimo.

Una última vuelta de carrusel

Horror Park es más que un simple slasher ambientado en un parque temático. Es una reflexión sobre la culpa colectiva, la banalidad del silencio y el poder destructor del remordimiento.

Fiona y Jenny sobreviven, pero están marcadas. Christer ha muerto, sí, pero su mensaje ha quedado claro: ignorar las consecuencias de nuestras acciones no las hace desaparecer.

Y mientras el hermano de Petra se aleja entre luces de neón, entendemos que la pesadilla no ha terminado. Solo se ha subido de nuevo… al carrusel.

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