Indiana Jones Y La Ultima Cruzada se estreno en el año 1989. Esta dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Harrison Ford, Sean Connery, Denholm Elliott, John Rhys-Davies, Julian Glover, Alison Doody, Michael Byrne y River Phoenix.
El padre del protagonista, Henry Jones, también arqueólogo, es secuestrado cuando buscaba el Santo Grial. Indiana Jones tendrá que ir a rescatarlo y, de paso, intentar hacerse con la preciada reliquia, que también ambicionan los nazis.

Para mi Indiana Jones Y La Ultima Cruzada es la mejor pelicula que se ha hecho del aventurero mas famoso del mundo, esta tercera entrega ocuparía el primer puesto, la que le sigue los pasos seria El Templo De La Perdición, luego vendría Los Cazadores Del Arca Perdida y por ultimo El Reino De La Calavera De Cristal, todas han sido maravillosas y pues cabe decir que estamos ante una de las mejores sagas de aventuras que ha existido en la historia del cine.

La pelicula comienza de una manera muy espectacular mostrándonos a un joven Indiana Jones robandole La Cruz De Coronado a un grupo de buscadores, memorable la persecución en el tren donde Indi aprende a usar el látigo, tambien nos dan a conocer la razón por la que Indi le tiene fobia a las serpientes y mas adelante nos dan a conocer como llego a conseguir su sombrero. El argumento de esta entrega es fascinante, engancha desde el momento en que se nombra el santo grial y a partir de ahi tenemos lo típico de las películas de Indiana Jones, aventura hasta el final.

Por otra parte, las actuaciones son excelentes, Harrison Ford interpreta por tercera vez a Indiana Jones y lo hace de una manera espectacular, aunque esta mas que claro que el gran acierto fue el tristemente fallecido Sean Connery quien interpreta al padre de Indi, una pena que solo haya participado en una pelicula porque el profesor Henry Jones es un personaje fabuloso y la química que el gran Sean Connery tiene con Harrison Ford es jodidamente buena.

En el reparto tenemos a la bella Alison Doody quien hace de chica Jones, un buen personaje pero no es tan memorable como el de Marion, tenemos nuevamente a John Rhys-Davies haciendo de Sallah, su personaje en esta entrega tiene mas protagonismo al igual que Marcus Brody interpretado por el gran Denholm Elliott. En esta entrega los villanos vuelven a ser los nazis, una escena memorable que vale la pena nombrar es cuando Indiana se cruza frente a frente con Adolf Hitler y como ultimo el fallecido River Phoenix interpreta al joven Indiana Jones, además por ahi tenemos una pequeña participación de Richard Young.

Vamos a ver, con respecto a las secuencias de accion debo decir que son espectaculares, cabe destacar la escena en la que Indi se pasea por las catacumbas de Venecia, la persecución en yate, los épicos enfrentamientos con los nazis, la escena del zeppelin y la avioneta, claro que la escena que se lleva todos los aplausos seria la escena en la que Indi debe superar los tres retos para llegar al santo grial, una escena espectacular y memorable para mi gusto.

Es una pena que solo hayan sacado tres películas en los ochenta ya que Indiana Jones daba para mucho mas en su época porque aventuras es lo que hay por recorrer y hubiera sido bueno que crearan una larga franquicia como la de James Bond y pues eso se podría hacer en estos tiempos si se busca un actor que cumpla con el papel aunque superar a Harrison Ford es imposible.

En definitiva Indiana Jones Y La Ultima Cruzada me ha parecido una buena pelicula que de seguro viene siendo la mejor entrega de la saga y es la que le hubiera puesto punto final a la mejor trilogía del cine de aventuras, claro que por allá en el 2008 se estreno la cuarta entrega y ya esta confirmado que tendremos una quinta entrega con Harrison Ford.

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Notable y entrañable tercera entrega del famoso arqueólogo Indiana Jones, a cargo de la dupla conformada por George Lucas y Steven Spielberg.

Indiana Jones se embarcará esta vez en la búsqueda de una de las mayores reliquias de la historia de la humanidad, el Santo Grial, la copa que Jesús usó en la Última Cena y que recogió su sangre tras su crucifixión. Un grupo de nazis, en tanto, secuestrará al padre de Indiana para obligarlo a buscar el tesoro y así conquistar la vida eterna.

La principal razón por la que Georges Lucas y Steven Spielberg se embarcaron en una tercera entrega del arqueólogo más famoso de la historia del cine, a parte de que siempre se concebió una trilogía, fue esencialmente porque sentían cierta amagura por la ácida crítica que recibió “Indiana Jones and The Temple of Doom” (1984). El tiempo le haría justicia a esta segunda oscura e injustamente vapuleada por la crítica, que a pesar de todo había sido un éxito de taquilla, recaudando US$330 millones a partir de una inversión de sólo US$28 millones, pero lo cierto es que ambos creyeron en ese momento que la tercera parte requería retomar el espíritu narrativo del clásico y exitoso “Raiders of the Lost Ark” (1981), la magistral presentación del intrépido arqueólogo en el celuloide.

Antes de decantarse por la búsqueda del Santo Grial, sin embargo, George Lucas había propuesto que la película tratara sobre el Rey Mono, la leyenda china, con un prólogo de una mansión encantada en Escocia, en donde el arqueólogo debía enfrentar a un fantasma, cuyo borrador de guión fue encargado a Diane Thomas (“Romancing the Stone”, 1984; “The Jewel of the Nile”, 1985). Posteriormente, el guionista Chris Columbus (“Gremlins”, 1984; “Los Goonies”, 1985) trabajó dicho borrador manteniendo en prólogo en Escocia, desarrollando una trama en África en donde Jones viajaba para ayudar a una antropóloga tras ser asaltada por los nazis, que le arrebatan un pigmeo de 200 años con poderes sobrenaturales. Otra alternativa proponía al arqueólogo enfrentándose a muertos vivientes, siempre en África y en el argumento del Rey Mono. No obstante, Lucas y Spielberg desecharon ambas opciones por encontrarlas ridículas, poco realistas y por proponer una imagen negativa de los aborígenes africanos.

Mientras Lucas proponía la búsqueda del Santo Grial en lugar del Rey Mono, Spielberg aceptaba, no sin antes expresar sus aprehensiones ya que le recordaba a “Monty Phyton and the Holy Grail” (1975), pero con la condición de que se le vinculara con la difícil relación que había caracterizado a padre e hijo hasta ese momento, como una metáfora sobre la búsqueda de la reliquia y una nueva oportunidad para ambos de construir una relación de afecto y entendimiento. Spielberg contrató al guionista holandés Menno Meyjes (“The Color Purple”, 1985; “Empire Of The Sun”, 1987) quien propuso un prólogo en México con Indiana Jones buscando la máscara de Moctezuma II y luego buscando a su padre en la fortaleza cátara de Montsegur y de ahí una odisea que incluía viajes a Venecia, Estambul y Petra para encontrar el Grial, con los nazis como principales antagonistas. Aún inconforme, Spielberg contrató a otro guionista, Jeffrey Boam (“Innerspace”, 1987) quien finalmente pulió la esencia narrativa de lo que sería “Indiana Jones and The Last Crusade” (1989), es decir, la compleja relación de padre e hijo, que podríamos definir como la del padre exigente y distante y el hijo idealista y solitario.

De esta forma, no será extraño que el prólogo final del film inicie con un adolescente Indiana arrebatándole la Cruz de Coronado a un grupo de mercenarios de tesoros, que planean vendérsela al magnate (contrabandista, en realidad) Panama Hat. En dicha secuencia, en donde el futuro arqueólogo roba la reliquia y escapa espectacularmente de los mercenarios a caballo y luego en un tren circense que transporta a las bestias del espectáculo (cocodrilos, serpientes y leones), se plasmará la primera referencia a la dificil relación de Indiana con su padre Henry Jones, cuando el muchacho busca refugio en casa pero su padre le ignora y permite que el sheriff (que trabaja también con el magnate) le quite la cruz y se la entregue al mafioso.

Uno de los grandes detalles de este prólogo y que enlazará luego con el leitmotiv es precisamente el encuentro del joven Indiana con el líder de los mercenarios, que siente una inusual simpatía por el futuro arqueólogo, al punto de regalarle su sombrero de Fedora, que se convertirá en uno de emblema de la saga, junto con el distintivo látigo. En la mencionada escena, que acontece en el barco “Coronado” de Panamá Hat en la costa portuguesa, un ya adulto Indiana Jones nuevamente se ve enfrentado al magnate por la misma reliquia, que consigue arrebatarle, antes de que explote el carguero. Una escena en la que Lucas y Spielberg dan cuenta de que el espíritu aventurero y justiciero del arquéologo, su idealismo acerca la historia y la importancia de sus artefactos, son una característica distintiva en el héroe. En consecuencia, una declaración de principios definitiva del icónico protagonista de una de las sagas cinematográficas de aventura más importantes en la historia del cine.

Volviendo con el tratamiento narrativo de la relación entre los Jones, padre e hijo, conviene detenerse un tanto en la caracterización de ambos, pero especialmente de Henry Jones Sr. Indiana Jones ya era un personaje consolidado cuando Lucas y Spielberg producían y estrenaban esta tercera entrega, que se suponía iba a traducirse en la última entrega de la saga. Intrépido, idealista y mujeriego, Indiana Jones se había alzado como el prototipo del aventurero cazador de reliquias y secretos históricos, una suerte de James Bond que era capaz de enfrentar todo tipo de villanos, entre ellos sectistas diabólicos y nazis por igual, pero hasta este punto no se había profundizado mucho en humanizar su mitificada figura.

Es por ello que la inclusión de Henry Jones Sr., su padre, el investigador medievalista que ha dedicado toda su vida a la búsqueda del Santo Grial, ve precisamente en esa dirección. El anciano es un hombre testarudo y trabajólico, obsesivo y exigente, que puso su amor por la literatura medieval por sobre cualquier cosa, incluso por sobre su propio hijo. Lo explicará el film más adelante, pero la muerte de su esposa, la madre de Indiana, fue el detonante de una relación distante, que Indiana deberá comprender en esta etapa de la vida, cuando ambos estén a punto de perderse mutuamente, en el enfrentamiento con las huestes nazis a campo abierto y en la antesala a enfrentarse con las tres pruebas.

Otra de las decisiones del guión que definitivamente recupera el espíritu aventurero de la saga es claramente la dinámica de viajes que Indiana Jones emprende, como en “Raiders of the Lost Ark” (1981), que lo llevarán a Venecia, a la frontera germano-austríaco y al Medio Oriente, en concreto a Alejandreta, al Reino de Hatay y el Cañón de la Luna Creciente. En cada uno de estos enclaves, primero Indiana y luego el dúo (padre e hijo) tendrán que enfrentarse una y otra vez con los nazis, quienes están detrás de la misión encargada inicialmente por el magnate Donovan a Indiana Jones, que busca el Grial para hacerse con él, con la intención de arrebatarle en algún momento a Hitler en caso de que conquiste el mundo.

Sí, nuevamente los nazis cubriendo el perfil villanesco con personajes despreciables y, en algunos casos, incompetentes por su codicia y ambición de conquistar el mundo. Un elemento que Lucas y Spielberg ya habían explotado con divertidas (no se puede negar) aunque descaradas propuestas narrativas, cuando el intrépido arquéologo se involucra en la búsqueda del Arca de la Alianza y debe lidiar con las fuerzas de Hitler que buscan la reliquia por su poder sobrenatural para derrotar ejércitos completos y ganar guerras. Al igual que en la primera entrega, el guión propone un antagonista principal no alemán que simpatiza o abraza la causa nazi por una cuestión de conveniencia económica y política más que por adhesión ideológica: si en “Raiders of the Lost Ark” (1981) encontramos al galante arqueólogo francés René Beloq ayudando a los nazis a encontrar el arca, en “Indiana Jones and the Last Crusade” (1989) será el magnate estadounidense Walter Donovan quien los apoye en la búsqueda del Grial, aunque en ambos casos el interés y ambición son esencialmente personales.

Otro rasgo distintivo de “Indiana Jones and the Last Crusade” (1989) es que se vuelve una delicia en términos documentales. Emulando la entrega de la búsqueda del arca perdida, esta tercera entrega no tiene desperdicio en cuanto a la veta investigativa, siendo un orgasmo (para otros, quizás, una ñoñería) para los amantes del medievalismo. La secuencia en Venecia, por ejemplo, es espectacular, sobre todo cuando Indiana Jones y la bella investigadora alemana Elsa Schneider ingresan a las catacumbas para buscar la tablilla de arcilla medieval que sirve de escudo al cadáver del último caballero guardián del Grial. Descendiendo literalmente a una milenaria cripta, atestada de roedores y petróleo, el arqueólogo y la investigadora finalmente encuentran lo que buscan, y de paso descubren las claves que permiten descifrar el lugar en donde se encontraría la reliquia, para comenzar la verdadera búsqueda. Además, el mismo diario de Henry Jones se convierte en una pieza clave para no sólo encontrar el cáliz, sino que enfrentar las tres pruebas finales que permitirán acceder a la reliquia. Sin duda que, para los amantes de la historia, se traduce en un elemento totalmente disfrutable.

Pero lo más importante para los amantes del cine de acción, el film está plagado de momentos espectaculares y dan cuenta de un Spielberg, que recordando el notable ritmo de “Raiders of the Lost Ark” (1981), se desata en esta entrega, en mi opinión, la mejor y reflejo de una madurez absoluta como director de orquesta de películas de acción. Las secuencias de acción no dan respiro: a la citada secuencia de búsqueda en las catacumbas venecianas, hay que agregar la persecución (en lancha) de la sociedad secreta que guarda el secreto del Grial y cuyo líder, Kazim; la divertida secuencia en el Castillo de Brunwald en la frontera germano-austríaca, en donde Indiana rescata a su padre, para luego ser capturados y escapar en una motocicleta; el viaje a Berlín en donde, en una quema masiva de libros, Indiana recupera el diario y se encuentra con el mismísimo Hitler a boca de jarro; el enfrentamiento en el dirigible cuando pretendían salir de Alemania y el escape en avión de caza; el enfrentamiento con las huestes nazi a campo abierto con misiles y tanques incluidos; y como no, la magnífica y emotiva secuencia final en el Cañón de la Luna Creciente.

Conviene referirse a la secuencia final, ya que además de ser entretenida, resulta profundamente simbólica. Finalmente, héroes y villanos llegan al Canal de la Luna Creciente para conquistar el Grial, pero antes deben superar tres pruebas, que a la postre son pruebas de fe. El guión contrapone a Indiana Jones para que acceda al Grial, cuando Donovan hiere de muerte al padre del arqueólogo, y éste se ve obligado a aventurarse y superar las tres pruebas finales para sacar la copa y curar a su padre. Es, en definitiva, el amor hacia su padre lo que lo lleva a seguir adelante, y no la posibilidad siquiera de acceder al Grial como reliquia, obsesión que será la perdición de Donovan y la bella Elsa. Al encontrar el Grial encontrará a su padre, después de años de distanciamiento y una relación difícil desde la niñez. No por nada las tres pruebas, la primera que consiste en cruzar esquivando un dispositivo de cuchillas gigantes giratorias, el “Aliento de Dios”, el segundo que consiste en pisar acertadamente las losas de la “Vereda de Dios” y finalmente el puente imaginario, el “Salto de Dios”, requieren necesarias cuotas de fe, sabiduría y esencialmente humildad para ambos, padre e hijo, un signo de iluminación interna, de espiritualidad y una nueva oportunidad para reconocerse.

Robert Watts, productor del film, se reunió al equipo técnico a fines de octubre de 1987 para la preproducción, que definió los Elstree Studios en Inglaterra como centro de operaciones, en donde para abaratar costos, se rodaron las escenas interiores del Castillo de Brunwald, en el carguero portugués y en las catacumbas venecianas. Lucas y Spielberg escogieron iniciar las grabaciones en el Desierto de Tabernas, Almería, al sur de España, en donde se filmó la secuencia en que Indiana Jones y sus amigos se enfrentan a los nazis a campo abierto con tanque y explosivos pesados. Las escenas que corresponden al Palacio Real de Hatay fueron grabadas en la Escuela de Bellas Artes de Almería, mientras que la secuencia en que Henry Jones padre ahuyenta a las gaviotas en la Playa de Mónsul, además de otros lugares como la localidad pesquera de San José y el campo de aviación de Mojácar y Sierra de Cabrera.

Las escenas del Aeropuerto de Tempelhof de Berlín donde los Jones toman el Zeppelin fueron filmados en la Royal Horticultural Society de Londres. La concentración nazi que quema libros y donde Indiana se encuentra con Hitler fue filmada en el Palacio de Blenheim en Oxfordshire. La persecución en bote, en tanto, fue grabada en el puerto de Tilbury, pero la escena en la que Indiana y Elsa emergen de las alcantarillas venecianas, como también en donde se conocen, fue filmada en la Plaza de San Marcos y el Palacio de los Dogos, en Venecia, así como los exteriores de la Iglesia de San Barnaba, utilizada como fachada de la Biblioteca Medieval de Venecia. También se filmó los exteriores del Castillo de Bürresheim para el ficticio Castillo de Brunwald, en territorio alemán, cerca de la frontera con Austria. Por otra parte, las escenas iniciales se filmaron en Colorado, Nuevo México, en concreto las Cumbres & Toltec Scenic Railroad, así como en el Parque Nacional de los Arcos en Utah, Estados Unidos. Finalmente, el equipo filmó varias de las postales desérticas en la antigua ciudad de Petra, Jordania, en donde se supone se encuentra el templo que guarda el Grial. Como podemos ver, Lucas y Spielberg no escatimaron en recursos y viajes para dar el mayor realismo posible a la odisea de los Jones por Europa y Asia Menor en búsqueda de la reliquia.

Otro de los grandes aspectos técnicos del film fueron sus efectos especiales, a cargo de George Gibbs. El tanque, por ejemplo, fue construido de acero para proyectar un mayor realismo, en base a un diseño francés de la I Guerra Mundial, el Mark VIII, de 11 metros y 28 toneladas. Se le equipó además con orugas tractoras de 7 toneladas más, impulsadas por un par de bombas hidraúlicas automáticas, conectada a un motor de V8 de un Range Rover. También se fabricó una sección superior del tanque de aluminio para los primeros planos. El equipo de ILM se encargó de mezclar la réplica a escala, las maquetas y miniaturas para la escena en que el tanque se desbarranca.

Por otra parte, Gibbs usó aviones de entrenamiento Pilatus P-2 del ejercito suizo para los cazas alemanes. La escena en que caza alemán rompe sus alas en el túnel, así como el abordaje del biplano que roban del dirigible fueron filmadas con maquetas y técnicas de stop-motion, para ser mezcladas y aceleradas por los técnicos de ILM. Las escenas de las pruebas para acceder al grial fueron filmadas usando cuchillas a escala, pero sin filo, con un doble suspendido de cables y con una maqueta con efecto de perspectiva forzada. Para la impresionante escena en que Donovan muere se utilizaron técnicas de morphing a un maniquí que incluía una “peluca mecánica” que crecía a medida que el cuerpo se descomponía, y retoques digitales al rostro.

Respecto a los animales incluidos en las escenas de acción, en el prólogo y en la secuencia de las catacumbas venecianas, se reclutaron a más de 5 mil ratas grises que fueron alimentadas durante 5 meses y a las cuales se agregaron mil ratas mecánicas. También se usaron miles de serpientes pequeñas de cinco diferentes tipos, una boa contrictor (además de varias mecánicas) y dos leones, con los cuales se deció tener máximo cuidado ya que se pusieron nerviosos por el movimiento de balanceo.

La banda sonora, cómo no, estuvo a cargo del legendario John Williams, creador de la inconfundible tonada “The Raiders March” (1981) quien en esta ocasión agregó 5 nuevas piezas, el tema del Santo Grial, el de Henry Jones, la Marcha de los Nazis, el Scherzo (motocicleta) y el tema del Caballero Guardían del Grial.

Harrison Ford (“Star Wars IV: A New Hope”, 1977; “Bladerunner”, 1982) disfrutó como nunca interpretar al intrépido arqueólogo, asumiendo sus propias acciones de riesgo y teniendo una excelente química con Sean Connery (“Der name der rose”, 1986; “The Untouchables”, 1987), quien dicho sea de paso le otorga una seria y elegancia a esta tercera entrega que los fanáticos aplaudieron. Spielberg siempre tuvo en mente al experimentado y mítico James Bond, a pesar de que Lucas había concebido el personaje como un profesor loco y excéntrico. La diferencia de edad no era demasiada, sólo unos 12 años, sin embargo, Connery aceptaría con la condición que su personaje se alzará como una versión madura de la de Indiana, que hubiese sido capaz de abrazar y conseguir las mismas proezas en su juventud, aunque el guión tendiera a presentarlo como un hombre letrado exigente y obsesivo con su trabajo. La irlandesa Alison Doody (“James Bond 007: A View to a kill”, 1985; “Temptation”, 1994) es la atractiva e inteligente, pero obsesiva Dra. Elsa Schneider, siendo el personaje femenino más complejo de las tres primeras entregas. Es madura, muestra tener una inteligencia superior a la normal lo que la coloca par a par con los Jones, y en ocasiones sexualmente agresiva. Sin duda, es uno de los pilares del film, mucho más talentosa que Karen Allen y Kate Capshaw, que interpretaron a Marion Ravenwood y Willie Scott, la primera más aguerrida y apasionada, y la segunda francamente tonta y gritona.

La decisión de Lucas y Spielberg de retornar al espíritu original de la saga permitió rescatar dos entrañables personajes, el torpe Dr. Marcus Brody y el amigo egipcio de Indiana, Sallah, interpretados por Denholm Elliott (“The Boys From Brazil”, 1978; “Raiders of the Lost Ark”, 1981) y John Rhys-Davies (Saga “The Lord of the Rings”, 2001-2003). Ambos sirven de actores bisagra que ayudan con su cuota de humor a canalizar mejor las emociones y la acción del film, lo que refuerza la entretención, a veces con un sentido del humor que pudiera ser interpretado como ingenuo e incluso pueril, aunque carismático.

Los principales villanos, Walter Donovan y el Coronel Vogel, en tanto, fueron personificados por Julian Glover (“Star Wars V: Empire Strikes Back”, 1980) y Michael Byrne (“Force 10 from Navarone”, 1978), respectivamente. Glover había inicialmente audicionado para el papel Vogel, pero finalmente se quedaría con el papel del magnate estadounidense que contrata a Indiana para encontrar el guión, aunque clandestinamente apoya a los nazis en su búsqueda. Byrne, en tanto, interpreta a un sádico y propotente coronel nazi que muestra una inusual antipatía por los Jones y que se convierte en una de sus peores pesadillas.

Completan el reparto Kevork Malikyan (“Midnight Express”, 1978) como Kazim, el líder de la Hermandad de la Espada Cruciforme; Robert Eddison (“Viceversa”, 1948) como el anciano caballero guardian del Grial; River Phoenix (“The Mosquito Coast”, 1986) como el adolescente Indiana Jones Vernon Dobtcheff (“Der name der rose”, 1986) como el estirado mayordomo del Castillo de Brunwald; y Michael Sheard (“Star Wars V: Empire Strikes Back”, 1980) como Adolfo Hitler.

“Indiana Jones and the Last Crusade” (1989) se convirtió en un éxito instantáneo, recaudando casi US$480 millones a partir de una inversión de US$48 millones. Por otra parte, fue nominada a 3 premios Oscar, a las categorías de mejor banda sonora, mejor sonido y mejor edición de sonido, ganando esta última. Sean Connery fue nominado a mejor actor de reparto en los Globo de Oro y también en el BAFTA, donde también recibió nominaciones a mejor sonido y mejores efectos especiales.

En resumen, un clásico entrañable y notable de aventuras que cierra con broche de oro la trilogía inicial de Indiana Jones, en donde destaca un ritmo vertiginoso y una enorme variedad de elementos narrativos de acción, con una historia muy entretenida e interesante y grandes actuaciones. Esencialmente, es una obra maestra del cine de aventuras y de acción, al igual que “Raiders of the Lost Ark” (1981) y debió haber sido el cierre definitivo de la saga del intrépido arquéologo, que tuvo una lamentable, tardía e innecesaria secuela en “Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull” (2008).

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La película resulta entretenida y con buenas escenas de acción, ahora nuestro héroe preferido va en busca del santo grial antes de que los malos-malotes lo obtengan, adicionalmente también Indiana va a buscar a su padre el cual ha desaparecido buscando el santo grial, así que es una carrera contra el tiempo para encontrar a su padre y obtener el santo grial antes que los malos lo obtengan.
Las escenas de acción están bastante bien hechas, la persecución en Venecia es emocionante, también la persecución en la motocicleta, o en el avión.
La parte donde al fin encuentran el lugar donde esta el santo grial resulta bien hecha.
Lo que no me gusto mucho:
El personaje del padre; medio bobo metiendo a Indiana en problemas varias veces quizás no me convenció, no era necesario, y le quito peso a los problemas que tenia Indiana con él.

Saludos

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Tercera entrega de esta entretenida saga rodada a finales de los 80 y dirigida de nuevo por el genial director Steven Spielberg, y con las actuaciones geniales de dos pesos pesados del cine como son Harrison Ford y Sean Connery. Esta tercera entrega es quizás ( a mi gusto) la más floja de las que hasta ahora he visto, pero que sigue resultando todavía bastante entretenida para el público en general, una película con un muy bien guión, y actuaciones destacables como he dicho anteriormente la de Harrison Ford y Sean Connery. Una película que te entretiene de principio a fin. La recomiendo y la doy un 7.

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Seré breve, que no le dedico más de un minuto al gualtrapa de Spieberg. La peliculita esta, todo efectos y chistes fáciles, destaca sobre todo por la visión que da de los nacional-socialistas: todos tontos o perversos, y la rubia igual, una malvada sin sentimientos, vamos que se la tiran pero nada, ella como un robot está dispuesta a cargarse a su donjuán. Es que es de una visión tan plana este panfleto camuflado de género de aventuras, que no se me ocurre más que lamentar la suerte de Europa. Hay que ser un tonto, pero de baba, para consumir estos subproductos hollywoodienses. Estos yanquis hacen películas de todo, sin tener pajolera idea de nada (me acuerdo del tal Hawks, que usaba camellos por capricho donde le decían que sólo había dromedarios), pero nos invaden el mercado, porque han arrasado las fronteras con todo este rollo del neoliberalismo, y el dinero manda, vaya que no. El Indiana este, vamos, un profesorcillo atómico, además. Resulta que un profesor de universidad, con lo lelos que son la mayoría, es aquí una especie de superman, uuuuaaaahhh, y seduce a rubias cañón y todo, para que decir más juasjuasjuasjuas.

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Esta ya sí, ¿porqué será que esta viéndola años después te sigue pareciendo igual cosa que las otras 2 entregas no? ¨La ultima cruzada¨ se nota que es la que reservaron para poner ese teórico punto y final a la saga hace la friolera ya de 24 años...

Tarda en arrancar como todas y tiene sus lagunas como acostumbra esta saga, pero madre mía de mi vida, así es como deberían haber sido las otras 2, ese toque aventurero mezclado con un humor soberbio es la formula del éxito de esta película y en ninguna de las dos anteriores se ve nada parecido a un Sean Connery eclipsando al personaje de Indiana Jones...

Las actuaciones soberbias con el mejor cast de actores de toda la saga y sin duda alguna la historia es la más interesante y la que mejor esta llevada a cabo con un mimo y una precisión meticulosa para que todo acabe encajando a la perfección y nos de un final de los más épicos que recuerde.

Muchos dicen que por la parte final se les va un poquito la olla... sin duda alguna para mi ojala se les hubiera ido la pinza así en todas las entregas, por que como ya he dicho, estamos ante la mejor e indiscutible mejor entrega del arqueólogo... ya sea su historia que es absolutamente épica y lo tiene todo, sus personajes y sin duda, pese a ser la más ¨familiar¨ es la esencia por la que deberían haber apostado en las otras 2.

Maravillosa, próximamente veré la 4ª entrega la cual no he visto todavía.

Lo mejor:
-El dúo de Sean Connery + Harrison Ford es mítico, parecen padre e hijo de verdad y nos dan unos momentazos de alucine.
-La historia es para enmarcar.
-Tiene ese toque que nunca falla en este tipo de películas de meter una buena cantidad de humor sin quitarle seriedad a la historia.

Lo peor:
-Como ya acostumbra esta saga, tiene sus lagunas en la historia.
-Tarda un poco en arrancar con un prólogo que creo que se deberían de haber ahorrado.

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Esta parte me pareció un poco mejor que la anterior pues la historia me pareció mas llamativa, pues empezando dan algunos datos de la juventud y orígenes de Indiana, y las actuaciones estupendas ver a Sean Connery haciendo de padre de indiana es algo llamativo y creo yo hubo química entre los dos actores pues me convencieron como padre e hijo, la película cuenta con el humor que ya tenían las anteriores partes pero en esta me gustó mas. Una buena parte que no deja que la saga decaiga.

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Magistral!!! Para mi es la más divertida de las tres. Creo que Indi y su padre han formado el mejor dúo del cine de todos los tiempos!! Sean Conery está impecable y muy gracioso, aunque no tenga tanta acción como las anteriores, me parece una peli genial. Una magnifica tercera parte, sí señor!!! Cine de verdad!! La mejor (por no decir la única) tercera entrega de una saga que iguala e incluso supera a sus anteriores, aunque estaba claro. Si Spielberg y Lucas no podían hacer esta maravilla nadie podía.
Excelente!

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¨Indiana Jones y la Última Cruzada¨, diriguida por Steven Spielberg y escrita por George Lucas es una espectacular historia filmográfica de acción y aventuras.

Como en toda obra de aventuras, el héroe y el villano compiten por localizar un objeto o lugar legendario, en este caso, el Santo Grial y para ello deben seguir una extensa retahila de indicios.

La historia, muy bien narrada atrapa con facilidad al espectador, que puede compenetrarse facilmente con el riesgoso viaje aventurero, las escenas de acción y los momentos humorísticos que el film ofrece. Demás está decir que las espléndidas actuaciones, de actores de muy buen calibre (de entre los cuales se descolla el tándem Harrison Ford y Sean Connery) logran infiltrar a la audiencia aún más en el mundo filmográfico.

La película además goza de excelentes laburos de ambientación, vestuario y utilería. La época del auge del facismo en Alemania está muy bien recreada, con autos antiguos, aviones, ¡incluso un Zeppelin!; pertinentes vestimentas y muy buen uso de los paisajes.

Otrosí, son de muy buena factura los efectos especiales, que no obstante, no pululan en abundancia.

Otro aspecto que no puedo evitar elogiar es la espectacular banda sonora, tan a la altura de la película. Compuesta por el genio de John Williams, la banda de sonido se adosa con precision a cada instancia de la película y se compenetra con el espíritu aventurero exhibido en la misma , así como las escenas de acción y el entretenimiento.

Es decir, ¨Indiana Jones y la Última Cruzada¨ es un excelente film que encuadrado en la acción y la aventura, garantiza diversión para el espectador, al inmiscuirlo en una historia atrapante y creíble, por las espléndidas labores de ambientación y las espectaculares interpretaciones de consagrados actores.

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Otra gran película del legendario Indiana Jones, personalmente es la que menos me gusta argumentalmente de las 3 primeras, luego convertida en saga.
Harrison Ford evolucionando magnificamente, dando el mejor Indiana Jones hasta el momento, Sean Connery en el papel de padre devoto y católico, con una personalidad muy carismática.

Lo que no me convenció es el tema, del ¨ Santo Grial ¨. El argumento católico religioso nunca me intereso, prefiero el misticismo Hindú o el Egipcio,como en El Templo Maldito y en Busca del Arca Perdida, incluso si hubiesen hecho un Iindiana Jones con argumentos como el Griego o el Escandinavo,los preferiría.

Más allá del argumento la película cuenta con lo que nos tiene acostumbrados,paisajes increíbles, se puede apreciar como el mejor decorado es la naturaleza. Esas escenas a cielo abierto son un punto fuerte de esta saga.
La aventura que emprende y el gusto que genera Indiana Jones se mantiene,tiene muchisima aventura y escenas en las que uno esta pendiente de que todo salga bien, por el cariño que uno le toma a Junior.

Se puede ver en la pelicula los comienzos del Arqueólogo, como de chico, siendo un Boy Scout ya empezaba a sentirse un aventurero,y hasta podemos ver el porque de su ofidofobia.

Una gran saga, recomendable para todos los públicos, aventuras , acción, por momentos comica, por momentos mística.

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