Según contó en su autobiografía, Roger Moore cayó accidentalmente enen las aguas del río durante la persecución de canoas en Bangkok. Bajo el agua abrió por un segundo los ojos y pudo ver con horror lo que los sepultureros de la zona hacían con los infortunados que no podían pagarse un funeral decente.

Harry Saltzman no abandonó la saga Bond sin antes aportar una de sus celebérrimas ideas de bombero: le dijo a un sorprendido Tom Mankiewicz que quería una estampida de elefantes con Bond y Scaramanga montandos en dos de ellos. Incluso encargó 200 zapatos para elefantes que se usan en competiciones donde estos proboscídeos toman parte en los países asiáticos.

La idea se acabó descartando, pero nadie avisó al tipo que hacía los zapatos para elefantes. Y consta que para 1990, EON aún no se había dignado a pagarle sus servicios.

Un joven Sammo Hung se presentó al cásting para un papel pero lo rechazaron por considerarlo demasiado gordo.

Hacia el final, vemos que durante la huida de Bond y Goodnight mientras todo estalla Britt Ekland se va al suelo y Moore la levanta. Eso no fue premeditado: la actriz sueca estaba muy asustada por las explosiones y cayó de puro pánico. Roger Moore llegó a decir que podía notar como a la pobre se le erizaban las invisibles a simo,e vista terminaciones pilosas de la piel.

Christopher Lee siempre consideró su papel de Scaramanga como una de sus actuaciones favoritas.

El piloto ¨Bumps¨ Willard no era el que tenía que hacer el tirabuzón con el coche quedó indispuesto y él, que estaba en el set para otra cosa, tuvo un repente y se presentó voluntario. Con la cara y un traje negros para no ser visible, y embutido entre maniquíes que representaban a Roger Moore y Clifton James, Willard hizo el salto a la primera ante aclamaciones de los presentes. Roger Moore, cámara en mano, fue raudo a felicitarle con una de sus frases chistosas: ¨Chicos, que bien me habéis hecho quedar¨.
Cubby Broccoli le entregó allí mismo en mano un tremendo puñado de billetes de 100 dólares. Por su parte, Willard le pidió al productor permiso para repetir la hazaña por puro placer personal.

Con el paso de los años, los resultados del trabajo pionero del programador informático Raymond McHenry a la hora de calcular el salto del coche en esta película se han considerado vitales para el uso de físicas en los actuales motores de videojuegos como Havok o Unreal Engine.

Durante el rodaje en Hong Kong, Roger Moore dejó escrita la siguiente acotación en la orden del día para el rodaje 22 de mayo de 1974: ¨Se ruega que las actrices suecas [Britt Ekland y Maud Adams] empleadas en esta producción que sean tan amables de no quitarle el protagonismo a Bond¨.

El actor que hacía de agente atado a una estaca al que lo muerde una serpiente pasó tanto miedo que cuando lo desataron se encontraron con que se les había desmayado de verdad.

Roger Moore no vio la película hasta mucho después del estreno. Se lo comían los nervios y se fue de la premiere en Londres antes de empezar la película. Incluso en el estreno americano en Los �ngeles, tras haber recibido buenas críticas, no llegó hasta más allá de los créditos iniciales antes de que le viniera la ansiedad y se fuera de allí, también.

La reaparición final del Barón Samedi se debe a que se deseaba hacer volver al personaje en ¨El hombre de la pistola de oro¨, pero al no concretarse, la cosa queda en que el Barón Samedi de esta película es el auténtico Señor de los Muertos del vudú y por tanto, es un ser inmortal, por no decir un dios, y ni tan siquiera Bond puede con estos entes.

La escena de la granja de cocodrilos debía ser originalmente una adaptación del clímax frustrado de ¨Diamantes para la eternidad¨ pero situada en una fábrica de café y con una moledora, pero se descartó tras el descubrimiento de la granja de Ross Kananga.

El garfio de Tee-Hee estaba accionado por la respiración de Julius Harris, y muchas veces el actor tenía dificultades para coordinarla con sus diálogos.

Roger Moore llegó a ser Bond ¨de facto¨ ya en 1966, cuando estando libre se le dio el papel de lo que debía ser la película que iba a seguir a ¨Solo se vive dos veces¨: un primer intento de hacer ¨El hombre de la pistola de oro¨, que iba a ser rodado en Camboya. Al estallar allí la Guerra Civil de 1967-75, los planes cambiaron y EON decidió emprender el rodaje de ¨Al servicio secreto de su majestad¨. Por entonces, Moore estaba ocupado, y al no haber firmado contrato, se tuvo que emprender la gran búsqueda del nuevo Bond.

Parece que Gloria Hendry y Maurice Binder estuvieron cerca de empezar un romance, pero no se concretó y pronto vieron que no funcionarían como pareja.

Con el corazón roto por la muerte de su esposa en un incendio, Bernard Lee estaba pasando un periodo de tremenda depresión. Kenneth More se ofreció a sustiuirlo gratis: su sueldo iría íntegro a Lee. Los productores le respondieron que igualmente le iban a pagar a Lee su sueldo por la película, y aceptaron a More (con su propio sueldo) por si no podían contar con su M de siempre. Finalmente, Lee pudo hacer la película.

Para el papel del sheriff Pepper se consideró a Slim Pickens antes que a Clifton James.

Por su pasado, Geoffrey Holder encajaba perfectamente en la película: Había conocido personalmente a Ian Fleming y era amigo de la familia de Yaphet Kotto, que lo conocía desde niño.
También coreografió los bailes de la película y tomó a Jane Seymour bajo su égida, enseñándole sobre el vudú - del que era un buen conocedor - y refrescándole los conocimientos de ballet, que había practicado de pequeña.

Yaphet Kotto se llevó fatal con Guy Hamilton (el director se quejaba de que se desfogaba de los malos tratos que le daban los equipos americanos en los mucho más plurales equipos británicos) y bastante distantes con Moore (Kotto lo achaca a que por ser un actor del método prefería mantener las distancias).

Sin embargo trabó una gran amistad tanto con Saltzman como con Broccoli: De Cubby mantiene que fue como un padre para él, siempre cálido y afable, preocupado por que se llevara bien con Saltzman e incluso cuidando su dieta. De Saltzman dice que era como el Martin Luther King de los productores, un tipo decidido, que contrató a cineastas y especialistas negros - entonces la industria de los dobles estaba tristemente segregada - para intentar dar a la película un aire plural y próximo a la realidad racial vigente en EE.UU.

Jane Seymour a penas tuvo que hacer nada para lograr el papel de Solitaire. Tras ser testigo de una acaloradísima discusión entre Saltzman y Broccoli, con acusaciones gravísimas de por medio, sobre quién había visto a la actriz primero, Saltzman, productor principal de la peli, le hizo quitarse el sombrerito de piel que llevaba, cayendo su largo pelo sobre sus hombros. La imagen fue tan impresionante que Saltzman la contrató al momento.
Seymour estaba tan impresionada que al salir no se concentró al sacar su Volkswagen Escarabajo y lo estrelló, precisamente, contra el Rolls de Saltzman.

Tras descartar a Diana Ross por los motivos racistas anteriormente citados, la segunda opción para Solitaire fue la glamourosa actriz americana Gayle Hunnicutt, esposa del actor David Hemmings, que tuvo que rechazar al estar embarazada. Cuentan que durante el cásting, Saltzman, que era terrible recordando nombres, la llamaba sin malicia alguna ¨Hunnicunt� (Hunnicoño, vaya).

Cubby Broccoli tuvo ciertos problemas con un sheriff rural muy racista (pero de verdad, no una parodia como J.W. Pepper) que le espetó:

¨Sabemos que tiene un montón de negratas en el equipo y en el reparto, y no quiero negratas conduciendo en mi zona¨
Broccoli contestó
¨Bien, sheriff, creo que deberemos buscarnos otra zona donde gastar nuestro MILLÓN Y MEDIO DE DÓLARES¨
Al oir la cantidad, polizonte se acojonó vivo: ¨Eh, espere, espere¨

Una vez aceptó, Broccoli decidió entonces poner a todos los especialistas negros disponibles a conducir por esa zona solo para joderle.

El maquillaje de Mr. Big y el Kananga hinchable fueron creados por un joven y pujante Rick Baker. Aunque Yaphet Kotto odiaba el muñeco, el cadavérico maquillaje que Baker creó para él, aunque incómodo y largo de poner, le encantó, disipando las muchas reservas que tenía al respective.

El miedo de Roger Moore y Jane Seymour cuando son atacados por un helicóptero en la escena del campo de amapolas es genuino: les dispararon una ráfaga de balas de verdad mientras pequeños explosivos volaban a su alrededor.

Originalmente, Mankiewicz y Hamilton habían decidido que la agente doble Rosie Carver debía suicidarse tirándose por un barranco. Guy Hamilton incluso tenía previsto viajar a España para buscarlo. Saltzman y Broccoli vetaron la decisión por su alto coste.
Gloria Hendry cuenta que a última hora, director y guionista incluso consideraron reescribir la escena de la muerte de Carver para que sobreviviera y saliera más en la película, pues la actriz les caía muy bien.