Contagiado quizá por la locura general de la película, el departamento de publicidad de Paramount envió a los cines un dossier de ideas para publicitar la película: Encontrar y dar nombre a cuatro HermanAs Marx; organizar una cacería y posterior comida popular de patos con sopa de pato (bueno, es que lo de ganso es nuestra traducción) como entrante, o la organización de un desfile con cuatro patos disfrazados de los Marx (con la recomendación de que se los atara entre ellos para que fueran en orden o, en su defecto, se enredaran ¨con cómico efecto¨. Pobres pajaricos, ¿no?).

La escena de los tatuajes recibió un cambio importante, aparentemente por temas de censura: en la película, Harpo muestra a Groucho una caseta de perro. Groucho maulla y del tatuaje sale un perro ladrando que lo sobresalta (es uno de mis gags favoritos de la peli). Orignalmente, empero, Harpo debía tener una casita de campo tatuada. Groucho le da una palmada en la espalda, la puerta de la casita se abre y una mano la cierra.

Los guionistas Harry Ruby y Bert Kalmar estaban por el set cuando un extra que estaba a su lado, leyendo el guion, empezó a criticarlo muy duramente: ¨No sé quién ha escrito esto, pero debería estar arrestado. No vale para esto¨. Kalmar - gneralmente un hombre apocado y tranquilo - se fue derechito a matar a porrazos al insolente extra, pero personal del rodaje logró informarle de que Chico Marx había pagado a ese extra para que les soltara aquello solo por chincharles.

Leo McCarey ya había dirigido una película llamada ¨Duck Soup¨ con Laurel y Hardy en 1927.

Los hermanos Marx habían abandonado la Paramount con una película pendiente en su contrato por un problema de impagos de royalties. En ese momento, Zeppo dejó el grupo para empezar una carrera por su cuenta mientras sus tres hermanos preparaban una versión para Broadway de la obra ¨Of Thee I Sing¨. Cuando ese proyecto se cayó, decidieron volver a la Paramount - qué remedio - y cumplir lo que quedaba de contrato e intentaron convencer a Zeppo para que volviera. Si no se lograba, ya habían hablado con su otro hermano, Gummo (Milton Marx) para que se re-incorporara al grupo tras muchos años. Al final Zeppo decidió volver al redil, y el resultado, pues bien, fue esta película.

En cómo se elaboró la canción casi cada miembro de Duran Duran y John Barry tenía su historia y es difícil saber cómo ocurrió todo: quién la compuso, cuánto llevó grabarla y cómo trabajaron en ella: a grosso modo Simon Le Bon decía que ellos compusieron y grabaron la canción en poco tiempo y Barry les hizo varias correcciones y puso una bonita sección de cuerda. Una maravilla.

Barry, en cambio, habló de dos duras semanas de trabajo conjunto, haciendo la canción pieza por pieza como un puzzle para crear un magnífico tema.

En lo que coinciden todos es lo mal que lo pasó John Barry co-produciendo el tema: Duran Duran se estaba deshaciendo por momentos, sus miembros se habían dividido en facciones y Barry tenía que aguantar sus constantes discusiones y desacuerdos. Al final se sacó adelante por puro oficio.

Duran Duran logró la canción de la película cuando John Taylor, megafanático de Bond, se dirigió - se dice que bastante ebrio - a Cubby Broccoli en una fiesta y le espetó que la saga se merecía volver a tener canciones decentes. A Cubby le gustó el desparpajo de Taylor, se interesó por él, lo llevó a comer con John Barry y le ofrecieron hacer la canción. Taylor se lo anunció al grupo enseguida que se reunieron para una sesión de ¨Bad Boys¨.

Hubo un buen susto durante el rodaje de la persecución en San Francisco: Rémy Julienne contó que en un momento dado, la policía local ordenó a todo el reparto y el equipo que se escondieran. Lo que pasaba es que había aparecido un chiflado armado con una pistola que estaba recorriendo la zona y diciendo: ¨¡James Bond, nadie puede con él!¡Pues yo sí!¨.

Para la parte en que vemos a May Day iniciando su salto desde lo más alto de la Torre Eiffel se dispusieron unas colchonetas a 3-4 metros del punto de salto. El doble Clive Curtis se disponía a ello cuando Grace Jones lo apartó y le dijo ¨Demonios, lo haré yo¨. Se puso sus ropas, dio un elegante salto en plancha y aterrizó en el punto convenido.

El primer tratamiento argumental a cargo de Wilson y Maibaum ya se parecía mucho a lo que sería la película finalizada, pero con estos cambios:

- La historia iba a empezar en un país centroamericano en pleno conflicto bélico (o Nicaragua o Granada) con el rescate de una agente inglesa por parte de Bond.
- El maloso, Zorn, iba a tener una novia francesa llamada Viola Havel, modista de fama mundial, y su guardaespaldas era un nativo americano llamado Standing Bull. Zorn y Havel habían sido creados genéticamente por el mismísimo Dr. Mengele.

En un segundo tratamiento, el ya llamado Zorin iba a tener un rancho de caballos en México, no un chateau en Francia.

Para escena de créditos iniciales - para mí la menos inspirada de toda la saga: se quiso hacer a lo Robert Brownjohn, pero esos efectos ultravioleta han envejecido fatal. Sin ambargo sigue tieniendo un enorme mérito - se hizo un cásting a 116 chicas, de las que fueron seleccionadas una docena, y se usó a dos esquiadores, Mike Nevesvary y Julia Snell, para que hicieran las acrobacias que vemos de tanto en cuando.

A parte de David Bowie, Mick Jagger y Rutger Hauer fueron considerados para el papel de Zorin.
Por su parte, Sharon Stone, Bo Derek y Priscilla Presley fueron consideradas como Stacey Sutton.

Se mantuvieron varias improvisaciones y accidentes en la película:
- En ese rodaje todo el mundo se puso de acuerdo en detestar a Tanya Roberts: se comportó como una diva durante todo el rodaje. La gota que colmó el vaso fue insistir en que su mono de minera le realzara la figura. Roger Moore improvisó la línea ¨Qué pena que no hayas encontrado ninguno a tu medida¨ y Roberts le tiró una mirada asesina. John Glen decidió mantener la escena para chinchar a Tanya.
- ¿La cara de asombro de Moore cuando Grace Jones se acerca a él desnuda? La jamaicana reina del Estudio 54 llevaba puesto un pene de esos de cuero de bondage en la entrepierna. Se mantuvo la reacción del actor.
- ¿La risita que suelta Zorin antes de precipitarse Golden Gate abajo? Según confesión propia, a Christopher Walken se le escapó la risa porque creía que la idea de él agarrado de una maqueta a tamaño real del Golden Gate y a punto de dejarse caer sobre unas mullidas colchonetas era la mar de graciosa. John Glen lo encontró muy propio de un chiflado como Zorin y lo dejó.

Roger Moore se llevó a matar tanto con Tanya Roberts como con Grace Jones, de la que dejó escrito que como es mejor no hablar de nadie si no había algo agradable que dedicarle, pues no hablaría de Jones.

Christopher Walken tiene la distinción de ser el primer actor en la serie Bond que fue agraciado con un Oscar antes de participar en la saga,

Se descartaron varias escenas (aunque personalmente creo haberlas visto en pases televisivos. Hablo de memoria, por eso, y puedo recordar mal) para agilizar el metraje:

- Bond en el cuartelillo en París, con M teniendo que pagar una tremenda fianza para sacarlo del calabozo y un desdichado gendarme con demasiada curiosidad por los gadgets de Q. Tres de los mejores chistes de la peli se perdieron allí.
Glen eliminó esta escena por parecerle a efectos prácticos más salida de ¨La Pantera Rosa¨ que de Bond.

- Stacy es despedida de su trabajo de funcionaria en el Ayuntamiento de San Francisco.
Escenita corta y sin importancia que igual hubiera llegado al montaje final de no ser porque Roger Moore improvisó una frase final que incluía un ¨que se jodan¨: entre el equipo y los extras partiéndose la caja y que esos tacos estaban prohibidos entonces en las pelis Bond (como mucho decían la primera letra), se suprimió. Con Dalton los tacos empezaron a entrar poco a poco en el lenguaje bondiano.

- Bond dando una ojeada a las instalaciones de Zorin ayudado activamente por una pescadores manifestándose contra las actividades del empresario en el puerto. Scarpine, la mano derecha de Zorin (el actor belga Patrick Bauchau, recordado aquí por ser el prota junto a Sara Montiel de la peli de culto ¨Tuset Street¨) los echa de muy malos modos. El sádico Zorin se chotea de ellos sin darse cuenta de que los pescadores lo han burlado, lo cual es muy satisfactorio.
Eliminada porque John Glen considera que poner manifestaciones en una peli es un rollo, aunque considera que la combinación de las escenas con Walken y Grace Jones en Pinewood y las de los pescadores en Frisco le quedaron genial.

- Una escena en que Q y Bond intentan usar al robot Snooper (esa especie de perro-cámara que sale al principio) para tomar imágenes en el interior del edificio californiano de Zorin. Snooper tiene entonces unos problemillas con un perrazo guardián que tienen allí.

- Zorin, May Day, Scarpine y Jenny Flex preparando el incendio del Ayuntamiento de San Francisco.
John Glen consideró que sobraba y que creaba un agujero en el guion: ¿Cómo entra tranquilamente desde la calle - y cruzando la carretera - toda esa gente con bidones de gasolina por la puerta principal de un importantísimo edificio público sin que nadie de la alarma? Era mejor dejar el tema abierto.

Renault utilizó el espectacular metraje de la persecución en París (obviando los momentos en que el coche se va deshaciendo a pedazos) para promocionar el R-11, modelo usado por el magistral doble de acción Remy Julienne para dicha escena.

Connery y Schwartzman se llevaron a matar. Entre los epítetos que el escocés le dedicó se encuentran que era ¨un burro¨, que trabajar con él era como hacerlo en un lavabo y de de haber podido lo hubiera matado.
La relación era tan mala que durante una comida que Connery estaba teniendo con Irwin Kershner y el guionista Ian Le Franais en un restaurante de Londres, Talia Shire apareció por allí enfurecida y medio llorosa y le reprochó el mal trato a su marido.

En mi crítica suelto como gracia que la película, vista hoy día, tiene un aire a lo Lorimar, como muy televisivo. El hecho es que el proyecto pasó por Lorimar: se interesaron por él en 1980, y Jack Schwartzman era el jefe de la productora. La cosa no pasó de un primer contacto, pero a Schwartzman parece que le picó el gusanillo.

Lorenzo Semple Jr. tuvo que ir con pies de plomo mientras escribía el guion, pues los abogados de Jack Schwartzman (juriconsulto a su vez) temían provocar la ira de EON si se alejaban demasiado de lo que era ¨Operación Trueno¨: un ejemplo es que Semple deseaba que NO hubieran escenas subacuáticas (las encontraba farragosas), pero lo forzaron a ello. Otra cosa que deseaba y le impidieron era presentar a Connery tal y como era entonces, medio calvo y con pelo facial.

Cuando Kevin McClory y Sean Connery retomaron contactos en 1976, la idea era que Connery fuera co-guionista de la película junto a McClory y Len Deighton, el creador del anómimo agente que conocemos en el cine como Harry Palmer.
La idea de McClory era hacer lo que él definía como un ¨Star Wars subacuático¨: Responsable de las misteriosas desapariciones de aviones sobre el Triángulo de las Bermudas, SPECTRE pretende hacerse con la ciudad de Nueva York con un doble ataque: por las cloacas para hacerse con Wall Street y bajo el mar, con tiburones robot, para hacerse con la Isla de la Libertad.

Otra teoría sobre el follón de la música en esta peli es que Legrand fue impuesto por Irvin Kershner: buen amigo de Barbara Streisand, ella le habría recomendado a Legrand tras su trabajo con el francés en ¨Yentl¨. Sea como sea, casi todo el mundo que trabajó en la película acabó insatisfecho con el resultado final: Irvin Kershner dijo que aquello no era música Bond y acabó poniendo piezas donde no tocaban a ver si sonaba la flauta. Legrand, que trabajó en la banda sonora agotadísimo tras su estresante trabajo en ¨Yentl¨, dijo que entonces no supo comprender el alcance que tenía el retorno de Connery a 007. Que le faltó ambición, vaya (creo que la autocrítica del compositor es muy certera).

La banda sonora iba a correr a cargo de James Horner, que entonces se encontraba residiendo temporalmente en el Reino Unido, pero acabó siendo vetado posiblemente (no hay nada seguro en este tema y fluctúa segun donde consultes) por Sean Connery, bien porque no le gustó la banda sonora de ¨Límite: 48 horas¨ (un arrepentido Connery habría dicho que de haber escuchado la banda sonora de ¨La ira de Khan¨ le hubiera dado el OK) , bien porque Michel Legrand era el compositor favorito de su esposa Micheline.

Existe en la banda sonora (concretamente es la pieza que da inicio al álbum) una pista consistente en un intrigante crescendo de instrumentos de percusión que acaba en una explosión. Esta pieza - una de las mejores de la mediocre, para ser amables, banda sonora de Michel Legrand - no aparece en la película y sugiere la idea de que estaba pensada para una secuencia equivalente a la del cañón que iniciaba entonces cada película EON (ahora la ponen en cualquier punto de la peli). No se sabe a ciencia cierta en qué hubiera consistido.

Se compusieron dos temas principales para la película: el de Lani Hall y otro distinto pero parecido a nivel de estilo musical a cargo de Phyllis Hyman También se consideró seriamente un tema cantado nada menos que por Bertín Osborne (o eso dice él) que puede encontrarse si se busca.