Pues primero que nada, me gustó, y aunque en el pasado había oído de esta película no me parecía de terror, y aunque no es tan conocida si hay gente haciendo homenaje como Ari Aster en Midsommar, Américan Ugly y más recientemente la nueva serie de Sabrina, la historia es buena, aunque a mí me pareció muy obvio que algo malo está pasando, y y el ritmo es algo lento, para una película que no es tan larga, pero se compensa con un plot twist muy bueno, y uno de los mejores finales en cuanto a películas de este estilo se refiere...
La trama de “The wicker man”, también conocida como el “culto siniestro” o el “hombre de mimbre” (de cualquier manera creo que la traducción esta mal) sucede casi todo de día mientras vemos las costumbres y cultura de Summerisle (y sus habitantes), todo contado (y mostrado) de una manera muy creíble, natural y pacifica… ¡si hasta nos regalan unos cuantos momentos de “musical”!.
Pero estos elementos, que en principio generan poco atractivo (tratándose de una película de suspenso/terror), son los que el director aprovecha y usa, de manera sorpresiva y efectiva para que, desde el primer momento en que el protagonista llega al lugar, sintamos la tensión y el peligro latente en el aire; algo no anda bien, eso no es normal y sólo vamos a querer escapar de ese lugar cuanto antes (sensaciones que no solo se mantendrán a lo largo del metraje sino que, irán aumentando hasta el final).
No solo recomendable sino también, una muy grata sorpresa!
pd: cualquier parecido a ¨midsommar¨, no creo que sea casualidad
La religión es uno de los temas que mas me mueven: amo las películas que lidian con la fe, y amo las películas sobre brujería y paganismo, así que naturalmente, amo The Wicker Man, un estudio sobre ambas cosas. Este clásico del fallecido Robin Hardy es una película experimental que, siendo de los 70, es atrevida e irreverente: me encantaría haber podido ver en su momento las reacciones que provocó en las salas de cine.
The Wicker Man juega constantemente con el sargento Howie como ya todos sabemos, poniéndolo en un laberinto que lo lleve al borde de la locura, pero a la par nos reta a nosotros, la audiencia, a entrar en el juego del gato y el ratón. Activamente, como en una novela de Agatha Christie, el espectador se ve forzado a analizar la situación, a determinar si Rowan Morrison existió, o sí es todo una estafa, y amo eso: el factor sorpresa hace que los giros de tuerca a lo largo de la historia sean fascinantes. The Wicker Man es, además, una maravilla a la hora de crear su universo, exitosamente estableciendo fechas y elementos que se sienten naturales. La historia detrás de Summerisle es interesante, y a eso deberían aspirar películas como esta, ya que cuanto mas convincente sea el trasfondo de la situación, mas inquietante es la misma. El conocido final de esta película esta precedido por una serie de escenas inquietantes y bastante incomodas, que intimidan al protagonista con sexualidad y paganismo y crean una buena atmósfera para uno de los finales mas climáticos del cine de terror. Edward Woodward lleva la batuta en lo que es la actuación (natural: es el protagonista), pero además es el actor que mas se destaca: ni siquiera el queridísimo Cristopher Lee me termina de convencer acá, aunque su personaje es definitivamente de los mejores.
Claramente la fortaleza en The Wicker Man yace en su guión, inspirado de la novela de David Pinner, que desemboca en un sinfín de escenas incoherentes que, claro está, tienen un sentido que solo al final podemos entender. No es que The Wicker Man vaya a ser recordada por todos (de hecho yo la considero un clásico solo por ser una película de culto, porque seamos sinceros, hay clásicos mucho mejores ahí afuera para recordar), pero se entiende por que es una película importante. No es una experiencia terrorífica en sí, sino que es mas algo perturbador, o incomodo, como ya dije por ahí: una película que te mantiene con el ceño fruncido y pensando ¨por que? que necesidad? que es eso? no entiendo¨.
Una rareza mas que nos dejo el cine de los años 70s y el cual, el tiempo le ha otorgado el titulo de pelicula de culto.
The Wicker man o El hombre de mimbre no la clasificaria como una pelicula netamente de terror, de hecho es complicado encajarla en algun subgenero, pero para mi, la vi mas como un thriller psicologico y...musical.
Hablando de los musicales, pensaba ver los tipicos y sosos bailes de siempre, pero los de aca son algo extraños y curiosos, ya que las melodias de la guitarra y el violin fueron un deleite para mi, incluso los bailes iban al compas y que decir de aquel hipnotizante baile de la bella Britt Ekland. Simplemente un acierto y considero yo, que estos bailes y cantos paganos son una vertebra funcional en esta pelicula.
Indiscutible papel del sargento interpretado por el fallecido Edward Woodward, que lleva consigo un talento sobresaliente y ni hablar del monumental y legendario Christopher Lee como Lord Summerisle: extraño, mistico y malevolo. Genial!!
The Wicker Man es una extraña combinacionde escenas raras, algunas algo explicitas y con momentos algo bizarres de ver, no mas con la ideologia impuesta en la isla, los rituales,los canticos y esa linea de discusion entre creencias religioas, la hacen muy interesante de ver, pero hay algo que creo yo, pudo haberse explotado mas este tema de las creencias, incluso leyendo el relato de las Fiestas de Mayo, pudo haberse trabajado mejor y presentar unas escenas aun mas explicitas tal como lo dicen los textos paganos. Digo yo.
Sin dudas, una pieza de esas que debe si o si ver todo aquel que se considera cinefilo. Por mi parte ya tiene un lugar reservado en mi estante.
Lo bueno:
Trama, provocacion y como no, el mitico Lee.
Lo malo:
Mas muestras de las creencias de los paganos de la isla, hubiera caido bien.
Una autentica joya y obra de culto,una de mis favoritas. De esas películas que ya hace tiempo que no se hacen,parece rodada fuera de época,con una historia de misterio,sexo,religión y adornada con números musicales que incluso fue una rareza ya cuando salio.
Destacar al policia,a Christopher Lee y al maravilloso climax final.
Imperdible.
Curioso film, típicamente inglés, que en la década de los 70s gozó de cierto status de obra de culto, (status que en Inglaterra disfruta hasta el día de hoy). Es dirigida por Robin Hardy y se nota la clara influencia de Roman Polanski en su forma de plantear el terror psicológico.
La trama está basada en la idea de enfrentar a un serio y conservador policía, cristiano y respetuoso de la Ley, con una curiosa comunidad isleña pagana, practicante de un siniestro y extraño culto rural. Esto da lugar a situaciones de suspenso, por momentos desconcertantes, por momentos cómicas y en todo caso, inquietantes.
La puesta en escena en la misteriosa isla le da al film un aire pintoresco y bucólico. Hay escenas musicales, realmente divertidas, con esas cancioncillas hippies y toda esa ambientación celta. Y atención a ciertas escenas perturbadoras, como los pueblerinos con esas extrañas máscaras de animales, la escena de la orgia en plena calle o el seductor baile de la guapa Britt Ekland, completamente desnuda.
Lo mejor de la película, (más allá de esa típica estética de los años 70 y el debate que plantea entre cristianismo y paganismo), es su trama de lo más enfermiza y que raya en la más absoluta y cruel de las locuras; y, la sensación, a lo largo de todo el film, de que, al igual que el pobre policía, no puedes creer que lo que estás viendo está sucediendo de verdad, hasta desembocar en ese dramático final.
Y por si todo esto fuera poco, Christopher Lee interpreta al siniestro Lord de la isla. No se puede pedir más.
Memorable film británico, dirigido por Robin Hardy y protagonizado por Edward Woodward y Christopher Lee, considerado película de culto.
El estricto sargento de policía Howie recibe una carta anónima denunciando la desaparición de una joven en la isla de Summerisle, Escocia, por lo que decide trasladarse hasta el enclave e investigar el caso. No obstante, nadie ha denunciado oficialmente la desaparición y los lugareños no se muestran muy colaborativos con la investigación.
De acuerdo a la antigua tradición céltica, sus habitantes solían realizar sacrificios animales y humanos para solicitar el favor de los dioses durante la temporada de cosechas, siendo uno de los métodos más emblemáticos y brutales al mismo tiempo, la utilización del terrible “The Wicker Man” u “Hombre de Mimbre”, una enorme efigie hecha de ese material, ramas y pajas, en donde se colocaban y quemaban las ofrendas. Estos rituales encabezados por los druidas celtas, sin embargo, fueron documentados en realidad de segunda mano ya que los celtas no dejaron registro escrito de hechos históricos ni costumbres sociales y religiosas, por lo que las únicas referencias históricas de su existencia se encuentran en “La Guerra de las Galias” (50 A.C.) del romano Julio César y “Geografía” (7 A.C.) del griego Estrabón. Con el advenimiento del cristianismo, en el siglo V D.C., esta práctica ritual terminaría por prohibirse y extinguirse al igual que otros ritos paganos de exaltación y veneración a los antiguos dioses celtas y la Madre Tierra, como consecuencia de la pugna entre ambas religiones.
Una temática bastante desconocida y, ciertamente, original fue la que el escritor y guionista Anthony Shaffer presentaría al actor Christopher Lee y al productor Peter Snell (“Operación: la Isla del Oso”, 1979), a partir de una historia basada en la novela “Ritual” (1967) de David Pinner, y que sería finalmente producida por la British Lion (“I, monster”, 1971), a instancias de Snell, tras algunos ajustes narrativos. Christopher Lee, convertido en una leyenda vivienda del cine de terror británico, se sentiría especialmente interesado por el proyecto, ya que deseaba alejarse un tanto de su trabajo en el terror gótico británico de monstruos y terror explícito, que lo habían catapultado al estrellato.
Así que Lee y Shaffer comprarían los derechos de la novela de Pinner por £ 15,000, mientras Snell contactaba al novel director Robin Hardy para que guionista y realizador se abocaran a la labor de investigar varios aspectos de las religiones paganas celtas, incluyendo una serie de tradiciones reales como el Festival de Mayo o Beltane, la Danza Morris y otros bailes rituales, procesiones de máscaras y, por supuesto, el ritual en el Hombre de Mimbre, principalmente a partir del trabajo del antropólogo escocés James Frazer. No obstante, Shaffer tenía claro que el terror de lo que sería “The Wicker Man” (1973) debía reflejarse en uno de tipo implícito, más bien sugerente y abtracto, una clase de terror más intelectual, como señalaría en entrevistas posteriores.
Así, el guión de “The Wicker Man” (1973) se centrará básicamente en el conflicto ideológico de las creencias cristianas (católicas ortodoxas, para ser exactos) y las prácticas paganas de los habitantes de Summerisle, a inicios de los 70s. Sin embargo, señalar que se trata meramente de ello sería no hacerle justicia a la enorme habilidad narrativa de Shaffer y Hardy por retratar una historia de tanta riqueza iconográfica y visual, en donde como pocas veces en el cine británico de los 70s, con la aún vigente pero decadente hegemonía de la Hammer con su horror gótico, el espectador estará de acuerdo que el fondo termina por imponerse a la forma.
Por lo mismo, “The Wicker Man” (1973) ofrece más de una lectura narrativa. En primer lugar, el film se desarrolla en una remota isla de la inhóspita Escocia, en donde evidentemente el guionista hace hincapié en la forma cómo las prácticas neopaganas se han beneficiado -como en los albores del cristianismo- de la lejanía e inaccesibilidad del enclave para reflotar los antiguos cultos celtas, sacándolos de un supuesto estado de letargo o supervivencia clandestina, pero además la ostentación de poder regirse bajo sus propias reglas, aunque en la práctica la isla deba someterse a la autoridad real. De esta forma, Shaffer esboza la teoría de que el paganismo nunca fue completamente destruido y erradicado de las islas británicas principalmente por su situación geográfica remota y por su rebelde esencia de coexistir muy a pesar de la intolerancia y violencia de otras creencias, pregonando orgullosamente que en realidad sobrevivió inteligentemente al cristianismo por medio de un proceso de sincronismo, lo que habría permitido conservar sus bases ideológicas, para poder “resurgir” en el momento adecuado.
En segundo lugar, el guión ahonda en este resurgimiento del paganismo en Summerisle por una cuestión pragmática y necesaria que termina favoreciendo la producción y abastecimiento local, así como el comercio con las zonas aledañas, porque responde inequívocamente a la forma natural en que el hombre asimiló su relación con la naturaleza en los albores de la Humanidad. Durante los tensos diálogos del sargento Howie y Lord Summerisle, éste último explica al intolerante policía que el resurgimiento económico de la isla se dio de la mano del resurgimiento de las antiguas prácticas paganas, a partir de la visión de su abuelo, seguida por su padre y él, reflejado en una convivencia religiosa fuertemente anclada a la importancia del ciclo natural de la vida y la relación del hombre con la Madre Tierra.
En tercer lugar, Shaffer expone el extremo ideológico de ambas religiones, principalmente en las figuras de sus dos antagonistas, el sargento Howie y Lord Summerisle. El primero es un católico recalcitrante, intolerante, creyente en la castidad y la autoridad de la Reina, de la Iglesia Católica y la de su cargo, mientras que el segundo es un hedonista pragmático, que a pesar de la evidente anarquía que puede suponer la cosmovisión pagana de la existencia, no necesita imponer de forma violenta su autoridad, porque para los isleños representa el liderazgo innato inherente a su casta familiar. Ambos representan una forma absolutamente distinta de ver el mundo, y en el film los ásperos intercambios verbales entre ambos, Howie con una prepotencia y fanatismo que abruman y Summerisle con una empática conducta cínica, al derribar los “argumentos” ideológicos del policía que cuestiona las tradiciones paganas de la isla.
En cuarto lugar, el guión explora la importancia de la educación y el entorno. Propone la tendencia intrínseca del hombre de aprehender una forma de vida que se ajuste a sus propias percepciones del mundo, rechanzando la existencia de otra forma que sea esencialmente diferente, catalogándola de absurda, inaceptable y abominable. Ello se relaciona directamente con nuestro instinto gregario, es decir la necesidad de pertenecer a un grupo social y la búsqueda y concreción de prácticas y conductas que nos identifiquen individual y colectivamente. “The Wicker Man” (1973) está plagado de escenas simbólicas de este tipo, desde actos sexuales de los lugareños en el cementerio a plena luz del día, ritos de fertalidad con arbustos de los cuales cuelgan cordones umbilicales, animales que suplantan cadáveres en los féretros, hasta danzas cuyos participantes están desnudos y donde saltan sobre el fuego.
Y, en quinto lugar, encontramos la perspectiva crítica de Hardy, que a pesar de que pareciera sentir más simpatía por la postura pagana, por el desenlace, se muestra bastante más ambiguo a la hora de tomar partido. Y es que a pesar de que Hardy propone el debate ideológico, en la práctica, asume una postura ambigua y bastante equilibrada sobre los principios dogmáticos de cada corriente religiosa. Básicamente, podemos hacer esta lectura cuando Howie, que durante todo el metraje se niega a renunciar a sus creencias para abrazar el hedonismo de los habitantes de Summerisle, reflejado principalmente en la tentación carnal que supone Willow, la hija del tabernero, cumple con uno de los principios más elementales de su religión, ofrecer su vida antes de negar sus creencias. En ello podríamos señalar que el director regala una velada ironía sobre el destino del policía, a través de la concreción natural de los hechos, en la que los paganos terminan realizando sus sacrificios humanos para solicitar el favor de los dioses y los católicos terminan sacrificándose como mártires de su ideología. De esta forma, el supuesto triunfo pagano no es más que la culminación de un proceso prácticamente natural entre dos fuerzas que se enfrentan y en el que uno termina por imponerse por cuestiones francamente pragmáticas.
Otro de los grandes méritos de Hardy en “The Wicker Man” (1973) es su capacidad para despertar diversas sensaciones en el espectador, como escepticismo, empatía y antipatía, y compasión. En la mayor parte del film, Hardy logra introducir al espectador en un mundo prácticamente onírico, en donde no se sabe realmente si las situaciones que vive el sargento Howie son reales o parte de su imaginación, escenas que se dan en escenarios en donde parece no haber pasado el tiempo, sensación notablemente reforzada por la gran fotografía de Harry Waxman que captura el carácter indómito y remoto de Escocia, en especial en las inmediaciones del cementerio celta así como los roquerios y la colina en donde se emplaza el imponente Hombre de Mimbre.
“The Wicker Man” (1973) se rodó entre septiembre y noviembre de 1972, en los pueblos escoceses de Gatehouse of Fleet, Newton Stewart, Kirkcudbright, Plockton y Cretown, en donde para simular el ambiente veraniego que se ve en el film, se utilizaron tanto frutas como flores de utilería. Además, para el remoto enclave costero de Summerisle, se grabó en la Isla de Skye y se usó el Castillo de Culzean, en Ayrshire, siempre en Escocia. De la misma forma, Hardy ordenó la construcción de tres estatuas de mimbre, construidas en Inglaterra, enviadas por separado y rearmadas en Escocia, dos de las cuales fueron quemadas durante la filmación del clímax y una tercera que fue llevada al Festival de Cannes de 1973.
El film cuenta con actuaciones altamente eficientes, en especial de sus protagónicos, Edward Woodward (“The Equalizer”, 1985-1989) y Christopher Lee. Woodward tiene una actuación realmente brillante como el estricto y fanático sargento Howie, que logra rápidamente captar la antipatía del público, logrando diferentes registros de actuación, además, como el creyente fuertemente tentado, el justicieron incomprendido y finalmente la víctima sacrificada. Por su parte, Christopher Lee, que llegó a decir en una entrevista posterior que su interpretación de Lord Summerisle es su favorita, otorga la elegancia y seriedad necesaria que un proyecto alternativo como éste (ajeno al terror explícito de la Hammer) requería. Para el eterno Conde Drácula, “The Wicker Man” (1973) se convertiría en un proyecto más que actoral, ya que participó de la compra de los derechos de la novela, como ya señalé.
El reparto secundario funciona eficiente y principalmente por la tríada femenina compuesta por la sueca Britt Ekland (“Get Carter”, 1971; “James Bond 007: El hombre de la pistola de Oro”, 1974) como la hermosa y lasciva Willow, hija del tabernero; la australiana Diane Cilento (“Tom Jones”, 1963) como Miss Rose, que sostiene interesantes diálogos con Howie sobre la educación pagana; y la diva polaca Ingrid Pitt (“The Vampire Lovers”, 1970; “Countess Dracula”, 1971) como la bibliotecaria de Summerisle. Completan el reparto, Lindsay Kemp (“The Vampire Lovers”, 1970) como el tabernero Alder McGregor; Russell Waters (“The devil rides out”, 1968) como el capitán del puerto; y Audrey Morris (“A clockwork orange”, 1971) como el jardinero/sepulturero de la isla.
Hardy bromeó en una oportunidad que “The Wicker Man” (1973) era, en realidad, un thriller musical de horror. Ciertamente, la música incidental, así como sus segmentos cantados del film constituyen uno de sus elementos más emblemáticos y personales, regalando las más emblemáticas postales visuales del film, como la llegada de Howie en avión, el baile de Willow en la taberna y su baile erótico, las danzas de Mayo y el ritual de saltar el fuego de las niñas vírgenes, la procesión y, cómo no, la quema del Hombre de Mimbre -una de las escenas más brutales y, al mismo tiempo, más icónicas de la lucha ideológica que el cine británico ha dado-, que Paul Giovanni musicaliza de gran forma recurriendo al folclore celta y medieval, con canciones locales y otras de su autoría.
“The Wicker Man” (1973) ganó el primer premio del Festival Fantástico de París de 1974, y el premio Saturn a la mejor película de horror en 1978. La prestigiosa revista fílmica Cinefantastique la catalogóm como “Ciudadano Kane” de las películas de horror, y la revista Total Films la ubicó en el sexto lugar de las mejores películas británicas de todos los tiempos, en 2004. Lamentablemente, en 2006, Neil LaBute estrenó un paupérrimo remake de este gran film, con Nicolas Cage en el protagónico, transformándose en uno de los peores bodrios de la década.
En resumen, un enorme film cuyo mayor mérito es proponer una clase de horror que se construye a partir de la misma naturaleza humana, intolerante y extremista en las concepciones de mundo de cada cual, y donde la línea que separa la realidad de lo onírico es muy delgada, tan así que el espectador se preguntará si esta historia es real y necesariamente de ficción.
No hay más, esta es la única pelicula y la mejor y no la porquería que hicieron con un tal NIcolas Cage para acabarla de fregar.
Aun en estos tiempos, la narración conserva cierto misterio y encanto que le van afianzando más con el paso de los años, y más aun con los maestros de la actuación como son el veterano Edward Woodward y el gran mago del horror como es el señoron Christopher Lee en plena forma y más aun la belleza vamprica de Ingrid Pitt.
Altamente recomendable.
Estupenda película que tenia muchísimas ganas de ver y que por fin encontré el otro día, y me dio la alegría.
Me ha encantado de principio a fin, tanto en ambientación, trama y actuaciones en general, el papel de Cristopher Lee de lo mejor.
Eso si, las canciones me han tomado por sorpresa, algo que no esperaba después de haber visto el remake de Nicolas Cage, que de verdad no le llega ni a la suela del zapato al original. Pero sera que estoy acostumbrándome a los musicales, que no me han parecido fuera de lugar, de hecho ayudan muchísimo a la ambientación de la pelicula.
Recomendadisima.
Para homenajear a Sir Christopher Lee tras el fallecimiento del actor, decidi ver, por primera vez, uno de sus clasicos mas aclamados: The Wicker Man.
La pelicula y su trama son muy interesantes, hasta atrapantes. Hermosa fotografia, escenarios espectaculares y poeticos. La actuacion del protagonista es buena, pero es superada por las actuaciones de Lee y los demas habitantes de la isla.
Otra cosa a destacar es el impactante giro de tuerca. Eso nadies se lo esperaba.
Lo mas interesante de esta clasica cinta para mi es que es bastante fuerte para la epoca en que se hizo.
La unica falla que le vi son los numeros musicales, pero solo eso.
9.5/10.
Pelicula curiosa, entre lo que mas extraña ver son las escenas de sexo anal en media calle y que en las escuelas enseñen a las niñas lo bueno que es el pene, no es broma, es parte de la trama lo cual no habia visto hasta ahora.
La trama es poco previsible que se reduce en un ingles casi con lupa resolviendo un caso. Los actores...no son malos, de hecho son naturales pero la trama se presta para que parezcan bobos. El personaje mas curioso (repito mucho esta palabra refiriéndome a esta cinta, pero lo es) es el inspector ingles (protagonista), se supone que es el bueno del cuento, pero tiene unos arranques raros como llamar ¨salvaje¨ o ¨herejes¨ a quien no sea cristiano, andar restregandoles a los lugareños que su Dios es el Verdadero Dios y ademas andar de arriba a abajo por el pueblito amenazando y allanando hogares... me da la ligera impresion que si este inspector ingles hubiese llegado acompañado por una tropa con sus mismas creencias el mismo hubiera asesinado a todos los habitantes de la isla ¨en nombre de Jesus¨ ... cuesta sentirse mal por el al final, es como un ¨fanaticos religiosos vs fanatico religioso¨.
Calificacion 9, obra de arte es en fotografía, en musica tradicional (no asi con otras de disco que ni venian al cuento) en crear atmosfera de un pueblo donde todos estan locos de remate, pero lo que decae es en los puntos que cite, aparte que la trama es medio simple no se, como si se hubiese podido contar en 40 mins.
Lo mejor? aparte de los paisajes de la isla, el baile erótico de la rubia desnuda contra la pared, natural natural. Esta cinta es infinitamente mejor que sus 2 penosos remakes, de eso no hay duda.
Tras la noticia del fallecimiento de Christopher Lee, me dispuse a ver alguna de sus más emblemáticas obras empezando por la aquí presente. Pero a veces nos encontramos sorpresas en forma de decepción.
No esperaba nada de ella ya que desconocía totalmente su argumento, pero puedo asegurar que no es una película de terror.
Si contamos que la película dura cerca de la hora y media, parcialmente esa media es un musical. Desde su comienzo, la banda sonora está muy poco acertada para después convertirse en canciones cantadas por los lugareños.
La verdad es que resulta muy plomizo estar viendo bailes y escuchando a los pueblerinos cantar. Se que forma parte de la ceremonia de sus creencias, pero es evidente que llega a ser soporífero.
Las actuaciones no pasan de ser regulares. Destaca su protagonista ya que la atención se centra en él, pero Edward Woodward no cumple las expectativas. No transmite nada, ni cuando enloquece al encontrarse paganistas celtas practicando y enseñando su religión, la cual no admite en sus creencias católicas conservadoras.
Christopher Lee, Ingrid Pitt o Britt Ekland, artistas de renombre en el reparto, tienen un papel secundario, breve y al que no terminan de dar demasiada importancia, salvo Lee quien es el dueño de la isla, y aún así....
Sinceramente la película no me ha resultado atrayente en ningún sentido. Replico sobre su banda sonora, la cual es detestable. Actuaciones regulares con grandes artistas de por medio. La historia sin profundidad, carente de imaginación y demasiado enrevesada para contar tan poco. Pudo ser mejor aprovechada sin duda.
Lo más destacado son las localizaciones de rodaje en Escocia, una auténtica maravilla. Y su magnífica fotografía, aunque es evidente con tan bello paisaje....
También su temática me resultó de mi agrado. Una lastima no haberle sacado más partido a los ritos y ceremonias celtas.
Una pelicula de serie B de la que no esperaba mucho, pero que me ha parecido bastante original.
El tema del que la pelicula trata es sobre un policia catolico (y practicamente fascista) que viaja a una remota isla privada, para investigar la desaparicion de una niña, a la que pronto cree muerta. La interpretacion del protagonista esta bastante bien llevada y muestra que en el fondo es buen investigador.
Me ha gustado la fotografia por su originalidad, aunque bien es cierto que en ocasiones se hacia un poco cargante.
Otro tema a tratar es la banda sonora, con las canciones mas delirantes interpretadas en un film.
La pelicula cuenta con un gran villano, interpretado por el gran Christopher Lee, quien consigue poner en duda al protagonista en varias ocasiones.
Es una buena pelicula de terror, para los amantes de la Hammer y la serie B.
¨El hombre de mimbre¨ se podría definir como una película inclasificable, por diferente, única, por esa mezcla de géneros con el terror como punto de unión, por el tema que trata y por como lo trata. Una joya que debe ser vista al menos una vez.
Esoterismo y exoterismo. La creencia en los antiguos dioses, de tradición más liberal, cercana a la naturaleza y que rinde tributo a la tierra, al mar, al sol, al sexo... y la creencia del cristianismo, alejada de todo lo anterior, monoteísta y que sigue las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Poco tienen que ver una con la otra.
La primera la representa el pueblo, con escuelas aprendiendo a los niños los entresijos del sexo, parejas practicándolo al aire libre, mujeres desnudas en bailes de invitación y canciones que podrían considerarse obscenas. También hay ofrendas a los dioses y fiestas en su honor, incluyendo sacrificios, para tener una buena cosecha, entre otros rituales.
El segundo está representado en el policía, un cristiano devoto en extremo. Su actitud es en todo momento de enfado, escandalizado por las costumbres del pueblo, por su conducta pagana. Tan cerrado se encuentra en sus creencias que hasta lo pasa mal, y arde en deseos de juzgarlos y encerrarlos a todos por perturbados. Para él es todo una blasfemia, gente fuera de lugar que han dado la espalda a la Biblia y viven en pecado.
El choque de ambas creencias lo utiliza la película para desarrollar muchos temas. En un primer momento, la absoluta falta de sentido del cristianismo (y junto a él, otras religiones similares), imponiendo normas absurdas, prohibiciones y enseñando una fe ciega en Cristo, que en un instante de la película llega a ser definido como ¨el hijo de una virgen fecundado por un fantasma¨. Más adelante, la película generaliza y deja a todas las religiones al mismo nivel, con doctrinas que convierten a sus seguidores en fanáticos estúpidos, ciegos y, en cierta forma, con cierto grado de maldad disfrazada de locura. Entre lo absurdo y el horror.
En otro ámbito, se podría analizar el choque entre culturas y la intolerancia ante creencias o tradiciones ajenas a las nuestras. El oficial no se para ni por un instante en intentar comprender a la gente del pueblo, le producen rechazo desde el principio, se encierra en banda y, con ello, encierra su mente. Su actitud hará que poco a poco caiga mal al espectador, a pesar de ser el protagonista. También podemos apreciar un tercer cara a cara en esta lucha: la vida rural contra la vida de ciudad.
La trama gira en torno a la desaparición de una niña y la pertinente investigación, un macguffin muy inteligente. Desde el principio la película se llena de símbolos, pistas y otros pequeños detalles de significados puestos del revés en el desenlace, demostrando un guion muy hábil. El clímax final es de puro horror, una escena alargada en sufrimiento, donde la peor cara de las religiones se une en una sola, el sacrificio, la crucifixión. Tremendo.
Finalizo destacando algún que otro aspecto de la película. Los actores están genial, Edward Woodward como el serio y antipático investigador, Christopher Lee en contadas e hipnóticas apariciones, y un buen puñado de guapas actrices entre las que cabe destacar a Britt Ekland, que tiene un baile de alta carga sexual, en tormento del policía. La música es un pilar fundamental, compuesta por melodías que evocan el folclore celta, y que en varias ocasiones son interpretadas por los habitantes del lugar, dotando a la película de un extraño matiz de musical, lo que es otro elemento inusual en una película de terror, pero queda bien, y son canciones pegadizas (incluso hilarantes, por su contenido de abierta sexualidad y fondo un poco perturbador). La fotografía es espectacular, creando esa atmósfera de naturaleza agobiante difícil de describir. Es una película de bajo presupuesto y se nota, pero ello hace valorar más si cabe todos los elementos.
Atípico film de terror, de historia profunda y marcada temática religiosa. De visionado esencial.
Para mi una película de culto, excelente ensayo cinematográfico, que da catedra para esa pelis con vuelta de tuerca o ese terror insinuante, bien logrado, perturbador, inteligente. Adopta genialmente los cultos paganos, creando una historia deslumbrante, con geniales actuaciones, especialmente la de Cristopher Lee, como Lord Summeisle, pero no quedándose atrás el policia Howie, interpretado por Ed Woodward. En fin, solo recomendarla a cualquier fanático del cine de terror, que en esta peli bebe mas del lado psicológico, extraño, pero también real, según la perspectiva desde donde se mire.
Aplausos de pie para Robin Hardy y esta joyita, y por favor abstengase del remake de 2006 con Nicolas Cage.
Primero e de recomendar este film en su idioma original, de entrada por que las actuaciones son sensacionales, segundo porque es un musical y aunque no quisieras te pegaras la mitad de la cinta leyendo subtítulos y tercero por que el policía, (Edward Woodward) hace una actuación digna de ver tal es así que sus expresiones y su indignación en ese lugar pagano solo puede ser totalmente disfrutado cuando escuchas tal cual lo interpreto ese hombre.
El film me encanto sinceramente, no me hacen mucha gracia los films musicales, pero este a diferencia de otros el cantar no parecía forzado es mas era un personaje mas de la peli, porque la locura de los fanáticos de la región daban pie totalmente a ponerse a cantar ya fuera a la hija del tabernero, a por los días festivos, las enseñanzas locas del colegio, ( realmente esta canción con el árbol, se me metió tanto en el cerebro y la tarareee tanto que poco mas y pierdo a mis amigos que no me soportaban de tanto oírla), que y esta entre comillas ¨el baile de Willow¨, la actriz Britt Ekland, mira que el film tiene sus años y no veas la escena erótica que se monto con el cantar y el bailecito, nunca dar palmas a las paredes me resulto tan sexy quien me iba a decirlo.
Como escena memorable, mencionaría sin lugar a dudas el hombre de mimbre en su recta final, increíble el como lo diseñaron, el desenlace de la trama con el engaño del oficial, de verdad que uno no sabe que pensar de la desaparición de la niña y el comportamiento del pueblo hasta que llega al final de la película, y como dato curioso es la primera vez que veo que el protagonista muere por ser virgen y no todo lo contrario en serio es una regla no escrita en los films de terror y que aquí te dan el golpe y uno acaba pensando en ese momento, porque no te fuistes a la habitación de Willow cuando te daba palmaditas en las paredes mientras te tentaba con cantos de sirena, todo hombre habría caído y por uno recto que nos sale se lo cargan por eso sinceramente magnifico, hasta el tema de que todos se dejaran mangonear por el oficial te lo explican bien al final ni un cabo suelto deja esta obra.
Por cierto increíble también como siempre Cristopher lee y mas aun verlo en falda escocesa y con ese pelucón, además también canta y sonríe todo el rato un cambio de registro que llevo de manera impecable.
Como dato final me sorprende lo liberal que fue la película para su época y los temas que llego a tratar, desde el libertinaje a las diferentes religiones e incluso a las enseñanzas de lo que es un miembro masculino en un colegio femenino, (y de la manera que lo enseñaban todo sea dicho).
P.D: ahora Levantaos de vuestro asiento cerrad la puerta de vuestra habitación y cantad conmigo moviendo estúpidamente los brazos, bien todo hecho pues empecemos ¨ y en ese árbol había un brazo y de ese brazo creció una rama y de esa rama había un nido y en ese nido había un huevo y en ese huevo había un ave y de ese ave una pluma salió y de esa pluma salióoo una camaaaaaaaa.
Y sobre esa cama había una joven y sobre esa joven había un hombre y de ese hombre salió una semilla y de esa semilla salió un niño y de ese niño salió un hombre y para ese hombre había una tumba y de esa tumba creióooooo un árboooooooooooooooooooooooooool.
jajajajjaja de nada por la letra ya me odiareis cuando os dejen vuestros seres queridos y estéis tarareando una y otra vez y para los mas hardcores probadla en ingles y a ser posible con la música de fondo, ya vereis lo que dura vuestra cordura un saludo.
Quizás decir que es una obra maestra es hablar muy alto, pero lo que esta claro es que es una película distinta y que no deja indiferente a nadie, para que luego digan que solo del cine americano salen producciones así.
Terror, lo que es terror no tiene, no hay sustos, no hay fenómenos paranormales, no hay criaturas fantásticas, pero tampoco le hace ninguna falta, la sola introducción a esa religión ficticia pero sumamente interesante es motivo más que suficiente para animarnos a acompañar al protagonista, por todos los rincones de la isla intentando descifrar un misterio en el que parece que todos son cómplices.
Puede que haya partes más pesadas, de hecho la primera mitad tiene un ritmo de canciones por encima de lo tolerable, pero según avanza no solo desaparece cualquier ápice de aburrimiento sino que hasta incluso los temas musicales se vuelven disfrutables, tanto que hasta se te quedan grabados en la mente como la canción con baile de la hija del tabernero.
Actuaciones muy buenas, que aunque la de Lee por supuesto no decepciona hay que reconocer el mérito de Edward Woodward como policía cristiano cansino, pocos hubieran interpretado ese papel tan correctamente como para que el espectador acabe odiando al propio protagonista.
Lo dicho, probablemente no sea una película de diez, pero si es una pequeña joya que merece la pena ver al menos una vez en la vida.
El hombre de mimbre es una de las mejores peliculas inglesas que hay!
LLena de suspenso y tension. La pelicula es puro clima, ahi en esa isla tan rara donde los habitantes son cada uno mas extraño que el otro. Todo te genera mucha intriga, y mientras tanto el policia que es el unico ¨racional¨ va de aca para alla.
Christopher Lee esta excelente en su papel.
Es verdad que que quizas la parte de los musicales queda medio colgada y esten demas, pero no le baja ritmo al desarrollo del film.
En general muy buenas actuaciones, y un final sublime!
Muy recomendable para comenzar a ver cine ingles.
El hombre de mimbre es un British horror films de los setenta,con muy buenas actuaciones,música y guion.No tiene grandes fx,por no decir ninguno,pero tiene un buen guion que el cual te engancha e intriga desde el principio de la película,con momentos de humor negro.La película critica el fanatismo religioso,ya sea pagano o de otra religión.Estan muy bien los momentos en los que los habitantes de la comunidad salen cantando,parece un musical,recomiendo verla si podeis con los subs forzados para entender la letra.En ciertos momentos parece que la pelicula es un musical.Esta versión es mucho mejor que su versión moderna a pesar de contar con la actuación de nicolas cage y ser mas oscura y adulta.Le doy un 9
Críticas: 72
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ivankiller
9
No sé si llamaría sutil al terror de Wicker Man. Desde el momento en que nuestro devoto cristiano llega a la isla, te hacen saber lo extraña que es la gente del pueblo, actuando como si estuvieran vinculados entre sí y viviendo bajo las reglas naturalistas de Summersisle, reglas que la mayoría de las culturas y sociedades llamarían degeneradas, un libertinaje.
Una vez que descubras sus motivaciones y creencias, no es difícil imaginar cómo concluira esta historia.
Wicker Man destaca mas por el encantador camino hacia el climático final, una cinta llena de canciones pegadizas y divertidas, excelentes actuaciones y que circula sobre el intrigante conflicto entre dos filosofias y formas de vida extremas y completamente opuestas, con una constante sensacion de incomodez, un tono cómico y filmado bajo una hermosa ubicación.
*Vi el ¨Final Cut¨
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