Fabrizio de Angelis, director italiano creador de la saga “Karate Kimura“, (conocida saga que no venía a ser más que una copia descarada de “Karate Kid“), también dirigió en esa misma época esta “Karate Rock“, también del mismo estilo, y que confundió a las distribuidoras españolas de tal manera, que aquí salió bajo el título de “Karate Kimura 3“, metiéndola como parte de la saga, y haciendo un lío tremendo con la numeración de las siguientes secuelas.
La peli... pues os podéis imaginar. Chico nuevo en el pueblo, problemas con los guays del insti (que en algunos momentos parecen personas totalmente normales, y en otros son unos verdaderos matones, según convenga al guión), entrenamiento de parte del asiático de turno, y ajuste de cuentas.
La misma historia mil veces vista, repetida, de nuevo, otra vez. Digamos que aprueba, porque tiene “lo básico“, pero no pasa de ahí.

Genial. Me siento orgulloso de que una película de este calibre se haya hecho en este país. Por fin cine sobre culturas antiguas de nuestra tierra, que hay muchas, muchas fábulas y leyendas por contar. Por fin menos Guerra Civil y más espada y brujería.
Una película que se sale de los cánones establecidos por estos lares y nos trae una épica historia de tiempos pasados, donde la historia se mezcla con el folkore popular, en una época donde el cristianismo aún no estaba tan arraigado y aún existían ciertas creencias e ideologías populares a los que los ya nombrados cristianos llamaban “cultos paganos“.
Una historia llena de magia, de criaturas de los bosques, de choques culturales, con bastante acción, efectos visuales para quitarse el sombrero en una producción “made in Spain“ y un guión emotivo y lleno de sentimiento y respeto por la naturaleza y la tierra.
A mí, al menos, me ha parecido magnífica.

Una de esas películas que “todo el mundo ha visto“, y yo, como de costumbre, tenía pendiente. Parte comedia romántica, parte comedia en general, con una idea distinta y que resulta inesperadamente interesante, y con dos grandes féminas de la actuación, como son la preciosa Anne Hathaway y la genial Meryl Streep, que hace un papelón tremendo y lleva todo el peso de la película.
Lo más curioso es que, una peli de este calibre, y tan conocida, una vez que por fin la he visto, no me ha parecido tan divertida... osea, tiene sus momentos, pero creo que se podrían haber currado mucho, mucho más algunas escenas, porque la idea, la verdad, es muy buena.
Aún así, una peli que entra muy bien y hasta se disfruta, aún siendo bastante light.

Un repaso a la historia de una de las bandas más grandes de punk que ha dado este país.
Centrándose, cómo no, en su cantante Evaristo, que es la persona en la que uno piensa, cuando piensa en el punk español, por su tremendo carisma, el documental dedica gran parte de su metraje a sus reflexiones y sus recuerdos desde el inicio de la banda.
También interviene bastante su bajista, entre ambos recordando a su fallecido batería, razón por la cual la banda decidió separarse después de tantísimos años.
Me quedo un poco con las ganas de que se hubiera hablado también de los proyectos en solitario de Evaristo (Gatillazo, cómo no), pero al mismo tiempo entiendo que, si es un documental sobre La Polla Record, solo se hable de esta banda.
Muchas imágenes de archivos, canciones completas grabadas en distintos conciertos y épocas... la verdad es que se disfruta bastante.

Un thriller lleno de acción y con una ambientación muy currada, que llevaba bastante tiempo pendiente de ver y al que por fin le he dado su oportunidad.
Protagonizado por Ryan Gosling, haciendo el papel de un hombre un poco “sociópata“, demasiado callado y con una forma de ser curiosa, la película nos presenta a un personaje que en un primer momento puede recordarnos al protagonista de “Transporter“, para después ofrecernos una trama que toca los robos, las mafias, los ajustes de cuentas y la venganza.
Mucha acción, buenas escenas de persecuciones y una historia interesante, donde además destaca su banda sonora con temas de retrowave que nos transportan a los 80, y sobre todo con una fotografía y unas iluminaciones geniales en ciertas escenas.
No está nada, nada mal.

Un documental que cuenta la historia de la empresa Midway/Williams, una de las más importantes en la creación de videojuegos para arcade en los 80-90 y principios de los 2000.
En bastante interesante, al ser una historia en la que no estoy muy metido, tiene multitud de anécdotas y cosas interesantes, y se aprende mucho de como fue todo ese boom en aquellos años, aparte de ir directo a la nostalgia, por haber vivido esa época de las recreativas de primera mano.
Eso sí, si de algo hay que quejarse, es de lo típico en este tipo de documentales made in USA: del excesivo enaltecimiento de lo suyo, y ningunear lo de fuera. Y es que, aunque esta empresa creó algunos juegos muy muy famosos, como el Mortal Kombat, en la vida le llegaron a la suela de los zapatos a las empresas japonesas, líderes desde siempre en el tema de videojuegos, y es que me parece fatal que se hable de todo este mundillo sin nombrar ni de paso tantos cientos y cientos grandes juegos made in Japan, y es que solo nombran el Street Fighter.
Aún así, es un buen recorrido por los logros y derrotas de esta empresa que tanto hizo por el mundillo de los videojuegos.

Buster Keaton vuelve a la carga, en esta ocasión interpretando a un inteligente estudiante recien comenzando la universidad, donde la chica que le gusta le hace replantearse que los deportes no son tan odiosos como él los considera, si es que quiere tener alguna oportunidad con ella.
Película cortita pero bien aprovechada, donde vemos a Keaton liarla parda una y otra vez probando todos los deportes que se le ocurren. Las risas están aseguradas.
Sin ser una de sus mejores películas, lo he pasado genial viéndola, siendo realmente entretenida y divertida. Este hombre no falla.

Pese a que el título lleve al error, esta película está más dentro del “cine de robos“ que del “cine de mafias“.
Tenemos a un peligroso asesino que acaba de salir de la cárcel con información jugosa sobre una exposición de joyas multimillonaria, y decide aliarse con una pequeña familia mafiosa italiana afincada en Francia para planear un robo. Pero un sagaz inspector de policía le sigue los pasos de cerca...
Es una película de lo más entretenida, con sus buenas dosis de acción, su planeamniento del robo por un lado, las pezquisas de la policía por otro... la verdad es que se hace interesante y tiene una parte final bastante decente.

Pues me esperaba yo bastante más de esta comedia romántica protagonizada, por un lado, por Tony Curtis y Natalie Wood, y por otro por Henry Fonda y Lauren Bacall... con este reparto, y buenas críticas, creía que las risas contínuas iban a estar aseguradas, y no ha siso así.
A ver, tampoco es que sea mala película, pero me ha parecido más “simpática“ que divertida como tal. Típica comedia de confusiones entre parejas que dan lugar a un caos que va creciendo poco a poco hasta que explota.
Y es ese momento, la explosión, lo que hace que valga la pena la película entera. Toda la larga escena de la persecución es genial, eso hay que decirlo. Y consigue sacarte risas, sí señor. Si durante toda la película hubieran mantenido ese nivel, hubiera sido tremenda.

No se si la historia de esta película es basada en hechos reales, o adaptación de una novela, o algo así, pero no me extrañaría.
Trata sobre la ocupación de un pequeño pueblo pesquero noruego, por el ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial. 800 personas, en su mayoría pescadores, tienen que aguantar a un batallón de 150 soldados armados, a la espera de, en algún momento, poder levantarse en armas contra ellos.
Es una película pasable, algo light (hay una prostituta de la que no se dice en ningún momento que lo sea, pero lo tienes claro, hay una violación con la que pasa lo mismo, los nazis son menos crueles de lo que uno esperaría...), pero con una bonita trama de resistencia ante el enemigo, aunque se tengan todas las de perder.
Una película algo lenta en su primera mitad, pero llena de acción cuando esta finalmente llega. No puedo decir que sea de mis favoritas del género, pero se deja ver y se disfruta.

Menuda genialidad de película. Me la había recomendado mucho un amigo que me conoce bien, y ahora entiendo por qué.
He pasado gran parte de la película riendo y disfrutando por todas las pequeñas subtramas que ocurren, los detalles, la curiosa forma que tiene este director de hacer su película, los encuadres fotográficos... todo un descubrimiento este director, del que claramente pienso ver su filmografía.
Dirigida, protagonizada y con guión de la misma persona, Jacques Tati nos presenta historias comunes de un pueblo francés, que van ocurriendo alrededor de su protagonista, y sobre todo a él mismo.
Una película distinta y muy divertida, a destacar sobre todo la casa ultramoderna, que es un cachondeo constante. Prohibido perdérsela.

Las dos últimas películas que ví de Harold Lloyd, posteriores a los años 30, fueron un jarro de agua fría para lo que tenía acostumbrado ver de este gran actor. El cine sonoro no le sentó nada bien, la verdad, perdiendo buena parte de la gracia que tenían sus primeras películas.
Ahora me he visto esta, de 1928, que tenía pendiente, y me reafirmo totalmente en mis palabras. Su última película de cine mudo, y me lo he pasado genial viéndola.
Con una historia de lo más curiosa, montones de sketches divertidísimos, al más puro estilo de los que nos tiene acostumbrados este hombre (las dos escenas con vehículos, tanto la del taxi como la del tranvía son impresionantes e imposibles de grabar hoy día con los medios que tenían en esa época), todo esto mezclado con una historia de unión y resistencia contra el poder de las grandes compañías, hacen de esta película algo realmente digno de verse.

El bueno de James Stewart es, en esta ocasión, miembro de una empresa de “sondeos de opinión“, que por casualidad descubre una pequeña ciudad donde las opiniones medias coinciden con las de todos los Estados Unidos juntos, algo que podría revolucionar su trabajo, Pero con lo que no contaba, era con enamorarse de la ciudad, de los ciudadanos y ante todo, de una habitante de su “Ciudad Mágica“.
Personalmente, la trama de la película no me ha llegado demasiado, supongo que porque soy muy ajeno a todo el tema de encuestas de opinión, y de vivir en otra época donde, existiendo internet, las cosas son muy distintas. Digamos que la tecnología ha dejado totalmente obsoleta la idea de la peli.
También me pareció muy exagerado todo lo que pasa una vez se descubre el pastel, y en el fondo lo que me gustó fueron las diversas relaciones entre los personajes de la película.
Digamos que se puede ver, pero no consigue conquistar.

Una comedia romática clásica bastante conocida, pero por la razón que sea, a mí no me ha parecido la gran maravilla...
Encabezada por Rock Hudson, Tony Randall y Doris Day, se nos presenta una historia del típico malentendido que va a más y cada vez más hasta liarse bien gorda.
No es que me haya parecido una película mala, es entretenida y simpática, pero no ha conseguido hacerme reír tanto como esperaba, y es que las situaciones podrían haber sido más locas, todo queda bastante más light de lo que debiera.
También considero que en una buena comedia romántica, la química entre la pareja tiene que ser muy alta, y no me lo ha parecido ni de lejos.
En general, una peli correcta, pero para mi gusto, muy mejorable.

Tercera película de la llamada “Trilogía del Dólar“ de Sergio Leone, donde de nuevo repiten Clint Eastwood y Lee Van Cleef, acompañados por Eli Wallach en el trío protagonista, en una historia de casualidades y mala suerte contínuos.
En esta ocasión, ademas, no se nos presenta una trama simple de búsqueda del tesoro, sino que el periplo de los protagonistas chocará una y otra vez con la Guerra de Secesión americana, que está teniendo lugar mientras estos 3 forajidos, ajenos a la guerra, quieren hacerse ricos.
Y precisamente, el señor Leone hace una sátira contínua a esta absurda y horrible guerra que se convirtió en el episodio más negro de la historia de los Estados Unidos, con millones de muertos luchando por los ideales de los mandamases del momento.
Con una de las bandas sonoras más conocidas de la historia, obra de Ennio Morricone, y con unas actuaciones estelares de los 3 actores protagonistas, junto a una historia que da muchas vueltas (si de algo puedo quejarme, es de su exagerada duración para ser un western), pero que engancha lo suyo, estamos ante uno de las más grandes películas del oeste jamás creadas. Totalmente digna de verse.

Ví esta película ayer y creo que aún sigo asimilándola... y es que es difícil de digerir, no porque sea muy explícita, que no lo es, ni por tétrica, ni por terrorífica... no, nada de eso, creo que si tuviera que describir esta película con una sola palabra, sería “sórdida“.
Emerald Fennell, directora y guionista a la que conocí hace poco por otra controvertida película, “Barbie“, nos trae en esta ocasión una trama muy complicada de describir, que se mueve entre la intriga y la comedia negra y en donde, mientras estás viendo una historia que no tienes claro hacia dónde se dirige, de vez en cuando te encuentras una escena que te choca, y mucho, no quedándote claro si lo que estás viendo te está gustando o lo estás odiando.
Una película dura, pero como decía, no por su contenido general, sino por ciertos momentos que te hacen sentir realmente incómodo.
De cualquier manera, es una película que ves sin tener claro lo que te vas a encontrar y que no te deja indiferente. Y eso, ya es algo. No me arrepiento de verla, pero no se si la vería de nuevo.

Durísima película, menos conocida de lo que debiera, que se mueve entre el drama, el suspense y las películas de juicios, donde vemos la difícil lucha de una familia, recien llegada a un pueblo, para sacar a la luz el caso de un ciudadano ilustre de este, que está aprovechándose de niños.
La película tiene una ambientación curiosa, donde todo parece muy bonito y tranquilo, mientras se expone algo muy serio. Se podría decir que es bastante light, pero en cierta forma también desgarradora, pues el intentar que todo vaya por cauces legales, choca con el “qué dirán“ y las habladurías de las localidades pequeñas.
Como decía antes, considero que esta película debería ser mucho más conocida, e incluso debería exponerse en institutos y colegios para concienciar a la gente sobre peligros así.
Está bien lograda y consigue crearte un nudo en el estómago.

Opino lo mismo que en la anterior película que ví de este actor: el cine sonoro no le sienta nada bien. Las películas mudas de Harold Lloyd son un cachondeo, al nivel de las de Chaplin y Buster Keaton, pero con diálogos... decae bastante, la verdad.
En esta ocasión tenemos a un lechero que, por pura casualidad, acaba dejando k.o. al campeón del mundo de boxeo, y acaban contratándolo como boxeador, pese a que realmente no tiene ninguna dote para ello, excepto esquivar.
Es, hasta el momento, la película de este actor que menos gracia me ha hecho. Veo los sketches poco trabajados, demasiado forzados a lo cómico en ocasiones, y no ha terminado de convencerme, pese a hacer gracia en ciertas escenas.
Seguiré con la filmografía de este hombre hasta completarla, pero me da la sensación de que, a partir de los años 30, ya no es lo mismo.

Blake Edwars no tiró la toalla con respecto a su famosa saga, ni años después de la muerte del actor protagonista, e intentó resucitarla, como no podía ser de otra manera, sacándole un hijo secreto por ahí, interpretado por Roberto Benigni.
La idea, la verdad... salio regular. La peli viene a ser otro intento de hacer gracia con las mismas escenas de siempre, y aunque reconozco que en un par de momentos me hizo reír, considero que la película es totalmente innecesaria, con un protagonista que parece más tonto que “despistado y gafe“, que es como definiría yo al bueno de Closeau de Peter Selles.
Sketches repetidos, humor tonto más que otra cosa, y poco que destaque, pese a tener a Claudia Cardinale enseñando chicha. Peli olvidable.

Una película para amantes del ramen y de los gatos... tan absurda como curiosa.
Basada en una manga, como no podía ser de otra manera, cuenta la historia de un gato que busca su lugar en el mundo, y lo encuentra como cocinero en un restaurante de ramen. Y por medio, problemas familiares y tal.
Si la trama como tal es ya un sinsentido, el hecho de que los gatos protagonistas sean peluches lo hace aún más loco. Y no, no esperéis efectos visuales de los peluches vivientes ni nada de eso, esto está hecho a la vieja usanza, de la forma más barata y cutre posible, pero dando lugar a una película que al menos, se sostiene.
¿Me ha gustado o la he odiado?, pues la verdad es que no lo se. Hay momentos que me estaba pareciendo una tomadura de pelo, pero al mismo tiempo, siempre me gusta ver cine que se sale de lo normal.

Una de esas película cómicas de los 90 que supongo que ví, o medio ví en su momento (pues recordaba alguna escena), pero que nunca me puse a visualizar en serio. Y yendo de lo que va, sólo por la música, ya tenía que verla.
4 niñatos rockeruchos salidos y bastante drogatas, que quieren ver a los Kiss en directo y pasando por mil y una “aventuras“ para ello. Diversión y entretenimiento facilón, pero que no funciona mal.
Curioso ver como protagonista a Edward Furlong, “el niño de Terminator 2“, en una de las poquitas películas donde lo he visto actuar, aparte de la mencionada.
Una peli muy de su época, que mejor que la hubiera visto por entonces para disfrutar más de un humor bastante caduco hoy día. Lo mejor de todo, la banda sonora, sin lugar a dudas.

Estamos ante lo que podríamos llamar, claramente, una de las primeras muestras del humor absurdo en el cine. Con una idea que veríamos de nuevo al año siguiente en la famosísima “Sopa de Ganso“ de los Hermanos Marx, tenemos aquí una nación ficticia que es toda una locura. Pero a un nivel tremendo.
Con un humor que no es fácil de digerir, supongo que porque uno se espera cosas más lógicas y se encuentra con escenas incomprensibles, pero que poco a poco te va entrando cada vez más y no puedes sino divertirte y soltar más de una carcajada.
Con una trama de lo más original, unos personajes de lo más carismáticos, y momentos de lo más insano, es una comedia muy desconocida pero que te hace pasar un muy buen rato.

Comedia romántica que acaba siendo, además, una película de aventuras aéreas bastante chula.
Protagonizada por James Stewart y Joan Fontaine, nos cuenta la historia de una chica que no sabe lo que quiere en su vida amorosa... hasta que lo encuentra.
Y para ello, va a vivir una inesperada aventura que implica un cochambroso avión de transporte de mercancías, un grupo de pasajeros de lo más variopinto, y unas cuantas situaciones difíciles.
Divertida, entretenida, con más chicha de lo que uno esperaba en un principio... Bastante recomendable.

Italia, en un pequeño pueblo, después de la II Guerra Mundial. Un cura de derechas, y un alcalde de izquierdas. Y ya está el lío montado.
Una gran sátira a la política y a la lucha de clases realizada de manera bastante divertida, con 2 protagonistas que lo hacen realmente bien y situaciones que, más que menos, hacen gracia.
Basada en unas novelas del mismo nombre, “Don Camilo“ es una saga clásica de comedia política made in Italia, muy muy conocida en el país y hasta fuera de este, y que he disfrutado bastante en esta primera entrega. Seguiremos con ellas.

Zhang Yimou, director de peliculones como “Hero“, “La Casa de las Dagas Voladoras“ o “La Maldición de la Flor Dorada“, nos trae en esta ocasión la que es la última película “de su estilo“ hasta el momento, un wuxia que transcurre en una -supongo- ficticia región donde las ciudades de “Ying“ y “Yang“ se enfrentan.
La fotografía en la filmografía de este hombre siempre sorprende, y en esta ocasión nos ofrece una película donde todo, menos la piel de las personas y la sangre, es de color blanco o negro. Es curioso e interesante de ver, y eso, mezclado con una historia de acción, honor y venganza, la convierte en un film que, pese a haber pasado -hasta cierto punto- algo desapercibida, es digno de verse.
Es además, diría yo, la película más oscura de este director, siendo bastante violenta y seria.