No hay hechizo que salve a esta secuela de la mediocridad.
No me gustan los cuentos de hadas oscuros. Eso no me impidió amar a Suspiria, y esperaba en vano que Inferno lograra también encantarme, ya sea en el sentido emocional o mágico de la palabra.
Si bien ofrece un puñado de nueva información acerca de su historia, y su estética es sólida, ciertamente no llega al nivel de la cinta original. Ni en escenografía, ni en luces, ni siquiera en muertes y sangre.
Si Suspiria se basó en gran medida en esos trucos cinematográficos para sacar lo mejor de una historia simple, esta se basó aún más en esto, y terminó entregando menos.
Sin embargo, merece cierto elogio. Hay escenas donde me hizo pensar que ciertos personajes iban a ser los protagonistas en más de una ocasión, y me sorprendió que ese no fuera el caso. Por lo general, sé cuales personajes van a morir y cuáles no desde el principio.
También debo decir que ¨Mater Tenebrarum¨ es un gran tema musical. Hay un video en YouTube con esta canción y clips de la peli que me dieron ganas de auto-sabotearme para amar esta película... pero me resulta imposible.
El problema es que el ritmo decae mucho antes de que concluya la primera mitad, y va de regular a mal desde ahí, por lo que habrá que armarse de paciencia antes de ver esta película.
Algunas escenas son innecesarias. Su único propósito es mostrar ángulos y tomas de cámara elegantes, algo que gusta en un principio pero termina aburriendo. La mayoría de los personajes no me importaron y algunas escenas sufren de una edición incómoda. Estos pequeños desvíos se acumulan y hacen de Inferno una experiencia frustrante.
Pero el peor de los pecados es el final. Es una estupidez. 80 minutos hablando de un villano todopoderoso solo para que su enfrentamiento sea una broma. Es como si se hubiesen quedado sin presupuesto, fueron a una tienda cercana para comprar un disfraz de la muerte y luego decidieron prender fuego el sitio. Por supuesto que esto es mentira, pues luego del éxito masivo de Suspiria, a Argento lo que le sobrara era presupuesto, esto es simplemente un mal desenlace.
Boba Fett siendo derrotado por accidente fue una escena mucho menos tonta y decepcionante que esta.
Inferno tiene lo suficiente como para no ser completamente olvidable, pero a mi criterio, no llega a ser una buena película.
Casi al mismo nivel de suspiria que nunca fue de mi total agrado pero para su tiempo estaba muy lograda al igual que esta ahora aquí las muertes me han parecido muy buenas sangrientas y logradas para la época al igual que los efectos a eso le sumamos la genial ambientación con los tonos rojos.
Las actuaciones no me han parecido malas y algunas escenas por ejemplo el ataque de los gatos o el de las ratas hoy en día no da miedo pero para esos tiempos seguro si aunque reconozco buenos efectos no se ven mal hoy en día y eso es bueno.
En contra algo de su historia no llega a ser buena del todo y tiene ciertos momentos lentos la verdad toda esta trilogía no es de mi completo agrado pero reconozco tiene buenas cosas.
Magistral segunda entrega de la Trilogía de “Las Tres Madres” (1977-2007) del maestro del horror italiano Dario Argento.
La joven poetisa Rose Elliot descubrirá un horrible secreto en un antiguo libro de alquimia adquirido con un anticuario. Temerosa de lo que pueda sucederle, escribirá a su hermano que estudia música en Italia para que regrese a Nueva York antes de que sea demasiado tarde.
Tras el gran éxito del clásico sobrenatural brujeril “Suspiria” (1977), especialmemte en Estados Unidos, Dario Argento y su pareja Daria Nicolodi, guionistas del film, anunciaron la realización de dos entregas complementarias que conformarían la llamada Trilogía de “Las Tres Madres” (1977-2007), siempre basadas en la obra “Suspiria de Profundis” (1845) de Thomas de Quincey, secuela de su trabajo “Confessions of an English Opium-Eater” (1821). Sin embargo, si bien en “Suspiria” (1977) Argento y Nicolodi abordaban libremente la obra de De Quincey, en “Inferno” (1980) lo harían de una forma bastante más explícita con el objetivo de terminar de establecer y consolidar definitivamente el pequeño pero notable universo de brujería que “Suspiria” (1977) había presentado y que culminará en forma tardía “La Terza Madre” (2007).
El prólogo de “Inferno” (1980) es, claramente, una declaración de principios narrativos y estéticos de la trilogía misma, en primer lugar, por la exposición y lectura del poema en prosa “Levana and Our Ladies of Sorrow” de Emilio Varelli que establece definitivamente la existencia de las tres madres del mal, Mater Suspiriorum (“Madre de los Suspiros”, la más antigua de las tres), Mater Tenebrarum (“Madre de las Tinieblas”, la más joven y cruel de las tres) y Mater Lachrymarum (“Madre de las Lágrimas”, la más hermosa de las tres) y para las cuales él, como arquitecto y alquimista diseñó y construyó tres ostentosas residencias en Friburgo (Alemania), Nueva York (Estados Unidos) y Roma (Italia), desde donde llevan a cabo sus aberrantes prácticas y actividades.
En segundo lugar, y a manera de emulación de lo que sucede en “Suspiria” (1977), en “Inferno” (1980) nuevamente Argento propone el descubrimiento de la existencia del mal a partir del interés mortal de una joven mujer. Así, si en la primera entrega encontramos a Suzy Bannion, una bailarina con intenciones de perfeccionar sus estudios de danza en la prestigiosa Academia Tanz descubriendo en ella el hogar de la vieja “Mater Suspiriorum”, en esta segunda entrega lo haremos con Rose Elliot, una poetisa interesada en el esoterismo y la alquimia, que llegará a entender que habita en la misma residencia de la “Mater Tenebrarum”. De esta forma, en “Inferno” (1980) Argento explorará con total libertad, -y con ello me refiero a todo tipo de libertades, creativa y, por supuesto, narrativa- las posibilidades que le otorga la creación de una propia mitología arcana con desarrollos y alcances malignos en el presente, y que dan cuenta de la inmortalidad de un mal atemporal que se esconde y actúa con total impunidad desde las sombras.
En tercer lugar, el director de “L’uccello dalle piume di cristallo” (1975) explorará un mayor equilibrio de estilos narrativos en “Inferno” (1980), realizando un interesante ejercicio cinematográfico que combina de gran forma el esencial giallo “Rosso Profondo” y la gótica expresionista “Suspiria” (1977). Combinará así una historia sobrenatural de brujería y maldad atemporal aderezada con brutales y crueles asesinatos cometidos por un asesino omnipresente y enguantado en contra de todos aquellos que se interesen y se acerquen demasiado a la verdad oculta sobre la existencia de “Las Tres Madres” y sus profanas actividades. De esta forma, si bien el espectador intuirá quien está detrás de estos escabrosos hechos, Argento trabajará principalmente el hecho de que el cuento de hadas de terror que supone la trama de las brujas se concrete en un hecho real y escalofriante, del cual los espectadores no podrán escapar, por más que lo intenten.
En cuarto lugar, encontramos la decisión del futuro director de “Opera” (1987) de diversificar los escenarios en que ocurre la acción, otorgándole ciertamente más dinamismo. Así, la historia va transcurriendo paralelamente en Nueva York y en Roma, primero con Rose investigando sobre “Las Tres Madres” y la posibilidad que una de ellas, Mater Tenebrarum, resida en el mismo edificio que ella en la Gran Manzana y luego en la ciudad eterna, primero con Sara -amiga de Mark- tratando de hacer lo propio en visitando bibliotecas y talles de encuerdación y luego el mismo Mark, que casi anecdóticamente descubrirá la verdad en Nueva York, buscando respuestas a la desaparición de su hermana Rose, teniendo en sus narices las respuestas.
Por cierto, y, en quinto lugar, mencionar la construcción desigual de los personajes de “Inferno” (1980), quizás uno de los elementos que más se le pueden criticar al film. Los personajes femeninos nuevamente son los que llevan la batuta, en este caso Rose y Sara -hermana y amiga de Mark- y como nunca el futuro director de “Phenomena” (1985) los utilizará para explorar las posibilidades del relato investigativo, sin embargo, terminará prescindiendo de ellos en aras del destino trágico y violento propio de sus películas. Sin embargo, el protagónico masculino, que se supone toma el relevo, resulta todo menos interesante y poco efectivo para la dinámica de la trama, resintiéndose está cada vez que interviene y de plano asume el protagonismo.
Por otra parte, desde un punto de vista estético, en tanto, “Inferno” (1980) incluirá, en primer lugar, notoriamente un mayor y más detallado concepto estético y arquitectónico que el abordado por el escenógrafo Enrico Fiorentini, quien, por cierto, había centrado el diseño artístico arquitectónico de “Suspiria” (1977) en una combinación ecléctica de reminiscencias de Arte Jugendstil (alemán) o Floreale (italiano), con alguna inspiración del trabajo de Rudolf Steiner, discípulo de la ocultista Helena Blavatsky, referencia clave en ese film. En “Inferno” (1980), el director artístico Giussepe Bassan, quien había oficiado de diseñador de producción en “Suspiria” (1977), se concentrará en destacar la arquitectura europea (más italiana que germana, obviamente) de Nueva York en su naturaleza y entorno evidentemente modernos, rescatando así la esencia de ésta como escenario mágico y surrealista, incluso, atrapado en el pasado.
En segundo lugar, y en clara concordancia con el concepto narrativo, Argento llevará el concepto artístico de “Inferno” (1980) a un punto de equilibrio que mezcla de forma notable escenarios mágicos y reales, tenebrosos y surrealistas que no sólo cautivan al espectador, sino que logran sumergirlo en un verdadero viaje a lo más escabroso y espeluznante de lo real e irreal. Para ello, retomará el impresionante concepto visual empleado en “Suspiria” (1977) con la utilización de colores cromáticos predominantes como el rojo, el azul y el amarillo y combinaciones de éstos como el morado y el verde para construir un ambiente agobiante y pesadillesco, que combinará con otras puestas en escenas esencialmente más oscuras y que remiten al giallo italiano cultivado principalmente por Mario Bava y el propio futuro director “Tenebrae” (1982).
De esta forma, plásticamente “Inferno” (1980) contiene una fuerza visual que poco tiene que envidiarle a “Suspiria” (1977) y que Argento sabe perfectamente explotar gracias a la pericia de su fotógrafo Romano Albani (“Phenomena”, 1985). Albani logra capturar la esencia de horror de la mayor parte de los escenarios y situaciones que el futuro director de “Trauma” (1993) expone en pantalla, como la claustrofóbica secuencia debajo del edificio cuando Rose se sumerge en el sótano inundado para recuperar sus llaves y encuentra un cadáver podrido nadando allá abajo, la escena en que el asesino acosa mortalmente a Rose y Sara en sus respectivos departamentos en una tratamiento claramente giallesco, la espeluznante escena en que el anticuario Kazanian pretende deshacerse de los gatos que tanto le molestan en su tienda de antigüedades y termina encontrando un brutal final y, por supuesto, el clímax en el edificio cuando Mater Tenebrarum se muestra con toda su maldad convertida en la Parca.
Este punto, de hecho, nos lleva a otro aspecto visual digno de destacar de “Inferno” (1980), que es el tratamiento de la violencia. Con la maestría habitual de Mario Bava, quien por cierto se hizo cargo de los efectos especiales en su último trabajo cinematográfico, Argento da cuenta de varias de las más brutales y crueles escenas de asesinato de su carrera, destacando víctimas guillotinadas por el cuello, defenestradas en llamas, acuchilladas por la espalda, decapitadas, ahorcadas e incluso devoradas por las ratas. Lo que me lleva a mencionar también la presencia protagónica de animales en el film, como conductores de un karma (gatos y ratas) y como indicadores del origen del mal (hormigas), en cualquier caso, fatales para los humanos.
Sin embargo, Mario Bava dejaría su mano marcada claramente en dos escenas puntuales. La primera fue la muerte del anticuario Kazanian, en donde introdujo un mecanismo especial dentro de la bolsa que supuesta contiene a los gatos para aparentar que efectivamente había felinos en su interior, además de agregar ratas mecánicas y otras reales (35) que atacaban al desgraciado y lisiado comerciantes de anguedades. Y la segunda fue la escena introductoria en que Rose se sumerge en el sótano inundado del edificio, en donde optó por una fotografía clara que permitiera ver los muebles y decorados de lo que se supone era la residencia perdida de Mater Tenebrarum, y en donde se sacó partido de las habilidad de Irene Miracle para bucear sin tanque de oxígeno, ya que había sido parte de un equipo de nadado sincronizado en la universidad.
En términos interpretativos, es cierto que “Inferno” (1980) no cuenta con la eficacia que “Suspiria” (1977) demostró tener, en gran medida por el punto que mencioné en párrafos anteriores sobre el personaje de Mark. Aún así, lo más interesante en este aspecto fue el trabajo de la bella actriz Irene Miracle (“Midnight Express”, 1978), quien encarna a Rose Elliot, la poetisa que descubre la posible presencia de la bruja en el edificio. También cumplen satisfactoriamente sus roles Eleonora Giorgi (“Oltre La Porte”, 1982) y Daria Nicolodi (“Rosso Profondo”, 1975), como Sara, la amiga de Mark que se involucra trágicamente en el entuerto, y como la Condesa Elise De Longvalle Adler, respectivamente. La actriz ítalo-rumana Veronica Lazăr, en tanto, interpretó a la enfermera del Profesor Arnold y reconocida Alida Valli (“The Paradine Case”, 1947; “II Grido”, 1957) encarnó a Carol, la portera del edificio.
Leigh McCloskey (Serie “Dallas”, 1978-1991) interpretó a un descafeinado y poco interesante Mark Elliot, que a decir verdad deja varias interrogantes, ya que es de los últimos personajes masculinos protagónicos que funciona como héroe, junto con Peter Neal de “Tenebrae” (1982). En concreto no resulta muy acertado y ayuda poco en la dinámica de la historia, sustentandose el film como una de las obras más reconocida del director más que nada por su temática y su belleza plástica, cuestión que cambiaría posteriormente a partir de “Phenomena” (1985) en donde Argento depositaría principalmente la función de héroe/heroína en personajes femeninos. Por otra parte, dos actores secundariosn experimentados resultan más interesantes, primero el francés Sacha Pitoëff (“Is Paris Burning”, 1967) como el anticuario Kazanian, Gabriele Lavia (“Rosso Profondo”, 1975) como Carlo el mayordomo de la condesa y Feodor Chaliapin Jr. como el Profesor Arnold/Emilio Varelli.
El director de “Ill gatto a nove code” (1970) decidió cambiar el estilo musical de la banda sonora, contratando al músico progresivo Keith Emerson, quien aportó con una partitura menos gótica y minimalista que lo increíblemente realizado por Goblin en “Suspiria” (1977). Si bien los resultados son interesantes, claramente la partitura no juega un rol tan macabro y brutal como ocurre en la primera entrega, y a veces parece desencajada con la trama, si bien tiene algunos momentos a destacar como el uso de sintetizadores corales en “Mater Tenebrarum” y otros orientados al piano en donde se puede ver la técnica del tecladista como “Cigarettes, Ices, etc.” También, Argento incluyó y ordenó versionar piezas operísticas como el acto “Va pensiero…” de la ópera “Nabucco” (1841) de Giuseppe Verdi.
“Inferno” (1980) fue esencialmente filmada en Italia, lo cual constituyó una paradoja cuando vemos que el grueso de la trama ocurre en Nueva York. Argento dedicó poco tiempo a la filmación en Nueva York, en concreto algunos sectores aledaños a Central Park, en “The Pond” en donde filmó la muerte de Kazanian, el anticuario. La mayor parte del rodaje se llevó a cabo en el País de la Bota, en concreto en la Biblioteca Angelica de Roma, la Plaza Mincio, en Viale Regina Elena y los Elios e Incir De Paolis Studios, siempre en la capital italiana.
De acuerdo a lo que se comenta, Dario Argento se contagió gravemente de hepatitis durante el rodaje de la película, debiendo dirigir literalmente acostado varias secuencias. Sin embargo, se dice también que cuando el dolor se hizo insoportable, debió recurrir al propio Mario Bava, uno de sus mentores, y su hijo Lamberto Bava, quien era asistente de director, para rodar algunas tomas.
En resumen, si bien tiene algunos problemas en la construcción de personajes, “Inferno” (1980) se alza como una notable segunda entrega de la Trilogía “Las Tres Madres” (1977-2007) con un tratamiento temático bastante interesante y hasta más complejo que su antecesora, además de tener una lograda y oscura ambientación y poderió visual, siendo sin duda una de las mejores obras de su director.
¨Inferno¨, segunda entrega de la trilogía de las Madres, es todo un ejercicio de estilo, con la fuerte marca de Argento, que no se preocupa mucho por profundizar en los personajes o elaborar un buen guión, pero es toda una delicia en su estética, su atmosfera, su fotografía y en sus perturbadoras escenas. Todo ello bañado con la música de un excelente Keith Emerson.
Es una de las mejores películas de Argento, injustamente infravalorada, incuso se ha insinuado que varias escenas no fueron rodadas por él. Eso me parece poco creíble. El film posee todas las características del director italiano, incluso posee algunas de las secuencias más inquietantes y fascinantes de su siniestra filmografía.
No tiene grandes actores (y las actuaciones son todas flojas), y los diálogos no han sido especialmente cuidados, pero es una maravilla, con un guion demencial, y escenas hipnóticas, mórbidas, crueles y cautivadoras. Un Argento en estado de gracia, con su increíble talento para el juego de imágenes sugerentes y macabras.
Analizando música mientras escribo la onceava crítica.
Los que hablan de cine, suelen mencionar ¨Suspiria¨ hasta el cansancio; nadie (en mi experiencia) ha mencionado ¨Inferno¨, por si fuera poco, mientras la veía deduje que, estas dos pertenecen a una trilogía. Esto me anima a ver Suspiria... parece que ya la vi, por tanta mención.
Ya tenia siglos que una escena, no me provocaba brincar de mi asiento, el director es el maestro de crear atmósferas: asfixiantes, delirantes y ¨piscodélicas¨ (eso creo).
Tiene momentos muy raros, el de la cocina, el del ataque al corazón o el de las ratas... pero igual funcionan y llaman la atención.
Cada año veo una película de Dario Argento, y comprendo más el interés que provoca este director.
Esta película, a diferencia de ¨Suspiria¨, la ví hace muchísimos años. Me acordaba perfectamente de la pequeña secuencia acuática del principio, con cadáver putrefacto incluido. Yéndome al film que nos ocupa; éste, me ha parecido un auténtico aburrimiento. Larga de más (106 minutos exactos) . Y lo peor de todo es que lo mejor de la peli es como empieza: con esa historia de las tres madres, la cual parece que vamos a encontrarnos con una verdadera joyita. Y la peli, más insustancial no puede ser. Ni de coña... Resaltar, que me encantó cuando las ratas devoran al anticuario maltratador de gatos. Y ese toque o guiño giallesco que le da este director especializado, sobre todo, en ese subgénero; En tres ocasiones sale una mano con un puñal, ejecutando. En conclusión: Omitiré cualquier comentario respecto al director (ya dije lo que pienso de él en ¨Suspiria¨) . Solo diré que esta peli a mí se me ha hecho eterna. Y es que es muy, pero que muy aburrida.
La llamada Mater Suspiriorum, la más anciana, fue vencida en Alemania, pero eso sólo fue la punta del iceberg.
Dario Argento vuelve a desempolvar el ¨Suspiria de Profundis¨ para hablarnos de la leyenda de la Mater Tenebrarum, la Madre de las Tinieblas, la más bella y cruel, cuyo escondite se sitúa en New York.
Seguro que ni el mismo Argento se lo esperaba, pero ¨Suspiria¨ se convirtió en un gran éxito en su momento, tanto en Europa como en América, donde la comercializó la 20th Century Fox, y pese a su inexplicable y poco elaborado argumento (¿para qué nos vamos a engañar?) hoy está considerada una de las mejores y más influyentes películas de terror...aunque yo, perdónenme, discrepo sobre eso. Sea como fuere, el italiano no podría estar más contento con la recepción de su film, del cual reveló al poco tiempo que se trataba de la primera entrega de una trilogía basada en el escrito de Thomas de Quincey sobre las Tres Madres del Mal.
Para sacarle mayor partido al éxito de ¨Suspiria¨, el plan del director fue volver a juntarse con Daria Nicolodi y preparar una secuela, esta vez centrando la trama en la Mater Tenebrarum y en la ciudad de New York, a la que bautizaría ¨Inferno¨ (curiosamente llamaría ¨Tenebre¨ a su siguiente largometraje, que nada tenía que ver con la Trilogía de las Madres). Según Argento, este es uno de sus menos apreciados films, y la razón está en el rodaje tan pésimo que vivió, durante el cual pilló hepatitis. Los resultados saltan a la vista.
¨Inferno¨ nos habla de cómo la joven poetisa Rose Elliott descubre un antiguo libro escrito por un arquitecto llamado Varelli, ¨Las Tres Madres¨. En él se revela que estas Madres son tres brujas, las cuales poseen diabólicos poderes y dominan las fuerzas del Mal, además de morar en residencias que el propio Varelli construyó para ellas: la Madre de los Suspiros reside en Alemania, la Madre de las Lágrimas en Italia, y la tercera, la Madre de las Tinieblas, en EE.UU.. Con la sospecha de vivir en el edificio donde supuestamente se halla la tercera de las Madres, Rose escribe a su hermano Mark, quien reside en Italia como estudiante de musicología, instándole a viajar a New York lo antes posible.
A partir de que la carta enviada por la chica llegue a su destino, se irá desencadenando una serie de acontecimientos, a cada cual más increíble, inverosímil y estremecedor, dejando un reguero de víctimas en el camino, las cuales, de algún modo u otro, se hallan conectadas por el libro de Varelli. Todo parece indicar que alguien, o algo, está intentando liberar a la Madre de las Tinieblas en New York, aunque lo único que le importa Mark, por supuesto, es dar con el paradero de su hermana.
Clásica y muy extraña película de horror con la que el director de ¨Suspiria¨ se inició en la década de los 80, una etapa en la cual daría vida a algunas de las mejores obras de su filmografía, a destacar ¨Tenebre¨ y ¨Terror en la Ópera¨. Lo malo de ¨Inferno¨ es que fracasa en su intento de ponerse a la altura de su antecesora, y las razones son fáciles de apreciar: en aquella, Argento demostró que poseía un don especial para crear atmósferas de terror, atmósferas llenas de color, de sonidos, de formas, con el objetivo de impactar al ojo humano, y vaya lo consiguió. La historia, sin embargo, parecía no importar, quedando en segundo plano y sin contener un desarrollo por lo menos algo inteligible en favor del poder visual.
Aquí se repite ese esquema, se vuelve a hacer hincapié en ese aspecto, en los colores (sobresaliendo el rojo y el azul), las luces y el escenario, contando Argento para ello con la colaboración del veterano Mario Bava, amigo y mentor, y hasta del hijo de aquél, Lamberto, en las labores de asistente de dirección. Sí, somos bombardeados por secuencias impactantes en todo momento, pero la trama queda aún más abocada a la inverosimilitud, como si el único propósito del director fuese imbuir al espectador en un universo de pesadilla sin explicación alguna, tal como hiciera Lucio Fulci en ¨El Más Allá¨.
Durante casi una hora y media la película es un devenir de muertes, violencia, sangre y bizarros hechos de cuento de terror, con los personajes siendo asesinados uno tras otro, como si de un ¨giallo¨ se tratase; los últimos veinte minutos de ¨Inferno¨ la hacen ganar algo de fuerza, cuando vemos que por fin Mark se decide a investigar en el edificio. Aunque eso no es suficiente, y el resultado, por desgracia, queda un tanto mediocre.
Los protagonistas dejan mucho, pero mucho que desear (aunque nunca sabes, realmente, quién es el protagonista). Irene Miracle, Leigh McCloskey, Eleonora Giorgi y Gabriele Lavia no están bien guiados (¡como para estarlos, sufriendo el realizador de hepatitis!). Gracias a estupendos actores secundarios como Daria Nicolodi, Sacha Pitoëff, Feodor Chaliapin Jr. y la gran Alida Valli, la cosa mejora bastante.
Mejor que ¨La Madre del Mal¨ y por supuesto inferior a ¨Suspiria¨, aunque el tiempo ha colocado a ¨Inferno¨ en la lista de las 50 Mejores Películas de Terror de la Historia.
Yo no diría tanto, la verdad. De todos modos su influencia ha llegado a directores como John Carpenter, Wes Craven y Don Coscarelli o a los otros italianos Lucio Fulci y Lamberto Bava, cuyas respectivas obras ¨Demonia¨ y ¨El Ogro¨ contienen secuencias tremendamente similares (¿homenaje o plagio?) a algunas de las que se ven en el film de Argento.
Después de la tremenda ¨Suspiria¨ Argento saco este ¨Inferno¨ que aunque la esencia es la misma el resultado puede parecer algo inferior pero ojo que estamos ante otra gran obra.
La historia de las tres madres sobre el papel es sumamente interesante y aquí siguen rebuscando en ella,con una ambientación llena de luces rojas y azules,algunas escenas para recordar (genial la de las ratas) y un desenlace final ¨made in Argento¨ con todo lo que ello conlleva ademas acompañado por una cancioncilla muy molona.
Si consigues meterte ahí te va a encantar.
Es secuela muy acertada, mal hecha para nada pero es algo inferior, pero es bastante destacable, tiene gore bastante bueno, muertes muy tetricas y explicitas que a muchos les gustara, sigue teniendo la escencia de la anterior, el suspense esta muy acertado y muy buenos sustos, de nuevo una queja, si la anterior tenia un final flojo, el de esta es aun peor!
Para concluir muy buena secuala, genio argento!
Buena segunda parte de la trilogía de las brujas de Darío Argento. Luego de una maravillosa y excelente primera parte nos llega esta secuela que pese a no igualar ni superar a su predecesora (¨Suspiria¨) entretiene y tiene su onda. Es cierto que no tiene la excelente estética que tenía la anterior entrega pero en lo demás se mantiene: tiene suspenso, terror, gore, etc. Esta secuela tiene mas muertes y mas sangres que la anterior pero así y todo me gustó mas la otra. De todas formas es aceptable esta secuela.
INFERNO
Pues no he visto la primera parte pero de esta solo puedo decir que aburre muchísimo,que el ritmo es muyyy lento,que hay escenas que se estiran demasiado y que el guión tiene algunas lagunas e incoherencias importantes,puede que en la tercera parte estas incoherencias se resuelvan,pero bueno,esta peli en sí no me ha gustado nada.Mucho colorido molón,bien rodada y algún momento logrado como el del momento acecho de ratas,pero nada más.Un ambiente opresivo logrado y nada más,eso solo no hace que la peli cree interés alguno.
!Next¡
Aceptable giallo italiano dirigido por el experto del terror Dario Argento. Se trata de un film que trata sobre casas encantadas. Cuando una joven comienza a investigar la presencia del mal en su edificio a raíz de un libro comprado en una tienda de antigüedades en el que se detallan las claves del misterio, comienzan a producirse una serie de sangrientos asesinatos de todo aquel que se interese por el asunto.
La primera vez que la vi me llamó bastante la atención y la consideré superior a otras del subgénero. Sin embargo en posteriores visionados me doy cuenta de que se trata de una película desfasada. El terror brilla por su ausencia, los efectos especiales son pobres, la chirriante música suena machaconamente de repente sin venir a cuento y las escenas se alargan sin sentido hasta el aburrimiento. Con lo único que me quedo es con la sensualidad de las féminas del reparto, la colorista fotografía y el consuelo de que al menos la historia guarda más coherencia que suspiria.
Secuela algo inferior de Suspiria, Inferno es una nueva entrega de lo que se ha llamado la triología de las tres madres. Un cuento de hadas oscuro con un desarrollo confuso, pero que es de apreciar en cuanto a atmósfera y estética, siendo de los mejores films de ésta categoría de la que hay tan pocos ejemplos en la historia del cine de terror. Laberinto argumental que pierde al espectador hasta el final, hipnotizado por la lenta cadencia de una narrativa que lleva a lo largo del film a callejones sin salida hasta que se resuelve la trama, como un puzzle que al final enseña su secreto. Película de culto que no dejará indiferente a nadie. O la amas o la detestas. Yo soy de los que la aman. ¿Y tú?
Creo que es una de las decepciones mas grandes que me llevo en la vida. Cuando termine de ver Suspiria, no podía esperar a ver Inferno. Moría de ganas por ver como continuaba toda la exploración de las madres que se Suspiria introduce de una manera tan fascinante. Inferno explora poco y nada, desaprovecha su historia, y en algunos momentos es densa y aburrida. Mientras Suspiria te mantiene al borde del asiento, Inferno te hace querer recostarte y dormir. Las escenas gore son geniales, pero no justifican. El montaje...malo. Hay saltos de cámara, la musica a veces no esta bien colocada -cuando Mark descubre el hoyo bajo el suelo y comienza a caminar por el pasadizo, creo que la escena queda ridícula por culpa de la musica, la cual es genial, pero no esta bien ubicada- e incluso a veces se corta abruptamente. El final fue demasiado rápido, se supone que como secuela tiene que doblegar los esfuerzos de la anterior, no intentar igualarlos. La madre tenebrarum tendría que haber aparecido mas tiempo, sobre todo en su forma de esqueleto la cual es impresionante pero solo aparece unos segundos.
Resumiendo, Dario Argento intento pero no le dio al clavo. Una lastima, Inferno podría haber sido impresionante.
secuela de suspiria, que abre la brecha para una continuacion con otra bruja mas. pues esta continuacion es inferior a suspiria en varios aspectos, convengamos que la historia se centra en otro lado y en otro argumento, los nexos con suspiria son escasos pero los hay.
dario argento siempre me parecio un director original y que reivindica el cine italiano con sus peliculas que han cruzado el charco en aquellos tiempos, inferno no es la escepcion,aunque la pelicula tiene muchos fallos y errores argumentales, pero dentro de todo, sale bien parada.
recomendable para seguir la trilogia de las brujas de argento.
Argento vuelve a sumergirnos en el mundo pesadillesco de Suspiria en esta segunda entrega de la trilogía de las madres. Los colores, la iluminación, la banda sonora (quizás inferior a la de Goblin, pero competente y bien fusionada con las imágenes) se tornan nuevamente protagonistas... así como la falta de coherencia en una narrativa bastante débil si se la analiza (aunque los diálogos, sin ser destacados, no quedan tan fuera de lugar en esta ocasión). Pero a diferencia de su antecesora, aquí no tenemos un protagonista principal sino una serie de personajes que cargan por turnos con el peso de la película haciéndola en mi opinión mas dinámica y distrayéndonos de las fallas del guión. Ésta sin dudas es la mejor de las tres.
Muy buena, las actuaciones son destacables, la música es maravillosa, los efectos son muy buenos, los colores, el aspecto técnico, etc., narrativamente es buena, tiene momentos que me gustaron mucho y aunque no es perfecta creo que esta bien hecha; no aburre, tiene sus puntos interesantes, y es una buena muestra de cine.
Despues de ver Suspiria, decidi ver Inferno pues esperaba encontrar algo igual de bueno, grave error.
La atmosfera y toda la ambientación en general estan al mismo nivel, pero la historia no tiene pies ni cabeza, nisiquiera se sabe quien es el protagonista principal, situación ridicula tras otra, sin sentidos por todos lados, más de una vez me pregunté ¿De que trata esta pelicula? ¿Cuál es la trama?.
Lo que más deteste fueron las escenas donde matan a los gatos, las odie pero como no tienen idea, espero que hallan sido falsas, por que se ve muy real.
Nunca entendi lo de las ratas y su fatal desenlace.
La banda sonora en verdad llega a hartar, no parece una secuela de suspiria, ninguna muerte se salva.
Una manera redundante de hacer un vulgar slasher, por que de las dichosas brujas de las que tanto se habla hay poco a nada.
Lo unico medio rescatable es la escena inicial antes de los creditos y los ultimos cinco minutos.
¿Recomendable? solo a amantes del terror italiano, que ya se dan una idea de a lo que van.
Aquellos que ya vieron suspiria quedaran muy decepcionados con esta.
6/10
Una película siniestra con un aire de misterio desde que comienza, destapa parte del misterio de las 3 madres para que podamos comprenderlo. Sigue con sus iluminaciones rojas, tétricas y escenas de asesinatos. Buenas locaciones, sin embargo falla nuevamente en algunas actuaciones y en la música la cual no tiene en ocasiones coherencia con algunas escenas. Un guión extraño pero comprensible, un final flojo. Aún así esta película tiene cosas interesantes que la hacen única.
Críticas: 77
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edcarpenter
7
Decente secuela de la famosa trilogía de argento , tiene algunas similitudes con su antecesora como por ejemplo la bruja en este caso la madre tenebrarum es igual de sádica y lúgubre , las muertes son aceptables y mantiene esa gran ambientación ahora utilizando como escenario principal un enorme edificio con un diseño fúnebre ademas Darío argento volvió a utilizar una iluminación con tonos rojos y azules así que visualmente esta a la par de suspiria pero en cuanto a la música en este caso no es tan agobiante salvo por la canción con la que cerraron al final cuando el protagonista descubre la guarida de la bruja , es una continuación con elementos favorables y sigue proyectando una atmósfera tétrica como sello principal de esta trilogia
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