Para hacer la escena donde Regan baja las escaleras como araña tuvieron que hacer esa escena muchas veces, ya que lo que trae en la boca lo que parecía ser sangre, no era más que salsa de tomate rebajada con agua y al momento de llegar al final de la escalera se le iba por la nariz.
Al escritor de la novela original y guionista en la película, William Peter Blatty, no le gustó que no se le diera a Shirley MacLaine el papel de Chris Regan (el cual al final desempeñó Ellen Burstin). Según él: "Muchas actrices pueden interpretar a una mujer normal pero no con una hija poseída en casa. Shirley MacLaine es una actriz que la ves y dices es una mujer normal que tiene en su casa una niña poseída"
En algunas escenas donde hay oscuridad se pusieron imágenes subliminales para crear miedo en los espectadores.
Esta práctica se usaba en los 50 pero poniendo imágenes de productos para que la gente los comprara insconscientemente, caso en el que era ilegal, pero como en la película se pusieron imagenes terroríficas y no se intentaba vender ningún producto estaba aceptada.
Se crearon varias prótesis para poner en la cara de Linda Blair para rodar la parte de la película en que estaba poseída. Una de estas "máscaras" fue rechazada porque mostraba una cara demasiado monstruosa e irreal.
Se basa en una historia real de un niño que en los 50 se creía que estaba poseído. William Peter Blatty, el escritor y posteriormente guionista de la película, se reunió con algunos testigos de aquella situación para documentarse.
La novela de "El exorcista" fue un fracaso comercial, y la mayoría de las tiendas devolvieron todos los ejemplares porque no se vendieron las suficientes. Posteriormente al estreno de la película el libro se elevó a bestseller.
Para las escenas del giro de cabeza de Regan se hizo un maniquí de plástico a tamaño real, del que diseñaron con especial cuidado la cara para que fuera idéntica a la de la actriz. Los movimientos que le pusieron en la cabeza al muñeco por control remoto eran los de girar la cabeza, mover los ojos y echar humo(para fingir la respiración). La boca no se la articularon, y si os fijais en estas escenas, no la abre en ningún momento.
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La voz del "diablo" es la de la gran actriz Mercedes McCambridge. Se dice que ésta, católica practicante, acudía cada día después del rodaje a la iglesia a confesarse. De hecho pidió consejo a su confesor para saber si debía continuar con el papel.
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