Película bastante irregular que me sorprendió para mal. Tenía muchas ganas de verla y me ha defraudado. Se me hizo eterna (una mala señal) Actuaciones ridículas, maquillaje desastroso, un guión hecho por un niño de 5 años y un final realmente inverosímil. De lo más regular de Craven sin duda. Un ¨clásico¨ totalmente sobrevalorado.
Otra de esas peliculas nostálgicas de los noventas ,con una historia aceptable y fuera de lo común en aquellos tiempos ,manejando también algo de humor muy típico de wes craven que tenía ese gusto por mezclar suspenso o terror con algo de comedia , es una historia sobre dos ladrones que entran a robar a una gran casa animados por las teorías y leyendas que se cuentan con respecto a los dueños de ese lugar así que los amantes de lo ajeno terminan llevándose una sorpresa incluso está fórmula se ha imitado en los últimos años en otras películas, así que se podría decir que creo algo de escuela con su estilo , dentro de la filmografía de craven es otra de mis favoritas
Interesante historia que nos plantea la película en sus momentos iniciales que si bien entretiene y ¨engancha¨, al final, ese toque de humor le termina quitando puntos; la idea está bien planteada, pero pudo haber dado para más ya que quedas siempre a la expectativa de ver cómo son estas personas, qué son, su origen y el porqué viven ahí. De todas maneras, con todo esto, no es mala película, es como ver ¨otra faceta¨ del maestro Craven sin desmeritarlo.
Loquísima y original historia del bueno de Wes Craven, donde se nos presenta a una familia de lo más tétrica y trastornada, viviendo en una casa flipante, con montones de pasadizos, trampas y cosas inesperadas, y con una especie de necrófagos encerrados en el sótano.
Voy a empezar por lo que no me ha gustado, lo que le falla, que no es mucho: lo primero, ese toque de humor que mantiene durante toda la película, y que si no hubiera sido por él, esto podría haberse considerado un clasicazo del cine de terror (que tiene su renombre, pero no tanto como podría). Lo segundo, el mostrar casi desde el principio a la gente del sótano, deberían haber mantenido el suspense bastante más tiempo.
La película debería haber tenido algún protagonista más, el Loco se queda solo demasiado pronto, pero aún así mola ver por todo lo que pasa el pobre chaval.
La acción engancha mucho en todo momento, casi no hay un segundo de descanso, es una gozada ver a los protagonistas moviéndose por los pasadizos, con la familia psicópata pisándoles los talones todo el rato.
Y se podría decir que la historia da la idea de que las personas pueden ser mucho más monstruos que los que parecen los auténticos monstruos.
está bastante bien teniendo en cuenta que esta rodada a principios de los noventas, con efectos que ahora provocan risa, buenas actuaciones y una trama que muestra a un par de hermanos que son dueños de apartamentos en los cuales están los pobres y gente que llega a fin de mes raspando, los dueños desean desalojar a los habitantes para derrumbar los edificios y construir casas lujosas, unos ladrones de poca monta entran en la casa de estos hermanos pero lo que ahi encuentran los sorprende, para pasar el rato está bien, de miedo nada de nada.
Me ha gustado, no encantado. La peli tiene un ritmo trepidante, asi que es muy dificil que te aburras durante los 94 minutos exactos de metraje que tiene. Pasaré de hablar del reparto pues no quiero extenderme mucho. Solo diré al respecto que Everett McGill lo borda. La historia que nos cuentan está muy bien narrada en todo momento. Y a este par de ricachones psicópatas y explotadores de los pobres les terminas cogiendo asco. El tal ¨Loco¨ tambien lo borda - más teniendo en cuenta lo crio que és. Lo que menos me gustó de todo es el puteo sistematico al que someten al pobre perro (Prince) durante su primera hora - o sea, mientras vive -. Y no hablo de la peli, hablo del rodaje.
de hecho pensé que vería algo siniestro en si y me topo con un film algo flojo que no convence y que tiene un desarrollo poco creíble como que el niño se escapa de los psicópatas y estos no pueden contra ellos pues eso resulta aburrido y difícil de creer y tampoco es que entretenga debido a sus fallos en cuanto las actuaciones tampoco ayudan solo el niño destaca un poco en cuanto la vieja sobreactuada a mas no poder y lo que tenían en el sótano esas personas raras que pesimo maquillaje la verdad
luego de todo esto la parte final resulta absurda y todo el dinero que salio volando de la explosión se lo lleva el vecindario y las personas estas del sotano salen como si nada en si la verdad me ha dejado decepcionado este film no es terror es un thriller que se queda a medio gas que viniendo de un buen director uno se decepciona
no recomendable
Aceptable película de terror, dirigida por Wes Craven, que trata un tema un tanto escabroso, aunque desde una perspectiva algo infantil y familiar, para todos los públicos, un poco al estilo de los Goonies o Stranger Things.
El Sótano del Miedo nos cuenta la historia de un niño afroamericano llamado Poindexter Williams, al que todos en su ghetto lo conocen como Loco. Su madre se encuentra enferma de cáncer, su hermana se ve obligada a trabajar en las calles y algunos de sus hermanos están en la cárcel, por lo que no tienen posibilidades de pagar el alquiler de su piso. Un día, un pandillero llamado Leroy (interpretado por el veterano Ving Rhames) le propone a Loco entrar a robar en una casa en la que vive un matrimonio adinerado que al parecer tiene una colección de monedas antiguas.
Poindexter accede y acompaña a Leroy a la casa a robar, pero una vez dentro descubren que el matrimonio propietario de la casa mantienen a gente atrapada en el sótano, detrás de las paredes, y que la propia casa es un laberinto del que prácticamente es imposible escapar. A partir de ahí, Leroy tendrá que luchar por sobrevivir, ya que el matrimonio le perseguirá para intentar matarlo.
La dirección de la película es bastante buena, y lo cierto es que resulta muy trepidante, sin apenas descanso y muy entretenida. El guión, por el contrario, tiene algunas incoherencias bastante llamativas, aunque el resultado final es bastante positivo. Las actuaciones son también bastante buenas, destacando sobre todo al niño negro que interpreta a Loco, al jovenícimo Sean Whalen interpretando al entrañable Cucaracha, a Ving Rhames como Leroy, y sobre todo a Everett McGill y Wnedy Robie como los villanos de la película, que también interpretaban a un matrimonio en Twin Peaks.
Quizá el mayor defecto que tiene la película es que no sabes qué quiere ser. Hay momentos bastante impactantes, en los que, por ejemplo, los personajes que ayudan a Loco, como Leroy y Cucaracha, mueren de formas muy siniestras. Sin embargo, en la segunda mitad de película, el tono se hace mucho más familiar e infantil, y llegamos a ver al personaje de Loco convertido en todo un héroe que se enfrenta a un hombre de dos metros y a un rottweiler, cosa bastante improbable en una película seria. A ratos puede incluso dar la sensación de que uno está viendo Solo en Casa o Este Chico es un Diablo.
Se nota mucho que Wes Craven pretendió crear una película de terror hasta cierto punto familiar, ya que en ella se intuye más de lo que se ve. Por ejemplo, el personaje de Everett McGill va vestido con un traje de sadomasoquista y, en un determinado momento, cuando se queda a solas con Alice, la niña a la que tienen retenida, McGill se lleva una mano a la entrepierna. Dejan caer sutilmente que Alice, además de ser maltratada, también pudo ser violada por su ¨padre¨ a lo largo de los años, pero nunca nos lo confirman.
Del mismo modo, tampoco se profundiza mucho en la gente del sótano y en cómo han estado siendo alimentados, se supone que con carne humana, a lo largo de las décadas. Para colmo, el maquillaje de esta gente no encaja mucho con lo que nos quieren transmitir: puedo entender que se trate de gente que lleva muchos años sin ver la luz del sol, demacrados y de piel blanquecina, pero es que tal y como están maquillados, algunos parecen vampiros o directamente zombis. Considero que hubiera sido más acertado darles un maquillaje más realista y menos aterrador.
Aun así, creo que se trata de una película de Wes Craven bastante aceptable y entretenida.
Correcto y efectivo film de horror dirigido por el maestro Wes Craven, considerado una obra menor en su filmografía, pero con un evidente e interesante tema de crítica social.
Poindexter Williams, alías “Tonto”, es un niño de 13 años, con su madre enferma de cáncer y a punto de ser desalojados por el dueño del viejo departamento que habitan, que acepta ayudar al novio de su hermana, Leroy, en el robo de unas monedas de oro. Sin embargo, una vez que ingresa al caserón en donde se supone está el motín, conocerá el horror de cerca cuando deba enfrentarse a sus psicóticos habitantes, quienes atrapan, encierran y canibalizan a sus víctimas.
La carrera cinematográfica como director del gran Wes Craven, qué duda cabe, se caracterizó siempre por ser de luces y sombras (más de luces, en todo caso) y la época en la que concibe “People under the stairs” (1991) fue reflejo de ello ya que el director de “A nightmare on Elm Street” (1984) venía de filmar la comedia de terror de culto “Shocker” (1989) y la mediocre TV movie “Night Visions” (1990). Por aquel entonces, Craven concibe la idea central de su nuevo proyecto tras leer en la prensa escrita una serie de artículos sobre cierta manía de algunos padres de encerrar a sus hijos, proyectando la historia como una suerte de cuentos de hadas urbano, con una pareja de niños que enfrentan a una pareja de adultos psicóticos y caníbales, que recuerdan evidentemente al clásico infantil “Hänsel und Gretel”, recogido por los Hermanos Grimm (1812-1815).
Un cuento de hadas urbano con matices de crítica social, en una efectiva combinación con horror y suspenso es lo que presenta el guión firmado por el propio Craven, en la que resaltan evidentes aspectos sociales como la marginalidad de los grupos negros, a fines de los 80s y principios de los 90s, que sobreviven a duras penas entre la falta de oportunidades y derechos sociales, la cesantía, la delincuencia y la discriminación.
De hecho, el film comienza de forma dramática, con un muchacho de 13 años confundido y contrariado; cuya madre está enferma de cáncer y postrada en cama; sin la presencia del padre que los respalde moral y económicamente; y con la renta impaga del viejo y destartalado departamento que alquilan, del cual serán expulsados al día siguiente, por decisión del propietario. No hay salud, no hay trabajo, no hay dinero, cuestiones que forman una cadena de carencias que los tienen desesperados. Hasta que el novio de la hermana mayor, la única que gana algo de dinero pero que está cuidando ahora a la madre, tiene la brillante idea de robar una casa en la que se esconde un tesoro en monedas de oro, propiedad que curiosamente es del mismo dueño del departamento que arriendan y que los quiere arrojar.
Desde el momento en que el trío (Leroy, el amigo blanco de éste Spencer y “Tonto”) ingresa a la casa y los dos primeros terminan muertos y canibalizados por el “matrimonio” Robeson, con un par de escenas gore bastante brutales como la del pozo de cadáveres y en la que Eldon Robeson rebana y come carne del cadáver de Leroy como si tratara de jamón serrano, a cargo del equipo de efectos especiales de Peter Chesney, el film comenzará a adquirir matices más espeluznantes y psicóticos, que incluirán otras lacras menos “brutales” como el maltrato infantil y la pedofilia. La escena en la que la Sra. Robeson jalonea y lanza a Alice, su supuesta hija de 12 años, sobre el tremendo charco de sangre con su virginal vestido blanco es simbólica y explícitamente grotesca, representando la pérdida de la inocencia para la muchacha, para luego sumergirla en una tina con agua caliente, acusándola de sucia y pecaminosa. Otra escena conmovedora, aunque menos explícita es aquella en la que Alice señala que confecciona muñecos de trapo de las víctimas de “sus padres” para guardar sus almas.
Un elemento social también presente en el guión es la de la clase alta, “alimentándose” de los más pobres y abandonados, que en este caso aplica literalmente. Según la trama, los Robeson tenían un negocio de funeraria, pero luego habían cambiado de giro, comprando propiedades a bajo costo y alquilándolas a precios altísimos, para luego desalojar a sus inquilinos y quedarse con sus bienes. No es que podamos ver una verdadera apología a la lucha de clases y comunismo, pero ese elemento está ahí y está estrechamente asociado a las paupérrimas condiciones sociales de los grupos más marginales.
Ahora bien, es evidente que este film también es un buen ejemplo de una historia de aprendizaje (que deriva de la novela de aprendizaje o “bildungsroman”, que significa “novela de formación o de educación”) en la que el protagonista transcurre de la niñez a la adolescencia de forma brusca pero certera, en donde madura y asume responsabilidades, que en este caso se reflejan en su intención de ayudar a su familia económicamente (aunque en un principio sea de una forma cuestionada, como un robo) y más adelante a través de su sentido de la lealtad, al regresar al caserón a rescatar a Alice, después de haber logrado huir por poco de las garras de los Robeson.
Un elemento narrativo que funciona pero que Craven no explora más allá es el de la gente que vive en el sótano del caserón, que a todo esto es una verdadera trampa mortal con una serie de artilugios mecánicos. De acuerdo a lo que señalan en la película, se trata de gente ha sido secuestrada y encerrada bajo la casa por la pareja psicótica, y que ha degradado en una suerte de infrahumanos mutilados, alimentados con carne humana y tendencia a la fotofobia, es decir, intolerancia a la luz, que han abandonado por obligación. Sin embargo, falta “ese” elemento más macabro de toda esta historia, que los coloque realmente en la línea de lo real y lo irreal, lo grotesco y lo psicótico, como se vería en “The last house on the left” (1972) y “The hills have eyes” (1977), que reconozco están dirigidas a públicos más adultos que éste.
Sin embargo, Craven incluirá elementos humorísticos que no terminan de funcionar como se esperaba, haciendo que el dramatismo y el horror que el film ha destilado correctamente, comience a decolorarse con un par de escenas de humor, que a parte de poco creíbles para la historia, quedan fuera de lugar. Es el caso de los enfrentamientos de los niños (“Tonto”, Alice y “Cucaracha”) contra los Robeson, en donde Craven coloca escenas cómicas para que éstos golpeen y logren sacarse de encima especialmente a Eldon, con golpes en las pelotas del villano, golpes con una lámpara de velador y ladrillo, que por momentos recuerda a “Mi pobre angelito” (1990). Se supone que son elementos que deberían conducir la acción hacia una trama de humor negro, pero en la práctica le restan méritos más que agregárselos.
El film cuenta con actuaciones correctas, comenzando por los niños Brandon Q. Adams (“Ghost in the machine”, 1993) que me parece una buena elección de Craven, como “Tonto”; el héroe infantil negro, y A.J. Langer (“Escape from L.A”, 1996) como Alice, la chica que cree que los Robeson son sus padres y debe aguantar sus manías y maltratos. Por su parte, la efectiva pareja antagónica cumple con creces sus roles: Everett McGill (“Dune”, 1984; “007 James Bond: Licencia para matar”; 1989; “The straight story”, 1999) y Wendy Robie (“Glimmer man”, 1996; The dentist 2”, 1998) vuelven a coincidir como la pareja desquisiada, como lo habían hecho en “Twin Peaks” (1990-1991) de David Lynch, y son lo mejor del film en cuanto a interpretaciones. El ganador del Globo de Oro Ving Rhames (“Pulp fiction”, 1994; “Misión Imposible”, 1996; “Con-air”, 1997) es Leroy, delincuente de poca monta al que meter a un menor en un robo no causa menor escrúpulo.
En resumen, una película con marcados tintes críticos, que ha sido olvidada e infravalorada de forma injusta, sin tratarse, por otra parte, de una obra memorable de su director.
Una película entretenida, de un matrimonio que se hacen pasar por marido y mujer, cuando en realidad son hermanos que se dedican a raptar a gente y encerrarla en el sótano. Una película que me esperaba algo de terror, más que nada por el título, pero el guión está bien al igual que las actuaciones, una película que atrapa de principio a fin. La recomiendo. La doy un 6.
Estuve viendo este engendro de Wes Craven. No me gustó, es malo. Es como sólo en casa intentando dar miedo, no lo consigue por que Wes Craven es mal director. El argumento es malo y ridículo. Las actuaciones son malas. La banda sonora es mala. Verla es muy mala idea, es más aconsejable observar el crecimiento natural del cesped. Lo pasaréis mejor.
Encantadora pelicula , en si me fascino su historia es facil de comprender sin complicar mucho la trama , la cinta muestra escenas bizarras y con terror , como la fosa de cadaveres y el traje de ¨Papi¨ el malo . En si sale un poco de las peliculas de terror de un asesino matando y matando sin cesar lo cual es bueno y original . totalmente recomendable y con un enganche muy grande .
Interesante película que no había tenido la oportunidad de ver hasta ahora, y que ha resultado ser una grata sorpresa.
Al comienzo, se me asemejó mucho a ¨the collector¨, una de mis películas favoritas, ya que la ambientación y el comienzo de la historia eran exactamente iguales (de hecho la armadura del padre es muy similar). Posteriormente, al conocer a la familia demente, se me comenzó a asemejar en parte a muchas otras como ¨la última casa a la izquierda¨ o ¨la matanza de texas¨ y por último los seres del sótano a una una infinidad de otras películas que ahora no recuerdo.
En definitiva, una película realmente entretenida, que no aburre en ningún momento y te hace mantenerte alerta los 95 minutos que dura, muy recomendable, sobretodo si te gustaron alguna de las películas mencionadas anteriormente.
A los que han criticado ferozmente a esta película por ser mal calificada como de terror, estoy de acuerdo, dicha calificación no puede ser más incorrecta, pero estoy bastante harto de ver la típica peli mediocre de usar y tirar así que lo que me hizo subirme al carro de esta obra que no conocía de Craven era dicha peculiaridad de la que tanto se ha hablado, aunque comencé a verla sin saber demasiado por donde iban a ir los tiros.
Y cuando me percaté que esto no era una película de terror seria sino una loca aventura con una mezcla de sadismo no podía estar más satisfecho ante lo que estaba viendo, pues yo soy de los que se pirran con el humor negro con el gore, además, está hecha para no tomársela en serio, estoy seguro que Wes Craven tenía ganas de montarse una pequeña juerga tras tanta película seria y se permitió el lujo de crear esto.
Aun así, esta obra está en la línea de la filmografía del mismo director: No llega a conectar del todo quedándose a medias. Tendrá una historia peculiar en sus manos y crea unos personajes muy macabros y carismáticos con mucha facilidad, y sin embargo no es capaz de explotar la eso y más cualidades de la cantidad de géneros que practica aquí.
Porque es una barbaridad como es capaz de pasar por las buenas de una película con un trasfondo serio y dramático a convertirlo en algo cochambroso y realizado para reírnos de ello y luego volver al terreno serio. Hay además muchos temas que cualquier director podrían explotar en una historia aparte muy encantados. Desde la denuncia sobre los malos tratos, la misma razón que lleva a los protagonistas a cometer el intento de robo y su modus operandi, hasta cosas más sucias como el sadomasoquismo, canibalismo y la locura. Todo ello se muestra como algo serio de primeras, pero posteriormente se vuelve banal y no son más que meros adornos. La explotación de la locura de los antagonistas es un recurso que a la larga se nota que está fabricada para añadirle humor en lugar de horrorizarnos, aunque como le pasa a cualquier malo malísimo de semejantes características, se le consigue coger la suficiente manía para querer ver ser humillados por los críos, aunque se sabe a la larga que así ocurrirá.
También me hace gracia que se califique a esta como una historia de aventuras. La verdad es que de aventuras yo veo muy poco. Los Goonies es de aventuras, Willow es de aventuras, esto es un survival de cachondeo y protagonizada por críos pero sin transmitir la sensación de que vayan a caer como en las películas de aventuras, pero no por ello la calificaría como tal.
El ambiente me recuerda bastante a Clive Barker en ¨Razas de noche¨ en especial por su aura bizarra. Es así como calificaría esto, como una película bizarra.
A todo esto, la historia de las criaturas ocultas es bastante tontorrona, se nota demasiado que está hecha con prisas y por añadirle juego survival y algo más de locura a los adultos, pero su práctica es bastante impresentable y su final no podía estar más forzado.
Me lo he pasado bien, en casi todo momento me ha mantenido entretenido como un crío y su constante sinsentido hay que decir que tiene su gracia, a veces parece ser una producción de la Troma, pero el film es irregular, muy irregular, y jamás llega a compenetrarse bien el terror bizarro con el humor y la aventura sino que actúan por separado a un nivel decente tirando a regular.
El sótano del miedo es una atípica película de terror, y me atrevería a decir quees , en mi opinión, de las mejores de Wes Craven, junto con la genial Pesadilla en Elm Street o Las Colinas tienen Ojos.
Cuando digo atípica me refiero a que por momentos parece una película dirigida a un público jóven (el niño protagonista, sus diálogos tontos y desenfadados, su amistad con la niña, algunas reacciones de los actores, etc) pero su atmósfera en conjunto, y las situaciones que se viven, son bastante bizarras, dirigidas a un público adulto, tocando temas como el maltrato, el sadomasoquismo, el canibalismo etc. Y eso me chocó bastante.
Luego el escenario es muy original, me gustaron sobre todo los recovecos de la casa, así como sus trampas.
La ambientación de peli de principios de los 90 y ese estilo de ghetto chungo le da un toque diferente. A ello ayudan los protagonistas, entre los que destacan un joven Ving Rhames.
Muy recomendable, y que me trae muy buenos recuerdos, ya que es la típica película que veía siempre en la sección de terror de mi videoclub cuando era un enano.
No creo que a una persona joven, a la que esta película no haya formado parte de su infancia, le parezca buena. Comprendo que haya gente que le traiga buenos recuerdos y por eso le guste, pero ahora mismo es una película completamente desfasada.
Sin duda alguna lo peor de toda la cinta son los diálogos. Son conversaciones que podría haberlas escrito un niño pequeño, son tontas, sin sentido, y llenas de chistes más propios unos dibujos animados que de una película de miedo. Cada conversación que tienen es más estúpida y no dicen nada en ella.
Los personajes cuanto menos son especiales, sobre todo el padre y la madre de Alice. Al principio quieren dar la impresión de personas siniestras y por así decirlo, serias, pero luego se convierten en dos personas sin una pizca de sensatez.
La casa vale que es grande, pero es que desde dentro es inmensa y más aun en el interior de las paredes, eso ya es más grande que toda la casa. Toda está llena de trampillas y de pasadizos secretos que llevan de un extremo a otro de la casa, donde el perro omnipresente perseguirá a Cucaracha pero nunca lo matará, ya que se ve que los Rottweiler no hace daño con sus mordiscos ni siquiera a un niño de 10 años, como pudimos comprobar durante la peli.
Cuando dan el aviso de maltrato a menores ¿Cuantos policías hacen falta para comprobarlo? Porque parece ser que se ha desplazado la comisaria entera a la casa, se ve que se toman el trabajo muy en serio.
El final de la película resulta ser una sucesión de golpes que parece que estás viendo una película de ¨Solo en casa¨, golpes tontos que no suponen ningún tipo de herida, como mucho una leve pérdida de conocimiento de unos pocos segundos.
La última escena en la que sale volando el dinero y las personas que estaban encerradas en el sótano salen de la casa caminando tan tranquilos, hace parecer una película de humor más que una de miedo, que igual lo era y yo no he sabido entenderla. A pesar de todos los defectos que le he sacado y todas las cosas que he dicho en su contra, la película no me he aburrido ni me han entrado ganas de quitarla, tiene algo que hace que te quedes con ganas de seguir viéndola.
Tengo que reconocer que me encanta esta película desde que la vi. Sin ser ninguna obra maestra, es de las pocas sorpresas que ofreció la década de los 90 en cuanto al género de terror se refiere... Y encima dirigida por todo un maestro. Lo mejor para mi siempre serán esa pareja de chiflados (sobretodo ella, me encanta... Actriz que también salía en la mítica Twin Peaks). Super recomendable.
pelicula de wes craven que se aleja de lo que nos tenia acostumbrado para introducirnos en una historia con tintes infantiles, dejando de lado el terror.
el filme es ver a un negrito escapar de una familia de lunaticos en una casa- fortaleza al mejor estilo ¨ el gato y el raton¨.
no es lo mejor de craven pero se deja ver y cae en gracia
Es una buena película, bastante original y no me esperaba menos ya que es de el gran Sr. Wes Craven. Buen guión, la historia es super interesante, las actuaciones son buenas, al igual que el ambiente donde se desarrolla la historia.
Mi puntuación es 8 de 10 posibles, recomendable.
Tabo.
Críticas: 78
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Parnaso
6
Del ya finado Wes Craven. Es interesante película por transcurrir en un mismo lugar que es una casa en la cual vive una familia extraña, y por esta misma cosa cuya psique retorcida lleva a realizar actos macabros y enfermos. Cabe destacar al personaje de la niña que nunca ha salido a la calle, pues empatizar con ella es acto valiente. Si bien entretiene, también es cierto que carece de un verdadero momento álgido, por lo que mi veredicto es un 6.
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