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Estamos ante la mejor película de Drácula, duela a quien le duela, he visto bastantes críticas a esta película por ciertas libertades creativas de Coppola, pero estas no hacen más que dar más dinamismo al personaje y aun así presenta más detalles de la misma novela.
La película busca ser incomoda y erótica, Gary Oldman más grande que nunca tranquilamente pudo haber ganado un Oscar por esta interpretación, ya que considero es su interpretación más cónica, la banda sonora y la producción muy destacadas dando un ambiente gótico, siniestro, además de mucho romanticismo.
Se nota también las influencias al cine clásico alemán y uso de efectos prácticos hechos por Román Coppola, hijo del director, evitando el cgi.
Probablemente el punto donde más flaquea es en las actuaciones secundarias con un Keanu Reeves inexpresivo, así como Winona Rider y un Anthony Hopkins un poco exagerado, pero va con la historia dándole un aspecto teatral.
Puntaje: 8.0
La versión de Murnau es un clásico, la de Bela Lugosi es una joya, la de Christopher Lee es muy buena y la de Herzog es magnífica también, pero esta adaptación del señor Coppola es la mejor adaptación hecha hasta la fecha del clásico de Bram Stoker.
Las actuaciones, los efectos especiales, el maquillaje, la música, la ambientación, todo acertado, no hay ni un pero, simplemente una joya de adaptación.
Hay que verla sí o sí.
Poco tengo que añadir para describir a este pedazo de clásico, mira si será importante que a día de hoy (30 años después) sigue siendo la mejor adaptación cinematográfica que se ha hecho de Drácula. Y sigue siendo una de las mejores obras de Coppola, casi nada.
Visualmente es impresionante, cada plano es practicamente un cuadro que podría ser expuesto en un museo, la ambientación y el vestuario, así como los escenarios han sido escogidos con un gusto exquisito.
Las actuaciones son muy buenas. Especial mención para Gary Oldman que hace un papel que ha marcado a una generación, su Drácula es practicamente el arquetipo que han usado posteriormente los directores de esta temática.
Como parte negativa diría que se hace un poco repetitiva en los últimos 30 minutos. Flojea el guión en algún momento.
A día de hoy es un clásico imperecedero dentro del cine de fantasía.
Joder esta es la cuarta película de Coppola que veo y otra vez en mi opinión da justo en el blanco y se tira otra obra maestra, La ambientación la atmosfera ahí en Transilvania espectacular y los efectos prácticos, maquillaje, la actuación de gary oldman y Anthony Hopkins, en fin una gozada cinematográfica !
De las mas aclamadas adaptaciones de este personaje mitológico como lo es Drácula interpretado a la perfección por gary oldman con una increíble transformación , no por nada esta pelicula fue ganadora en la categoría de mejor maquillaje y efectos especiales
el resto del reparto tambien esta a la altura y el guion aunque tiene cambios con respecto a la novela de bram stoker pero incluye algunos detalles fieles como el origen del vampiro desde que era un guerrero rumano y su historia trágica con la novia la cual winona ryder se encarga de revivir con su personaje
las escenografías estan bien logradas al igual que el vestuario que también tuvo su recompensa con un premio de la academia , fue un decente trabajo de francis ford coppola que ha dado hasta ahora una de las mejores versiones del conde dracula
Drácula De Bram Stoker es una pelicula de terror que se estreno en el año 1992. Esta dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Gary Oldman, Winona Ryder, Keanu Reeves y Anthony Hopkins.
Antes de convertirse en vampiro, el conde Drácula era el príncipe Vlad, que al enterarse de la muerte de su amada vendió su alma al diablo. Así pasó el tiempo hasta que cuatro siglos más tarde, en Londres, encuentra a Mina, la reencarnación de su antiguo amor. Sin dudarlo articulará un ambicioso plan para ir en su búsqueda y recuperarla.
Dracula, el vampiro mas famoso de la historia ha tenido innumerables adaptaciones al cine donde muy pocas han sido las peliculas que de verdad valen la pena ver aunque creo yo que la mas famosa o mejor dicho la mejor adaptación que se ha hecho seria esta que se realizo a principios de los años noventa en donde Gary Oldman se vistió del famoso vampiro y sorprendió a todo el mundo brindando asi una de las mejores interpretaciones del personaje eclipsando a Cristopher Lee, Bela Lugosi o a cualquier otro actor que haya hecho de Dracula.
Y bien, sin duda alguna Dracula de Bram Stoker se ha convertido para muchos en una de las mejores peliculas de terror de la historia del cine por lo bien realizada que esta o por lo atrayente que resulta la historia ya que de por si atrapa desde los primeros minutos y nos sumerge en la historia, además el ritmo me ha parecido muy efectivo ya que tiene un comienzo brutal mostrándonos los orígenes de Dracula como la muerte de su amada esposa que fue lo que le llevo a revelar toda su ira contra Dios para luego convertirse en vampiro pero bueno, la pelicula podrá ser considerada un clásico y todo pero digamos que a mi como que me resulto un poco tediosa en ciertas ocasiones mas que todo por la mitad que seria cuando Dracula llega a Londres ya que hay momentos en el que se torna lenta y aburrida pero ya por el final la pelicula se vuelve a recomponer logrando esa espectacularidad que mantuvo durante la primera mitad dándonos asi un desenlace espectacular y memorable.
Por otra parte, otro puntazo a favor de la pelicula serian sus brillantes actuaciones empezando primero que todo con el fantástico Gary Oldman quien en su carrera ha hecho actuaciones brillantes mostrando múltiples facetas y pues aquí como el Conde Dracula me pareció brutal y acojonante, sin duda alguna ha sido una de las mejores actuaciones de toda su carrera porque se marca un papelón tremendo aunque eso si me gusto mas la parte en la que represento a un Dracula anciano y acabado ya que allí tuvo un diseño y un vestuario verdaderamente terrorífico aunque la parte en al que hace de caballero romántico tambien tuvo su toque especial pero sin duda alguna me quedo con la primera que se nos mostro.
Los secundarios también estan de lujo y el casting llama poderosamente la atención como por ejemplo Anthony Hopkins haciendo de Van Helsing que sin duda alguna resulta ser un buen personaje y una buena actuación de Hopkins como casi todas las de su filmografia, tambien tenemos a la guapísima Winona Ryder y a un jovencísimo Keanu Reeves quien apenas estaba empezando su carrera en la industria y pues tambien cabe mencionar las participaciones de Cary Elwes y Richard E. Grant como secundarios de lujo quienes tambien brillan al igual que el resto.
Si hay un defecto en la pelicula pues para mi serian los efectos que no llegan a ser tan cutres pero se ve que no han envejecido para nada bien pero claro esta que todo lo demás en la pelicula es espectacular como la ambientación, las localizaciones o los vestuarios muy acordes para la época antigua asi que en ese aspecto la pelicula es una completa delicia y de eso no me queda la menor duda, también me ha gustado ese estilo de terror a la vieja escuela que se hecha de menos hoy en dia con secuencias impactantes que han quedado grabadas en la memoria de todos y que de por si ya son memorables en la historia del cine.
En definitiva Dracula De Bram Stoker me ha parecido una pelicula magnifica, es un peliculón en todos los sentidos pero por culpa de la parte tediosa me he visto en la obligación de bajarle un punto menos ya que le pensaba dar un 9 pero de todos modos el 8 no esta mal. En si es una pelicula memorable, apoteosica y emocionante, toda un clásico del cine con uno de los villanos mas legendarios de la historia como Dracula asi que si no la han visto estan demorados ya que es una pelicula brillante.
Desde mi punto de vista, la mejor versión cinematográfica de Dracula que se ha hecho hasta ahora. El guión no es fiel al libro de Stocker, pero es una obra maestra. La ambientación, y el carácter de los personajes, hacen que uno quede atrapado inmediatamante. Gary Oldman hizo una interpretación soberbia, su Drácula impone, es el verdadero Diablo, ¨que bruja o demonio a sido más temido que el gran Atila, cuya sangre fluye por estas venas¨, realmente sublime. El resto del reparto también está a la altura, sobre todo Antony Hopkins como Van Helsing. Los efectos, que si bien fueron artesanales, están correctos para la época. No puedo dejar de mencionar la partitura del polaco Wojciech Kilar (RIP), que ayuda a crear un clima tenso y melancólico por momentos. Obligado visionado!!
Maravillosa adaptación de Dracula de Bram Stoker, la verdad soy fan del cine de Dracula y me gusta mucho este personaje.
Ya con la nueva versión que fue muy criticada a mi me gustó sin embargo esta es otro nivel, la historia esta perfectamente contada y en ningún momento llega a aburrir a eso le sumamos magníficos actores más que todo Gary Oldman para mí el papel de su vida, también me gustó ver a mi gran Keanu Reeves en el reparto.
Los efectos son geniales a pesar del tiempo al igual que la sangre en algunos momentos no se ve nada mal y más aún el efecto de Dracula que se ve en los momentos finales y sobretodo la batalla al final y ese último beso al final de redención para mí dice mucho, es enorme ese final también me gustó la parte donde Dracula se convierte en puros ratones.
Sin duda alguna es considerada una obra maestra se lo merece la volvería a ver mil veces más.
Una de las mejores adaptaciones de Bram Stoker, la mejor película de Vampiros para mi de la historia... Coppola no pudo hacerlo mejor tanto con el vestuario, maquillaje y las transformaciones de Drácula, un reparto excelente y una ambientación de genio! OBRA MAESTRA!!! UN 10!
Seguramente a esta altura, no habrá nadie que no conozca esta película. Pero, de cualquier manera, nunca esta de más volver a ver (y recomendar) este tipo de clásicos o películas de culto que tantas alegrías (y tristezas) nos brindaron desde su concepción.
Por otro lado, resulta curioso que esta película hoy en día, podría ser considerada, más bien, una producción de clase B. Y no me refiero a sus efectos especiales (los cuales para la época son maravillosos) o la factura técnica (la cual, es intachable) sino mas bien, por contener (a un nivel mas profundo y preciso) algunos “detalles” de guión, montaje o mismo actuaciones que, distarían mucho de catalogarla como esa obra maestra (seria) que seguramente todos recordamos (y mas, viniendo de quien viene).
Pero incluso por estas “incongruencias” (las que ya habrán adivinado, prefiero no revelar para evitar spoilers) es que también vale la pena darle una oportunidad (si nunca la vieron) o revisitarla (si ya lo hicieron) y prestarse al debate.
Y es que las películas que invitan (o generan) mas de un visionado y análisis son las que importan (y prevalecen en el tiempo…amen del titulo que sea).
Más que recomendable por lo que fue y (a pesar) puede ser realmente.
Me resulta muy difícil valorar objetivamente esta película. Drácula (la novela) es probablemente, el libro que más veces he leído. Para mí, resulta fascinante tal y como es. Y la mejor adaptación de ese libro sería aquella que lo respetara al máximo. Por otra parte, me considero un amante del buen cine. Y me gusta que un director como Coppola, cuando hace algo, intente hacer lo mejor que sepa o pueda.
Por lo tanto, en este caso, no tengo una opinión, sino dos. Como película (olvidándome de su referente literario) me parece magnífica, aunque eso sí, para mí no deja de ser cine comercial, no nos engañemos. Es una magnífica película comercial, de las mejores quizá. Técnicamente es sobresaliente. Las interpretaciones (magistral sobre todo Gary Oldman), se acercan en general mucho a como te imaginas a cada personaje. Arthur podía tener esa cara, Quincey también, Van Helsing también, y Lucy, y Mina, y Jonathan. . . Del vestuario, ¿qué decir? ¿y la banda sonora? magistrales ambos. Los decorados, igual.
¿Alguna pega? Desgraciadamente sí. Que la película tenía que haberse llamado ¨la bella y la bestia de coppola¨. Francis se la jugó metiéndole el ingrediente romántico. O quizá no se la jugó. No olvidemos la cantidad de chavales-as que se mueren por historias así de almibaradas. Pero eso no tiene nada que ver con el Drácula de Bram Stoker. No voy a explicar por qué. El que haya leído el libro, ya lo sabrá, y el que no lo haya leído, ya tarda. No es una crítica como película, pero sí como adaptación de una novela. Ese ¨detallito¨ simplemente la invalida como adaptación. Ha hecho un gran guiso de carne con sus especias, sus hierbas aromáticas de transilvania, lo ha cocido a fuego lento, y al final, se lo ha cargado echandole chocolate por encima. En fin. Como obra cinematográfica (comercial), un 9, como adaptación, un 5. .
Lúgubre, gótica, poética...
Como aspirante a cineasta esta es una masterclass de cine para mi, pues es una obra muy completa del maestro Coppola. Una cinta que emplea todas las extensiones del lenguaje cinematográfico para transmitir una idea o alimentar la atmósfera. Desde los increíbles vestuarios, los bien detallados escenarios, la muy bien cuidada iluminación, los efectos visuales que han envejecido bien, la majestuosa banda sonora compuesta por Wojciech Kilar, el diseño de sonido y el montaje del filme en si esta tan bien estructurado que Dracula (1992) no se siente pesada en ningun momento.
Las actuaciones son otro punto fuerte de la película, pues todos cumplen con su papel e incluso otros lo llevan al siguiente nivel, como Gary Oldman, el cual da la mejor interpretación de su carrera aquí (en mi parecer).
Incluso el criticado Keanu Reeves cumple con una decente interpretación.
Mi único problema con el film es que encuentro la resolución final (y el tercer acto en general) un poco débil. Tal vez agregando una buena escena de dialogo entre Dracula y Van Helsing en la que se profundizara mas en la dualidad del vampiro pudo haber conseguido el 10.
Es muy difícil evaluar una película 20 años después de estrenarla. De todas formas, me parece que da absolutamente igual cuando hayas visto esta película, porque siempre te va a sorprender gratamente.
Es una de esas películas que en cada clase y en cada asignatura de Comunicación Audiovisual se menciona, y no es para menos. La vi otra vez hace unos días después de varios años y cada vez que la veo, descubro algo más de la película.
Seguramente lo que más me gusta del film es la estética y la fotografía. Me parece que cada color, cada ropa y cada personaje te transmite esa sensación aterradora que siempre ha transmitido este personaje/historia. Todo esto, mezclado con la iluminación y el tipo de planos, crea una obra maestra.
Puede que en ciertos momentos se haga un poco lenta, pero sinceramente no creo que cambiaría nada de esta película.
Aquellos que todavía no hayan visto esta película, hoy puede ser un gran día para vosotros. De nada.
Genial, creo que es la mejor adaptación que se ha echo de la novela de dracula hasta el momento. Todo en ella me parece perfecto, vestuario, atmósfera oscura, banda sonora sublime , actuaciones geniales, destacando la de Gary Oldman que consigue transmitir miedo y ternura a la vez. Quizás lo único negativo es que en ciertas partes se me izo algo empalagosa con tanto romanticismo y que hacia el final pierde algo de fuerza. Francis ford coppola nos regala una obra maestra.
Mi nota es 9.
Espectacular de inicio a fin
Obra maestra y referencia del género. Nunca nadie ha plasmado en pantalla un dracula tan soberbio y un desarrollo de película tan atrayente
Gary Oldman memorable
Banda sonora perfecta acompañando escenas y paisajes que sumergen de lleno en la obra
Obligado visionado 10/10
Monumental adaptación cinematográfica del inmortal clásico de terror “Dracula” (1897) de Bram Stoker, a cargo del legendario Francis Ford Coppola.
Luego del polémico estreno de la tercera parte de “El Padrino” (1990), cuyo éxito de crítica fue menor a pesar de 7 nominaciones a los Oscar y que el propio director de “Apocalypsis Now” (1979) reconoció haber realizado más por cuestiones económicas que otra razón, Francis Ford Coppola concretaría uno de sus más personales proyectos cinematográficos en su carrera como director, una nueva adaptación de la novela “Dracula” (1897), la más fiel hasta la fecha, que terminaría por convertirse en una de sus obras más espectaculares en términos visuales aunque también más “polémicas”.
Había varias razones por las que Francis Ford Coppola deseaba embarcarse en este proyecto, que en comparación con otros clásicos que dirigió (“The Godfather”, 1972; “The Godfather II”, 1974; “Apocalypsis Now”, 1979), era de mediana envergadura, pero no por ello carente de la habitual y maravillosa visión cinematográfica del futuro director de “Rainmaker” (1997). En primer término, sabía que el legendario Orson Welles había intentado realizar sin éxito una adaptación en su tiempo, por lo que siendo éste un sueño inconcluso de uno de sus más importantes mentores en la industria, Coppola se esforzaría para concretarlo. Además, deseaba reencantarse con las formas clásicas en que los grandes directores de antaño concretaban sus visionarias formas de concebir el cine.
En segundo lugar, se aproximaba el centenario de la publicación del clásico gótico escrito en 1897 por Bram Stoker y Coppola estaba consciente de la importancia incuestionable de la novela en la cultura popular era a través de las décadas, con una cantidad no despreciable de películas, obras de teatro, musicales, novelas, cómics, dibujos animados y un largo etc. Sin ir más lejos, Coppola tenía claro que se requería realizar una nueva adaptación cinematográfica por la fluidez temporal de estrenos, casi una por década, desde “Nosferatu, eine symphonie des grauens” (1922) de F.W. Murnau, “Dracula” (1931) de Tod Browning, “(Horror of) Dracula” (1958) de Terence Fisher hasta “Dracula” (1979) de John Badham, entre los más importantes, al margen de las secuelas de la Hammer (1960-1973) y otras películas menores.
En tercer lugar, también se acercaba el centenario de la invención del cinematógrafo por los hermanos Lumière y Coppola deseaba rendir homenaje no sólo a este hito en la historia del arte sino también volver a incursionar en el cine artesanal, en una época en que se notaba el advenimiento de la tecnología computacional, con maquetas, sombras e ingeniosos efectos especiales de maquillaje y vestuario.
Y cuarta razón, quizás más “mundana”, como el acuerdo que Coppola había establecido con una joven, pero exitosa Winona Ryder, quien acaba de consolidarse gracias a su participación en las películas del genio gótico Tim Burton. Ryder había sido finalmente reemplazada por Coppola, en desmedro de su hija Sofia, para protagonizar “The Godfather III” (1990), lo que la crítica nunca le perdonó al creador de la saga de “The Godfather” (1972-1990), y en compensación rodaría un guión que la estrella de “Beetlejuice” (1987) y “Edward Scissorhands” (1990) le propusiera. Ese guión sería la propuesta de filmar una nueva versión de “Dracula” (1897) de Bram Stoker.
No obstante lo anterior, Coppola decide no hacerse cargo del guión, el corazón del film, principalmente porque quiere preocuparse más bien de la artesanía técnica de su nueva versión, y por eso que encarga a James V. Hart la escritura del guión, cuya estructura epistolar, entre otras cosas, había sido el principal dolor de cabeza de quienes habían adaptado la novela para lograr una versión fidedigna. Sin embargo, y siguiendo las directrices del director de “The Godfather” (1972) Hart presentaría una historia que, si bien contiene una esencia terrorífica del monstruo, se inclina más bien por un logrado drama romántico con marcados tintes de tragedia y erotismo explícito, siendo en la práctica una revisión absolutamente audaz y moderna de la obra de Stoker. No obstante, y aunque el título rezaba “Bram Stoker’s Dracula” y en la práctica terminaría siendo la más fiel de las versiones del conde transilvano, el film tampoco corresponde a una versión realmente fiel a la novela del irlandés.
Los principales cambios en el guión de Hart tienen que ver con la figura del vampiro y su relación con Mina Murray, decisiones narrativas que difieren de la novela original de Stoker. Hart introduce explícitamente la figura de Vlad Draculea (1431-1476), el histórico y brutal vovoida de Valaquia que gobernó con mano de hierro los territorios de la actual Rumania y cuyos sanguinarios actos servirían de inspiración a Stoker para crear al abominable Conde Drácula. De esta forma, el guión introduce a “Vlad Tepes”, como le llamaban los turcos por su manía de empalar a sus adversarios en verdaderos bosques de estacas, como el futuro vampiro que una vez fue humano y defendió la cruz contra el Islam, y que fue traicionado por el odio humano y la propia Iglesia Católica.
“Bram Stoker’s Dracula” (1992) ostenta uno de los mejores prólogos de un film, por lo menos, en los últimos 50 años, en donde Coppola da cuenta de una contundente y notable forma de narrar un evento dramático específico, que servirá de justificación narrativa para todo un film. En él, el relato muestra a un aguerrido príncipe cristiano dispuesto a ofrecer su vida por la causa religiosa de todo un continente, en contra de los infieles, siendo abatido finalmente no por una cuestión militar sino más bien pasional y trágica, cuando su princesa Elizabeta es engañada por los turcos respecto al destino de Vlad y ésta inconsolable decide quitarse la vida. Sin embargo, la peor vendría de la misma iglesia a la que defendió, quien condena el alma de la princesa por haberse suicidado. Y es que ya en ese segmento de menos de 10 minutos, el film regala una de sus más potentes imágenes visuales, con la furia de Vlad empalando rivales en la guerra, la desazón por la tragedia que lo separan del amor de su vida y el juramento de la venganza contra Dios y la humanidad.
Apenas iniciado el film, el espectador ya comenzará a atisbar que se encuentra ante una adaptación que características más de drama romántico que de película de terror. Si bien, Coppola apuesta por un idealismo romántico al presentar a un noble que pacta con el demonio por la pérdida de su mujer y la traición de la Iglesia, bastante alejado a los intereses del verdadero Vlad Draculea en el siglo XV, lo que el director de “La Conversación” (1974) hace es introducir de forma inteligente la base de la obra de Stoker sin por ello afectar al futuro desarrollo de la trama que el espectador debería ya reconocer, con la llegada de Jonathan Harker a Transilvania para finiquitar la compra de unas propiedades en Inglaterra por parte del conde.
Después de esta breve e interesante seudoclase de historia, Coppola llevará al espectador al Castillo de Drácula, en unos de los segmentos clásicos que todas las demás versiones del conde vampírico han abordado, sin embargo, lo que espectador tendrá al frente rompe con décadas de tradición del conde excéntrico pero elegante (instaurado por Bela Lugosi y continuado por Christopher Lee notablemente) sino un decrépito y ciertamente repulsivo anciano, que recuerda más al Conde Orlok de F.W. Murnau. Sus extrañas maneras aristocráticas, su melancolía al hablar y la decadencia de su apariencia y mirada, contrastarán con la altivez y cierta sensación de intimidación que proyecta en el personaje abordado hasta ese momento en el celuloide, más aún cuando el guión también establece diferencias fuertes sobre sus intereses para trasladarse finalmente a Inglaterra.
Así, no es la maldad primigenia de su esencia vampírica la que lo llevará a la Europa Occidental, sino la esperanza de aliviar su eterno dolor, que es la pérdida del amor, la que lo llevará a cruzar el mundo, cuando descubra que Elizabeta parece haber reencarnado en la prometida de Harker. Drácula parece haber encontrado una luz de esperanza para su eterno calvario y no escatimará en artimañas para llegar a Mina, seducirla y convertirla en vampiresa, para acabar así con esa soledad eterna a la cual está condenado. Esclavizará a Renfield, tomará como prisionero a Harker, viajará kilómetros por mar y rejuvenecerá para acercarse a la chica, pero en el entretanto no podrá resistirse a su naturaleza maligna y corromperá primero a Lucy. De esta forma, Hart justifica de paso de una forma más pertinente la obsesión del conde por llegar a Mina y no como una antojadiza acción sexual.
Todo lo anterior presenta un personaje eminentemente humano a pesar de su monstruosidad sobrenatural, que lo diferencia de prácticamente todas las versiones del conde, siendo quizás, desde el Conde Orlok de “Nosferatu” (1922) de F.W. Murnau, el Conde Drácula de “Drácula” (1931) de Tod Browning y “(Horror of Drácula” (1958) de Terence Fisher y sus secuelas, siendo quizás la versión de “Drácula” (1979) de John Badham la que podría acercarse más a este aspecto del monstruo seducido por el amor. Aún así, en la versión de Badham falta el componente trágico de la relación de amor del pasado y su reencarnación del pasado que marcan la existencia del conde vampiro, y se expone más una relación de amor proyectada hacia la eternidad. Como sea, Gary Oldman (“JFK”, 1991; “El Quinto Elemento”, 1997; Saga “The Dark Knight”, 2005-2012) interpreta a un refrescante y diferente personaje camaleónico, que se vale de todas las formas de presentación para cumplir sus objetivos, desde el guerrero despiadado, pasando por el anciano decrépito y el apuesto noble hasta el monstruo como tal. Oldman tiene la habilidad para generar cierta empatía en el público respecto al destino trágico de su personaje, que busca recuperar la fe en el amor y que terminará finalmente encontrando la redención en él.
Ya comentaba que la relación del vampiro con Mina es abordada de una forma especial en el film, a partir de un pasado y lazo emocional muy fuerte, y ello ayuda a comprender la naturaleza confusa de la personalidad de Mina Murray, a diferencia de la relación pragmática que Stoker menciona en la novela, en donde el vampiro sólo la utiliza para adivinar los movimientos de quienes quieren cazarlo. Con más fuerza que en la misma novela, en donde Mina no puede explicar su bizarra atracción por el ser abominable, en “Bram Stoker’s Dracula” (1992) esa relación queda de manifiesto por ese vínculo e intenta explicar la razón por la cual la mujer le es infiel a su prometido y posterior esposo, Jonathan Harker. La película explica, entonces, que esa atracción se debe a una conexión astral de las almas de ambos personajes, que Mina no puede ignorar y que es más fuerte que la relación, claramente menos pasional que tiene con el parco Harker. En cierta medida, Drácula despierta la pasión emocional y sexual del ser de Mina, interpretada por Winona Ryder de forma correcta, aunque poco aventurada, y la libera de esos convencionalismos sociales y culturales de la época que le toca vivir en la Inglaterra victoriana.
Lo anterior nos lleva al personaje de Lucy Westenra, que en mi opinión gana muchísimo más interés para el espectador, incluso que el de Mina Murray, gracias a la decisión de presentarla como una mujer propensa al erotismo y el desenfreno sexual, tan mal visto por los defensores del patriarcalismo más radical. Interpretada sorprendentemente por la británica Sadie Frost (“Shopping”, 1994), en el papel de su vida, esta versión de Lucy es notoriamente más sensual y sexual que todas las vistas hasta la fecha (y si no me equivoco, también posteriormente). Una joven y hermosa mujer aristocrática que se da el lujo de coquetear con un abogado, un vaquero y un médico, leer el kamasutra como si se tratará del periódico y hacerle preguntas incómodas a su acartonada amiga Mina Murray, claramente un personaje refrescante y vivo, que da cuenta de un erotismo mucho más extremo que la notable incursión de Terence Fisher en “(Horror of) Dracula” (1958).
Otro de los grandes méritos del film en cuanto a personajes e interpretaciones, fue el personaje de Abraham Van Helsing, interpretado por el notable Anthony Hopkins, que venía de ganar el Oscar por “The Silence of the Lambs” (1991) de Jonathan Demme. Hasta la interpretación de Hopkins, el doctor Van Helsing siempre había sido personificado como un erudito y sabio de alta capacidad de razonamiento y madurez emocional, por el moderado Edward Van Sloan (“Drácula”, 1931) y el impecable Peter Cushing “(Horror of) Dracula” (1958), sin embargo, Hopkins regala una de sus más recordadas interpretaciones al encarnar al demente pero brillante médico, que encabeza la batalla contra el vampiro. Sin embargo, en el film, el guión reduce un tanto la importancia del personaje, respecto a Drácula, como en el film con Peter Cushing y Christopher Lee, colocándolo en un segundo plano más que nada como una referencia a los intentos humanos de enfrentar y derrotar, más nunca conjurar, la maldad sobrenatural. Comentar que Liam Neeson fue considerado en primera instancia para encarnar a Van Helsing, no obstante cuando supo que su ídolo Anthony Hopkins estaba interesado, decidió apartarse sin más.
Hart y Coppola también incursionan en el protagonismo secundario del abogado Arthur Holmwood, el vaquero Quincey Morris y el Dr. John Seward, que tanto en la novela de Stoker como en las versiones hasta esa fecha habían tenido muy poco aparición e importancia, utilizándolos como parte de un escuadrón de cazadores que unen esfuerzos, primero, para enfrentar la pérdida de Lucy y el secuestro de Mina, y luego para ayudar a acabar con el vampiro en las puertas de su Castillo en Transilvania. Interpretados correctamente por Cary Elwes (“La Princesa Prometida”, 1987), Billy Campbell (“The Rocketeer”, 1991) y Richard E. Grant (“Warlock”, 1989) demuestran tener bastante más carisma que el propio Jonathan Harker, interpretado pobremente por Keanu Reeves (“Much Ado About Nothing”, 1993; “The Devil’s Advocate”, 1997; “The Matrix”, 1999) quien, al margen de estar recién comenzando su carrera, es decididamente es más bajo en nivel interpretativo. Probablemente, Johnny Depp, quien rechazó el papel, lo hubiese hecho bastante mejor. En el reparto, también encontramos a Tom Waits (“One from the heart”, 1982) como Renfield y la musa italiana Mónica Bellucci como una de las novias de Drácula.
Además de ofrecer una perspectiva atrevida y revitalizada en términos narrativos, “Bram Stoker’s Dracula” (1992) brilla por sus cualidades estéticas y visuales, que le hicieron quedarse con 3 Oscar mejor diseño de vestuario, al mejor maquillaje y mejor edición de sonido, y nominada a mejor diseño de producción. Respecto al diseño de vestuario, Coppola se basó en el film “La bella y la bestia” (1946) de Jean Cocteau para solicitar los modelos, además de pedirles diseños extraños y pesadillescos, palabra que la diseñadora japonesa Eiko Ishioka (“Mishima”, 1985) tomaría muy serio.
Su principal aporte sería el vestuario de Dracula en todas sus facetas, desde la armadura roja que simula un cuerpo desollado (una de las prácticas favoritas de Vlad Tepes con sus adversarios); la larga y roja túnica en su apariencia de decrépito noble, que resalta su esencia sexual y simboliza un mar de sangre; un elegante atuendo de caballero británico de la época victoriana; y una barroca túnica inspirada en la obra del pintor Gustav Klimt en el epílogo, cuando se enfrenta a Van Helsing y sus amigos y a su destino. No obstante, también vale la pena considerar que para la apariencia de Lucy Westenra, se basó en las pinturas sobre colorinas de Dante Gabriel Rosetti (1828-1882), su vestimenta roja que insinúa la esencia lujuriosa de su personalidad y su impresionante vestido de novia vampiro de collar isabelino, en tanto que para Mina Murray escogió el color verde que simboliza el carácter fresco y joven, la vida y la naturaleza.
En cuanto al apartado de maquillaje, bien vale la pena destacar la decisión de Coppola de prescindir de efectos especiales para la apariencia decadente y monstruosa del conde, siendo el trabajo de Greg Cannom, Michele Burke y Matthew W. Mungle uno de los puntos más interesantes también. Gary Oldman debía someterse a sesiones de 5 horas diarias de maquillaje para su caracterización de anciano, en donde como dato curioso se incluyó la referencia de las manos peludas que Stoker menciona en su novela, un rostro pálido y suelto y un largo y barroco peinado de esencia nipona también; y en el caso de su apariencia monstruosa como hombre lobo y murciélago humanoide en las escenas más emblemáticas del film como la copula sexual entre el vampiro y una Lucy poseída y la recordada escena erótica de Drácula y Mina en que el vampiro la bautiza con su sangre y al escapar tras ser sorprendido por sus cazadores conviertiéndose en una figura humanoide que desaparece en la forma de ratas.
La fotografía del film estuvo a cargo del prestigioso fotógrafo Michael Ballhaus (“La Última Tentación de Cristo”, 1988; “Buenos Muchachos”, 1990; “Pandillas de Nueva York”, 2002) quien regala una colección notable de grandes momentos, desde la atrapante atmósfera del lúgubre Castillo de Drácula, con la interacción del conde con Harker, la retención del abogado por parte de los tres novias de Drácula, las formas antifísicas de la materia que se ocurren en el castillo y la caminata por la pared del engendro, las escenas en el cinematógrafo en Londres, en el sanatorio y la Abadía de Carfax, y por supuesto la persecución de Van Helsing y sus amigos por tren y caballo hasta el fortaleza con forma de guerrero entronado que funciona como castillo del conde y su dramático epílogo.
El notable compositor polaco Wojciech Kilar (“La muerte y la doncella”, 1994; “La Novena Puerta”, 1999; “El Pianista”, 2002) regala una de sus mejores partituras, severa y delicada al mismo tiempo, pero esencialmente nostálgica y dramática, que por cuestiones nunca aclaradas no fue nominada al Oscar de su categoría. La cantante afroamericana Annie Lennox compuso e interpret la canción “Love Song for a vampire”, de gran éxito en las radios locales e internacionales.
En resumen, probablemente la última gran versión de la inmortal novela de Bram Stoker y la última gran película de vampiros del cine, tradición que degeneró desgraciadamente a abominaciones de todo tipo en el siglo XXI. Una interesante revisión del mito novelesco de Stoker desde una perspectiva romántica y dramática, que no abandona una esencia gótica y refuerza una más sexual.
MI PELICULA DE AMOR FAVORITA, UNA DELICIA PARA LOS SENTIDOS, UNA OBRA MAESTRA, BRUTAL, EROTICA, SEXUAL,SANGRIENTA (LO JUSTO), UNAS INTERPRETACIONES DE ESCANDALO (GRANDIOSOS GARY Y ANTHONY), UNA BSO ARREBATADORA, PELICULA DIGNA DE 10 OSCARS AUNQUE LAMETABLEMENTE SOLO OBTUVO 3. SOLO PUEDO DECIR SR COPPOLA ME QUITO EL SOMBRERO................
Vampiros de mentira. | Drácula de Bram Stoker.
Menuda puñalada me acabo de llevar tras ver esta obra de Francis Coppola. Es una verdadera pena no poder sentirme identificado con muchísimas críticas, y es que desde mi más humilde opinión, ¨Drácula de Bram Stoker¨ me ha parecido un truño de los pies a la cabeza.
Antes de todo, quiero dejar bastante claro que es mi opinión y con ello no quiero desmerecer a ninguna de las críticas, al fin y al cabo el cine es bastante subjetivo y lo que puede ser agua bendita para unos, puede ser estiercol para otros.
¨Drácula de Bram Stoker¨ podrá presumir de tener un buen reparto y demás, pero sinceramente me ha parecido una obra demasiado disparatada como para tomármela enserio. Me he preguntado viendo esta película sobre dónde está el verdadero límite del rídiculo, ya que ¨Drácula de Bram Stoker¨ parece un videoclip barato dónde ninguna escena tiene coherencia o al menos así me lo ha parecido.
Desde los primeros minutos intuí que algo no iba bien, y es que el ritmo de la película se hace verdaderamente insufrible, dando lugar a sin fin de conversaciones absurdas y escenas que en mi opinión, dejan muchísimo que desear. Se abusa bastante del erotismo y de los efectos especiales, tanto es así que terminas aborreciendo la película a los primeros veinte minutos.
Mordisco por allí, mordisco por allá, vestidito por allí y vestidito por allá (este es el resumen más coherente que puedo hacer de esta obra de Francis Coppola). No pongo en duda que el guión de Bram Stoker haya sido bueno, simplemente considero que en pantalla ha sido muy complicado de transmitir.
Afirmo que ni siquiera en un libro, el lector podría haberse imaginado el show que se ha montado nuestro amigo Francis Coppola, trayéndonos consigo una obra sin sentido para mi gusto, siendo estremecedora y no apta para aquellos que buscamos algo de seriedad en una película de terror.
Winona Ryder me parece muy buena actriz, pero no me gusta ninguna de las películas en las cuales aparece. Lo mismo me ha ocurrido con Keanu Reeves, que en esta película dan ganas de tacharle del mapa y olvidar que ha participado en este asunto. Probablemente esté loco o cualquier otro motivo, pero digo las cosas como las siento.
¨Drácula de Bram Stoker¨ me ha parecido una adaptación que ha sobrepasado el límite del terror, llevándolo a la comedia exagerada y un sin fin de tintes surrealistas que no van para nada conmigo.
Lo mejor: Lo único que me ha gustado ha sido la temática vintage.
Lo peor: Todo lo demás.
Buena película sobre el origen y la historia del temible Dracula.
En su momento esta tuvo que ser una película increíble, ya que aún a día de hoy es una buena película.
Las actuaciones, en especial la de Hopkins, son lo mejor de todo, aunque la ambientación no se queda atrás. Como si le sucede a los efectos especiales y a las distintas apariencias de Dracula.
Es disfrutable por los diálogos y los actores y si te gusta el personaje.
Críticas: 180
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Pedro Otero Serrano
2
Sobrevalorada cosa, que nos confirma en la teoría de que a algunos directores debería prohibírseles por ley lo de rodar Fantasía. Y es que Coppola es chungo. Odia el cine fantástico. Ya lo había demostrado con “Peggy Sue se casó”, pero aquí firmó su definitiva obra funesta.
Hablemos de los personajes. Aquí Drácula es o una bestia inmunda, un bicho asqueroso de ver al que exterminaríamos sin pensarlo, o un dandy encopetado y relamido con aires de grandeza, sin una pizca de humanidad, de encanto o de misterio. Peor es Van Helsing. Una especie de doble insulto a los aficionados al fantástico, primero por su carácter de viejo verde que solo suelta gracietas inmundas de vergüenza ajena, y luego por escoger para el infausto papel nada menos que a quien había encarnado al gran Hannibal Lecter justo en el año anterior.
¿Y los grandes hallazgos?. ¿Cuáles?. Lo del guiño “cinéfilo” para que lo ponga el Garci cuando se tercie el debate, o lo de la preciosista superposición de imágenes plagiada del “Europa” de Lars Von Trier, o lo de ser “la adaptación mas fiel”, - descojone en la sala a poco que te hayas leído el libro -, o lo de todas esas “virtudes fílmicas” compradas solo con dinero… que le colocan por debajo no solo de todos los Drácula´s de la Hammer, de todos los de la Universal, de todos los Nosferatu´s, y hasta del paupérrimo de Paul Naschy que todavía tiene más encanto.
Y es que un autor aclamado por culebrones de gansters, por melodramas llorones, comedias estúpidas, o moralinas sensibleras de corte épíco, no está capacitado para tratar con vampiros. Y sí, que está Winona, y la banda sonora.. lo que queráis. Por eso, un 2.
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