Sitges Día 3: Crítica de Mientras Duermes

• 8 de Octubre del 2011
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Luis Tosar demuestra una vez más lo buen actor que es. Complicado que defraude. Es un desgraciado de la vida consolado en desmontar la existencia de los demás. Su empleo como conserje de una comunidad de vecinos le ofrece un día tras otro unas fijas oportunidades para cumplir su deseo de no ser feliz, o serlo de una manera diferente, mientras su cara ante el mundo nos muestra un carácter afable, educado, servicial. Una obra un tanto previsible- quizás estemos exigiendo demasiado -, pero que cumple la expectativa de implicar al espectador en la emoción de apoyo al personaje malévolo, creándonos una especie de bloqueo mental por tan aviesa decisión.

Por Javier Bocadulce