El estudio (Nikkatsu) no estaba contento con el guión original y llamó a Suzuki para que volviera a escribirlo en el último momento. Suzuki despertó con muchas ideas que se lo ocurrieron la noche anterior de empezar el rodaje, y dio la bienvenida a ideas de sus colaboradores. Él dio a la película una inclinación satírica, anárquica y ecléctica visualmente que el estudio anteriormente le había advertido de que no lo hiciera. El film fue un
Mad Warrior
Seijun Suzuki llega cual apisonadora con un objetivo en mente: desgajar todos y cada uno de los convencionalismos del cine negro hasta convertirlo en otra cosa distinta.
Y los resultados son impredecibles.
Tiempos de cambio se aproximaban para él, y bastante tormentosos. La experimental ópera de acción llena de coloridos excesos que fue ¨Tokyo Drifter¨ no sentó bien al presidente de Nikkatsu, Kyusaku Hori, quien veía en sus últimas películas... (seguir leyendo)