Ficha Casi Famosos

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Críticas de Casi Famosos (4)




Mad Warrior

  • 8 Nov 2022

7



Los grandes escenarios, el clamor de la masa, la emoción del tour, las caras habitaciones de hotel, drogas y alcohol en cantidades, hermosas y fáciles chicas, las portadas de las más prestigiosas revistas, ser escuchado en la radio de forma constante, y el dinero, para gastar sin preocupaciones...

Se lo dice Jeff a Will con toda sinceridad: ¨¡Eso es el puto colocón!¨. Para él sí, claro, porque es el artista, ¿pero qué nos queda a nosotros, los fans?, ¿y a los fans que no hemos podido vivir en el instante en que tales palabras son pronunciadas? Quienes hemos nacido demasiado tarde, en una época donde la música es almacenada en maquinitas gracias a la fría y despersonalizada tecnología, sólo podemos recrear otra muy anterior donde dicha música es tocada, olida, acariciada, gracias a los viejos vinilos, cuyo tacto y aroma logra hacernos vivir la fantasía, transportarnos a lugares y momentos únicamente soñados, cada uno con su propia historia.
Como cuando Will descubre por primera vez los discos de su hermana; embelesado, pasa las yemas por encima con la inocencia de un bebé que acaricia la piel de su madre. A esa misma temprana edad descubrió Cameron Bruce Crowe la música, un niño rechazado en el instituto, enfermo, engañado sobre su edad por su madre, una paranoica y reaccionaria profesora de psicología y ferviente activista por la paz, un niño que optó por refugiarse en la fantasía musical para escapar del mundo y tuvo la decisión de dedicarse al periodismo para estar, unos años después, siguiendo el rastro de los más prestigiosos artistas, contratado en la más prestigiosa revista del ramo: la Rolling Stone.

Así que, pese a su bastante dura infancia, uno sólo puede sentir envidia hacia él, por llegar a cumplir un sueño que para otros sería imposible, y en especial por haber vivido en una época que ya se ha ido para no volver. Teniendo en cuenta que empezó su carrera de director en el cine en 1.989, tardó mucho en trasladar sus experiencias, pero al fin, tras el enorme éxito de ¨Jerry Maguire¨, puede aspirar a hacer realidad su ambición; desde los títulos de créditos, con unos aires ¨indie¨ de los 90, escritos frente a la cámara, ¨Casi Famosos¨ ya deja claras sus intenciones de realizar un homenaje cariñoso y pleno de nostalgia a una época muy concreta de la vida y la Historia.
No duda Crowe en hacer de Will un álter-ego poco o nada desdibujado y situarlo en el centro de una familia disfuncional, donde la autoridad de la madre (Elaine) ha provocado la ausencia total del padre, y la presencia de la hermana mayor es una luz intensa en esa atmósfera oscura de moralina barata, prohibición, paranoia y temor social (por muy entrañable que pueda parecer Frances McDormand su personaje es realmente inquietante). Ana (la bellísima Zooey Deschanel), que no tarda en abandonar el aislado nido, sirve de guía al niño a través de su música y todo cambia para siempre.

Y se abre 1.973, pero se sigue haciendo, curiosamente, desde la misma perspectiva ingenua, emotiva y dulce que la época de la infancia; Oliver Stone lo habría representado de otra manera, esos años en que la Guerra de Vietnam por fin termina pero la inflación y la crisis del petróleo hacen mella en la economía, tanto como el que el aborto se convierta en derecho constitucional o las todavía no finalizadas acciones contra Nixon y su inútil encubrimiento del caso Watergate. Pero todos esos temas no importan nada al de California, quien tenía entonces 16 años, y su mirada es la de los ojos inocentes y soñadores del protagonista, ahora con la apariencia del debutante Patrick Fugit.
Unos ojos sólo para la música. Y más valía hacerlo; 1.973, año brillante en el ¨rock¨, de supremacía del género y gloriosa perfección a la vez que encaminado a nuevas formas de expresión y comercialización, lo cual ponía en peligro su esencia más tradicional y pura. Coinciden los mastodontes Sabbath, Tull, Zeppelin, YES o Heep con sus propuestas ¨SABBATH, BLOODY SABBATH¨, ¨A PASSION PLAY¨, ¨HOUSES OF THE HOLY¨, ¨TALES FROM TOPOGRAPHIC OCEANS¨ y ¨SWEET FREEDOM¨, mientras un soplo de aire fresco llega con QUEEN, Aerosmith, Bad Company, Lynyrd Skynyrd y New York Dolls...

...y por ahí los restos de los Beatles mantienen decentes sus carreras en solitario, la formación de Deep Purple tardará años en volver a reunirse y el poder hipnótico de ¨THE DARK SIDE OF THE MOON¨ y ¨BILLION DOLLAR BABIES” conquista el Mundo entero.
Ese es el ambiente, nada menos (igual que el nuestro actual, ¿eh?), donde crece y aprende Will, haciendo buenas migas con Lester Bangs, editor de CREEM y un padre que le forma sobre las luces, sombras y decadencias del negocio de la música, tan seductor como depredador y desolador (papel al que Philip S. Hoffman imprime su carisma único y gran naturalidad).

El director sigue entonces al chico en una experiencia vital que le permitirá evolucionar a todos los niveles, pero soportando los males de hacerlo por medio de ese negocio, de esa industria cínica y sin conciencia, de los largos viajes por carretera que son como paréntesis existenciales donde brotan las confesiones más íntimas sin vergüenza, de las juergas llenas de drogas, bebidas y preciosas jóvenes sin cerebro que van pasando de mano en mano como la cerveza, aglutinando aquél a cada una de las superestrellas que entrevistó en su adolescencia en un monstruo ficticio, Stillwater, grupo característico de los 70 (formado por el siempre impecable Jason Lee, Billy Crudup y los músicos reales Mark Kozelek y John Fevedich).
En dicha creación reposan los recuerdos y vivencias extremas con Zeppelin, Neil Young, algo de Clapton, Fleetwood Mac, los Eagles y Allman Brothers (el megalomaníaco Russell, inspirado en Duane Allman y Glenn Frey); son las palabras que escuchó Crowe en boca de ellos, las miradas recelosas por tratarse de un cronista, lo expresado a través de Will. La realidad pasada también trae a Penny, una ¨jefa de las ¨groupies¨ ¨ aunque ella lo niegue, interés romántico del chico y romance de saldo de Russell y otros, encarnada por la sensual y delicada Kate Hudson (aunque yo siempre preferí a la morbosa Fairuza Balk).

Sin embargo, incluso cuando llega la hora de dejar el escenario, salir entre bastidores y adentrarse en ese microcosmos tan hermético, sucio, competitivo y violento bajo los falsos oropeles del glamour y la fama, el director lo hace con una indulgencia autoconsciente, la que da el recuerdo de la adolescencia; y es que su visión es la del niño recién salido del cascarón que aún está descubriendo el mundo y a la gente, pero pese a las dolorosas experiencias y desengaños, esa mirada no se endurece, permanece estable en la benevolencia. De hecho así se lo reprocha Penny a Will (¨Eres demasiado tierno para el ¨rock¨...¨).
Crowe lo sabe, sabe que es un pánfilo acaramelado a quien le encanta divagar por los ríos de lo entrañable y lo sentimentaloide, lo lleva demostrando desde su debut ¨Say Anything...¨; para más inri la película se produce bajo el auspicio de DreamWorks, firma de Spielberg, dando la nota final de mojigatería que faltaba al conjunto. No es necesario salir con comentarios de índole sociopolítica ni mucho menos (todos salen de la boca de la madre y suena tan ridículo que dan ganas de partírsela), pero el mundo del ¨rock¨, máxime el de los 70, debería plasmarse con cierta amargura, un toque más sucio y escabroso, de peligro, mordacidad y crudeza.

No se puede pensar eso del tipo que poco antes hiciera ¨Jerry Maguire¨, quien lo inunda de piedad y compasión; sencillamente no es la recreación que esperaría ver el auténtico Bangs. Ya que, en mi caso, Will no consigue atraparme como debiera, sí lo hace el cuarteto de artistas, los falsos Stillwater que como toda banda ha de lidiar con sus propios problemas, mil veces vistos y oídos (a veces en la misma liga de ¨This is Spinal Tap¨).
Esto es: el compromiso hacia los fans, el sumo cuidado con sus enemigos los periodistas, las disputas por el ego, el precio de la fama, las obsesiones y manías, los romances pasajeros, el cambio de management o los accidentes en el escenario...

Sobresalen los duelos entre las volátiles personalidades de los papeles de Lee y Crudup además del estupendo repertorio que compone para ellos nada menos que Peter Frampton, Mike McCready y Nancy Wilson. Pero el exceso de azúcar, culpable de empañar un final que merecía unos cuantos cortes antes de los créditos en la sala de montaje, no empañó el éxito, al fin y al cabo el público norteamericano que acude en masa a las salas para pasar un buen rato no va buscando ni finales tristes ni ambiguos. Tampoco es correcto eso; ¨Casi Famosos¨ no amortizó su elevado presupuesto y sin embargo, como estaba previsto (Spielberg está detrás, ¿recuerdan?), fue alabada por la crítica y en numerosos festivales.
A modo de confesión diré que, al amar tanto la época y la música del film, no me importan sus errores, ya que la nostalgia me invade como si yo mismo lo hubiese vivido. Y llego a ponerme en la piel del blando Will: mi familia no es millonaria, estamos anclados en una clase media-baja que sufre como todas las de su estirpe, y lo único que mi padre puede dejarme en herencia son sus cientos de discos cuidados con tanto esmero a lo largo de las décadas; es un legado y un patrimonio que debe permanecer intacto contra el paso del tiempo y las odiosas modas...

Espero cuidarlo bien.



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A.57LópezRomero.Magic

  • 30 Jan 2019

8


Entretiene lo justo y a pesar contar con un elenco conocido no le dan mucha importancia a sus personajes secundarios como Ana paquin y francés mcdormand ambas ganadoras del Oscar, es una película orientada a un público adolescente más bien,y también pudieron aprovechar más el rock que tiene como trama y no tantos diálogos vanales o entrar en sentimentalismos baratos, la pelicula es demasiado larga para lo que cuenta, podría haber contado lo mismo pero en menor tiempo. Destacó al protagonista adolescente que tiene el mayor peso en la película y lo hace bien, para mi esta película es buena pero debieron aprovechar mas la trama y los personajes en las 3 h que dura. Un 8



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Parnaso

  • 9 Feb 2017

6


Entretiene pero no es la repanocha...Trata sobre un quinceañero que se hace crítico de la patética revista Rolling Stones y se va de gira con una banda de rock emergente para hacerles una entrevista,en ella,se verá la manipulación y la malicia de los ¨periodistas¨,las disputas internas de la banda,el ego de los músicos y demás...
La trama se sitúa en los años 70,con lo cual no paran de sonar temas de aquella época,la recreación de la época no me ha molado un pijo,el guitarrista que se hace amiguito del crítico no rezuma nada de carisma por mucho que lo intente,Kate Hudson demuestra que es una actriz sosísima que no llama la atención...la historia está bien pero tiene tramos aburridos y poco interesantes también,lo dicho,se deja ver,pero sin más.

Para nostálgicos del rock setentero.



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M.White

  • 25 Oct 2011

10


Esto es una pelicula de Rock And Roll,una historia biografica de Cameron Crowe en la que un adolescente se va de gira con una banda llamada Stillwater,en el caso de Crow fue nada mas y nada menos que con Led Zepelin. La pelicula esta perfectamente ambientada en la decada de los 70¨s,sin errores,los mismos looks,guitarras de la epoca y la musica. Una historia maravillosa y emocionante. Una pelicula para ver millones de veces y no olvidar jamas.



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Críticas: 4


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