Me gustó en su día pero esta vez me ha llegado muchísimo más.La historia cuenta el desgaste del amor en una pareja y el intento de reavivar esa chispa por una de las dos partes.Esta contada en presente y pasado así que hacen uso de los flashbacks para darnos a conocer el inicio de su relación lleno de luz y armonía y por otra parte la defenestación de la misma llena de discusiones y nula complicidad...Es un retrato realista que sabe mostrar como una relación de amor no es nada fácil de llevar,ni que se mantenga con la llama prendida perpetuamente y que no es todo tan bonito como lo quieren pintar.Ryan Gosling en su día no me gustó a penas,pero esta vez me ha gustado más,no así Michelle Williams que siempre está sembrada con su naturalidad innata y me ha gustado más que cuando la vi en su día.El papel de Gosling fustra bastante pues se ve que por mucho que lo intente no va a lograr nada.El film tiene muy buenas escenas,lleva un ritmo que le viene al pelo y lleva un tono intimista que engancha bastante.Y lo más importante,la peli transmite perfectamente todas las emociones que se muestras de fustración,hastío,dolor,indiferencia,agobio...
Excelente!
P.d. Del director de ¨La luz entre los oceanos¨,con esta creo que me echaré unas buenas risas de lo pedante que me huele...jajaja
buen film de drama que muestra la realidad de parejas de sus diferencias de sus males que el amor no es siempre color de rosa porque también tiene problemas conflictos engaños etc en si es un drama interesante que no aburre pese que en ocasiones pierde el ritmo
las actuaciones están muy buenas en especial de michelle williams que le valió una nominacion al oscar y ryan gosling no esta nada mal y en si el final es bastante triste con la escena de la niña persiguiendo al padre se te desgarra el alma
una excelente pelicula sobre el inicio y decadencia de una relacion sentimental que trasmite grandes cantidades de emociones y sentimientos por partes iguales.
Ryan Gosling esta inpresionante en su papel de marido-novio, con unas interpretacion sobervia durante todo el metraje la cual le dio una candidatura al globo de oro muy merecida.
Michelle Williams simplemente increible en su interpretacion de chica maniaco depresiva que trasmite una infelizidad aplastante .
la pelicula esta genialmente dirigida con secuencias memorables con un acompañamiento musical desbordante , en cuanto al guion no tiene agujeros y esta a prueba de balas con grandes dialogos llenos de emotividad y espontaniedad , en definitiva una pelicula tremendamente buena que me recuerda a la inpresionante revolucionary road .
9/10
Muy buena pelicula que nos muestra el amor y el desamor siguiendo dos lineas temporales. Grandes actuacioens de sus protagonistas sobretodo de Ryan Gosling que crea un personaje por el cual uno se siente identificado y hasta por momentos sufre lo mismo que el. Una joya del cine independiente que eso si tiene un ritmo algo lento quizas por lo que quizas no cualquiera sepa apreciarla. Recomendable
Dicen que para un amor verdadero hay que sufrir y que no toda historia de amor es miel sobre hojuelas. Nos enfrentamos a una película, contada de diversas formas, con mezclas de pasado, futuro, presente.
En donde de una relación maravillosa, pasamos a como el amor se muere si no lo cuidas, como las personas cambian con el paso de los años, y que pasa si tomamos decisiones, que nos acompañan el resto de nuestra vida.
Una película, que no vería de nuevo, no porque sea mala, sino, porque es demasiado triste, realmente te sientes tan identificado con el chico y su dolor, que a veces es bueno poner una pausa.
Con esto podemos rescatar, que no toda historia de amor, acarrea un final feliz.
Críticas: 6
Ferroviario
8
Blue Valentine, brillante retrato de una historia de amor.
El drama romántico Blue Valentine, segundo trabajo del norteamericano Derek Cianfrance y uno de los títulos mejor valorados de 2010 tras pasar por festivales como Sundance, Cannes o Toronto. Ryan Gosling y Michelle Williams son los protagonistas de una de las historias de amor (y desamor) más bellas, crudas y devastadoras de las últimas décadas. Si no me creéis, ya sabéis lo que tienes que hacer. Y preparaos para acabar el día con el ánimo por los suelos.
El póster original del film incorpora un subtítulo sencillo y honesto pero con cierta mala leche: ¨A love story¨ (¨una historia de amor¨). Como si fuera una de esas convencionales comedias románticas que fabrican como churros, en busca de un público que da por hecho una serie de tópicos, incluyendo el final feliz. No miente, Blue Valentine nos habla de una historia de amor, pero la forma está muy alejada de lo que es habitual en el género. El cartel español es más tramposo, anima a ver la película a cualquier persona que haya amado alguna vez. O sea, a todos. Porque todos hemos amado alguna vez, ¿verdad?, y hablamos en pasado, así que también hemos dejado de hacerlo, ¿no? A pesar de que las postales y los sobres de azúcar nos venden que el amor es eterno. La película de Cianfrance no lo hace. Muestra el florecimiento y la muerte de un romance.
Blue Valentine gira en torno a Cindy (Williams) y Dean (Gosling) en dos líneas temporales diferentes. En una de ellas los vemos conocerse y enamorarse, en la otra llevan años casados y el vínculo está en crisis. Cianfrance mezcla las dos etapas a lo largo de la película, dando al espectador la posibilidad de comparar y apreciar el cambio en los personajes y la relación de una forma más poderosa que si hubiera planteado la historia de un modo corriente, lineal. De este modo explota mejor la historia, exponiendo en escenas consecutivas cómo dos personas que se atraen fuertemente, que tienen química y forman una pareja ideal, pueden después sentir agotamiento y amargura junto a la pareja con la que se han comprometido. El encanto, la diversión y la pasión del comienzo convertidos en hastío, monotonía y tristeza.
Llama la atención, quizá porque nos han malacostumbrado las innumerables películas románticas de Hollywood (y del resto del mundo en realidad, la estructura y los personajes son aburridamente similares), el dibujo realista e imperfecto de los dos protagonistas, que no dejan de cometer errores y que tienen una personalidad muy definida, con el paso de los minutos llegas a conocerles como si fueran dos amigos cercanos. Cindy y Dean no han tenido suerte y se conocen en el momento perfecto, cuando ella necesita a alguien cariñoso y atento que la mime y la trate como a la princesa de un cuento. Dean es el tipo adecuado, es un romántico esperando la oportunidad de demostrar su compromiso en una relación seria. Y es Gosling en su faceta más seductora. Cindy no se resiste.
Pero compartir la vida no es fácil, sobre todo para unos padres jóvenes con trabajos mal pagados. El tiempo pasa, se acumulan las torpezas, las discusiones, las frustraciones y los malos momentos, la relación comienza a derrumbarse... Más allá del cambio físico --interpretable de varias maneras (representación del paso del tiempo, de los sinsabores de la vida, de un amor marchito...)--, es interesante la evolución psicológica de Dean, quien en una escena revela su desconfianza sobre el género femenino y cuya ingenua idea del amor parece estar influida por las felices historias del cine de Hollywood. Dean no es práctico y se ha creído esa bonita fantasía de que se puede vivir de amor. La triste realidad se impone y el desengaño afecta a su personalidad, se vuelve más frío e irascible.
Cindy sufre la amargura de Dean pero le está tan agradecida por haberla cuidado (a ella y a su hija) que acepta la situación y trata de seguir adelante, como sea. La visita a un hotel (y más concretamente a la ¨habitación del futuro¨, una elección poco apropiada para ellos) en un desesperado intento por recomponer la relación, provoca todo lo contrario... Para funcionar, Blue Valentine necesitaba a dos actores implicados en cuerpo y alma con el proyecto, entregados a la creación y el desarrollo de los personajes. Williams y Gosling aceptaron el compromiso y dan en pantalla lo mejor de sí mismos. Están formidables en las dos líneas temporales, nadie podría haber encarnado mejor a Cindy y Dean. Lo raro es que solo ella fuera nominada al Globo de Oro y al Oscar, una injusticia para su compañero de reparto.
Cianfrance trabajó en el guion --junto a Joey Curtis y Cami Delavigne-- durante años pero en el momento de rodar pidió a los intérpretes que improvisaran y buscaran la manera más natural de comportarse y relacionarse entre ellos. Procuraba zanjar las escenas con una sola toma, con el objetivo de capturar la espontaneidad de las interpretaciones, y también hizo que Williams y Gosling --que escribió las dos canciones para la película-- compartieran un apartamento durante un mes antes de filmar las escenas del presente, para que resultaran más creíble como pareja y ensayaran formas de iniciar y prolongar discusiones. Esta serie de decisiones son arriesgadas, es más seguro ceñirse al guion y planificar cada detalle, pero con suerte y talento el resultado merece la pena. Quizá se podría haber explorado más la crisis, y a veces la cámara tiembla demasiado, pero son minucias en una película hermosa, honesta y contundente.
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