Ficha Los Siete Samuráis

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Críticas de Los Siete Samuráis (12)




ivankiller

  • 27 Feb 2023

6


Muy buena película. No me encantó.

Las películas de samuráis antiguas realmente deben haber priorizado el ¨estilo¨ sobre el ¨realismo¨, ya que esta película era conocida por sus crudas escenas de combate. Y aun asi pense que tiene mucho de esa coreografía japonesa que siempre encontré cursi y no lo suficientemente cruda. Las estrategias empleadas para defender el pueblo y levantar la moral, por otro lado, son dignas de elogio.

En general, la película envejeció bastante bien, gracias en parte a excellentes actuaciones.
Hacen un gran trabajo construyendo la confrontación y mostrando la desesperación y el miedo de los aldeanos. Destaco la interpretacion de Toshirō Mifune , quien interpreta al peculiar pero divertido Kikuchiyo de manera convincente, y Takashi Shimura es perfecto como el mentor samurái de buen corazón.

Hay muchas escenas geniales, impactantes y memorables repartidas a lo largo de esta película bien filmada. Pero no puedo mentir y decir que me divertí mucho viendo esta larga cinta de 3 horas y media, una a la que le gusta tomarse su dulce tiempo, que le gusta hacer el tonto y que a veces es redundante al hacer escenas que establecen lo que ya se sabe. También se han mejorado mucho cosas como el combate y la banda sonora.

Otra cosa que no me gustó fueron algunas escenas que supongo intentaban retratar cuán fuerte era la tradición en ese entonces, especialmente en un área rural y menos educada. Funciona de una manera que no agrega nada a la historia pero le quita a los personajes.
Me refiero principalmente a cómo el joven samurái deja que su ¨amor¨ sea perseguida y golpeada por su padre mientras él se queda allí como cavernicola congelado, dejándola llorando bajo la lluvia mientras todos se van; el samurái procede a ser felicitado por el grupo y entre risas. Yo no necesito un personaje Western puramente heroico, estoico e inocente para que me guste, en lo absoluto. Pero, ¿Qué se supone que debo pensar aparte de ¨Wow, qué patetico, y qué repugnante grupo de personas¨?

Seven Samurai es una película que se siente increíblemente natural y creible. Y si bien tiene mucha sustancia a través de su bien escrito guion, Drama efectivo y actuación sobresaliente, creo que muchas películas la han superado en estilo, ritmo y crudeza, que son cosas que tiendo a apreciar más.



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Mad Warrior

  • 24 May 2021

10



En el Festival de Venecia de 1.955, dos obras maestras del cine japonés comparten en León de Plata: “El Intendente Sansho” y “Los Siete Samuráis”.
En ese momento la película de Akira Kurosawa ya es todo un éxito en su país de origen y su fama se extiende rápidamente a nivel internacional.

Cuesta creer que el concepto original de su historia difiriese tanto de lo que acabó siendo, pues en un principio el director y Shinobu Hashimoto iban a narrar las cotidianidades de un samurái noble, hasta que el productor Sujiro Motoki vino con una idea basándose en datos históricos de samuráis que habían entrado en combate en defensa de campesinos pobres; para confeccionar el complejo guión se trajeron a Hideo Oguni y así Kurosawa, tras haber dirigido dos títulos situados en el contexto de las guerras de clanes de los siglos XI y XII, se vuelve por primera vez (que no por última en su carrera) hacia el turbulento periodo histórico.
Es el de las provincias de guerra (desde la era Entoku (1.489) hasta el inicio del periodo Edo, alrededor de 1.600), donde la supremacía del poder conducirá al extenso reino “de paz” bajo la orden del linaje Tokugawa. No lo sabe todavía, pero va a llevar a los ejecutivos de Toho al límite de su paciencia, pues el rodaje, desde Mayo de 1.953, se alargará once meses hasta la posproducción, con condiciones inhumanas para el equipo, agotamiento de fondos en dos ocasiones, escasez de caballos (importados del extranjero) para las secuencias de acción, la construcción de decorados en exteriores de Shizuoka y no en estudio.

Aun así Kurosawa, que también se ha iniciado en la filmación con varias cámaras, tenía un concepto muy lúcido de lo que quería hacer, su primera obra de samuráis de pleno derecho, la cual abre un retumbar de tambores de ritmo fiero pero constante que asemeja las pisadas en la tierra y los cascos de los caballos, anunciando batalla, sangre, muerte, sacrificio y espíritu de lucha; tras esta excelente muestra del uso de la música y los sonidos por parte de Fumio Hayasaka, la acción empieza ya con el movimiento de un grupo (elemento usual del nipón), en este caso unos desalmados bandidos marchando con las luces del alba de fondo hacia una aldea escondida en las montañas.
Al otro lado un segundo grupo, el formado por los campesinos a los que los anteriores explotan y torturan; aquí cobrará vital importancia la visión del director con respecto a la autenticidad del entorno y las interpretaciones y la profundización en la psicología de los personajes. Su intención, como iremos descubriendo, es situar al espectador desde un punto de vista completamente objetivo y abierto a la multiperspectiva emocional y filosófica. Por ahora, tras haber sido impregnados con el hedor que emerge de sus chozas y ropajes, estamos del lado de los agricultores, desesperados por encontrar a alguien que les ayude a combatir contra los malhechores.

Kurosawa y sus guionistas deciden arriesgarse y hacer que unos samuráis accedan a ponerse a las órdenes de personas de un rango social inferior por una escasa remuneración; es la primera vez que esto se contempla en el “jidai-geki” y es, por tanto, una revolución en la época, pero para dicha empresa los nobles guerreros son degradados hasta hallarse casi en el mismo estatus que los campesinos, así que Kurosawa apuesta por algo muy diferente a las típicas luchas entre clanes propias del género. La estructura argumental constituye un movimiento y una evolución en todos los sentidos, dividida en tres actos pese a un interludio entre dos grandes fases temporales.
El primer acto se refiere a la unión de los miembros, que en el fondo recuerda al cine de Hawks, con el acto de reclutamiento contratando sólo a profesionales; poco a poco los siete futuros compañeros se van uniendo, y el guión concede, algo también inédito, un tiempo esencial de acercamiento a cada uno de ellos hasta que el nexo de unión para con el inconsciente del público se vuelve inquebrantable, pues como en la historia, una vez constituido el grupo, todo acto individual queda excluido; estos son Kambei, Katsushiro, Shichiroji, Heihachi, Kyuzo y Gorobei, y un séptimo elemento es incorporado con el fin de romper el estricto espíritu militar: Kikuchiyo.

Pese a esta unión y jerarquización, el cineasta se centra en tres de ellos: un magnífico Takashi Shimura se transmuta en el “tateyaku” (jefe de la compañía según los principios del kabuki y el ken-geki), Kambei, el samurái virtuoso y comandante estratégico garante de los valores del bushido; Isao Kimura es Katsushiro, el “nimaine”, el samurái novato y bello, siendo el campo de flores el reflejo de su idealización de la pasión y los sentimientos; Kurosawa pone en relación-oposición al joven refinado y a Kikuchiyo, donde un Toshiro Mifune desatado y con plena libertad de improvisación hace de él un personaje vital.
Con Kikuchiyo, que se distingue de sus compañeros con sus formas rústicas y excesivas, se persigue esa perspectiva antes mencionada; se trata no de un samurái, sino de un hijo de campesinos que aspira a serlo, por lo tanto no habita ni en un mundo ni en otro y es el único con la capacidad de observar ambos con plena objetividad. A través de su mirada, Kurosawa borra todo acto de idealización y condena, aunque sin rechazar nunca el humanizar tanto a samuráis como campesinos, y el momento clave para comprender el sentido moral de esta visión llega al descubrir Kikuchiyo los tesoros de guerra que ocultaban los aldeanos.

Esta conjunción de conceptos, desarrollada desde el principio y en la cual se profundiza durante el segundo acto, con los ronin habituándose a las inclemencias del entorno rural y al carácter de las gentes mientras preparan su estrategia de guerra concienzudamente, es sin duda una novedad no sólo para el “jidai-geki”, sino para gran parte del cine époco y de aventuras (el sacrificio de un grupo en defensa de la libertad de otros, la presencia de un idilio amoroso entre jóvenes (el de Shino y Katsushiro), las insinuaciones homosexuales (de éste último), y la total distinción y a la vez semejanza de los que fueron opresores (los samuráis) y los oprimidos (los campesinos) ).
Un tercer acto, más largo, prepara por fin la contienda entre las facciones, donde grandes secuencias de acción conviven con pasajes más calmados; aquí Kurosawa plantea la distinción total con el grupo de los bandidos, cuyos miembros no interesan. Éstos también son samuráis, pertenecientes a uno o varios clanes que se han deshecho, pero al revés del grupo de Kambei, se han convertido en forajidos que traicionan el código de honor de los guerreros; se trata de una lucha de hermanos de armas ubicados en universos diferentes. Por otro lado, la multiplicidad de las cámaras aporta para el director un toque singular destinado a componer una paleta de emociones basada en la perfecta armonía de tonos y movimientos.

Aquí, en cada ataque, la acción se eleva a un punto culminante pues la conciencia plena del movimiento y la cadencia rítmica permite que dicha acción llene todo el encuadre; en este enclave que es el pueblo se nos arrastra a las entrañas del épico combate y nuestros sentidos vibran con la combinación de elementos naturales (la furiosa tormenta, el fuerte viento, el olor del fango) y físicos (el galope de los caballos, el restallar de las katanas, los cuerpos de los hombres, sudando y sangrando). Un espectáculo de intensidad desasosegante donde Kurosawa, entregado al fervor de la violencia, evoca la belleza épica de Ford, Vidor o DeMille, capturada con rigor por la fotografía en blanco y negro Asakazu Nakai.
Pero no sólo cuenta la maestría sobre la orquestación escénica y la potencia, casi onírica, de las imágenes, para enroscarnos en el universo de la batalla, sino la humanidad que expresa el director durante su desarrollo; cada una de las muertes de los héroes tendrá la suficiente fuerza emocional para conmovernos y desgarrarnos, pues ya hemos tenido tiempo de caminar a su lado, de escucharlos y compartir sus inquietudes, miedos y deseos. Kurosawa, Hashimoto y Oguni se esfuerzan en construir un catálogo de personajes rico y profundo, sobre todo creíble y humano.

De ahí que todos los actores, desde los protagonistas Shimura, Mifune, Kimura, Daisuke Kato, Minoru Chiaki, Yoshio Inaba, Seiji Miyaguchi y Yoshio Tsuchiya a los secundarios Kamatari Fujiwara, Keiko Tsushima, Bokuzen Hidari y Kokuten Kodo, gocen de una magnífica caracterización; gracias a esto ni una sola línea de diálogo, ni una sola de sus intervenciones dramáticas, parece forzada o poco relevante. Kurosawa, como capitán de sus tropas (por algo le llamaban “El Emperador”), extrae de cada actor enormes interpretaciones en función de su relación con otro en pantalla.
A lo largo de la Historia, muy pocas aventuras de acción han sabido conjugar tan bien sus virtudes técnicas, artísticas, dramáticas y filosóficas como ésta, lo que la convierte no sólo en una obra maestra de su género, sino en una experiencia de alcance universal que trasciende todos los límites conocidos y que es preciso habitar desde el cuerpo, el corazón y el inconsciente. El gesto último, descorazonador, muestra claramente esa distancia ontológica entre un grupo y otro, pese a haber compartido el mismo escenario de dolor: ¿ha merecido la pena tanto sacrificio?, ¿obtendrá el sufrimiento alguna recompensa de espíritu?

Kurosawa, como ningún director se ha atrevido a hacer, nos reta a desafiar la moral dudosa de esta secuencia final y a replantearnos otra vez la pregunta, mientras las tumbas de los caídos por honor descansan sobre la colina y el entorno se llena con los cánticos de los campesinos, ya libres de los males y de las obligaciones para nadie más que ellos mismos...



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TANO

  • 16 Oct 2020

8


Un clásico de clásicos, una película repetida hasta la saciedad después de esta, una ambientación tremenda, dura y triste de la realidad de la época.
Una historia realmente interesante, desde la búsqueda de los samuráis, hasta la preparación, y finalmente la larga y magnífica batalla, donde vemos estrategia pura y no luchas a lo loco (eso sí, con más arcos y flechas, la batalla hubiera acabado mucho antes).
Personajes muy carismáticos, que si me pongo a resaltar alguno, tendría que hacerlo con bastantes, aunque me quedo con el ¨líder¨ del grupo, el mayor, y con el de la katana larga, el más liante pero que se gana tu afecto.
Es una película larga y lenta, como gran parte del cine asiático, pero lo que hace películas como esta tan grandes como son, son precísamente estas cosas, con tanto detalle, tanto sentimiento en algunas escenas... Kurosawa es un grandísimo del cine por películas como esta, es innegable.



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[email protected]

  • 19 Aug 2016

10


Excelente. Sin duda me encantó. Es una película realmente increíble y mas para la época en la que se hizo. Lo que mas me sorprendió es que tiene una duración elevada, dura 3 horas y media y no aburre nunca. De todas formas yo la vi haciendo una pausa de unas horas en el intermedio pero no porque me haya aburrido ni nada por el estilo si no porque tenia otras cosas que hacer y justo ese era el momento para hacer un interludio, pero me daban ganas de seguirla viendo como lo terminé haciendo dos horas después. La historia principal es muy conocida y fue satirizada, homenajeada y copiada en muchas otras películas, series, libros, videojuegos, etc, entre los que se encuentran: ¨Bichos: una aventura en miniatura¨, ¨Star Wars¨ (en parte), ¨Los siete magníficos¨, etc. La fotografía me gustó y de las actuaciones no puedo hablar porque sinceramente no entiendo a los japoneses. La producción es realmente gigante, tiene una producción enorme con miles de extras. El montaje y la forma en la que está filmada me encantó, la película tiene unos climas muy bien logrados debido a su excelente y cuidadoso montaje. En fin, me encantó, excelente, realmente muy recomendable!



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Shamsia

  • 18 Jun 2016

10


Sabes que una película es buena cuando dura casi tres horas y media y, cuando terminas de verla, no te parece larga.

El ver este clásico te hace comprender cuánto le debe a Korosawa el cine actual. En esta película, siete samurais (de todo tipo, desde el novato hasta el camorrista, el serio y el corazón) son contratados por una aldea de campesinos para defenderles de unos bandidos. En el medio hay historias previas, batallas, algo de romance, una fotografía genial, y una historia muy bien filmada.

Esta clase de películas ya no se filman, así de sencillo. El verla es ver las raíces de muchas, muchas tramas de películas que reconoces por doquier. Hay escenas hilarantes (como esa de las flores entre los ¨dos¨ muchachos, y cuando le dicen a uno que se ha hecho hombre ya) y otras repletas de acción. Nada de pintar bonito al campesinado, las cosas son duras, la pobreza es mucha, y el hambre mueve a la desesperación de juntar grano por grano el arroz caído al piso.

Vale la pena, y mucho verla.



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JavierYanguas

  • 2 Apr 2016

8



¨Los Siete Samuráis¨ es historia viva del cine y hay que verla, me parece una cosa totalmente obligatoria ¿Por qué? Porque si amas el cine tienes que ver la filmografía de Akira Kurosawa porque es uno de los grandes directores de todos los tiempos (Hay quien dice que es el mejor de siempre) La mayoría dicen que ¨Los Siete Samuráis¨ es la película más célebre y más redonda del director, yo no estoy del todo de acuerdo porque reservo ese lugar a ¨Trono de Sangre¨, posiblemente ¨Los Siete Samuráis¨ haya salido perdiendo porque dura ¡Tres horas y media! Impresionante ¿Si no me gustan las películas largas como me ha podido agradar tanto ¨Los Siete Samuráis¨? Porque es muy pero que muy buena.

Ahora bien, aunque ¨Los Siete Samuráis¨ me haya gustado me ha parecido una película demasiada larga, creo que se podía haber contado lo mismo sin tantísimo relleno, lo cierto es que el desarrollo de personajes no es tan bueno como debería ser en tres horas y media, creo que la parte inicial es muy larga, es decir, tardan demasiado en reclutar a los Samurais, pero como es al principio opino que sí, que cuela y que compro, la primera hora dedicada al reclutamiento de ¨Los Siete Samuráis¨ es necesaria y tampoco se hace demasiado pesada.

Ahora bien esa segunda hora en la que no pasa nada (Aparte del entrenamiento de los campesinos con las armas y demás) sí que se hace un poquito más larga, otra cosa triste es el poco desarrollo del villano de ¨Los Siete Samuráis¨, me hubiese gustado que tuviera más peso como Eli Wallach en ¨Los Siete Magníficos¨

Por ejemplo, hace poco pude visionar ¨Los 7 Magníficos¨ una película brillante de Jim Sturges en la que hizo historia...Mucha gente criticó sin demasiado atino el poco desarrollo que hay en dicho western, sin embargo si que me han parecido mucho más desarrollados que los Samurais de ¨Los Siete Samuráis¨ ¿Por qué? Me trataré de explicar con la mayor claridad posible.

Si en la película de Charles Bronson, Yul Brynner y Steve McQueen había un montón de personajes y cada uno tenía su puntito de gloria, sin embargo los demás están totalmente de relleno.

Aquí el que se lleva la película a su terreno es Toshiro Mifune interpretando al frenético Kikuchiyo, un personaje bastante curioso, loco y sencillamente genial, no esperaba que Toshiro Mifune fuese a interpretar a ese personaje joven e inexperto, agresivo e impulsivo, aunque en ocasiones se te hace un poco pesado, ¨Los Siete Samuráis¨ mejora mucho con su presente ¡Normal que haya salido en todas las películas de Akira Kurosawa que yo he visto! Al mismo nivel que siempre, poco que decir de este maestro que para mi, es de derecho propio el mejor actor japonés de todos los tiempos.

Luego también tenemos al líder de la panda, otro que también mola mucho, la presentación de Kambei Shimada es una de las mejores que he visto en los últimos años, me encanta ese rol que tiene de hombre sabio y maduro, con muchas batallas encima y mucha experiencia sobre sus fornidos hombros, al final el tío es un auténtico hacha.

El otro Samurai que está bien desarrollado es el jovencito Katsushiro Okamoto, que es un chaval que se queda prendado de la fuerza de Kambei y quiere unirse a él, finalmente prueba se valía y se apunta a ¨Los Siete Samuráis¨.

Sin embargo todos los demás están ahí pero no tienen desarrollo alguno, nada de nada, ni Gorobei Katayama ni Shichiroji ni Kyuzo ni tampoco Heihachi Hayashida.

¨Los Siete Samuráis¨ Es una gran película porque cuenta una historia que hemos visto más de cien veces, y no me refiero a ¨Los Siete Magníficos¨ o la célebre ¨Bichos¨ de Pixar, me refiero a que la típica historia de ir juntando en un grupo a tíos impresionantes para luchar contra un bien común es una historia muy recurrida, además, para todos los admiradores al cine de superhéroes notarán la influencia de Kurosawa y sus ¨Los Siete Samuráis¨ en películas tan dispares como ¨Los Vengadores¨, ¨Los Mercenarios¨ y el próximo acercamiento de DC Cómics al cine (Espero que este esté más acertado que la desastrosa ¨Batman V Superman El Amanecer de la Justicia¨) ¨El Escuadrón Suicida¨.

Si amas el séptimo arte tanto como lo amo yo es obligatorio ver alguna vez en tu vida ¨Los Siete Samuráis¨, así que ya sabes, no tengas miedo...Eso sí, reserva una tarde entera porque te va a llevar tiempo.



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Parnaso

  • 2 Jan 2015

8


LOS SIETE SAMURAIS

Esta si es una peli que si le queda bien la etiqueta de clásico,a pesar de durar 3 horacas se hace amena y hágil.Hay mucho movimiento de actores y situaciones con lo cual no se hace monótona.Los actores como buenos asiáticos de aquella época sobreactúan algo,aparece un samurái con carácter que hace gracia,la historia es bonita y se pasa un buen rato viéndola.



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bigladiesman

  • 23 Aug 2014

10


La era Tenshō fue una de tantas marcadas por las Guerras Civiles entre distintos clanes de daimyos por lograr más territorio que trincar del campesinado mientras el Emperador de turno no pasaba de ser un hombre de paja. En esas circunstancias, el camino quedaba allando para que bandas de saqueadores atacaran a los campesinos para llevarse lo que les quedaba. En 1587, una aldea decidió resistir, y contrató a 7 ronin para ayudarles.

Este es el argumento de la peli que nos ocupa, el jidaigeki (peli de samuráis) por excelencia y la obra más conocida de Akira Kurosawa, que es además de una peli de aventuras - dicen algunos estudiosos que la primera peli de acción moderna - todo un retablo de la miseria que se vivía en ese tiempo, y que recuerda no poco a algunas escenas actuales que nos muestran a diario en los informativos.

Si habeís visto su estupendo remake ¨Los siete magníficos¨, el argumento de esta peli no tiene secretos: los campesinos y dos ronin, uno talentoso pero atolondrado, indisciplinado y muy trepa que lleva un espadón - una tachi, si no me equivoco - de más de un metro, Kikuchiyo (Toshiro Mifune, en una enloquecida interpretación con tranfondo cómico-patético. Hay un monólogo mirando a la cámara que hace que se me pongan por corbata: qué miedo daba el tío), el cual guarda un pequeño secretillo, y otro joven y romántico, Katsushiro Okamoto (el malogrado Isao Kimura, uno de los asíduos al cine de Kurosawa) asisten a una auténtica heroicidad hecha a cambio de nada por otro ronin, un hombre próximo a la ancianidad, Kanbei Shimada (Takashi Shimura, que venía de protagonizar la muy reivindicada ¨Vivir¨ a las órdenes de Kurosawa y fue su verdadero actor-fetiche. Su intepretación está llena de matices: es un guerrero, pero no le molesta mostrar miedo, pena o empatía hacia los desfavorecidos). Kanbei y Katsushiro son contratados por los campesinos y se lanzan a buscar otros ronin valientes dispuestos a jugarse la vida por honor y nada más: el astuto, alegre, bondadoso y amigo de los niños Gorobei Katayama (Yoshio Inaba, especialista en jidaigekis), el bravo ex-compañero de armas del viejo Kanpei, Sichiroji (Daisuke Katō); el modesto, cachondo y sediento de sangre Heihachi Hayashida (Minoru Chiaki) , el serio y perfeccionista Kyuzo (Seiji Miyaguchi), y, finalmente, el cabeza chota de Kikuchiyo. La parte femenina la compone la hermosa, neumática y sensual Keiko Tsuchima como la ingénua hija del campesino Manzo (Kamatari Fujiwara, de ¨La fortaleza escondida¨). Es tan sexy que su desequilibrado padre no quiere que los samurais intenten deflorarla, por lo que la disfraza de hombre, pero Katsushiro la descubre e inician un romance. Su personaje es mucho más activo que su equivalente mexicano en ¨Los siete mangíficos¨, y aporta candor.
Los aldeanos tienen un enorme protagonismo y están interpretados por actores de carácter de la confianza de Kurosawa: casi todos salen en dos o tres pelis suyas, mínimo. Apuntar que siendo George Lucas un gran fan de Kurosawa - el uso de transiciones de barrido, míticas por la saga Star Wars cuando estaban en desuso en EE.UU. desde los años 40, está presente aquí - veo en la interpretación del viejo patriarca de la aldea (Kuninori Kôdô), un avance de la manera de ser y de gestualizar del Maestro Yoda (da la impresión de que Frank Oz vio varias veces esta peli).
Los villanos están deliberadamente poco caracterizados. Su jefe es un anónimo tipo tuerto interpretado por Shinpei Takagi, actor y, ocasionalmente, técnico de FX.

El guion del propio Kurosawa y sus ayudantes Shinobu Hashimoto (era un hombre pese al femenino nombre) y Hideo Oguni, suma un argumento puramente de aventuras (7 camaradas que luchan contra la delincuencia) con un ambiente social realista (las cuitas de los desdichados campesinos). Pasan tantas cosas que las más de 3 horas de drama y acción (la parte tras el cartel de ¨intermission¨ es un toma y daca constante) son realmente paladeables.


En 1954, Kurosawa ya estilizaba la violencia, mostrando unas pocas muertes en cámara lenta con gran efecto dramático. Su estilo de montaje resulta rápido y ayuda a agilizar la larguísima narración. Pese a la violencia en pantalla, raramente vemos una sola gota de sangre.
Los decorados son parcos, lo que sumado a la fotografía en blanco y negro dan a la película un ambiente sobrio y feísta, resaltado por sets exteriores (que merecieron una nominación al Oscar) que retratan las duras condiciones de vida de ese Japón. El variado vestuario fue también nominado a un Oscar. La música tiene un aire tradicional, pero se usa orquestación eminentemente occidental (hay incluso un solo de saxo).

Fue un exitazo nominado a dos Oscars (Mejor Vestuario y Mejor Diseño de Producción) y ganadora del León de Plata en Venecia, entre otras nominaciones y reconocimientos. Yul Brynner se fijó en ella... Y otro clásico del cine nació.

Una absoluta obra maestra del cine de aventuras. Es larguísima pero pasa rápido, y está muy bien rodada e interpretada. Solo puede no gustar a los detractores del cine asiático y sus exagerados modos interpretativos de entonces (era su manera de hacer cine). Excelente.



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marc14

  • 8 Jun 2013

9


Nota: He publicado la misma crítica en mi blog, en caso de que se requiera, podía demostrar cuál es mi blog y que yo soy el bloggero y este usuario (es decir, la misma persona), sin ningún problema.
Crítica: La venganza de los campesinos.
Siendo sincero, esta película no me atraía demasiado al principio. Principalmente porque las películas de samuráis no me han atraído nunca, y no estaba dispuesto a estar tres horas y media viendo algo que no me atrae. Sin embargo, el hecho de que en IMDb esté considerada la decimoséptima mejor película me llamaba la atención lo suficiente para ganar al hecho de que los films de samuráis no me atraen. Y, por esa razón, la vi.
¿Y qué me he encontrado al verla? Con una auténtica obra maestra.
Y es que con este tipo de films los prejuicios que puedas tener en un principio te hacen pasar malas jugadas, porque hacen que te pierdas obras maestras como esta. ¿Qué más da que sea de samuráis? ¿Qué más de que dure tres horas y media? ¿Qué más?
Los prejuicios son culpables a veces de no ver peliculones como este. Siempre y cuando no hayas visto películas así antes y no sepas si te va a gustar o no.
Para empezar, me gustaría felicitar al director, el cual murió en 1998. Pero, aunque ya haya fallecido, veo necesario felicitarle; porque gracias a él existe esta obra, la cual es de una calidad impresionante, y conlleva un gran trabajo por parte de todos los aspectos requeridos para hacer este film.
Comenzando con el tema de lo que transmite, ¨Los siete samuráis¨ nos muestra a una perfección inimaginable el sufrimiento de los campesinos al no tener casi nada de comer porque los bandidos les quitan todo lo que cosechan, y el dolor que sienten. Kurosawa ha conseguido perfeccionar eso de una manera especial, única y magnífica. Y además las actuaciones ayudan bastante, ya que los actores no actúan nada mal, cada uno asumiendo una personalidad fuerte e imposible de desmoronar que los caracteriza durante todo el metraje del film.
Porque cada personaje es único; no hay dos iguales, todos tienen algo que los identifica y que los diferencia. Y eso es otro punto fuerte. Otro de muchos tantos.
Kurosawa, como dije antes, ha hecho un grandioso trabajo, pero es que no se sabe hasta qué nivel.
Gracias a su dirección y guión magistrales podemos disfrutar de una historia que sufre una evolución constante y que cuenta con una historia larga. Muy larga.
Pero tres horas y media no importan cuando se pasan volando gracias a una narración extremadamente perfecta que cuenta con un gran potencial.
Los decorados y el vestuario son sublimes, dotados de una belleza única y sensacional, y lo podremos disfrutar y admirar mientras la banda sonora y la música nos hace maravillas en los oídos. No por ser hermosa ni preciosa, sino por ser perfecta para esta película y para lo que nos muestra.
Y en eso se resumen este film: en muchísimas maravillas juntas.
¿Qué me queda decir? Que quien no la haya visto y le guste el buen cine, que está tardando, que nadie se puede perder esta película, que es una auténtica obra maestra capaz de hacernos asombrar y fascinar gracias a los tesoros que aquí se esconden.
Que nadie tenga prejuicios por durar tres horas y media, ni por ser de 1954, ni por ser de samuráis, ni por nada.

No me queda mucho más que decir. Obra maestra, con un drama efectivo, una comedia fresca y una dirección digna de admiración.
Si tengo que buscar algo malo, sería que con el doblaje pierde mucho (cosa que no tendré en cuenta, obviamente) y que se puede hacer un poco larga, lógicamente. Pero, quitando eso, mis respetos.



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Linkener

  • 10 Sep 2012

8


.... que se puede decir de esta obra maestra, mater magistra de un sin fin de películas de todos los tiempos, sobre todo en lo que al genero de acción se refiere(Sergio Leone, Peckinpah o Tarantino por ejemplo) . El gran kurosawa demuestra que es uno de los padres del séptimo arte, ya no solo por su buen hacer sino por la cantidad de innovaciones que aporta. En este caso la aparición del stop motion que luego evolucionaría hacia la animación y los geniales planos y movimientos de cámara que mas quisieran la mayoría de cineastas actuales(todos hacen lo mismo).

Todo está a la altura. Aunque la historia es algo típica, lo es porque ya la ha copiado medio mundo, la elección de auténticos personajes como figurantes y verdaderos actores como protagonistas es uno de los puntos fuertes del film. La música marca el tempo en todo momento de forma mas que adecuada. Por otro lado el vestuario y los decorados nos transportan al Japón feudal. Todo se hace respetando y homenajeando la propia cultura nipona, aunque está ambientada en tiempos difíciles, incluso para los samurais.
En definitiva un magnífico trabajo de visionado obligatorio para entender la evolución del cine en su conjunto.



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Garuda_Aiacos

  • 14 Nov 2011

10


Muchas adaptaciones se relizaron del mejor trabajo de Akira Kurosawa pero ninguna logra tener esa mistica y todas las emociones que provoca una verdadera joya cinematografica.
Al ver el rostro de los oprimidos campesinos siento su dolor, siento la desesperacion de los bandidos cuando se enfrentan a la muerte y viendo a los samurais veo como renuncian a su orgullo para ser humanos, para comprometerse con su tarea y escoger una plato de arroz en lugar de la gloria.
No existe ningun desperdicio, pero recomiendo verla en japones subtitulado, porque existen algunas traducciones que no estan a la altura es como pintar un cuadro con brocha gorda.



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thebaduel20

  • 11 Aug 2010

10


mas de tres horas que valen horo, la mejor obra de Kurosawa
una historia que en japon es leyenda
simplemente de lo mejor del cine en la historia



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Críticas: 12


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