Estamos ante la que es, posiblemente, la mejor película de la primera tanda de la saga de James Bond, la protagonizada por Sean Connery, en esta ocasión encargado de investigar la desaparición de varios satélites, americanos y rusos, que estan dando lugar a que las rencillas entre ambos países hayan llegado a un punto cúlmen y se hable de guerra.
Nuestro agente secreto favorito tendrá que viajar a Japón, donde hay indicios de que pueden ser los responsables de lo que está ocurriendo.
Como de costumbre, tenemos una película llena de acción, gadgets (menos que en otras, pero el minihelicóptero es tremendo), tortas, intriga, y un nivel de machismo nunca visto hasta ahora, y es que en esta secuela de la saga se han superado, madre mía xDDD
Además, por fin podemos ponerle cara al ¨número 1¨ de Spectra, y no es otro que el mismísimo Donald Pleasence haciendo un papelón.
Un entretenisísimo film de 007 donde las cosas van a mucho más que en la anteriores, muy muy disfrutable.

Cuando ví el trailer en el cine, me hice a la idea de que iba a ser la típica película de acción con toques de humor, es más, parecía uno de esos trailers que prácticamente te cuenta la película entera, por lo que he tardado bastante en decidirme a verla (al menos hasta que se me olvidaran bastante las imágenes), pero cuando por fin me he puesto a ello, me he llevado un sorpresón, encontrándome con una película que va mucho más allá de lo que parecía, mostrándonos varias historias cruzadas con guión redondo que une todas las subtramas de manera magistral. La verdad, a mí me ha encantado.
Con un protagonista de lujo como es Brad Pitt, con otras cuantas caras conocidas y algunos cameos inesperados, con un nivel de acción y humor (sobre todo humor negro) tremendo, y con una idea bastante buena como es que transcurra toda la película dentro del tren bala de Japón, y con cierto nivel de intriga, esta película consigue entretener en cada segundo de su duración.

Una comedia romántica con dos conocidos protagonistas, Charles Boyer (que en esta película me ha resultado nada más que regular, la verdad), y una tremenda Jennifer Jones en su papel de jovencita inocente y que ha visto poco mundo.
Tiene muy buena crítica esta película, y la verdad, tengo que reconocer que no entiendo el por qué. He visto comedias románticas divertidísimas de esta época, y esta no me lo ha parecido, ni de lejos.
Se centra sobre todo en el humor inglés en esa forma de ser tan suya, tan seria, tan de buenas maneras y no perder las formas por nada, pero al mismo tiempo, tampoco me ha resultado tan divertido, quitando contadas ocasiones.
No es que me haya parecido mala película, ni mucho menos, pero me esperaba bastante más y me ha resultado bastante plana.

Continúa la saga, manteniendo la historia y unos cuantos personajes, incluído el protagonista, de la película anterior, lo cual se agradece bastante.
Aquí tenemos al mafioso rico de turno que quiere crear su propio ¨kumite¨ y que nuestro protagonista participe, por las buenas o por las malas.
Tenemos más chicha en la película -sobre todo la primera mitad- aparte del torneo, para que no sea más de lo mismo totalmente, aunque vemos al prota re-entrenar, siendo ya una mala bestia, no se qué pretenden ya que sea (bueno sí, que prácticamente tenga superpoderes, como demuestra a su hijo en un par de ocasiones xD).
Si hay algo que le falla a la peli es la forma en la que está planteado el torneo, y es que el espectador tiene que imaginarse que hay más combates aparte de los que ves, porque si no, es que no tiene lógica... nuestro héroe lucha unas... ¿5, 6 veces? y los demás como mucho 2...
Aún así, tiene peleas bastante chulas y disfrutables, pero no deja de ser un producto menor, como lo fue la anterior.

Siguen las aventuras de Zatoichi, y en esta ocasión, comienza prácticamente como cualquier otra... el samurai ciego viajando de ciudad en ciudad, escapando de gente que quiere cargárselo por el simple hecho de poder decir ¨yo maté a Zatoichi¨, hasta que nuestro protagonista llega a un pueblo, y como de costumbre... acaba metido por medio en las típicas riñas entre familias yakuzas.
Tengo que decir que, hasta ahora, es posiblemente la película que menos me ha gustado de la saga. La trama no ha conseguido engancharme, tiene menos acción que otras (que tener tiene, vaya, pero tarda demasiado en llegar) y en general, no me ha parecido muy interesante.

Una comedia romántica que cuenta con la originalidad de la forma de estar contada, esto es, por los propios protagonistas, dando su punto de vista de todo lo que va pasando, de una forma que queda bastante atractiva, divertida e interesante.
La película cuenta con unos protagonistas de nivel, con un gran Gregory Peck y una Lauren Bacall que veo por primera vez en una película a color, y que noto bastante desmejorada (la edad no perdona) de sus papeles más jóvenes junto a Bogart, con esas miradas que tumban.
La historia como tal, como suelen ser en este tipo de películas, va de incomprendidos, y es que si uno lo piensa un poco, todo el follón de los celos se arma por una cosa muy simple y que el protagonista podría haber contado en cualquier momento, pues no había hecho nada malo.
Es, también, ¨muy de su época¨, y es que hay momentos que me han resultado sumamente machistas, con la ideología actual, pero eso no se le puede echar en cara. Eran otros años y otra forma de pensar.
La peli no me ha parecido lo más divertido del mundo, pero la verdad es que tiene momentos muy graciosos, más de uno debido al personaje del boxeador, que es genial.
En definitiva, una comedia romántica que, sin ser de las mejores, es digna de verse.

Etiquetada en algunas webs erróneamente como ¨krimi¨, esta película entraría más bien en el subgénero llamado comúnmente ¨eurospy¨, o lo que viene a ser lo mismo, películas de agentes secretos al más puro estilo James Bond.
En esta ocasión tenemos al llamado ¨Comisario X¨, personaje que no conocía hasta el momento, que tiene que viajar a Singapur para ayudar a un científico que ha creado un láser muy poderoso, y el malo maloso de turno, el típico megalómano con montones de fieles servidores (y más les vale, porque se los quita de enmedio rápido si le fallan), quiere hacerse con él para usarlo con fines terroristas.
Una película llena de acción, tortas, tiros, persecuciones con coches rápidos, y un montón de chicas guapas para que nuestro protagonista, mujeriego irresistible, se entretenga a gusto de una manera que hoy día haría que la gente se echara las manos a la cabeza.
La película es entretenida, aunque el presupuesto es algo justito y se nota, siendo un producto de segunda categoría, aunque se deja ver perfectamente.

El bueno de Wooly Allen nos trae en esta ocasión una película romántica donde él mismo es el protagonista (como no), y nos cuenta, de forma biográfica, en ocasiones en primera persona rompiendo la cuarta pared, toda vida y su relaciones amorosas, sobre todo con el amor de su vida, Annie Hall, interpretada por Diane Keaton.
La película es bastante divertida, con ese humor tan propio de este director/guionista/actor, que se mueve entre lo treméndamente gracioso y el puro humor tonto y absurdo que, unas veces hace más gracia que otras, pero que no le queda nada mal por lo general.
La trama tiene una forma curiosa de ser contada, y es que va dando saltos temporales aquí y allá, hasta el punto que alguna vez hasta te pierdes un poco, pero que resulta interesante y atractiva por esa originalidad.
En definitiva, no es de las que más me han gustado, personalmente, de Allen, pero se disfruta bastante.

Después de la desastrosa ¨película¨ (por llamarlo de alguna forma) anterior, Blake Edwards, en vez de tirar el sombrero con su saga, decidió darle una vuelta de tuerca.
¿Que ya no podemos contar con el inspector Clouseau?, pues nos buscamos a un nuevo actor y personaje, cuya misión será precisamente descubrir qué ha pasado con el querido inspector. Y curiosamente, este nuevo policía, en esta ocasión estadounidense, es tan desastroso como el original.
Esperaba que la película fuera un mojoncillo, y la verdad es que me he llevado una grata sorpresa, pues, aunque ni de lejos está al nivel de las mejores de la saga, tiene sus momentos divertidos y se deja ver bastante bien.

Y con esta cuarta parte, llegamos a la resolución de la mejor saga de acción de los últimos 10 años, que comenzó como algo bastante ¨simple¨ -aunque muy efectivo- y ha ido ganando en intensidad, épica y adeptos hasta este ¨capítulo final¨, así entre comillas, porque a mi modo de verlo, todo está por ver...
Esta película, es, en una palabra, impresionante. Por una parte, toda una maravilla visual, con un nivel de fotografía y de estilo que te deja con la boca abierta en ocasiones. Y por otra, como no podía ser de otra manera, es una flipada bestial en lo que a acción se refiere. La saga ya es tremenda de por sí, pero en esta peli lo han llevado ya varios niveles por encima, ofreciéndonos combates a tortas y tiros que es puro deleite visual.
Y no solo tiene eso, la trama, la música, los momentos de quitarse el sombrero, los diálogos con frases dilapidarias...
Yo la he disfrutado como un niño chico y he salido del cine con la sensación de que hacía bastante que no veía algo tan grande.

En la primera parte, Takashi Miike nos presentaba a un guardaespaldas todoterreno, imparable, muy muy potente, en una historia que, sin ser nada del otro mundo, entretenía lo suyo por sus grandes dosis de acción.
Ahora trae de vuelta a su personaje, en otra historia de mafias, ninjas, tiros y tortas, pura acción, pero en donde el guión deja mucho, muchísimo que desear... y es que pese al montón de porrazos y disparos que tiene la película, la trama me estaba resultando tan sosa, que estaba divagando todo el rato y no prestaba atención, y cuando eso pasa en una peli de este tipo, que debería ser puro entretenimiento... mal.

Genial. Un poco en la onda de ¨John Wick¨, se nos presenta la historia de un hombre de apariencia normal, con una vida de lo más monótona y aburrida, pero que esconde un pequeño secreto... y es que es un ¨badass¨ tremendo.
Una historia llena de acción y un humor muy suyo, cuya mezcla te hace pasar un rato de lo más entretenido. Tortas, tiros, explosiones y alguna que otra flipada de las que gustan. Digna de verse.

En esta ocasión Woody Allen nos trae una comedia histórica en la época de Napoleón, donde su protagonista (por supuesto, él mismo) es un pobre desgraciado cobarde que no quiere ir a la guerra y que acaba siendo un héroe en esta.
Con diálogos que pretenden ser muy profundos (ahí está la gracia), y montones y montones de situaciones de puro humor absurdo muy muy disfrutable, este gran director-guionista-actor consigue hacerte pasar un muy buen rato.

Jackie Chan, Sammo Hung y su grupo de amigos vuelven de nuevo en otra aventura, que si bien viene a ser más de lo mismo que las anteriores, (prácticamente sigue las pautas de la anterior película), sigue siendo bastante disfrutable y entretenida, con esa mezcla de sketches graciosos y artes marciales de las buenas.
Mantiene ese humor tonto pero que resulta -al menos hasta cierto punto- divertido, y es que son bastantes personajes y sus distintas personalidades y forma de chocar unos con otros y hacerse jugarretas no deja de gustar.
Tiene peleas muy muy buenas, sobre todo en la parte final, que no tiene nada que envidiarle a películas ¨grandes¨ de acción a tortas.

Akira Kurosawa nos presenta en esta ocasión una película que trascurre en una época bastante más moderna de la que nos tiene acostumbrados, aquí la acción tiene lugar en la post-guerra (la actualidad de la época), donde un médico, bastante bueno pero alcohólico, especializado en curar la tuberculosis, conoce a un mafioso aquejado de esta enfermedad e intenta hacer todo lo posible por él... a su manera.
La película trata básicamente el drama de los dos hombres y la gente que los rodea, la forma en que ambos influyen en el otro y en sus decisiones.
No es de lo mejor de Krurosawa, ni de lejos, pero se deja ver.

Zatoichi, el espadachín ciego, vuelve de nuevo, ahora a todo color, en otra de sus aventuras. En esta ocasión parecen que quisieron hacer una especie de versión de ¨Tange Sazen y el Secreto de la Urna¨, historia de la que conozco al menos 3 versiones cinemtográficas y he visto una de ellas, pero adaptándolo a este personaje.
Como de costumbre tenemos una historia del Japón feudal, con su vida dura, sus samuráis y su cultura, donde lo más importante es el honor. Y como de costumbre, hay un follón, y a Zatoichi de pilla por medio y decide participar.
Una trama algo compleja, buenas escenas de acción (perdí la cuenta de los cadáveres que deja Ichi a su paso en esta peli) y una parte final bastante guay.

Una película curiosa, realmente curiosa, la que nos ofreció Francis Ford Coppola en esta ocasión. Bajo la premisa de una película de pandilleros de los barrios bajos, se nos presenta el drama de dos hermanos.
Desde el punto de vista del menor, se nos cuenta la historia del ¨chico de la moto¨, un pandillero legendario que todo el mundo conoce, que es el mejor en lo que hace y que hace un tiempo desapareció. Su hermano, nuestro principal protagonista, pretende seguir sus pasos, aunque contínuamente le va fatal, claramente no está hecho para esto aunque él crea lo contrario, y es entonces cuando ¨el chico de la moto¨ vuelve a la ciudad.
Es una película algo extraña, que se cuenta de una forma distinta a lo acostumbrado, con momentos casi oníricos, donde lo importante no son las peleas y momentos de los pandilleros, sino las conversaciones entre los dos hermanos y cómo el mayor intenta influir en el pequeño para que sea distinto y tenga una vida mejor.
Una película original, que te hace pensar y te da la sensación de no haber visto algo más del montón.

La primera gran superproducción del cine, que marcó un antes y un después a la hora de crear películas, y al mismo tiempo, una de las películas más controvertidas de la historia. Y con razón.
La peli se divide en dos partes muy diferenciables, teniendo como protagonistas principales siempre a dos familias, una del norte y otra del sur, que son amigos, aparte de otros personajes, como el mismísimo Abraham Lincoln o un hombre al que llaman ¨el radical¨.
La primera parte, que nos cuenta cómo aconteció la guerra civil americana, en un tono totalmente bélico y con escenas geniales y realmente curradas (recordemos que esto se estrenó en 1915, que ya es decir!!), todo visto desde el punto de vista de los conferedados. Esta primera mitad es realmente disfrutable, sin estar al nivel, por ejemplo, de ¨Lo Que el Viento se Llevó¨, pues no ahondan demasiado, pero siendo algo realmente digno de ver.
Después llega la segunda parte, que comienza con el asesinato de Lincoln, perfectamente adaptado, según los recuerdos y escritos de gente que estuvo presente, y es entonces cuando llega la locura...
Descubrimos que el llamado ¨radical¨, resulta que lo que quiere es conseguir que la población negra de los recién formados Estados Unidos tengan los mismos derechos de los blancos, lo cual da lugar a una especie de pasado distópico donde los negros tomaron el poder en los estados del sur y se dedicaban a hacer el mal y acosar, maltratar y tratar como basura a los blancos.
No he leído la novela ¨The Clansman¨, en la cual se supone que se basa esta película, pero si está bien adaptada, miedo me da el autor.
Esta es la película más racista que he visto en mi vida. No una película ¨sobre racismo¨, como se han hecho muchas, donde se ve cómo maltratan a la población negra y todo lo que tienen que sufrir, no. Aquí ponen a los negros como la pura maldad, y cuenta cómo los blancos crearon al Ku Klux Klan como un ejército salvador de la nación, como si un sueño erótico de Santiago Abascal se tratase.
Es una película que hay que verla para creerla, y que creo necesario verla para saber qué hay en la cabeza de ciertos individuos capaces de crear algo así. Pura ciencia ficción creada por una mente enferma, muy enferma.

Quinta y última parte de la saga ¨Death Wish¨, que en esta ocasión tradujeron como ¨Venganza Personal¨, que se podría haber llamado así como de cualquier otra forma, menudo desastre de títulos para esta saga, menos mal que en inglés mantiene el mismo nombre, porque si no, sería un lío seguirlas.
De nuevo tenemos a Charles Bronson como Paul Kersey, el justiciero, que de nuevo ha vuelto a casarse y hacerse una nueva y tranquila vida, y de nuevo se ve envuelto en un follón personal, y tal y como pasaba en la anterior película, ya no son los típicos pandilleros drogatas, aquí es un grupo mafioso bien organizado, y tendrá que ingeniárselas para vencerlos.
Hay que decir que, para ser una quinta parte, la película no está nada, nada mal. Es dramática, tiene mucha acción y algunas muertes muy muy buenas.

El agente secreto 007, encarnado de nuevo por Sean Connery, vuelve a la carga, enfrentándose de nuevo a la organización terrorista Espectra, que en esta ocasión consiguen robar dos bombas nucleares -con un plan la verdad, muy bien orquestado y disfrutable de ver, todo hay que decirlo- y amenazan con volar una importante ciudad de Inglaterra o Estados Unidos si no se les paga una importante suma de dinero.
La peli partes bastante interesantes, momentos con bastante acción, y ese principio con los coches y motos modificados, siempre se disfruta en una peli de James Bond.
La trama como tal, llama la atención, pero el problema principal que le veo a la película es que tiene demasiadas libertades de guión, muchos momentos en los que dices ¨¿y por qué esto es así y no de tal otra manera?¨, y cuando en una película te preguntas eso demasiado, es que hay un problema.
Para poner un ejemplo que engloba todo: estamos ante una situación muy extrema, donde la vida de miles de personas está en peligro... entonces, en el momento en que hay indicios de que los malos y las bombas están en la isla donde está 007, ¿por qué no la cerca la marina? (de lejos, sin que se note, pero unos cuantos barcos rodeándola y de ahí no sale ni dios).
¿Y qué me decís de la absurda batalla submarina?, ¿qué necesidad hay de mandar a 20 tíos con arpones, cuando puedes soltar cargas submarinas y reventarlos a todos en un momento?
En fin, muchas cosillas que empañan un poco lo que podría haber sido una película genial, pero sigue siendo bastante disfrutable.

Divertidísima comedia italiana, de las más famosas de esta época en su país, donde un funcionario de una empresa, que es un completo desastre (él, no la empresa, que por cierto, ni siquiera sabemos muy bien a qué se dedica allí, aunque se diga varias veces) pasa por todo tipo de situaciones.
Fantozzi es la definición de gafe. Al hombre le pasa de todo, absolutamente de todo, en las situaciones más normales de la vida.
Una película formada por montones y montones de sketches de nuestro protagonista sufriendo toda clase de accidentes, situaciones embarazosas y demás.
La verdad es que me he pasado un rato genial viéndola, me he echado unas buenas risas.

Basada en la novela de Hemingway, la cual no he leído, y por lo cual no se hasta qué punto está bien adaptada, se nos cuenta una historia de amor en la Guerra Civil española, vista desde el punto de vista del cine de Hollywood.
Hay que decir que la ambientación está bastante conseguida, exponiendo a los republicanos como un ejército débil, poco organizado por la falta de medios, y que funciona más como guerrilleros de montaña que otra cosa, contra el frente golpista, con una abrumadora fuerza, gracias al apoyo de los alemanes y los italianos.
La película se puede dividir perfectamente en dos tramas, por una parte la historia de amor de los dos protagonistas y sus choques con el resto de personajes, y por la otra la importante y complicadísima misión del protagonista para volar el puente.
Hay que decir que la película está bastante bien, sin duda, pero se me hizo larguísima, y es que tiene montones y montones de escenas donde no pasa nada, con discusiones, paseos de unos lados a otros y cosas así, que si no existieran en la película, no cambiaría para nada el resultado general (bueno, sí, que se haría mucho más amena), y es que esta película, de 2 horas y media, podría haberse quedado en una hora menos o algo más, y mejoraría mucho.
Hay también un momento de la película que se nota que es un fallo por diferencias culturales, una conversación donde preguntan al protagonista que por qué lucha junto a ellos y él responde ¨luchamos por la misma causa, yo voto a la república en mi país (Estados Unidos)... A ver, no es lo mismo una república europea (aquí se entiende como república a lo contrario a monarquía, osea, en España antes del golpe de estado de Franco había una república democrática con partidos de todas las ideologías, ¨república¨ no significa ¨de izquierdas¨ o ¨comunista¨, no tiene nada que ver tener o no tener rey con la ideología política. Y sin embargo, en Estados Unidos es una ideología política que ni ellos mismos saben explicar (antes consideraban comunistas al partido republicano, hoy día son más de derechas que otra cosa), por lo que esa conversación es absurda e ilógica.
Pues eso, la película se me hizo bastante larga, pero hay que reconocer que toda la parte final está bastante bien.

Un ¨buddy film¨ con Jim Belushi y un Arnorld Schwarzenegger en su mejor y más potente momento, como varias veces nos muestran en la película con escenas sin camiseta o prácticamente desnudo, para presumir de músculo.
Tenemos a un serio y durísimo policía soviético que tiene que viajar a Estados Unidos en busca de un traficante de drogas y asesino, y allí unirse a la pasota policía americana.
La película, como no podría ser de otra forma, aprovecha las diferencias culturales para hacer chistes contínuos, en una película bastante bien hecha y con mucha acción.
Resul
Si algo me ha llamado la atención es que la película tiene muchos detalles, pero en la parte final, flojea un poco, y es que se centran en la persecución del malo y se olvidan totalmente del tema de la droga y el dinero, lo dejan como secundario, al igual que se olvidan de la chica.

Después de la gran ¨Contacto Sangriento¨ de Van Damme, como era costumbre en la época con todo lo que mínimamente triunfaba, se decidió continuar la saga, cambiando el protagonista y con mucho menos presupuesto, nivel y cuidado.
Y por supuesto, cambiando la historia, metiendo más chicha por medio por que si no, sería exactamente igual, y tampoco es cuestión. Aunque viéndola, en el fondo, acabe siendo más de lo mismo.
Tenemos a un hombre que por una mala decisión acaba en una cárcel bastante chunga, y ahí tiene la suerte de conocer a un maestro de las artes marciales que sabe ver la bondad en su interior y decide entrenarlo física y metalmente, transformándolo totalmente. Más adelante este hombre acaba luchando en el ¨kummite¨ y al mismo tiempo, intentando recuperar la espada que se entrega como premio, robada por su culpa.
La película, sin tener grandes pretensiones, entretiene bastante y tiene combates bastante buenos, aunque como decía, resulta todo más simplón y menos conseguido que en su antecesora.

Vuelven Jackie Chang, Sammo Hung y compañía, en esta ocasión enfrentados a un grupo mafioso que ha secuestrado al compañero policía de ¨Músculos¨ (Jackie), por lo que deberá reunir a sus amigos de siempre, maleantes de poca monta, aunque con buen corazón, para que le ayuden a solucionar el caso.
Con algunos actores que ya voy conociendo de esta y otras sagas, aunque sea incapaz de quedarme con los nombres, se nos presenta a un grupo bastante divertido de protagonistas que no hacen más que hacerse putaíllas unos a otros.
La peli es muy entretenida, tiene artes marciales a puñados y algunos golpes cómicos bastante decentes (y muchos de humor tonto, todo hay que decirlo). Se deja ver.