Argentina
Un poco de su vida:
EI asma hizo que Julio César Valotta Fernández Luna se quedara más del tiempo planeado en Colombia y terminara haciendo historia en la televisión nacional como uno de los memorables galanes de todos los tiempos.
Argentino nacionalizado en este país en 1975, es el actor que más telenovelas ha estelarizado, cerca de 20, y entre ellas figuran varios clásicos, como El enigma de Diana, La...
+ vorágine, Candó, Almas malditas y Un largo camino. Su aporte a la televisión nacional también ha estado detrás de cámaras, como director. Pero sigo siendo el rey, Gallito Ramirez, La potra zaina y La rosa de los vientos, entre otras, se han hecho bajo su batuta. Su solo nombre está asociado a buena parte de la historia de la pantalla chica.
INFANCIA DIFÍCIL
Julio César nació en Córdoba, Argentina, en 1945, en un hogar unido y con comodidades. Hijo de un abogado administrador de haciendas (Jorge Alberto) y de María Delia, tiene dos hermanos menores, Jorge y Silvia Julieta. Sin embargo, su infancia fue difícil. Desde los dos años, fue víctima de feroces ataques de asma que limitaron su niñez y lo convirtieron en habitual visitante de las clínicas de su ciudad.
"Fue una infancia dolorosa, complicada. Tenía más contacto con las enfermeras que con mi madre;' recuerda. En su memoria no aparecen tardes de fútbol ni domingos de juegos en el vecindario cordobés, sino días enteros acostado soportando el ataque con resignación y sobrellevando las molestias de las inyecciones de aminofilina, un broncodilatador que, de tanto aplicárselo, terminó sacándole callos en las venas. "Dormía pegado a una bala de oxígeno y fumando un remedio de la época conocido como Cigarrillos Asociados del Doctor Andrew".
La enfermedad obligó a la familia a cambiar de ciudad para buscar mejores aires para su hijo mayor. Vivieron en Tandil cuando Julio César tenía 10 años, y luego llegaron a Buenos Aires, donde continuó con el bachillerato sin sentir mejoras en sus pulmones.
PRIMERAS ACTUACIONES
Sin fútbol ni juegos callejeros, no tuvo mejor opción que subirse a los escenarios. Cuando cursaba segundo de bachillerato, le llegó su primer contacto con las tablas y el 'gusanillo' de la actuación se le filtró por sus venas. "Desde ese momento, sentí que quería estudiar teatro. Lo quise con todo mi alma;' cuenta. Pero no. Estudió Derecho durante más de 16 meses por presiones familiares. "Eso de la actuación no es una profesión sino un pasatiempo'; le recordaba constantemente su padre.
UNA MENTIRA
Julio César no era feliz entre códigos y leyes. Su satisfacción estaba en las tablas, pero no se atrevía a tomar la decisión. Cuando sus padres nuevamente le anunciaron que se trasladarían a Mar del Plata, a Julio César se le 'prendió el bombillo'.
"Papá, Mar del Plata no es adecuado para mi asma. Lo mejor es continuar mis estudios en Chile'; le sugirió el estudiante de 18 años.
Pura mentira. Sus planes eran otros: viajar al país austral para vincularse a algún grupo de teatro, y continuar después hacia su destino final: el Actor's Studio, de Nueva York. De Chile pasó a Perú y, luego, a Colombia.
LA CURA
En Colombia, gracias a unas recomendaciones, consiguió unos 'padres putativos' con alcurnia en la televisión: don Bernardo Romero Lozano y Anuncia Pereiro. "Fueron como mis padres;' explica.
La primera oportunidad en televisión se la brindó el director Guillermo Gálvez, en una comedia con otro actor argentino. "Fue un desastre total. Nos fue tan, pero tan mal, que Gálvez casi pierde el trabajo";. Pero mientras luchaba para entrar del todo a la pantalla chica, sobrevino un milagro: "De pronto, noté que desde que estaba en Colombia no había vuelto a sufrir los ataques de asma. Ese día tomé la decisión de quedarme a vivir en Colombia'.
NACE UN ÍDOLO
Su debut en telenovelas fue en la clásica Diario de una enfermera, en donde era el antagonista. Luego vino su oportunidad de oro: El enigma de Diana, en 1968, de Corín Tellado.
'Fue una locura. Era la primera novela diaria en directo y creo que con ella empezó la transformación de la telenovela colombiana'.' El nombre de Julio César Luna (ya se había quitado sus otros apellidos, para desconsuelo de sus padres) estaba en la cima.
Se fue convirtiendo en el galán de moda, no solo por sus cualidades artísticas, sino por su físico: más de 1.80 metros de estatura, fornido, rubio y ojos claros, un biotipo que rompía con el de los protagonistas tradicionales colombianos.
"Julio llamaba la atención a donde llegaba por su imponencia y hasta por su voz. Era una figura y un gran actor;' recuerda Rebeca López, su pareja en varias telenovelas.
El fanatismo por los actores entonces era mayor que en la actualidad, especialmente fuera de Bogotá. "Recuerdo una vez que en Medellín las mujeres enloquecieron. Me jalaron y me agarraron hasta las güevas'; cuenta hoy con picardía el actor y director que también fue modelo de campañas publicitarias.
SU OTRO LADO
Pero si por un lado Luna era un ídolo, por el otro sentía cierta decepción por no poder dedicarse ciento por ciento a su anhelo: el teatro.
"Oye, tú que eres tan buen actor, qué haces prostituyéndote en esa cajita de mierda;' le gritaba su maestro y amigo Santiago García, uno de los más importantes personajes de las tablas en el país.
Por eso, no se alejo del todo del teatro. Hacía vodevil, comedias y, cuando tenía la oportunidad, teatro clásico. En Colombia (y toda América Latina) corrían los tiempos revolucionarios y soplaban los últimos vientos del hippismo. Julio César se matriculó de lleno en los movimientos de izquierda, al punto de ser activista sin mochila, y se acercó menos a la sicodelia de los 70.
"Vivía más en medio de una bohemia intelectual que giraba alrededor del trabajo. Más que nada, fui 'trabajólico' (adicto al trabajo) y, por eso mismo, probé la coca y las anfetaminas, más como consecuencia de las circunstancias que como vicio. Con la marihuana fue diferente. Cuando la probé, me llegaron recuerdos amargos de mi infancia, de mi enfermedad, y ahí descubrí que los famosos Cigarrillos Asociados del Doctor Andrew, que tanto había consumido, eran a base de marihuana'.
AMIGO TEMPERAMENTAL
Sus amigos lo definen como "hermano de sus amigos;' profesional de la amistad, ingenuo a infantil. Otros lo definen como temperamental. "No es así. Lo que sucede es que es exigente porque 'Juli' tiene claro lo que quiere, se prepara para hacerlo bien y espera que los demás también lleguen preparados'; dice Moisés Angulo, a quien dirigió en Alejo Durán.
Otra cosa es su vida sentimental. "Nunca he sido mujeriego;' dice él. "Siempre lo han perseguido las mujeres'; responde Rebeca López. "Me consta que es un hombre fiel ;' añade Moisés Angulo.
La verdad es que a pesar de sus cuatro relaciones importantes de su vida (Bertha Helena Arzayús, Laura Patiño, Miriam de Lourdes y Liliana Fajardo, su actual esposa), él no ha sido díscolo en el amor. "Me gusta la compañía, busco la estabilidad de un hogar'; dice. "Es buen esposo, excelente padre. Es tan temperamental como yo'; dice Liliana Fajardo sobre el actor, quien tiene dos hijos, Ángelo y Nicolás.
Hoy, Julio César Luna está al frente de la Fundación que Ileva su nombre, la cual tiene desde hace seis años. No está dirigiendo en televisión, porque dice: "Cada vez me proponen dirigir menos porque cada vez son más los ejecutivos de los canales que dirigen desde sus escritorios'.'
TRABAJO INTENSO
Como protagonista: El enigma de Diana, Candó, La sombra de un pecado, Cartas a Beatriz, Dos rostros una vida, La vorágine, La ciudad grita, Almas malditas, Un largo camino, Cualquier día, Azúcar María Bonita...
Como actor de reparto: Buenas noches, domingo, Teatro Popular Caracol, Lunes de come dia, Teatro universal, Cuentos del domingo, Las ejecutivas, La mujer del presidente, Impaciencia del corazón, Diario de una enfermera, Luna, la heredera. ..
Como director: Jeremías, mujeres mías, Revivamos nuestra historia, Laura, por favor, La otra cara de la moneda...
Como director de telenovelas: Alejo, La potra zaina, Pero sigo siendo el rey, La estrella de las Baum; Tuyo es mi corazón, Los impostores, Gallito Ramírez, El cacique y la diosa, La rosa de los vientos...
Premios como director: Premio Ondas a mejor director latinoamericano (1980), España; Placa de EI Tiempo (1980); Premio Onda (1982); Placa de EI Tiempo (1983); India -Catalina (1984 y 1987); PremioTV y Novelas (1993)
Tomado de la Revista TV y Novelas No.459, 17 de junio de 2006
A estudiar
La Fundación Teatral Julio César Luna abrió un nuevo período de su escuela de actuación para la primera mitad de 2008. El curso completo dura cuatro semestres: los dos primeros están orienta dos a que los alumnos adquieran las bases actorales; en el tercero se enseñan las técnicas para televisión, cine y teatro, mientras que en el cuarto, abordan la realización de un montaje teatral.
Entre sus profesores y conferencistas se encuentran Julio César Luna, Manuel Cabral, Luis Fernando Orozco, Gustavo Angarita, Consuelo Luzardo, Luis Eduardo Arango, César Mora, Julio Medina y Margalida Castro, entre otros.
Más detalles en el teléfono 2217206, Bogotá.
Tomado de la Revista TV y Novelas 501, 12 de enero de 2008
¡Un galán inolvidable!
Julio César Luna nació en Córdoba (Argentina), donde vivió una niñez dura, agobiado por el asma que no le permitió llevar una vida de niño normal, se dedicó al teatro. En contra de la voluntad de su padre, a los 21 años dejó la carrera de derecho y se fue a estudiar teatro a Chile, se vinculó a una compañía con la que vino a Colombia y notó que desde que había llegado al país su asma no se había vuelto a manifestar; ese fue un aliciente más para quedarse definitivamente en el país. Ahora este caballero de la actuación es un icono del talento actoral y uno de los mejores directores de Colombia, quien estuvo al frente de clásicos como Azúcar, La vorágine y La mujer del presidente.
Tomado de la Revista Elenco No. 50, 29 de julio de 2010
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