Se nota en la habitación un frío seco. Estas paredes rezuman la viscosidad de una extraña quimera, brotando de algún abismo interior.
Ahí están los fantasmas; observan, desde el rincón donde el estómago de mi realidad se abre y deja al descubierto unas vísceras removidas por las manos que salen del suelo, las de los espectros, que llaman a mi puerta...
Y esos fantasmas, ¿qué aspecto tienen? ¨Rostros secos y afilados como los de los hombres amargados, y con grandes ojos desorbitados, como los sapos; caras anchas y gordas como bebés monstruosos, narices de peces y cuellos de toro¨. Parece que llaman a la puerta, ¡son ellos! A lo largo de más de 120 páginas (depende de la edición) uno realmente puede ser absorbido a un mundo de registros inéditos que jamás pensó pudiera pisar, las que recopilan las experiencias a lo largo de él vividas por su desgraciado protagonista, en quien nos transmutamos, en esa extraña pieza de culto literaria llamada ¨Le Locataire Chimérique¨.
Publicada en 1.964 por el muy polifacético artista Roland Topor, se trata de la metamorfosis mental por medio de una terrible alienación. Era de esperar que Roman Polanski sintiera curiosidad por algo así, tanto más cuanto que comparte nacionalidad con el autor, y las mismas traumáticas vivencias durante la guerra como refugiado polaco; la simbiosis entre ellos y su obra se planteaba profundamente especial. O tal vez sólo fue el ver su enorme proyecto ¨Piratas¨ de nuevo pospuesto y sin avanzar en absoluto, que decidió aferrarse a lo que pudo en ese momento...
Se exilia, sin saber que poco le falta para volver a hacerlo indefinidamente, de EE.UU. a París, donde hace mucho tiempo que no filma. Pero París, los Campos Elíseos y la Torre Eiffel es lo último que vamos a ver; desde el principio su cámara se mete en el patio interior de unos apartamentos suburbiales, y decide regalarnos un tour guiado por cada una de las estancias, siempre desde fuera, intentado observar pero sin descubrir lo que hay realmente dentro de ellas. La mirada se antoja ¨hitchcockiana¨, como si Jefferies hubiese salido con su silla de ruedas a dar una vuelta por el patio de su bloque en ¨La Ventana Indiscreta¨.
Sin embargo, la mirada de Polanski no sólo quiere otear la cotidiana realidad, sino traspasar lo invisible más allá de las ventanas. Pero lo que hay dentro no es algo agradable de ver. Él entra, aun así. El protagonista, Trelkovsky, tan polaco como el director, está encarnado para más inri por él mismo, y no se podría haber concebido de un modo mejor. Él, con su físico menudo, baja altura, cara de pánfilo y aspecto, en resumen, inofensivo hasta las últimas consecuencias, ya enfrenta una prueba de fuego ante esa portera áspera (Shelley Winters, ¿en el personaje más asqueroso de su vida?) que incluso se mofa con la mayor crueldad del intento de suicidio de la anterior inquilina del piso que desea adquirir.
Podríamos relegar el suceso como un mal trago aislado, al fin y al cabo se trata de la portera...pero nada más lejos. En un abrir y cerrar de ojos el recién llegado se persona ante el guardián del edificio, el sr. Zy, con el físico del Melvyn Douglas más parco que uno pueda imaginar; las miradas de desprecio, las respuestas gélidas y la expresión de indignación tras escuchar el nombre del inquilino. No es un lugar en el que adentrarse, pero él se arriesga. De este modo el director vuelve a empujarnos a la atmósfera claustrofóbica de los edificios de ¨Repulsión¨ y ¨La Semilla del Diablo¨.
Trelkovsky se postula como una apocada y obtusa mezcla de aquellas Carol y Rosemary; si bien más emparentado con la segunda al ser un recién llegado a un entorno hostil, de la primera toma su traumático mundo interior, que se lleva a cuestas allá donde vaya. Así podemos ver el agobiante clima que rodea a este hombre desde diferentes partes de su cotidianidad, donde todo es desafección y frialdad: en el trabajo, por unos compañeros demasiado irrespetuosos; en una cafetería a la que se habitúa, por sus avasalladores dueños; incluso la presencia de las mujeres, mucho más fuertes y desinhibidas que la suya, representa una amenaza para él.
La agresividad sexual de Stella, amiga de la anterior inquilina de su actual apartamento; la hostilidad desagradable de la portera, quien le acusa frente al resto de vecinos; la forzada compasión que ha de sentir por una vecina supuestamente martirizada en el edificio, o el miedo que otra le induce.
El universo femenino, antes aplastado por la fuerza masculina en las anteriores entregas de la Trilogía del Apartamento, es ahora el causante de minar la ya de por sí ínfima confianza del protagonista. Pero en especial esa inquilina anterior, la ya fallecida Simone, cuyo espíritu pareciera querer comunicarse, desde detrás de las paredes, desde dentro de los armarios, y avisarle desde el otro lado de la propiedad.
¨Veo a personas en el baño de enfrente, quietos como estatuas¨, confiesa avergonzado a los imbéciles de sus compañeros. Pues cual Jefferies, con prismáticos, él observa, deseando atisbar la realidad, y lo que consigue es atravesar la surrealidad. ¿Son esos espectros un presagio de muerte ocupando su lugar en un futuro cercano? El maestro Nykvist, al igual que en el cine de Bergman, ilumina estas esferas bajo una luz apagada y unas rugosidades formales que no dejan lugar a dudas el tono nauseabundo que las domina. El inquilino de Polanski camina hacia ellas impulsado por esas fuerzas opresoras.
El instante de la quiebra en Rosemary era más que apreciable, pero nunca se sabe a ciencia cierta cuándo la mente de Trelkovsky empieza a derrumbarse. Su metamorfosis paranoica se desliza en un proceso tan lento que produce una sensación de malestar tortuosa, sobre todo al no alzarse una voz, un gesto de rebeldía contra esa opresión. Una microsociedad vecinal de elementos perfectamente ordenados en su conspirativa paranoia, con garras tan afiladas que no se aprecian de perfil. Pero no sólo es esta comunidad de recelo, odio, envidia, calumnia y racismo...
El director parece estar lanzando la más descarnada y brutal de las miradas sobre Francia, un territorio gris, gélido, siempre cubierto de nubes y un humo espeso, más propio de los ¨thrillers¨ de Melville. Un lugar donde se rechaza lo extranjero, donde aquél es poco menos que un invasor al que tratar con condescendencia (del mismo modo le ocurrirá al Walker de Harrison Ford en la futura ¨Frenético¨); ni siquiera, en el colmo de lo degradante, las fuerzas del orden sirven de consuelo cuando su apartamento es saqueado por un asaltante anónimo. Todos estos acontecimientos operan de una manera casi arbitraria en la trama sin importar su razón, sólo su consecuencia, que no es otra que el desequilibrio de Trelkovsky.
Este desequilibrio continúa la línea lógica y ya consabida de un desmembramiento de la personalidad, una ruptura que se articula desde la consciencia, siendo él testigo impotente de este proceso ¨kafkiano¨, y ejerciendo de modelo la presencia femenina como disfraz a la fealdad física y mental. La personalidad rota, un desposeimiento absoluto (¨Si me cortan la cabeza, ¿qué diría?...¿¨yo y mi cabeza¨, o ¨mi cabeza y mi cuerpo¨?¨), el agujero en la pared no deja entrar a Dios al igual que en ¨Como en un Espejo¨, sino uno de los restos de Simone, los cuales se unirán en un único rostro, reencarnado por Trelkovsky.
Espectáculo tan escalofriante como patético cuando al personaje de Polanski no le queda más remedio que huir de la realidad distorsionando su imagen física y asumiendo la personalidad de la mujer, que pasa a habitar su propia realidad, donde todo es paranoia, amenaza y terror.
Rosemary miraba a los ojos de su hijo, Satán, y se retiraba en una mezcla de alivio y resignación; Carol sostuvo un cuchillo y dejó brotar su ira contra todos los monstruos que la rodeaban, cumpliendo su venganza. Al polaco no se le da ni una opción ni otra: los únicos ojos que le quedan por mirar son los suyos, la única arma que puede usar es su propio sacrificio cuando los espectros juegan perversos con su desgracia.
Los cabos argumentales que se quedan sueltos no importan nada en absoluto. La trama desea detenerse empleando uno de los más agrios y desoladores anti-clímax de la Historia del cine.
Ni venganza, ni alivio, esta experiencia sólo ha conducido al dolor y a la pérdida. Es comprensible que la película no gustase a nadie en el momento de su estreno; hoy, incluso en la filmografía de este alienígena, queda como un enigma indescifrable y extraño...
Una película muy completa porque combina elementos oníricos, oscuros, lleno de manías psicológicas y misterio, mucho misterio. Las actuaciones, los planos y la música también son de calidad. Vale decir que no todos los espectadores disfrutarán de esta obra de arte, requiere de un televidente concentrado a la historia y las sutilezas de los personajes. De no ser así, le resultará una película lenta y hasta aburrida o desconcertante.
La verdad que logra transmitir el agobio y la opresion que sufre el protagonista,metido en un misterio que tratara de resolver y que lo llevara a sufrir una tortura psicologica que terminara haciendole perder la cabeza.
Buena interpretacion de Polanski(teniendo en cuenta sus limitaciones actorales) y excelente el reparto secundario.
Es un poco larga y se pone pesadita por momentos pero en general es una gran pelicula.
Película súper inquietante, psicótica y neurótica de Polansky. Lo cotidiano se convierte en aterrador. La atmósfera sofocante y claustrofóbica que recrea el director es apabullante, los vecinos unos locos de remate y el edificio es ciertamente tétrico.
Con unos vecinos así, yo igual me volvería muy psicótico. La actuación del mismo Polansky está bastante bien. Me atrevo a decir que es su película más personal ya que él mismo se interpreta como el protagonista al que todos lo fastidian (un polaco en medio de muchos desconocidos franceses), encima de ser un pobre hombre inseguro y tímido que no quiere meterse con nadie.
No es por nada, pero francamente me identifiqué mucho con el personaje de Polansky (quizás por eso también me causó una especie de paranoia al terminar de verla, la vi en un cine en la tarde-noche y al salir a la calle ciertamente no quería que nadie se me acercara jaja).
La actuación de la bellísima Isabelle Adjani es deliciosa! Y eso que es a penas un personaje secundario. El enigma de por qué demonios la anterior inquilina se arrojó por la ventana es completamente angustiante (y lo peor del asunto es que nunca sabemos por qué lo hizo). Es una de esas películas en las que sientes lástima por el pobre protagonista pues se haya aparentemente solo ante un monstruo de varias cabezas en forma de vecinos extravagantes, raros, quisquillosos y exigentes. El hecho de que la cinta no explique las misteriosas cosas que suceden (por ejemplo, ¿quién tocaba la puerta tan tarde o quién había recogido la basura que se le había caído al conserje en las escaleras?) hace que sea todavía más angustiante la situación del protagonista.
En resumen, una experiencia cinematográfica única y diferente. Recomendable, no esperen mucha acción ni sustos fáciles porque no los hay, lo único que hay es una verdadera neurosis que poco a poco se materializa en los enredados escenarios del edificio donde vive el inquilino, haciendo que cometa actos cada vez más descabellados.
cuando tengan la chance de ver esta pelicula consideren que tiene ya cuarenta años de su estreno y lo digo por las dos horas de duracion y la lentitud en su desarrollo, quizas se haga un poco aburrida al comienzo pero a medida que se va desenvolviendo logra atrapar, una genial actuacion de roman polansky como el inquilino y aademás el la dirige, en ese apartado considero que tiene planos muy parecidos al bebe de rosmary, planos secuencia y tomas en primera persona, quizás le falto algo de ritmo y un poco más de gore para que suba el nivel.
Antes de poner tierra de por medio y exiliarse a Europa acusado de violación a una menor en una fiesta salvaje, el inquieto Roman Polanski filmó esta rareza friki co-escrita, dirigida y protagonizada por él mismo. En ella encarna a un tipo apocado que alquila un pequeño apartamento en París en el que descubre que su anterior moradora se ha suicidado, al parecer acosada por sus extraños vecinos. Pronto comienza a sufrir en sus propias carnes el hostigamiento de sus vecinos y empieza a experimentar una serie de comportamientos paranoicos que le llevan a creer que están tratando de inducirle al suicidio.
La película comienza como una comedia negra para ir poco a poco transformándose en una cinta de suspense con tintes de terror. La parte final en la que el protagonista se encuentra en un estado demencial me acaba cargando un poco, se confunde intencionadamente realidad y ficción y eso resulta confuso pero a pesar de ser una extraña rareza la historia se deja ver sin caer en la desesperación. La primera vez que la vi me pareció infame pero revisándola me he dado cuenta de que no es para nada un mal film. No es de las mejores de su autor pero tiene algo que la hace interesante. Polanski actuando no lo hace mal, además en el reparto figuran actores tan prestigiosos como Melvyn Douglas, Shelley Winters o la atractiva Isabelle Adjani.
Otra vez Polanski volvió a introducirnos a un apartamento para hacer una película perversa, perturbadora, malsana y cualquier otro calificativo que se quiera poner, todos son correctos.
Este hombre debió tener algún trauma con los vecinos del edificio en el que viviera en algún momento de su vida, porque sus películas más inquietantes se han dado en este ambiente.
Por supuesto, no hay nada que decir salvo elogiar la ambientación que tiene el film ya que los decorados interiores y la iluminación están milimétricamente cuidados en concordancia a los acontecimientos.
En cuanto a los acontecimientos, están narrados muy lentamente. Primeramente solo le pica la curiosidad al espectador por saber qué ha ocurrido con la antigua inquilina, por algo se enfoca tanto en darnos a saber que intentó suicidarse.
Pero poco a poco todo se centra en el protagonista, interpretado por el mismo Roman Polanski a quien, aquí quiero hacer un paréntesis en mi crítica, pues se ha analizado este film (Y su novela) como una especie de crítica de la sociedad hacia los intrusos (extranjeros). ¿Estaría Polanski retratando su sensación de ¨intruso¨ en la sociedad francesa? Quién sabe, pero teniendo en cuenta la de terrores internos que transmite éste señor utilizando los apartamentos, no diría que no a esto.
La pesadilla que va sintiendo este intruso y manso polaco se va generando a raíz de momentos extraños no solo para él, sino para el que está viendo la película que no dejará de preguntarse qué narices está ocurriendo y qué se ha fumado para poner ciertas escenas bizarras.
Lo que en la primera hora es un lento paseo, en la segunda hora no hay un momento de descanso pues es cuando la esquizofrenia del protagonista toma forma, y por tanto solo hay momentos para las idas de pinza muy gordas.
Realmente no me hubiera apasionado del todo si no fuera por como construye un ambiente igual de esquizofrénico que la mente del protagonista, como los interiores se van deformando en una incómoda encerrona de la que es imposible escapar, esto es lo que para mí hace de esta película una obra indispensable del cine de terror psicológico, porque además consigue que los momentos sin sentido, con más sentido del humor negro que otra cosa tengan su lugar en lugar de ser ridículos. Solo David Lynch crea atmósferas como estas, y lo de aquí no es casualidad, ya se pudo ver en la primera de sus paseos inquietantes por comunidades, ¨Repulsión¨.
La coherencia es lo único que le falta para ser la mejor de las comunidades (De hecho se queda un peldaño atrás de Repulsión y La semilla del diablo) porque hay que reconocer que todo esto ocurre de forma muy brusca, especialmente el desenlace (Cuya escena en el balcón es imperdible, dicho sea de paso).
Activo la etiqueta del spoiler, porque realmente me cuesta ver la linea que separa lo que se puede contar, de lo que es está prohibido en ésta pelicula. Mientras menos sepan, mejor. Estan avisados.
Hay cosas que son destacables en el cine, y que no hay que dejarlas pasar sin mencionarlas y darle su debido agradecimiento. ¨The Tenant¨ se convierte en parte de ese grupo, porque, entre otras cosas que mencionaré despues, no cualquiera consigue atrapar tu atención durante (facilmente) una hora y media de metraje en los que no pasa absolutamente nada. Conocemos personajes, la historia de la habitación en la que el protagonista se hospeda y su ¨problema¨ con los vecinos, no mucho más que eso. Pero el misterio esta en al aire todo el tiempo, la necesidad de saber es mas fuerte y va creciendo conforme pasan los minutos. La cosa se va poniendo interesante.
En cuanto menos lo esperas, te topas con la escena que lo inicia todo y ya no hay escapatoria; termine como termine estas obligado a ser parte de eso.
La película juega con la cabeza de los espectadores, de cierto modo te va metiendo en la locura del personaje, a tal punto de no saber qué es real y qué no. Escenas que tranquilamente, y en las condiciones adecuadas, pueden estremecerte; rebosan perturbación y morbosidad. Sin dudas el ritmo que agarra al final es la locura hecha cine.
Agreguemos la MUY buena interpretación de Polanski, viéndolo de una modo que nunca me hubiera imaginado verlo. Buen elenco de actores. El final será procesado por cada quien a su manera, pero eso sí, no te deja indiferente.
Tremenda manipulación de la mente por parte del polaco/francés.
Basándose en la novela ¨Le locataire chimérique¨ (1964) del escritor francés Roland Topor, Polanski nos presenta aquí la historia de un hombre sencillo que, tras instalarse en su nuevo apartamento, empieza a percibir que todos sus vecinos se han conjurado para que corra la misma suerte que la anterior inquilina de la vivienda: acabar arrojándose por el balcón.
Sin apenas efectos especiales, Polanski vuelve a recrear una atmósfera de terror recurriendo únicamente al guión y a la interpretación de los personajes, como ya había hecho antes en ¨La semilla del Diablo¨ (¨Rosemary¨s Baby¨, 1968), de la que esta cinta recupera algunos elementos, como la sensación opresiva y angustiosa que transmite el protagonista de vivir cada vez más atemorizado por sus vecinos.
En efecto y al igual que en ¨La semilla del Diablo¨, Polanski consigue aquí que esta sensación de tensión del protagonista siga una evolución progresiva a lo largo de la historia hasta alcanzar el culmen en el desenlace de la película... que es, sencillamente, sobrecogedor.
Conozco muy poco de la filmografía de Roman Polanski, muchos lo catalogan como un icono del cine, el caso es que había una película bastante curiosa “The Tenant”, me había llamado poderosamente la atención hace ya un tiempo, debido a que era muy vieja no me entusiasmaba a darle un visionado, pero después de un tiempo no aguante la tentación.
Después de verla he quedado con una extraña sensación, no sabría descifrarla, porque la película me ha dejado atónito, la verdad es que creo que pocos han descubierto de que iba este film, jamás te lo explican, ni de la mas mínima forma, pero todo esto no le quita merito a esta excepcional película.
La historia coge un hilo impresionante al principio, el cual te intriga por saber que fue lo que ocurrió en aquel apartamento, además también te da curiosidad por conocer más acerca de la personalidad de Trelkovski, mas tarde la trama se empieza a hacer un poco densa, se vuelve una completa paranoia en la que esperas que todo tenga algo de sentido, pero no lo tiene.
Es mentira si les digo que un segundo visionado aclarara mis dudas, la película es prácticamente indescifrable, te pierdes en esa atmosfera surreal creada y actuada por Polanski, que eso si se lo acredito, este tipo tiene un arte para lo psicológico muy peculiar, incluso hubieron escenas en las que me sentí de lo mas incomodo, ayudadas por una brillante música que te pone los pelos de punta.
Sinceramente lo digo, esta es una obra maestra, por más que parezca sobrevalorada, no lo es, puede que muchos se pierdan en su oscura trama, su desarrollo lleno de incoherencias, personajes enigmáticos, y que al final esperan que todo lo anterior tengo una simple explicación, pero no la hay, el final de The Tenant es la cosa más bizarra que he visto en mi vida, te quedas con la boca abierta, perdido.
Como toda película esta tiene sus “vacios”, hay cantidad de cosas dejadas en el aire, misterios sin resolver, escenas inexplicables e incoherentes, hay en una en particular que te revela la paranoia del protagonista, este efecto me pareció indebido, debieron revelarlo al final, hubiese sido perfecto, y fácilmente muchos -incluyéndome- lo hubiesen entendido, SPOILERS: la escena a la que me refiero es cuando Trelkovski llega a la portería del edificio y una mujer lo empieza a estrangular, cuando vemos, en realidad es el mismo el que lo hace, revelándote de que va toda la película.
No haré más énfasis ya que puedo arruinar el interés de alguien que la quiera ver, lo único que les digo es que no esperen una película con un “twist ending” que deje todo claro, con una trama en la que puedes armar una posible teoría, sacar una posible conclusión del final, nada de eso, como dice en el poster de la película “Nadie te hace esto como Roman Polanski”.
Una pieza que necesita de un ligero análisis.
Mi puntuación 8/10 (porque el final es la parte mas impactante que tiene la película)
Un poco sobrevalorada. Sin duda es sello de Polanski, su capacidad para contar pequeñas historias dentro un guión con una perspectiva como siempre muy personal, y como no ese punto de locura casi surrealista, hace de los productos de ese director bastante únicos y personales.
Sin embargo esta película no estuvo muy a la altura de mis expectativas, como he leído en bastantes críticas, por cierto, se puede decir pues que me sumo a esta falta quizás de ritmo y de una mayor concentración de solidez en su guión.
Sin embargo hay momentos muy disfrutables dejando entrever ese punto de paranoia bastante frecuente en Polanki, acorde con su personalidad. Buena nota, en definitiva pero sin llegar a ser su mejor marca.
Ligeramente por debajo de mis expectativas. Cierto que Polanski consigue dotar al film de una atmósfera malsana a medida que pierde la cabeza en su entorno viciado y que realmente el aura oscura del bloque de vecinos y sus ocupantes es muy conseguida pero el film está demasiado repleto de momentos anodinos de una gran absurdidad y encuadrados de relleno. No tengo reparos en reconocer que hay momentos que me he aburrido profundamente con los andares del personaje de Polanski y que el film no arranca con su simpleza.
En todo caso es uno de los films más conseguidos del director/actor con una buena profundidad en su guión a pesar de que se deja cabos sueltos sin resolver y que haya misterios que no sepamos de donde vienen, sin duda todos atribuibles a la mente paranoica del inquilino.
Buenas actuaciones de los personajes sobretodo de Adjani, a la historia le faltó algo de salsa y sobretodo le sobra metraje que no aporta nada al desarrollo del mismo.
Increíble visión realista de un terror más que tangente... Polansky nos sumerge en un mundo de pesadillas muy logrado, al que se le suma una serie de personajes mas que curiosos...
Una joya de peli para los amantes del terror psicológico de los 70... ¡Un 10 y un 20 también¡
Curiosa película dirigida y protagonizada por Roman Polanski. Había oído hablar mucho de ella y por fin he conseguido verla hoy.
El film en si es una rareza, atrapándote poco a poco en una atmósfera de locura, incluso llegando a confundirte.
Polanski hace una magnifica interpretación y el final es uno de esos que dices.. madre mía...
Una de las paranoias de este gran director.7/10
Una película hecha de forma que no te esperas ni de lejos lo que viene. Empieza muy tranquilamente, con una historia que parece de lo más normal, y la acción transcurre de forma muy sosegada, pero sin darte casi cuenta empiezas a notar que ciertas cosas son sospechosas, y antes de que te des cuenta estás totalmente enganchado a la película y el suspense que desprende.
La película sigue avanzando sin que sepas realmente hacia dónde va, hasta que va llegando la parte final, donde sabes perfectamente como va a acabar... pero quieres ver la manera (es difícil de explicar).
Magníficas actuaciones, un ambiente muy muy muy currado y escenas que se te quedan grabadas, como cuando el prota ve desde la ventana del baño como se está mirando a sí mismo mirándose desde su cuarto... excelente!!
Solo un punto negativo, una escena que, para mi gusto, destroza el efecto que la película está creando hasta ese momento: la escena donde el prota entra en el edificio y ve a una mujer, y se imagina que le está intentando ahogar, mientras nosotros vemos como se está estrangulando a sí mismo... es en ese momento donde nos damos cuenta de que tiene alucinaciones. Si no existiera esta escena, podríamos estar hasta el final sin saber realmente si las cosas son como él imagina, o como parecen...
Aún así, me sigue pareciendo una película realmente buena.
Considero El quimérico inquilino una de esas películas inspiradas, absolutamente redonda, de la que solo es posible hablar bien o muy bien.
Estamos ante la adaptación de una novela del mismo título escrita por Roland Topor. Topor es un artista en el más amplio sentido de la palabra (pintor, escritor y muchas cosas más). Si os ha gustado la película, recomiendo no solo leer la novela, sino también conocer su obra gráfica y pictórica. En tiempos formó parte del grupo artístico “Pánico”, junto a otros dos artistas de igualmente inclasificables: Fernando Arrabal y Alejandro Jodorowsky. Como ejemplo de su creatividad, Topor fue el encargado de los diseños de la más que interesante “Planeta Salvaje”, película de dibujos animados basada en una novela de Stefan Wull.
Hecha esta introducción, y centrándonos en El quimérico inquilino, diré que es una película absolutamente absorbente. Con un principio más o menos cotidiano (no sé si del todo, con ese desfile de personajes más que peculiares) la situación va transformándose muy lentamente y sumergiéndonos en un mundo misterioso, demencial y alucinatorio. La película es inclasificable. Aúna perfectamente humor negro, terror, drama, surrealismo… e incluso el costumbrismo (muy particular, eso sí) de una comunidad de vecinos. A destacar la magnífica interpretación del propio Polanski en el papel protagonista, y ese final, de los que ponen los pelos de punta.
No obstante, hay que matizar que tal vez no sea película para todos los paladares, pues conozco gente a la que le ha aburrido soberanamente. Pero para mí, y aunque no me gusta mucho usar este calificativo, es una auténtica obra maestra.
Una atmósfera inquietante, llena de paranoia, que acabaría por volver loco al más cuerdo. Extrañísima película que se aloja en los lugares más recónditos de la mente, poco a poco penetra como la humedad ese miedo psicológico que de a poco va minando la lucidez. La he disfrutado como pocas, después de unas horas de haberla visto, en mi mente seguía rumiando las delirantes imágenes, la poderosa enajenación que te absorbe hasta dejarte con la certeza de que ante la opinión de los demás todos estamos locos.
muy buena pelicula de los 70s de polansky donde el punto fuerte es su final. la trama para su epoca es muy buena, a mi al principio se me hizo aburrida por que no sabia hacia donde apuntaba todo pero luego se pone muy entretenida e incluso te llegas a plantear de que lado hay que ponerse, de polansky o de los vecinos.
muy buena pelicula y hay que verla con todos los sentidos puesta en ella, si no ni la mires
polansky nos supo llevar a su mente durante el trascurso de este filme
Film inquietante si los hay, paranóico y difícil de encasillar. A todo su talento detrás de cámara Polanski suma sos dotes de actor y lentamente (y con algunos toques de humor negro mediante) logra sumergirnos en la retorcida trama. Mención especial para el final, que deja abierta la película a mas de una interpretación.
Críticas: 45
Páginas de resultados:
gines
7
paranoica pelicula de polanski donde un inquilino cree que los vecinos pretenden matarlo al igual que cree que lo que le paso a la antigua inquilina es lo mismo que le esta pasando a el, o sea, que le quieren llevar a la locura
y al final te llevas una sorpresa porque no sabes si el colega se vuevle loco el mismo por una obsesion que no existe, o si los vecinos lo han hecho todo perfecto y se han salido con la suya..... para reflexionar
recomendable para los amantes de este tipo de generos
Me gusta (0) Reportar