Película de serie B con un argumento bastante simple pero que puede llegar a resultar de lo más entretenida. La película nos sitúa en un mundo postapocalíptico después de una Guerra Nuclear y en el que podemos encontrar diversos clanes de ninjas, los cuales se encuentran en guerra. Sin embargo, ante una amenaza externa, el Gran Maestro ninja (Cary-Hiroyuki Tagawa) convoca una reunión a la que deben asistir todos los clanes para hablarles sobre una alianza.

Nos son presentados una serie de clanes de lo más variopintos, como unos ninjas que escupen fuego, otros que tienen veneno como las serpientes u otro que está formado por mujeres idénticas llamadas Sirenas. Entre todos estos clanes se encuentra el Clan del Honor Perdido, integrado por el protagonista y sus cuatro compañeros. Sin embargo, antes de que puedan llegar a una alianza, el Gran Maestro es asesinado por un shuriken y todos acusan al protagonista de matarlo, por lo que él y sus compañeros deben intentar escapar del búnker en el que se encontraban.

Pese a que puede decaer un poco en su clímax, la película se hace muy llevadera y entretenida. Sin ser Al Pacino, todos los actores consiguen cumplir con su papel de forma aceptable, ya que sus personajes están en su mayoría muy bien definidos. Quizá el mejor de todos ellos sea Sky, el inmenso ninja afroamericano mudo interpretado por Isaac Singleton Jr, a quien todos recordaremos por ser el contramaestre de Barbossa en Piratas del Caribe 1.

Quizá el punto más flojo de la película sean sus efectos especiales, ya que si bien en muchas escenas el chakra de los ninjas está muy bien representado, hay otras en las que los efectos recreados por computadora cantan demasiado, como por ejemplo con los shurikens de la escena inicial o cuando el asesino del Gran Maestro empieza a lanzarle armas al protagonista. Dejando de lado estos detalles, es una película muy disfrutable que demuestra que su director podría hacer grandes proyectos si se le diera un mayor presupuesto.

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