El territorio de la bestia (2007): final explicado del brutal thriller australiano
Una amenaza escondida en el río
El territorio de la bestia (Rogue, 2007) comienza con un prólogo impactante: una vaca es devorada por una criatura invisible en los pantanos del Territorio del Norte australiano. Ese arranque da el tono de lo que vendrá: naturaleza salvaje, tensión constante y un depredador que acecha desde la oscuridad.
El relato se centra en Pete McKell, un periodista interpretado por Michael Vartan, que se une a una excursión turística de avistamiento de cocodrilos guiada por la experta Kate Ryan, encarnada por Radha Mitchell. Lo que parece un paseo pintoresco se convierte en pesadilla cuando el grupo recibe una señal de auxilio y se interna en una zona del río marcada por un silencio inquietante.
Cuando el viaje se convierte en supervivencia
El barco choca contra un objeto invisible y acaba varado en una isla que pronto quedará cubierta por la marea. En ese entorno hostil, los pasajeros descubren que están en el dominio de un cocodrilo descomunal, un “rogue” de más de siete metros que no responde al comportamiento habitual de su especie.
La tensión escala con cada ataque. Everett es el primero en caer, seguido de los locales que intentan socorrerlos. El plan de improvisar una tirolina termina en tragedia y revela que la bestia no solo es grande, sino extremadamente astuta. El grupo, cada vez más reducido, oscila entre la desesperación y la lucha instintiva por sobrevivir.
Final explicado de "El territorio de la bestia"
El clímax se desarrolla cuando Kate es arrastrada a la guarida del cocodrilo. Pete, armado únicamente con su ingenio y restos del entorno, se adentra en la cueva y encuentra a la guía malherida. La confrontación final es un duelo desesperado: el periodista pierde parte de su mano, hiere al reptil en un ojo y finalmente lo atrae hacia un tronco afilado que lo atraviesa.
El cocodrilo muere de forma brutal y Pete logra escapar con Kate. La escena, cargada de tensión y crudeza, refuerza la idea de que el monstruo del río no era una simple bestia, sino una fuerza de la naturaleza que obligó a un hombre corriente a transformarse en héroe.
Lo que revela el desenlace
La conclusión convierte a Pete en protagonista de una gesta inesperada. El periodista, que comenzó como observador irónico del tour, termina protagonizando titulares por su valentía. Kate sobrevive, los turistas son rescatados y el cocodrilo, convertido en leyenda local, queda como símbolo del peligro latente en la naturaleza australiana.
Más allá del espectáculo, el cierre refleja cómo el miedo primitivo obliga a sacar recursos insospechados. Como si se tratara de un guiño a clásicos del survival horror como Tiburón, la película muestra que el monstruo no solo es externo: también despierta la bestia interna en quienes luchan por vivir.
Curiosidades de rodaje
La cinta fue dirigida por Greg McLean, también responsable de “Wolf Creek”. Para lograr realismo, combinó rodajes en localizaciones del Territorio del Norte con efectos prácticos y digitales de última generación en su época. El cocodrilo fue diseñado con animatrónicos de gran tamaño, reforzando la sensación de peso y veracidad en las escenas bajo el agua.
Un dato llamativo: el filme se inspira en un cocodrilo real, “Sweetheart”, famoso en Australia en los años 70 por atacar embarcaciones en la misma región.
Cierre: la selva guarda sus secretos
El final de El territorio de la bestia recuerda que, en territorios donde la naturaleza impone sus propias leyes, el ser humano es apenas un visitante. La historia, además de ofrecer un survival visceral, sugiere que enfrentarse a un depredador de tales dimensiones es como mirar a los ojos del mito.
En ese sentido, la película deja claro que no importa cuántos titulares se escriban: el río seguirá fluyendo, silencioso y amenazante, esperando a la próxima presa incauta.
JustWatch¿Dónde verla online?
Comentarios (0)
No tenemos comentarios todavía en esta noticia ¿te animas?