Final explicado de "Alien vs. Predator" (2004): el origen del temible Predalien
La guerra oculta en la Antártida
En medio de la década de los 2000 llegó “Alien vs Predator” (Alien vs. Predator, 2004), una cinta dirigida por Paul W. S. Anderson que reunió en un mismo campo de batalla a dos de los monstruos más reconocibles de la ciencia ficción. La propuesta se centra en una expedición financiada por Charles Weyland, un empresario obsesionado con los descubrimientos arqueológicos, que detecta una pirámide enterrada bajo el hielo de la Antártida.
Ese hallazgo se convierte en la peor decisión posible: el templo es en realidad un terreno sagrado de caza de los Predators, donde periódicamente sueltan Xenomorfos para probar su fuerza. Los humanos, atrapados entre ambas especies, apenas cuentan como víctimas colaterales en este ciclo ancestral de muerte y honor.
Del descubrimiento al ritual de caza
Los exploradores, liderados por Sanaa Lathan como Lex, despiertan accidentalmente a una Reina Xenomorfo, provocando la liberación de múltiples criaturas que inundan los pasillos de la pirámide. La tensión crece cuando los Predators hacen su aparición, iniciando una masacre tanto contra humanos como contra los alienígenas.
El guion plantea una ironía constante: quienes llegaron buscando conocimiento terminan siendo peones en un juego milenario. En este escenario, Lex decide aliarse con uno de los cazadores, Scar, dando lugar a una dinámica de respeto mutuo insólita en el género.
Final explicado: la caída de la Reina
El clímax estalla cuando la pirámide colapsa y Lex, junto a Scar, alcanza la superficie helada. Allí, la Reina Xenomorfo reaparece en un último ataque. La lucha es encarnizada y se resuelve al encadenarla a un tanque de agua que se precipita al océano, arrastrándola consigo a las profundidades.
La victoria tiene un precio: Scar, gravemente herido, muere poco después del enfrentamiento. El detalle de que Lex sobreviva sola refuerza la sensación de que los humanos apenas logran arañar una mínima victoria en un conflicto mucho más grande.
El tributo Predator a la última superviviente
Tras la batalla, una nave Predator aterriza para recoger el cuerpo de Scar. Un anciano guerrero observa la cicatriz ritual que Lex ha recibido en su rostro y, en un gesto de respeto, le entrega una lanza ceremonial. Ese detalle simbólico la convierte en parte de su tradición guerrera, aunque sea como una excepción dentro de su especie.
La imagen de Lex alejándose en soledad sobre la nieve resalta su resistencia, pero también lo insignificante que resulta frente a civilizaciones que llevan siglos guerreando fuera de la Tierra.
Un nacimiento monstruoso: el Predalien
La calma dura poco. En la secuencia final, el pecho de Scar se agita dentro de la nave Predator y surge el híbrido conocido como Predalien, mezcla de ambas especies. Esta escena poscréditos funciona como puente hacia "Aliens vs. Predator: Requiem" y confirma que el enfrentamiento entre criaturas aún no ha alcanzado su desenlace.
Ese cierre recuerda a otros giros sorpresa del género, como el de The Thing (1982), donde la incertidumbre del futuro es la auténtica amenaza.
Reflexión final sobre "Alien vs. Predator"
La película concluye dejando claro que la verdadera protagonista no es Lex, sino la interminable guerra entre Xenomorfos y Predators. Al unir acción, terror y ciencia ficción, la cinta consigue un espectáculo que, aunque no redefine el género, ofrece momentos icónicos para los fans de ambas sagas.
Como dato curioso, gran parte del rodaje se llevó a cabo en los estudios Barrandov de Praga, donde se construyeron escenarios a escala real de la pirámide. Esa decisión aporta solidez visual a un filme que vive del contraste entre tradición y modernidad.
En definitiva, “Alien vs. Predator” recuerda que cada victoria es efímera y que, como si se tratara de un mito clásico, la guerra entre estas especies seguirá mutando en nuevas formas. ¿Quién podría decir que el verdadero vencedor no es la propia violencia convertida en legado?
No es una película querida por muchos según leo, pero cada vez que la veo disfruto como un niño. Buena historia y buenos efectos que no han envejecido nada.
Pobre Scar, cuánta personalidad sin decir una sola palabra.
Tracker Predator
#1
No es una película querida por muchos según leo, pero cada vez que la veo disfruto como un niño. Buena historia y buenos efectos que no han envejecido nada.
Pobre Scar, cuánta personalidad sin decir una sola palabra.