La española "Hasta el cielo" (Hasta el cielo, 2021), dirigida por Daniel Calparsoro, se sumerge en el mundo de los alunizajes y el crimen organizado madrileño. Con Miguel Herrán en la piel de Ángel, la película construye una radiografía de la ambición desmedida y de cómo el poder y el dinero transforman a un chico de barrio en un líder perseguido por todos.

El arranque ya marca el tono: un coche de lujo lanzado contra una joyería, símbolo de un destino inevitable. Lo que sigue es una historia donde la lealtad, la traición y la pasión con Estrella (Carlota Pereda) marcan tanto el ascenso como la caída del protagonista.

El motor del conflicto

Ángel comienza como un joven mecánico con aspiraciones limitadas, pero su encuentro con Poli cambia su destino. De la mano de este delincuente veterano, se introduce en el negocio de los atracos, un mundo donde los coches robados y los golpes espectaculares se convierten en rutina.

La relación con Estrella, novia de Poli, introduce la chispa emocional y el detonante de muchos de los riesgos que asume. Como si fuese un Edipo moderno, Ángel se enfrenta a la figura que lo introdujo en el poder, dispuesto a superarlo y a robarle incluso a la mujer.

Del taller a la cima del hampa

El desarrollo muestra un Madrid donde los límites entre fiesta, lujo y crimen se difuminan. Ibiza funciona como un espejismo: yates, dinero rápido y excesos. Allí Ángel prueba lo dulce del éxito, pero también confirma que su mundo depende de alianzas frágiles.

Sole, hija del poderoso Rogelio, añade una capa de cálculo a la vida del protagonista: el matrimonio como pasaporte hacia un estatus intocable. Sin embargo, la doble vida con Estrella revela que, pese a todo, sus decisiones siguen impulsadas por el deseo y no solo por la estrategia.

Final explicado de "Hasta el cielo": traición y vacío

El clímax llega con el golpe contra los chinos, operación que debería consolidar a Ángel como capo. La policía, siempre un paso detrás, aprovecha los pinchazos telefónicos para cercarlo. Sole es arrestada junto a él, aunque el dinero desaparece misteriosamente del hotel, aumentando la tensión dramática.

Estrella, empujada a actuar como cómplice, acaba siendo víctima de una traición: asesinada mientras intenta salvar a Ángel. Ese giro cruel deja claro que, en este mundo, nadie está a salvo, ni siquiera los que aman en silencio.

Cuando Ángel es liberado tiempo después, el círculo se cierra: vuelve a conducir hacia un escaparate, como en la primera escena. Un gesto que condensa toda su historia: la búsqueda de un destino imposible de sostener, la pulsión autodestructiva de un hombre que confundió poder con libertad.

El precio de querer llegar tan alto

La película concluye con una nota amarga: el protagonista ha ganado influencia y dinero, pero ha perdido a Estrella, su verdadero motor. Ese vacío convierte su triunfo en derrota. La paradoja está servida: cuanto más alto sube, más hondo cae.

Es inevitable pensar en paralelismos con "El Precio del Poder" (1983), donde el exceso y la ambición devoran al antihéroe. También recuerda a "Ciudad de Dios" (2002), donde la violencia acaba determinando incluso el futuro de los inocentes.

Detalles de producción que marcan

El rodaje contó con escenas reales en barrios madrileños como Vallecas y Carabanchel, algo que aporta un aire de autenticidad a la historia. Además, la participación de músicos urbanos en la banda sonora refuerza la conexión con el contexto social en el que se ambienta.

Conclusión: un ascenso condenado

"Hasta el cielo" no es solo un relato criminal, también es un espejo de una generación que busca reconocimiento rápido a cualquier precio. La película concluye con un recordatorio doloroso: la ambición sin límites suele acabar en soledad.

Como si fuera una advertencia disfrazada de espectáculo, deja claro que en la cima no hay gloria eterna, solo un vacío que devora al protagonista y a todos los que lo rodearon. Y eso, sinceramente, duele un poco más que cualquier bala perdida.

No tenemos comentarios todavía en esta noticia ¿te animas?