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Previa Inauguración

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Palmarés

Hoy era mi último día en el FANT, mañana queda la gala de clausura y el sábado se proyectarán las ganadoras de la Sección Oficial y Panorama fantástico pero yo por este año ya he cumplido. Por suerte, el festival ha terminado muy bien.

Hoy tenía ganas de ver una de las películas, Desenterrando Sad Hill y tenía otras dos incógnitas. Os cuento un poco lo que me han parecido.

A primera hora tocaba un clásico del cine de terror que yo no había visto. ¡No todo van a ser estrenos de este último año! Se trataba de Muertos y Enterrados de Gary Sherman (director de Sub-Humanos, La Jauría del Vicio,…), al cual hemos tenido en la sala y hemos podido hacerle unas cuantas preguntas. Una película de 1981 que ha servido de inspiración para muchos otros directores actuales. Aunque he llegado un poco tocado a la sala por el cansancio ha sido una película llevadera y con un final muy interesante. Tras el filme hemos charlado con el propio director que ha contado anécdotas del rodaje y sobre el cine de terror en general.

La siguiente era el plato fuerte para mí, se trataba del documental Desenterrando Sad Hill. Emotivo documental que narra cómo unos aficionados al cine han estado durante años reconstruyendo y desenterrando (literalmente, con azadas y palas) el mítico cementerio de la escena final de El Bueno, el Feo y el Malo. Para el director del largometraje, Guillermo Fernández de Oliveria, ha sido el premio a la figura emergente en el cine fantástico FANTrobia. Contábamos con la presencia del director en la sala pero por falta de tiempo no ha podido haber sesión de preguntas y respuestas. Una pena porque la película me ha parecido muy interesante y entretenida. No siempre es fácil mantener el ritmo en un documental que dura casi hora y media pero aquí lo han conseguido de manera magistral.



Mi última película del día ha sido una gran sorpresa. La película en cuestión se llama In Fabric y lo único que sabía de ella era que trata sobre un vestido maldito. A priori, vista la temática, no parecía que pudiera ser gran cosa pero ha sido todo lo contrario. El director ha conseguido un buen equilibrio juntando escenas divertidas, situaciones absurdas y unos efectos sonoros y de imágenes muy llamativos. No me esperaba para nada una película tan interesante. Obviamente no es para todo el público (puede que le resulte un tanto extraña a mucha gente) pero a mí me ha enganchado desde el primer minuto.

Ha sido una bonita manera de dar por concluido el 25 aniversario del FANT. Ahora toca descansar un poco y empezar a prepararnos otra vez para la maratón de buen cine (y no tan bueno) del año que viene. ¡Larga vida al FANT!