Que Roberto Iniesta canta y compone para Extremoduro es algo conocido. Que el mismo "Robe" escribiera una novela, publicada en 2009...a muchos les parecerá un cante. No. "El viaje íntimo de la locura" es su primera incursión en la literatura, pero no un paso atropellado dentro de la misma. Sería fácil y casi lógico sonreírse ante tal iniciativa; prejuzgar es un acto casi innato en el ser humano. Podríamos imaginar un relato lleno de zafiedades, vulgaridades, obscenidades y tacos, surgido de una temblorosa pluma.

Podríamos...pero es mejor usar nuestra imaginación para encontrarnos de frente con una magnífica creación literaria. Reposada, mesurada y talentosa. Con un vocabulario sobrio, Robe distribuye en tres partes una historia que podría sentirse como surgida de un mal sueño. Iniesta cumple con creces, de forma recta, con lo que sugiere el título de su novela. Un disparate en cuanto a lo que sucede al protagonista. Un razonable ejercicio de dicción en cuanto a su ejecución como producto literario.

Se tratan las aventuras impensables de un hombre sin aventuras. Severino, gris, lúgubre y anodino notario de una pequeña población, pasa desapercibido dentro de la sociedad, para la que trabaja denodadamente, con un rutinario esfuerzo, medido hasta la obsesión, que le lleva a conducir su vida por un derrotero de absurda y cansina repetición. Hasta que a Roberto Iniesta se le ocurre convertir a nuestro pusilánime personaje en el centro de una vorágine, una espiral de locura, en la que se desmantelan los pilares de su raciocinio. Su casa se convertirá en una especie de imán para repentinas averías, que se repiten de domingo en domingo, sin que los profesionales de la telefonía, de la electricidad y la albañilería las puedan subsanar, por mucho que visiten, una y otra vez, la "viva" vivienda de nuestro infortunado Severino.

Severino se ve secuestrado por su "mágica vivienda, en un viaje indeseable, lleno de privaciones, pánico, coqueteando con la muerte y mostrándole, paulatina y paradójicamente, el cambio de actitud que regirá su vida desde entonces.

"Robe" no quiso desvelar en su momento apenas nada de la novela, para que entrara limpia en quien quisiera acercarse a ella. Sin que falten el humor y el ingenio, en cambio no sobra la acción, porque se trata de algo muy íntimo, un desplazamiento del personaje a través de su propio interior. Asistimos a un viaje de transformación en el que, como un Robinson escrito por Lovecraft, el notario se convierte en la metáfora necesaria. El hombre ha perdido la vinculación consigo mismo, se pierde en la especulación de qué le pasará al día siguiente, sin comprender que tan sólo el día a día puede llenar su espíritu de satisfacción. La casa que se desgaja del mundo real y cotidiano, en la que queda atrapado don Severino, para salir volando por los aires, se convierte en el catalizador de su transformación. A fin de cuentas, todos llevamos un Neardenthal dentro. Sólo hay que buscarlo y vivir cada día, sin plantearse nada más. Don Severino se convertirá en un nuevo hombre, uno con la Naturaleza, dialogante con los objetos y los animales, desprendido de los factores alienantes que han llevado al hombre a desentenderse de su propio yo.

Reivindica la figura del individuo sobre la masa. No siempre el grupo, la mayoría, ha de tener más razón que una minoría. Al menos, no por decreto. En ese sentido, don Severino se mantiene como era, como un individuo solitario, aislado; pero, porque lo decide él, no porque la sociedad le asuste. Ahora tan sólo discrepa de ella, porque la sociedad, que no lo sabe, está asustada de sí misma.

Con un lenguaje sobrio y un ritmo bien elaborado, "Robe" hace gala de un surrealismo extremo para ejemplarizar y llenar de intención su historia, una invitación al aprendizaje de lo que nos sucede, sin entrar a juzgarlo y disfrutando de la mínima migaja.

No he visto por ningún lado que Iniesta escribiera antes o haya escrito después nada que no sea relacionado con las letras de sus canciones. Una lástima. Creo que la literatura se ha perdido a un tipo interesante. Pero, como él deja ver en su novela, elige el camino que considera que quiere elegir.