La actriz reconoce que su madre la protegió de un papel que podría haber cambiado su vida para siempre
Mucho antes de convertirse en la reina indiscutible del slasher gracias a
Halloween,
Jamie Lee Curtis estuvo a punto de debutar en uno de los títulos más perturbadores de la historia del cine. Sin embargo, hoy mira atrás y no puede evitar pensar: menos mal que no ocurrió.
La actriz ha revelado recientemente que, con solo 12 años, estuvo muy cerca de audicionar para el papel de Regan MacNeil en
El Exorcista. La propuesta llegó de la mano del productor
Ray Stark, amigo personal de su madre,
Janet Leigh, pero fue ella quien tomó una decisión tajante: decir que no.
Una decisión materna que lo cambió todo
Curtis contó la anécdota durante su aparición en
The Drew Barrymore Show, explicando que Stark había visto a la joven Jamie en una fiesta y pensó que podía encajar en el papel. Sin embargo, Leigh priorizó algo que en Hollywood no siempre se respeta: una infancia normal.
“
Mi madre quería que tuviera una niñez, y gracias a Dios lo hizo”, confesó Curtis, reconociendo que otros niños actores, incluida la propia
Drew Barrymore, no tuvieron esa misma protección.
El papel acabaría en manos de
Linda Blair, cuya interpretación se convirtió en un icono absoluto del terror… pero también en una experiencia dura y polémica para una actriz tan joven.
El terror llegó más tarde… y en el momento justo
Cinco años después de aquella decisión, Jamie Lee Curtis debutaría en
Halloween, iniciando una de las carreras más influyentes del cine de terror. A diferencia de
El Exorcista, su entrada en el género se produjo en un contexto muy distinto, con mayor control y sin la carga psicológica extrema que implicaba interpretar a una niña poseída.
Paradójicamente, Curtis acabaría convirtiéndose en uno de los rostros más queridos del género, demostrando que no llegar primero es tan importante como llegar en el momento adecuado.
campano
#1
la verdad es que viendo la carrera cinematográfica de una y de la otra, claramente acertó
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