Crítica de “El Reino Animal”: Una audaz exploración de la humanidad entre metamorfosis y emoción

• 19 de Octubre del 2023
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La humanidad siempre ha sido fascinada por el reino animal, y Thomas Cailley nos sumerge en un mundo distópico donde esta fascinación se convierte en una aterradora realidad. "El Reino Animal" es una mezcla audaz de drama familiar, aventura y ciencia ficción que explora el conflicto interno y externo cuando las personas comienzan a transformarse en animales.

Desde el comienzo, la película promete un concepto intrigante: un futuro cercano donde los humanos se encuentran en medio de una pandemia que los transforma en híbridos animales. Esta premisa podría haber sido el trampolín para un mero festín visual o una película de terror superficial, pero Cailley opta por la profundidad, centrándose en la experiencia humana y las emociones arraigadas en esta metamorfosis.

La relación entre François (Romain Duris) y su hijo Émile (Paul Kircher) es el corazón palpitante de la historia. La interpretación de Kircher, en particular, brilla a través de su retrato de un adolescente en conflicto, lidiando no solo con los desafíos típicos de la adolescencia, sino también con una transformación inminente que lo empuja hacia lo desconocido.

A pesar de las excelentes actuaciones y una cinematografía impecable que a menudo eleva la atmósfera de la película, "El Reino Animal" no está exenta de defectos. La película, a veces, lucha por mantener un equilibrio entre sus múltiples tonos, oscilando entre el horror corporal y una aventura familiar amistosa. Mientras que individualmente, estas escenas pueden ser poderosas, juntas crean una disonancia que distrae de la narrativa principal.

Además, el deseo de la película de abordar tantos temas simultáneamente, desde el cambio climático y el especismo hasta los desafíos del crecimiento y la aceptación, la lleva a estirarse más allá de su capacidad en ciertos momentos. El tercer acto, en particular, podría haber beneficiado de una edición más ajustada para ofrecer un cierre más cohesivo.

Sin embargo, a pesar de sus imperfecciones, "El Reino Animal" se destaca como una obra valiente que no tiene miedo de hacer preguntas difíciles. Es una mirada fresca y provocativa sobre lo que significa ser humano y cómo nuestra relación con la naturaleza, y con nosotros mismos, puede definir o destruir nuestro futuro. En una escala del 1 al 10, 'El Reino Animal' merece un sólido 7 por su valentía, su profundidad emocional y su compromiso con presentar una historia que, aunque a veces tropezada, sigue siendo apasionadamente humana.