Es difícil abordar una película de Hideo Nakata sin traer a la mente obras maestras como "The Ring" y "Dark Water", que cimentaron su legado en el panteón del J-Horror. Su última entrega, "Juego Prohibido", sin embargo, se siente como una mezcla de inspiración y desatino, un reflejo desigual de su antaño inmaculada filmografía.
El prólogo de la película es inquietantemente prometedor: un viaje oscuro y onírico que nos recuerda por qué Nakata es venerado en el mundo del terror. Desgraciadamente, esta expectación se ve eclipsada por una serie de decisiones narrativas que desconciertan más que atemorizan. El extenso flashback, que podría haber servido como una herramienta eficaz para sumergirnos más profundamente en la historia, termina diluyendo el ritmo, haciéndonos preguntarnos si estamos viendo una película de Nakata o un intento por parte de alguien que busca emularlo.
Es indudable que el director sigue teniendo un ojo agudo para la cinematografía. Las escenas están meticulosamente compuestas, y hay momentos genuinos de tensión, recordándonos que aún reside algo del Nakata que todos amamos. Pero la coherencia se desvanece a medida que la trama avanza. La colaboración con Noriaki Sugihara en el guión, como ya se vio en "Sadako", aporta ideas que, aunque frescas, se sienten mal ejecutadas y en ocasiones, forzadas.
MarkGuro
#1
En conclusión: Sólo para fans acérrimos del director.
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