David O. Selznick siempre había querido hacer una película basada en la novela de Hemingway, pero la Warner era dueña de los derechos y se negaba a vendérselos. Sin embargo surgiría una opción cuando la Warner compró los derechos para adaptar ¨Ha nacido una estrella¨, de la que Selznick poseía los derechos para el extranjero, sin los cuales el estudio no podría estrenar la película en el extranjero. Selznick les ofreció renunciar a sus derechos de ¨Ha nacido una estrella¨ por los derechos de ¨Adios a las Armas¨, y la Warner aceptó.
El 25 de octubre de 1956, Selznick contacta con John Huston y le da la bienvenida al proyecto. Le advierte de que su contrato con la 20th Century Fox le impone varias multas económicas si la filmación se pasa del tiempo programado o del presupuesto, y le insta a que se concentre en la película. Selznick empieza a preocuparse cuando Huston comienza a hacer pequeños ajustes en el guion y pasa demasiado tiempo en preparativos de pre-producción. El 19 de marzo de 1957, le envía al director un larguísimo memorandum señalando los problemas que comenzaban a surgir por la falta de cooperación de Huston. Dos días después, Huston anuncia que no está de acuerdo con ninguno de los temas que plantea Selznick y deja el proyecto. El productor dijo que la película “no fue el trabajo del que se sintiera más orgulloso”.
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David O. Selznick siempre había querido hacer una película basada en la novela de Hemingway, pero la Warner era dueña de los derechos y se negaba a vendérselos. Sin embargo surgiría una opción cuando la Warner compró los derechos para adaptar ¨Ha nacido una estrella¨, de la que Selznick poseía los derechos para el extranjero, sin los cuales el estudio no podría estrenar la película en el extranjero. Selznick les ofreció renunciar a sus derechos de ¨Ha nacido una estrella¨ por los derechos de ¨Adios a las Armas¨, y la Warner aceptó.
El 25 de octubre de 1956, Selznick contacta con John Huston y le da la bienvenida al proyecto. Le advierte de que su contrato con la 20th Century Fox le impone varias multas económicas si la filmación se pasa del tiempo programado o del presupuesto, y le insta a que se concentre en la película. Selznick empieza a preocuparse cuando Huston comienza a hacer pequeños ajustes en el guion y pasa demasiado tiempo en preparativos de pre-producción. El 19 de marzo de 1957, le envía al director un larguísimo memorandum señalando los problemas que comenzaban a surgir por la falta de cooperación de Huston. Dos días después, Huston anuncia que no está de acuerdo con ninguno de los temas que plantea Selznick y deja el proyecto. El productor dijo que la película “no fue el trabajo del que se sintiera más orgulloso”.
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