Serie: ¨Z Nation¨ (2014).

Lo que comenzó como la versión barata de ¨The Walking Dead¨, termino siendo un éxito inesperado. Como es costumbre, Syfy hace sus propias versiones de grandes películas y series, con un presupuesto muy inferior y de mala calidad, sin embargo, aquí salió una serie plagada de humor negro que es muy bien llevada, con una historia interesantes y personajes carismáticos. La historia varía mucho entre una temporada y otra y solo se podría resumir como una loca aventuras para sobrevivir a los zombies. Diálogos graciosos. Actuaciones bastante aceptables. Personajes correctos. De ritmo anda muy bien, quizás en la cuarta temporada es algo lenta, pero las otras cuatro funcionan bastante bien. Buen ambiente. Efectos visuales pobres, aunque en más de una ocasión, logran estar a la altura. Buena banda sonora. Maquillaje regular. Variadas muertes y correctas. Un cierre de temporada siempre mejor que el anterior, lo más lamentable, es que la quinta cierra muy bien y queda totalmente abierto, una lastima la cancelación de la serie.

Mi puntuación para ¨Z Nation¨ es 8 de 10 posibles, lo que partió como un juego, termino tomando su propio rumbo y fue bastante agradable mientras duro. La recomendaría bastante y es de las opciones graciosas que uno puedo disfrutar dentro del catálogo de Netflix.

Tabo.

Reportar

No se equivoquen, esta es una hora de televisión bastante cursi, pero hicieron todo lo posible por configurar esto como un mundo que acaba de aceptar el apocalipsis zombi como una forma de vidaLas mayores fortalezas de Z Nation son su ímpetu y ritmo, además de no tomarse demasiado en serio.

Reportar

Si bien es cierto que la primera temporada era bastante normalita, con capítulos muy buenos y otros un tanto mediocres, esta segunda temporada solo puede ser calificada como uno de los productos más sobresalientes que ha parido Syfy. En ella, Z Nation se consagra como una serie de zombis ligera, llena de adrenalina y acción, con un buen toque de humor y un grupo de personajes a los que no quieres ver morir porque ya los adoras a todos (aprende, The Walking Dead)

La temporada comienza donde terminó la primera. El CDC donde se creó el virus explota; Roberta Warren, Doc y 10K tienen la suerte de escapar a tiempo; Murphy se larga por su cuenta para acabar convirtiéndose en una especie de Señor de los zombis; el malvado doctor Kurian es desfigurado durante la explosión; y el Ciudadano Z tiene problemas en la Antártida cuando empieza a sufrir ataques de zombis que llegan a su, hasta entonces, segura base.

Quizá uno de los puntos más flojos de la temporada sea el primer capítulo, donde el guionista se las ingenia lo mejor que puede para reunir de nuevo a Warren, Doc, 10K, Cassandra, Addy, Mack y Murphy en apenas 40 minutos. Sin duda es el episodio más flojo de la temporada, pero aun así merece la pena, sobre todo por el bailecito de la stripper zombi, uno de los mejores gags que he visto en mucho tiempo.

Por supuesto, los personajes también empiezan a estar mucho más trabajados que en la primera temporada. Kellita Smith, la actriz que hace de Warren, que en la anterior crítica afirmé que era la peor actriz de la serie, aquí hace un buen papel como una líder fuerte y se nota que la actriz disfruta interpretando a un personaje que se vuelve más rudo a cada capítulo que pasa. Ella es la Rick Grimes de Z Nation y nos encanta.

Doc sigue en su línea como el típico viejo hippie adicto a las drogas, y resulta incluso más encantador que en la primera temporada. Nos deja grandes momentos, como por ejemplo esos disparatados momentos en que su espíritu abandona su cuerpo mediante la proyección astral, logrando salvar su vida in extremis. La primera vez que lo vi me descojoné de la risa y es que el actor tiene un carisma arrollador.

10K sigue también en su línea como el joven francotirador de pocas palabras, aunque tiene sus momentazos, como cuando Skeezy y Sketchy lo hacen pasar por un chico retrasado o cuando él dice en español ¨El Camino¨, de una forma muy cómica.

Addy sigue siendo uno de los peores personajes, solo una niña mona que tiene un bate molón. Para colmo, su novio, Mack, muere en el segundo capítulo, y a ella no parece afectarle lo más mínimo. No sé si es culpa de la actriz o del guión, pero Anastasia Baranova no me termina de convencer.

Por otro lado tenemos a Cassandra, el peor personaje de la primera temporada, y al que aquí le dan una subtrama más jugosa. Ahora ella es una criatura medio zombi que sigue a Murphy allá donde este va, sin decir una palabra. En ese estado, el personaje no podía dar mucho de sí y resulta ser asesinado a mitad de temporada, cosa que agradecí. No obstante, se nota que Pisay Pao es mejor actriz de lo que la serie le ha permitido ser, y el hecho de que la muestren como zombi es un buen punto para su curriculum, ya que como zombi demuestra mucha expresividad y facetas que me gustaron bastante.

Pero sin duda el alma de la serie es Murphy, ese híbrido de zombi que ahora se ha convertido en una especie de Mourinho apocalíptico. A Murphy nadie le jode. Si él quiere escapar del grupo, acabará por hacerlo. Si quiere quitarse de en medio a un enemigo, él lo liquidará. Keith Allan demuestra un gran carisma al encarga a este personaje, que sin lugar a dudas es el que mayor evolución ha sufrido a lo largo de la serie. No por nada, de una forma un otra, toda la temporada gira en torno a él. Los cazarrecompensas, los Zeros, Lucy, el Coleccionista, etc, de alguna forma Murphy es el epicentro de la historia en el 90% de los capítulos.

Por otra parte, el Ciudadano Z, interpretado por DJ Qualls, en esta temporada tiene escaso protagonismo, y es una pena porque era uno de mis personajes favoritos, y tengo la sensación de que no pasará de la tercera temporada.

Como nuevo fichaje tenemos a Matt Cedeño, que interpreta a Vasquez, un ex-agente de la DEA que trabaja como cazarrecompensas y que se une al grupo para llevar a Murphy a California. La trama de Vasquez y su venganza contra Escorpión, el lugarteniente del cártel de los Zeros, está muy bien llevada, pero lamentablemente creo que el personaje no da para mucho más.

En general, la temporada se hace muy disfrutable, con tantas aventuras tan entretenidas que me veo obligado a puntuar con un 10 a esta serie: la lucha por Murphy con los cazarrecompensas, la travesía por la carretera de los megazombis con William Sadler como estrella invitada, la llegada al laboratorio de Marihuana Zombi, el nacimiento de la hija de Murphy, el enfrentamiento con los Abraham Lincoln zombis mientras se pasaban a la bebé como si fuera una pelota, 10K viviendo aventuras con Sketchy y Skeezy, Murphy siendo secuestrado por el Coleccionista y el cameo de George RR Martin (escritor de Juego de Tronos), la llega del motel de Anthony Michael Hall, la estrategia para arrojar a los zunamis por el Gran Cañón, el episodio de los extraterrestres de Rozwell con Doug Jones, la trama del cártel de los Zeros y por supuesto el final del viaje a California en esa explosión de adrenalina, en un episodio final que no le faltó de nada.

Aunque sin lugar a dudas, lo mejor de esta temporada es que Z Nation se ha atrevido a traspasar los límites del correctismo político que otras series similares, por ejemplo The Walking Dead o Falling Skies, nunca traspasarían. Me explico: uno de los villanos de esta temporada es Escorpión, el lugarteniente del cártel de los Zeros, interpretado por Emilio Rivera. Prácticamente desde su segunda o tercera aparición nos damos cuenta de que no es un villano de chichinabo, sino que tiene muchos matices y sus motivos para ser como es. Eso se evidencia en los dos capítulos que se desarrollan en México, aunque sin convertir a Escorpión en un antihéroe. Se da a entender que para él el apocalipsis comenzó cuando vio morir a su hermano siendo un niño y que desde entonces toda su vida ha sido una espiral de violencia, no muy distinta al mundo zombi. Sabemos que Escorpión mató a la mujer y a la hija de Vazquez, pero es un personaje tan molón que no queremos que muera. Más tarde, en el capítulo final, por distintos motivos argumentales, Escorpión decide redimirse y se une al grupo principal como un hombre nuevo que quiere purgar sus crímenes. Tramas tan profundas como esa hacen a Z Nation mucho más que un producto de usar y tirar.

En definitiva, estoy deseando ver la tercera temporada. Quiero saber si 10K sigue vivo. Quiero saber qué hará Murphy con la doctora Merch y el capitán. Quiero saber quiénes son los asiáticos que detuvieron a Warren y los demás. Quiero conocer más sobre Escorpión y todo por lo que ha tenido que pasar. Quiero que aparezca la isla de Zona. Quiero saber quién es la persona del abrigo que encuentra al Ciudadano Z congelándose. Quiero saber qué será de Vasquez. Quiero saber qué va a pasar con Kurian ahora que es una cabeza parlante en una caja.

En definitiva, espero con ansias la tercera temporada.

Reportar

Me gusta la serie. Como dicen los otros, es Walking Dead pero un poco más mal hecha. Los actores algunos no lo hacen bien y otros sí. El negro de Perdidos muere demasiado pronto pero se lo merecía por haber sido un traidor en la otra serie, no aguanto a ese actor en ningún sitio. La pelirroja es una mamasota relinda, me gusta y tiene un arma que está chevere. Me gusta también el chico francotirador y el viejo drogata que cuenta chistes, son muy buenos personajes. El flacucho de Sobrenatural también hace un buen papel aquí. Quiero ver ya qué le pasó a Murphy.

Reportar

Serie dirigida únicamente a los amantes del género zombi y la serie B. Quien vaya a verla, que no espere algo como la excelente Breaking Bad o un drama lleno de personajes complejos como Lost, o centrándonos en la temática zombi, que nadie espere una obra maestra en la que haya que plantearse dilemas morales como es The Walking Dead. No, Z Nation es pura serie B, diversión, zombis y acción, algo más parecido a Zombieland o El Amanecer de los Muertos.

Sabiendo esto, Z Nation es una serie más que aceptable, sobre todo teniendo en cuenta que la produce The Asylum. No obstante, su creador le ha otorgado el tono apropiado, tiene tramas serias y todo eso, pero al mismo tiempo la serie no se toma demasiado en serio, por lo que es habitual ver en ella cosas como tornados que se llevan a los zombis, un hippie fumando con un zombi en un ascensor, una comunidad de feminazis e incluso un capítulo que es una parodia a películas como El Día de la Marmota o Al Filo del Mañana.

La trama de Z Nation es simple: un militar llamado Hammond, interpretado por Harold Perrineau (Lost, 28 Días Después, etc), se une a un grupo de supervivientes con la intención de llegar a California, donde puede hallar una cura al virus zombie. ¿El motivo? Porque Hammond lleva consigo a Murphy, un recluso que es la única persona que ha sobrevivido a los mordiscos de los zombis sin convertirse después de que le introdujeran en el cuerpo una vacuna experimental.

Durante el piloto, cualquier espectador despistado pensará que está ante un The Walking Dead 2.0, ya que la trama es un tanto similar a una de las tramas de la quinta temporada de la serie de AMC, que se estrenaba unas semanas después. Pero a lo largo del capítulo, queda claro que Z Nation tiene un espíritu muy distinto. Entre otras cosas porque Hammond, quien parecía ser el protagonista absoluto y era interpretado por una estrella de cine, muere asesinado a manos de un bebé zombi en una escena un tanto irreal y que produce un poco de verguenza ajena. ¿Os imagináis que al final del piloto de The Walking Dead muriera Rick y el protagonismo pasara a Shane o Morgan? Pues eso es lo que pasa aquí.

Es entonces cuando los que buscan un The Walking Dead 2.0 o una serie seria dejan de ver la serie porque les parece cutre, pero nosotros, los fans de la serie B, las pelis de zombis ochenteras y demás, seguimos viéndola. Y la serie no decepciona, de hecho va mejorando capítulo a capítulo, formando poco a poco su propia personalidad. ¿La serie es perfecta? Ni mucho menos, a mí de hecho me molesta bastante que muchas tramas interesantes terminen ocupando solo un capítulo pudiendo extenderse dos o tres como en The Walking Dead, pero aun así Z Nation tiene bastante atractivo.

Me detendré ahora a hablar de los personajes, a los cuales conocemos desde el primer capítulo y, a diferencia de en The Walking Dead, aquí no vuelven a añadir a ningún personaje más al grupo principal, lo cual me pareció también otro gran error, ya que hubiera hecho la serie más entretenida.

Entre los personajes, el sustituto de Hammond es Garrett, interpretado por Tom Everett Scott, que se alza como líder del grupo. El actor no lo hace nada mal, lo malo es que no es tan carismático como Andrew Lincoln (Rick de The Walking Dead), por lo que tras unos cuantos capítulos como protagonista, acaba siendo asesinado, supongo que porque el creador quería que crear un líder más original y nos introdujo en un principio a Tom Everett para cogerle cariño. El caso es que durante los capítulos en los que está Garrett, la serie tenía un tono mucho más serio, muy cercano a The Walking Dead pero con bajo presupuesto, y es a partir de su muerte cuando empieza a haber más humor y cosas disparatadas.

La siguiente en tomar el mando es Warren, interpretada por una afroamericana llamada Kellita Smith. Si bien el cambio resulta curioso, al ser el líder una mujer y para colmo negra, la actriz me pareció bastante mala, pese a que se nota que le pone ciertas ganas. De hecho, Warren es el peor personaje de la serie, ya que es mucho menos carismática que Garrett y es difícil empatizar con ella por lo plano de su personaje.

Por otra parte tenemos al delgadísimo DJ Qualls (Sobrenatural), que interpreta al Ciudadano Z, un hacker que ayuda al grupo de supervivientes a llegar a California, informándoles desde una base en el Polo Norte. Qualls es el encargado de aportar un toque de humor a la serie, siendo además una cara conocida y querida para gran parte de la población estadounidense, y su personaje se hace muy simpático por su curioso físico. Además, también tiene sus propias tramas, ya que aunque esté en el Norte, aislado de los zombis, tendrá algunos problemas a los que enfrentarse.

Murphy, interpretado por Keith Allan, un habitual de The Asylum, también es un personajazo, que en solo 13 capítulos pasa de ser un preso cobarde y asustadizo a un tipo dispuesto a hacer cosas por el grupo y acabando por convertirse en una especie de mesías zombie. Además, poco a poco va desarrollando una serie de poderes que no solo le están convirtiendo en un zombi en apariencia, sino que también le permite hacer dóciles a los zombis o dominar a los humanos con un poco de saliva. Muero por ver qué hará en la segunda temporada.

Luego están Addy y Mack, una pareja de enamorados interpretados por Anastasia Baranova y Michael Welch, las caras bonitas del grupo. Welch es un actor bastante eficiente, aunque por desgracia su personaje no acompaña, siendo una mera comparsa de Addy, aunque en los capítulos 1x09 y 1x11 está simplemente inmenso, ya que tiene una trama bastante dramática y cruel. Baranova, en cambio, es una actriz bastante normalita que cumple con su papel de forma aceptable, aunque tiene en su favor que es un auténtico pivón pelirrojo y lleva un arma de lo más curiosa, lo que hace que se gane de inmediato el cariño del público (masculino sobre todo), pese a que lo pierde por completo en el 1x11. Al igual que con Murphy, estoy seguro de que estos dos darán que hablar en la segunda temporada.

También está Doc, un anciano hippie con un gran sentido del humor y mucha verborrea, interpretado por Russell Hogkinson, el personaje en sí no aporta mucho la trama y es muy estereotípico, pero también uno de los más queridos, por lo que va ganando protagonismo poco a poco, y el actor es sin duda uno de los mejores de la serie.

Tenemos también a Cassandra, una chica de rasgos asiáticos interpretada por Pisay Pao, que en los tres primeros capítulos tiene una trama especialmente jugosa relacionada con un clan de caníbales. Sin embargo, la actriz es bastante floja, por lo que a partir de ahí su personaje se convierte en un mero relleno que ni siquiera el giro de guión que tiene en el último capítulo la logra salvar. Por lo que a mí respecta, es la más sacrificable de la serie.

Y por supuesto, si esto es la The Walking Dead de The Asylum, no podía faltar un Daryl, que en este caso se llama 10K y no lleva ballesta, sino un rifle de francotirador. Está interpretado por el jovencísimo Nat Zang, que debido al carácter callado y duro de su personaje, es difícil saber si es o no un buen actor, aunque de lo que no tengo duda es de que tiene el carisma que le falta a algunos de sus compañeros, como Cassandra o Warren, y es que 10K es un personaje de lo más divertido, en especial por la relación padre-hijo que se está estableciendo con Doc.

Por otra parte, el maquillaje de los zombis también resulta bastante aceptable, y los efectos especiales en ocasiones son bastante flojos, pero en general no son algo que dañe la vista como muchas películas de The Asylum.

Altamente recomendable.

Reportar