México,
12 de Agosto de 1911 Falleció: 20 de Abril de 1993 81 años
Un poco de su vida:
Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes (Ciudad de México, México, 12 de agosto de 1911 – Ibídem, 20 de abril de 1993), mejor conocido como Cantinflas, fue un actor y comediante mexicano, ganador del Globo de Oro en 1957.
Ganó una enorme popularidad con la interpretación de su personaje Cantinflas, un hombre salido de los barrios pobres que se originó del típico pelado. El personaje se asoció...
+ con parte de la identidad nacional de México y le permitió a Moreno establecer una larga y exitosa carrera cinematográfica que incluyó una participación en Hollywood. Se dice que el estilo de salir a hacer comedia, disfrazado de "peladito", lo tomó del comediante Manuel Medel.1 Mario Moreno ha sido referido como el "Charlie Chaplin de México".
Mientras que algunas de sus películas fueron dobladas al inglés para las audiencias angloparlantes y su trabajo fue bien recibido entre la gente de Francia, el juego de palabras que usaba en español no se traducía bien a otras lenguas, por lo que tuvo un estruendoso éxito en Latinoamérica, en España y en Guinea Ecuatorial,2 donde todavía tiene muchos admiradores.
Como pionero del cine mexicano, Mario Moreno ayudó a su crecimiento en la Época de oro. Además de ser un líder en los negocios, también llegó a involucrarse en la política de México. Aunque fue conservador, su reputación como portavoz de los desprotegidos le dio a sus acciones autenticidad y se convirtió en alguien importante en la lucha contra el charrismo sindical, que es la práctica del gobierno de un solo partido, para manejar y controlar los sindicatos.
Su personaje, cuya identidad se mezcló con la de sí mismo, ha sido analizada desde la década de los cincuenta por numerosos críticos de los medios de comunicación, filósofos, antropólogos y lingüistas.
Murió a causa de cáncer de pulmón el 20 de abril de 1993, miles de personas se reunieron en un día lluvioso para su funeral. La ceremonia fue un evento nacional que duró tres días. Sus cenizas yacen en la cripta familiar de la familia Moreno Reyes, en el Panteón Español de la Ciudad de México. Fue homenajeado por muchos jefes de Estado y por el Congreso de los Estados Unidos, que mantuvo un minuto de silencio por él.
Después de su muerte, comenzó una batalla legal entre su hijo y legítimo heredero,[cita requerida] Mario Moreno Ivanova, y el sobrino del actor, Eduardo Moreno, sobre el control de 34 películas hechas por Cantinflas. El sobrino sostenía que su tío le había dado permiso escrito para tomar los derechos de las películas cuando estaba en su lecho de muerte. Moreno Ivanova argumenta que es el heredero directo de Cantinflas y por lo tanto los derechos le pertenecen. Eduardo Moreno ganó la demanda en dos ocasiones, pero finalmente triunfó Moreno Ivanova, luego de dos apelaciones.
Al mismo tiempo, otra demanda surgió entre Columbia Pictures y Mario Ivanova sobre el control de esas películas. Columbia dice que compró los derechos de las películas hace cuatro décadas, en una corte que notó varios errores en los documentos. Moreno Ivanova quería que los derechos quedaran en su poder y, más generalmente, en el poder de México, como tesoro nacional. El 2 de junio del 2001, luego de 8 años de batalla, finalmente Columbia se quedó con los derechos de las 34 películas disputadas.
De joven, realizaba una variedad de actos en carpas rodantes, y fue en ellas donde recibió el apodo de Cantinflas; sin embargo, el origen del nombre se pierde en la leyenda. Según un obituario, es un nombre sin significado alguno, que fue inventado a fin de evitar que sus padres se enteraran que trabajaba en el negocio del espectáculo, al que consideraban una ocupación vergonzosa. En otra versión, el ensayista mexicano Carlos Monsiváis cita el legendario origen del discurso del personaje:
De acuerdo a una leyenda con la que él está de acuerdo, el joven Mario Moreno, intimidado por el pánico escénico, una vez en la carpa Ofelia olvidó su monólogo original. Comenzó a decir lo primero que le viene a la mente en una completa emancipación de palabras y frases y lo que sale es una brillante incoherencia. Los asistentes lo atacan con la sintaxis y él se da cuenta: el destino ha puesto en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos. Semanas después, se inventa el nombre que marcará la invención. Alguien, molesto por las frases sin sentido grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas», la contracción se crea y se convierte en la prueba del bautismo que el personaje necesita.
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