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Jeff Morrow contó que durante la premiere de la película el público se rió tanto con el avechucho gigante que él, que no había visto al monstruo, salió a escondidas de la sala a media película y se largó bien lejos, no fuera que alguien lo pudiera reconocer.
En la escena donde el avión de Mitch entra en picada, se mueve hacia atrás mientras los cables del modelo se atascan.
Miguel Arkangel
“The Giant Claw” aspiraba a ser un espectáculo de efectos especiales a cargo del gran Ray Harryhausen, pero desgraciadamente los problemas de presupuesto impidieron su colaboración. El director Fred F. Sears no se desanimó y continúo con su película, recurrió a una casa de utilería y marionetas barata en México, a metraje reciclado y a una trama desordenada que pasa a un segundo plano frente a un monstruo de diseño tosco, pero inolvidable y... (seguir leyendo)