Disney y Hasbro sacaron un Flubber de juguete para promocionar la película. Parecido a nuestro Blandiblú ochentero, estaba hecho aparentemente de goma, aceite mineral y colorante alimentario verde, y en los tests de laboratorio salió como no tóxico, y así de promocionó. Al cabo de pocos días de sacarlo, las demandas llovieron: varios niños sufrieron erupciones cutáneas (en algunos casos a cuerpo completo) y dolores de garganta. Tanto Hasbro como
bigladiesman
El profesor Brainard y su Flubber (o Gomabol) están de vuelta con básicamente el mismo reparto y equipo de la primera parte para alegrarnos la vida un rato, que no se pretende otra cosa con estas películas.
Fred MacMurray saca a relucir de nuevo su vis cómica enfrentándose de nuevo con el irreductible Alonzo Hawk del cómico Keenan Wynn y con nuevos enemigos: los tacaños burócratas de Washington, o una ridiculizada Hacienda. Se aumenta el... (seguir leyendo)