Disney y Hasbro sacaron un Flubber de juguete para promocionar la película. Parecido a nuestro Blandiblú ochentero, estaba hecho aparentemente de goma, aceite mineral y colorante alimentario verde, y en los tests de laboratorio salió como no tóxico, y así de promocionó. Al cabo de pocos días de sacarlo, las demandas llovieron: varios niños sufrieron erupciones cutáneas (en algunos casos a cuerpo completo) y dolores de garganta. Tanto Hasbro como el Gobierno investigaron de nuevo y se llegó a la conclusión de que por motivos desconocidos, la sustancia irritaba los folículos de ciertos indivíduos, por lo que Hasbro reclamó todas las unidades no vendidas de vuelta para su destrucción.
Pero los problemas no hicieron más que empezar: al querer quemar la sustancia en un vertedero, ésta provocó tal humareda negra que se veía a varias decenas de kilómetros, por lo que se suspendió el acto; el siguente paso fue pedir ayuda a los guardacostas y tirar las unidades al mar, pero éstas volvían flotando como si nada. Finalmente, como Atari hizo con los cartuchos de E.T., la gente de Hasbro enterró la masa bajo los cimientos del párking de la central de la juguetera. Así y todo, dice una leyenda entre los trabajadores de dicha central que en los días más cálidos de verano, el Flubber burbujeando sale de entre las grietas del asfalto del aparcamiento...
bigladiesman
Disney y Hasbro sacaron un Flubber de juguete para promocionar la película. Parecido a nuestro Blandiblú ochentero, estaba hecho aparentemente de goma, aceite mineral y colorante alimentario verde, y en los tests de laboratorio salió como no tóxico, y así de promocionó. Al cabo de pocos días de sacarlo, las demandas llovieron: varios niños sufrieron erupciones cutáneas (en algunos casos a cuerpo completo) y dolores de garganta. Tanto Hasbro como el Gobierno investigaron de nuevo y se llegó a la conclusión de que por motivos desconocidos, la sustancia irritaba los folículos de ciertos indivíduos, por lo que Hasbro reclamó todas las unidades no vendidas de vuelta para su destrucción.
Pero los problemas no hicieron más que empezar: al querer quemar la sustancia en un vertedero, ésta provocó tal humareda negra que se veía a varias decenas de kilómetros, por lo que se suspendió el acto; el siguente paso fue pedir ayuda a los guardacostas y tirar las unidades al mar, pero éstas volvían flotando como si nada. Finalmente, como Atari hizo con los cartuchos de E.T., la gente de Hasbro enterró la masa bajo los cimientos del párking de la central de la juguetera. Así y todo, dice una leyenda entre los trabajadores de dicha central que en los días más cálidos de verano, el Flubber burbujeando sale de entre las grietas del asfalto del aparcamiento...
Reportar