Para lograr un efecto dramático, el guión incluye el uso repetido del número “tres“ como indicador de números fraudulentos. La teoría de la detección de números fraudulentos se conoce como “Ley de Benford“. Esta ley establece que en los números, como las transacciones de cuentas, la probabilidad de que un número ocurra naturalmente disminuye a medida que uno pasa de números más pequeños a números más grandes siguiendo una escala logarítmica. Esta ley se ha utilizado con éxito para detectar transacciones contables fraudulentas.

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