Genial. Sam Peckinpah nos trae en esta ocasión una road movie realmente dura e interesante, donde la búsqueda de la cabeza de un hombre por un grupo de personas, y sus luchas por quedarse con ella, dan lugar a un violento western moderno donde vemos salir lo peor de las personas.
Con un protagonista que destaca por no ser el típico badass que se puede llevar a cualquier por delante, sino que es un hombre relativamente normal metido en un buen follón por llevarse un montón de dinero, y con unos cuantos personajes bastante carismáticos con los que tendrá que enfrentarse.
Con un feeling al más puro estilo de los hermanos Coen o de Tarantino, con montones de tiros, peleas, coches y pura maldad, me ha parecido una película de esas que se disfrutan minuto a minuto y no se olvidan.
¿Cuánto podría valer la cabeza de un mejicano muerto?, ¿cuántas vidas serían necesarias para conseguirla? Nada, pensarían los más sensatos, pero ese es un error muy grande.
Cuando se juntan la venganza y la rabia con la codicia hasta la mísera cabeza de un cadáver puede ser objeto de grandes y violentos enfrentamientos.
¨Pat Garrett y Billy, ¨el Niño¨ ¨, uno de los más emblemáticos y desmitificadores ¨westerns¨ de la década de los 70, fue también uno de los golpes más duros para Sam Peckinpah: los productores boicotearon el montaje original y el film acabó sepultado bajo un aluvión de críticas, lo que dañó aún más la reputación del director de cara a los grandes estudios de Hollywood. Por aquellas fechas decidió entonces recuperar un guión iniciado años atrás, cuando en mitad del rodaje de ¨La Balada de Cable Hogue¨, su amigo y guionista Frank Kowalski le propuso escribir un argumento a partir de una idea muy simple y un título.
En Inglaterra, donde se mudó para trabajar en ¨Perros de Paja¨, empezó a dar vida, junto a Gordon Dawson, a lo que a través de una maduración de más de tres años se acabaría convirtiendo en el film que nos ocupa. Peckinpah le daría el guión al productor Martin Baum, quien había quedado encantado y además tenía formada una asociación con la gente de la United Artist. Al proyecto se le dio luz verde y el director empezó el rodaje en sus queridas tierras mejicanas, gozando de una inusual libertad aunque no sin renunciar a sus ya clásicas trifulcas con el equipo de rodaje.
Esta aventura por el desierto plagada de violencia se inicia cuando un poderoso y cruel mafioso de México conocido como ¨El Jefe¨ se entera de que su joven hija Teresa está preñada, desconociendo la identidad del padre. Después de un breve interrogatorio el nombre sale a la luz, Alfredo García, y el padre de la chica ofrecerá nada menos que un millón de dólares a quien le traiga la cabeza de ese degenerado; a partir de ese momento todos los matones y asesinos a sueldo comienzan la desesperante cacería.
Precisamente dos de ellos, en plena búsqueda, acaban contratando los servicios de Bennie, un antiguo soldado del ejército reciclado en pianista, ya que al parecer conoce de la existencia del tal Alfredo gracias a su novia Elita; ésta, otrora amante del anterior, confiesa algo inesperado: Alfredo está muerto. Ese pequeño giro de acontecimientos no resulta un problema para Bennie, ya que en su meta está conseguir el dinero que le han prometido los dos gangsters para marcharse del tugurio en el que trabaja y casarse con Elita...sin embargo, encontrar la tumba del difunto sólo será uno de los muchos quebraderos de cabeza que sufrirá Bennie durante su peligrosa travesía por el desierto mejicano.
Con su violento comienzo, que permanece inscrito en la tradición del ¨western¨ durante todo el metraje, se presenta ¨Quiero la Cabeza de Alfredo García¨, quintaesencia del universo de Sam Peckinpah con todos sus fallos y aciertos; el cineasta da vida a una de sus obras más auténticas, según sus seguidores la última 100% suya, desplegando una peripecia llena de acción e intriga donde expone las constantes de su obra (misoginia, falta de compasión, cinismo, la ilimitada codicia del ser humano y su corrupta moral, el ¨slow motion¨...) y, tal como hiciera en ¨La Huida¨, recurriendo nuevamente a esa pareja en fuga y en busca de una vida mejor, claro distintivo del cine americano; fatal romance que tiñe la historia de tragedia y detonante para los hechos que suceden a partir de la segunda mitad de la película.
El olor a sangre, tierra y pólvora impregna la atmósfera de principio a fin y compone su sinfonía, entre amarga, salvaje y de un humor negro retorcidísimo, lo que parece evocar el estilo de Jim Thompson y de las novelas ¨pulp¨ de la época. Pero ¨Quiero la Cabeza de Alfredo García¨ es ante todo una obra de Peckinpah, y en ella el director se expresa por primera vez como desea, sin intromisiones ni presiones, haciendo de la repulsiva y frenética sucesión de violencia una poética descorazonadora y al mismo tiempo un entretenido espectáculo, contando con el vasto paisaje mejicano de testigo, convertido en un personaje más de la historia.
Warren Oates, que ya colaboró con el director, se transforma en el antihéroe perfecto del cine ¨peckinpahniano¨ gracias a su implacable, áspero e irascible Bennie (quien recuerda al Doc que interpretara McQueen en ¨La Huida¨); vulnerable y soñadora, Isela Vega aporta el contrapunto romántico y dramático a la historia. Vemos también a unos geniales Emilio Fernández y Kris Kristofferson, habituales del director, éste último en una de esas escenas que siempre acaban tachadas de incongruentes, como es la de los motoristas (¿qué pintan ahí de repente?...).
Nombrada por muchos como una de las peores obras de la Historia del cine, por otros como una de las mejores y por Takeshi Kitano como su película favorita, ¨Quiero la Cabeza de Alfredo García¨ sigue conservando toda su fuerza y vigor como ¨road movie¨ de acción, repugnante y al mismo tiempo fascinante. Un crudo, romántico, degenerado y a ratos alucinatorio relato de moscas, balas, tequila, sangre, dinero y polvo del desierto.
A partir de aquí la carrera de Sam Peckinpah iría cuesta abajo (salvándose ¨La Cruz de Hierro¨), pero al menos tuvo tiempo de realizar una última proeza cinematográfica.
Una película de la cual esperaba más por dos razones: la primera y principal es por la fama y buenas críticas que tiene. La segunda por ser del director Sam Peckinpah, director del que yo vi muy poco, solo vi la clásica ¨Duelo en la Alta Sierra¨ (la cuál no me gustó demasiado, aclaro), pero ha hecho clásicos como lo son ¨La Pandilla Salvaje¨, ¨Perros de Paja o ¨La Cruz de Hierro¨. Para empezar la película divaga mucho, empieza y ya dan el conflicto el cual es que el que traiga la cabeza de Alfredo García iba a cobrar una importante suma de dinero, algo un poco trillado pero hasta ahí algo de interés por lo que iba a pasar aún tenía, pero a medida que va avanzando el film empieza a divagar y se suceden un montón de situaciones inconexas y ahí es cuando empieza a aburrir y volverse lenta. Recién al final, los últimos treinta o veinticinco minutos vuelve a retomar interés y vuelve a entretener, aunque de una forma fácil: por disparos, muertos y violencia extrema. Eso es lo malo de la cinta, el guión (el cincuenta porciento de la película a mi parecer). Otra cosa que tengo para objetar, la cual no puedo decir si está bien o mal ya que son cuestiones de gustos, es el abuso de cámara lenta cuando muere alguien. Siempre que le disparan a alguien y cae muerto ponen cámara lenta, algo un tanto infantil y de estudiante de cine, no de director de cine profesional (El recurso de la cámara lenta lo popularizó Sam Peckinpah en los 60 con la famosa película ¨La Pandilla Salvaje¨ y desde que la pegó tanto en ese film lo empezó a usar en la mayoría de cintas que hizo posteriormente). Por momentos tiene buena fotografía, los colores me resultaron un poco saturados pero la fotografía en general es buena. La película podría haber durado una hora y veinte y haber contado la misma historia, le sobran cuarenta minutos. Las actuaciones, sobre todo la del protagonista, son bastante naturales. En fin, una película que se deja ver pero que podría haber sido bastante mejor. De todas formas es aceptable.
Visceral, sucia, durísima película del genial Sam Peckinpah, director este a veces no tan atinado como debiera. Pero en este caso se superó a sí mismo. De una violencia verdaderamente atroz, su ritmo, puesta en escena, interpretaciones y poético lirismo, la hacen única en su estilo y en su género: el cine de acción y denuncia. Impresiona aún más observar que, su patetismo y realismo están más actuales que nunca. La verdadera protagonista principal de la película es la cabeza del García, la cual no se ve , siempre la lleven metida dentro de un saco lleno de moscas desde que la desentierran. La película es impresionante a pesar de que ha pasado tanto tiempo desde su realización. Es de temer pues, que el film se quede corto con lo que cuenta y como lo cuenta, comparado con la realidad actual del momento en la frontera mexicano-estadounidense.
Acertado filme de Pekimpah que nos deja una historia simple pero atípica sobre una mafia mexicana que busca la cabeza de un hombre, del cual jamas veremos pero que todo eso es solo el pie para una película de venganzas.
Es bien entretenida y llevadera, una verdadera sorpresa digna de verse al menos una vez.
Una joyita poco pretenciosa que pese a no aportar mucho, nos deja algo digno de verse.
Descomunal obra de Peckinpath. Durísimo retrato de un perdedor, que en un momento dado tiene la opción de dar un giro a su vida y hacer algo grande que dé sentido a la vida tan despreciable que llevaba.
La peícula, es sucia, alcohólica, provoca calor e incluso asco.
Es una película tremenda, que huye de dar facilidades al espectador. El director la rodó como se debería hacer todo en esta vida: !!como le salió de los huevos!!
La peli más personal y sucia del genial Peckimpah,tan áspera como bella,tan violenta como poética,tan sincera como maloliente,interpretada de manera memorable,por(el rostro de perdedor por excelencia)Warren Oates.El film que acontece por los áridos y peligrosos parajes de la frontera Mexicana,és una especie de Road Movie y Western lleno de Drama y acción que te llevan a los terrenos de lo surreal y el humor negro que atrapan al espectador desde el primer instante,con un tempo lento que puede auyentar a quien espera un ritmo más frenético,pero el cine de este singular cineasta siempre se mueve por unos parámetros que te llevan a otra dimensión,con sus momentos de calma y esas explosiones de violencia tan seca y repentina marca de la casa.Un film puramente Peckimpah,que esta entre lo mejor de su filmografía,además de ser su película más inclasificable y maldita.Un título a descubrir,y que aguanta bien el paso del tiempo
Me encanta esta película. Me encanta la cara de perdedor del protagonista, me encanta la estética de cantina sucia y polvorienta, me encantan hasta las moscas que revolotean alrededor de la cabeza de Alfredo García. Dicen que es la película más surrealista de Peckinpah. Pues viva el surrealismo. A mi me parece un canto al amor, una crítica a la ambición desmesurada y una magnífica película de acción.
Es una película que vi sólo por curiosidad, ya que el título también es el nombre de una canción de los Def Con Dos. No es mala película, pero no tiene un argumento que sea muy de mi interés, y no tiene escenas memorables, por lo menos no se me ha quedado mucho en el recuerdo.
magnifico western de pechinpach que esta brillantemente interpretado por warren oates y kris krystoferson violento y realista como en pelis anteriores de su director como grupo salvaje1969 o pat garret y billy the kid
muy buena esta peli, esta bastante entretenida, el titulo esta genial, que fue lo que me intenciono verla, y descubrí un film del que jamás había oído hablar.
genial pelicula de Peckinpah, mezcla de cine de gangsters, western y yo diria que algo de road movie. es la tipica pelicula de Peckinpah con tipos rudos y chicas ligeritas de cascos. Peckinpah supo mostrar la miseria humana y la violencia como pocos. Hace mucho tiempo que la vi por primera vez y recuerdo que aquello fue todo un acontecimiento, la verda que no recordaba muy bien la pelicula y lo poco que recordaba de ella era que no me gusto, claro que uno era joven y no tenia mucho criterio que digamos. Hace poco que he podido volver a verla y me ha sorprendido gratamente, quiza no era lo suficientemente maduro como para apreciar esta gran pelicula, y tambien he podido ver escenas que en su dia aqui se censuraron, como la de las ladillas. Una pelicula genial con sus virtudes y sus defectos que hoy ha perdido bastante gancho
Una buena pelicula del ya efímero Peckinpah,que basicamente se refiere a un western urbano.Nos relata una historia arcaica,violenta y primitiva,que si bien tiene algunas escenas bien resueltas y algunas de ellas muy bonitas,la verdad es que no enseña nada nuevo del western(bueno salvando los caballos por coches.......).Eso si,con una bellisima(y genial)Isela Vega y un,irritante,Warren Oates soportando la carga de este excusable guión,que contiene algún pasaje absurdo.Más pena que gloria.........
Críticas: 14
Krivo
6
He visto varias películas de Peckinpah, y entre ellas, dos o tres espléndidos productos. Por eso, esperaba mucho más de esta irregular película, con ciertas incoherencias en su trama y otros puntos destacados, como las interpretaciones de los dos personajes centrales.
Es un cruce de géneros, con elementos de western urbano moderno, elementos de thriller y del gangsterismo y por último, algunos rasgos de romanticismo tosco y seco.
Personajes secundarios muy deslavados, incluso aparición de ciertos sujetos que no cuadran ni calzan en la película, como esos motociclistas sin carisma (un opaco y efímero Kristofferson incluido), para terminar siendo eliminados a balazos. Es la carta de presentación de la película, en cuanto a la violencia que se viene, con el típico uso de la cámara lenta, marca de la casa. Tenemos un buen, pero desaprovechado Robert Webber. Y el ¨Indio¨ Fernández, en un breve y episódico papel (pero fundamental para esta historia), cumple con su oficio habitual. Son Warren Oates e Isela Vega quienes cargan el protagonismo de toda la película, bueno ella, solamente hasta dos tercios de la cinta.
La película combina momentos de gran ritmo, apoyados en la conocida acción de violencia visceral de este director, con otras secuencias lentas, casi planas, aunque se supone que tienen un halo de sentimentalismo. Pero se alargan demasiado. Algunos fallos de guión, ciertas cosas que no cuadran, otras algo inverosímiles. Por ejemplo, unos gángsters que pretenden ser serios y letales (al final se verán que le temblaban los pantalones) le ofrecen 10.000 dólares a Bennie (Oates), por traer la cabeza de Alfredo García. Como anticipo le entregan 200 mezquinos dólares ¿Quién acepta labor tan peligrosa por ese anticipo? En realidad, Bennie no es un sicario ni un mercenario profesional, sólo está necesitado de dinero y es codicioso. Además, esos 10 mil verdes son una cifra ridícula, por lo absolutamente desproporcionada, comparada con el millón de dólares por la misma tarea, que ha ofrecido el hacendado mexicano y vengativo padre (Fernández) de la joven que ha sido embarazada por el susodicho García, ex trabador suyo.
Otra cosa: en la última parte de película, cuando Bennie ingresa a la finca del hacendado para entregar ¨el botín¨, y sólo quiere hacer justicia por su mujer asesinada, se despacha a balazos de una simple pistola a un montón de secuaces y guardias bien armados de la hacienda, incluyendo al propio patrón. Y todo eso lo hace solo. Esos guardias deben cambiar de rubro.
La película se mueve en ambientes sórdidos, prostíbulos, alcoholismo, desesperanza, miseria material y moral. Hay un tono de nihilismo y desencanto. Tiene escenas surrealistas (la guagua en brazos del Patrón, niños en medio de la matanza y varias otras) y otras hiperreralistas (las moscas alrededor de la cabeza de García, los tugurios de mala muerte, etc.), que le dan un sello particular a la película. Un meritorio sello de autor. Hoy no se hacen filmes así.
Un destacado Oates y una magnífica Isela Vega, que generosamente exhibe sus atributos físicos, levantan la valoración global de la película.
Me gusta (0) Reportar