todo un clasico del cine de terror de la universal con un icono monstruo, la primer version de la momia y con boris karloff como imhotep, la trama es sencilla pero funciona muy bien y aporta misticismo a todo lo relacionado con las piramides y su mitologia... no esta mal y es todo un clasico imprescindible para el completista del cine de terror del ayer y el hoy
Acá estamos con otro de los grandes monstruos de la universal que como todos se ha convertido en un clásico. Sin embargo comparado con los otros clásicos de la universal este no me ha parecido tan bueno, no por ello digo que sea una mala película solo que se me hizo algo pesada y eso que la película es corta. La historia es la misma que dracula solo que en vez de un vampiro nos ponen una momia. Boris Karloff no hace mal su papel ya que le da cierto misticismo pero su interpretación de fankestein me pareció mucho mejor y un fallo muy grande es que cambien el aspecto de la momia tan pronto. La película tiene un prologo genial donde vemos despertar a la momia pero luego ya se pierde ese terror y solo nos queda algo de misterio y suspense. También decir que todo los decorados relacionados con Egipto son una maravilla La recomiendo como clásico que es pero siendo justo es mucho inferior a los otro clásicos de la universal por lo menos para mi.
Mi nota es 6.
Entretenido clásico perteneciente al ciclo de monstruos de la Universal, dirigido por Karl Freund y protagonizada por el Boris Karloff.
Luego del enorme éxito de los eternos clásicos “Drácula” (1931) de Tod Browning y “El monstruo de Frankenstein” (1931) de James Whale, Universal Pictures se abocará en la realización de un nuevo film de terror, sin embargo, esta vez lo hará a partir de un guión original, es decir, sin algún antecedente literario. El encargado será John L. Balderston, uno de los guionistas de la exitosa obra teatral “Drácula” (1927), quien aprovechará el creciente interés del público por los descubrimientos arqueológicos en Egipto, en concreto el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón por Howard Carter y Lord Carnavon en 1922, y su supuesta maldición, para traer esta interesante tragedia romántica de terror.
El director escogido sería el prestigioso y legendario fotógrafo austrohúngaro Karl Freund, responsable visual de grandes clásicos del Expresionismo Alemán como “El Golem” (1920) de Paul Wegener, “La Última Carcajada” (1924) de F.W. Murnau, “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang y “Drácula” (1931) de Tod Browning, quien debutaría en la silla de dirección con este film y lograría cierto equilibrio en el guión, entre originalidad y referencia narrativa. De esta forma, se puede observar una historia original de tragedia romántica, como ya indiqué, en donde el amor funciona como motor narrativo para justificar el terror, con el sumo sacerdote Imhotep siendo condenado a ser enterrado vivo por robar un manuscrito sagrado para resucitar a su amada recién muerta, Ankhesenamon, y volviendo de la muerte en el siglo XX para completar su objetivo.
En cierta medida, se podría incluso decir que se trata de un thriller sobrenatural más que de una película de terror, por sus elementos narrativos asociados al misterio y el drama, aunque bien vale la pena señalar que Freund nunca renuncia a asociar “La Momia” (1932) con los recientes éxitos del ciclo de monstruos en plena reactivación, “Drácula” (1931) y “El monstruo de Frankenstein” (1931). Ello se reflejará, por ejemplo, en el hecho de que al igual que en “Drácula” (1931) el espectador se encuentre con un monstruo disfrazado de hombre con maneras aristocráticas, cuyo objetivo es secuestrar y poseer a la heroína de turno para conseguir un objetivo aún mayor, la reencarnación de su amada. De la misma forma, pero compartiendo tanto con “Drácula” (1931) como con “El monstruo de Frankenstein” (1931), está el hecho de que también en “La Momia” (1932) tendremos un binomio conformado por el científico y el galán interesado (que en este film resalta más que su faceta de arqueólogo) en proteger a la chica que se ha convertido en la obsesión del monstruo (el vampiro, el monstruo y la momia), y que unirán esfuerzos para destruirlo, por el bien propio, y el de la ciencia y el de toda la humanidad.
Otro rasgo narrativo que comparten “El monstruo de Frankenstein” (1931) y “La Momia” (1932) es la premisa de científicos que van más allá de los límites morales de la ciencia, el primero que desafía la muerte creando un monstruo de partes humanas y el segundo en que se desata una maldición milenaria considerada una leyenda burda sin sustento histórico y científico. En cualquiera de los dos casos, está claro que hay cierto mensaje moral acerca de la arrogancia de los científicos sobre su poder de análisis y control sobre todo tipo de fenómenos, tengan éstos o no explicación.
Otro elemento que también es digno de destacarse es el hecho bastante atípico, no sólo para aquellos años sino en décadas posteriores, de que Helen logre finalmente salvarse a sí misma al invocar a la diosa Isis en el preciso momento en que Imhotep planeaba sacrificarla, sin la intervención directa del Dr. Müller y su interés amoroso Frank Whemple. No deja de ser interesante y ciertamente destacable, considerando la época en que se filmó la película y los alcances narrativos e ideológicos de este hecho, que se da en gran medida gracias a cierta libertad narrativa que había por aquellos años, y que terminaría abruptamente con la aparición del Código Hays.
Por otra parte, Freund logra diferenciar “La Momia” (1932) de sus antecesoras presentando la historia en una ambientación exótica y llamativa para el grueso del público (Estados Unidos y Europa), alejándose de las distintivas atmósferas góticas de los clásicos de Browning y Whale. Además, Freund consigue darle una estética bastante menos teatral y más elaborada en términos de fotografía, en donde destaca el uso de otros recursos como los segmentos oníricos del pasado en donde se explica por qué y cómo Imhotep es condenado a ser enterrado vivo y del por qué de su obsesión con ella, además de las logradas escenas en el museo en donde Ardath Bey ya planea sacrificar a Helen para convertirla en momia y su pareja en la eternidad. Cabe señalar que hay constancia de que Freund grabó otras escenas pertenecientes al segmento del pasado en que se explica la ejecución de Imhotep y que no fueran incluidas, y en las que se podía ver las reencarnaciones de la pareja egipcia a lo largo de la historia, en la época romana, en el Medievo y otras.
A pesar de que Freund prefiere exponer al personaje Imhotep en su “versión humana”, por una cuestión de desarrollo de trama (el espectador sabe que Ardath Bey es Imhotep, pero acepta el desafío de esperar que éste se muestre como tal), bien vale la pena mencionar el trabajo de maquillaje del enorme y legendario Jack P. Pierce, el genio detrás de las icónicas referencias visuales de “El monstruo de Frankenstein” (1931), “La Novia de Frankenstein” (1935) y “El Hombre Lobo” (1941), entre algunos títulos. Pierce crea un modelo icónico elaborado a partir de algodón, colodión y cola de maquillaje en el rostro y arcilla en el cabello de Karloff, envolviéndolo en vendas de lino tratadas con ácido y quemadas en un horno, trabajo que tardaba 4 horas diarias y 2 más de retiro. A pesar de todo este trabajo, la única escena en que se puede apreciar esta labor es el prólogo, cuando Freund enfoca el rostro de la momia, para mover la cámara hacia su mano para detectar el movimiento, y finalmente las vendas arrastrándose hasta la penumbra ante su salida de la tumba.
“La Momia” (1932) cuenta con efectivas interpretaciones, comenzando por el trío conformado por Boris Karloff, Zita Johann y Edward Van Sloan. El legendario actor británico nuevamente demuestra tener una enorme presencia escénica, interpretando esta vez a personaje tan siniestro como trágico, a diferencia del monstruo de Frankenstein, en donde dio vida de gran forma a la ingenua, pero abominable criatura hecha de partes humanas. No es de extrañar que Freund aproveche ello para dar cuenta del personaje cuando Karloff se encuentra sin maquillaje, en lugar de hacerlo cuando se encontraba caracterizado como la Momia, por ejemplo, cuando enfoca su impertérrito rostro y su penetrante mirada hipnótica a sus víctimas.
Zita Johann (“El pecado de Nora Moran”, 1933), por su parte, tiene una buena performance para un personaje atípico de su tiempo, personificando una mujer fuerte, Helen Grosvenor, que termina decidiendo y salvando su propio destino. Edward Van Sloan (“Drácula”, 1931; “El monstruo de Frankenstein”, 1931; “La hija de Drácula”, 1936) cumple con su interpretación del profesor Müller, un tipo de personaje que como ya sabemos Van Sloan desempeñó con bastante eficiencia en varias entregas del ciclo de monstruos de la Universal. Por su parte, Arthur Byron (“Extraña Conspiración”, 1934) y David Manners (“Drácula”, 1931; “Satanás”, 1934) interpretan a los arqueólogos Joseph and Frank Whemple, que descubren el Pergamino de Toth y la momia de Imhotep (Joseph) y la momia de Ankhesenamon, aunque éste último imponga más bien su faceta de galán que de científico.
“La Momia” (1932) fue una de las primeras películas de la época sonora en tener banda sonora, estando a a cargo de James Dietrich (“Leopard men in Africa”, 1940). Dietrich privilegia las cuerdas agudas y bajas para construir un ambiente de suspenso y misterio in crescendo.
A diferencia de “Drácula” (1931) y “El monstruo de Frankenstein” (1931), “La Momia” (1932) no tuvo secuelas oficiales. En la siguiente década, se estrenó “The Mummy’s Hand” (1940) de Christy Cabanne, la que sí tuvo 4 secuelas: “The Mummy’s Tomb” (1942) de Harold Young, “The Mummy’s Ghost” (1944) de Reginald Le Borg, “The Mummy’s Curse” (1944) de Leslie Goodwins y “Abbott and Costello meet the Mummy” (1955) de Charles Lamont, en torno a la Momia Karis. Posteriormente, a fines de los 50s e inicios de los 60s, Hammer Pictures retomaría la temática de la Momia, pero a partir de estas secuelas y del clásico original de 1932, con “The Mummy” (1959) de Terence Fisher, con Peter Cushing y Christopher Lee, y sus secuelas “The Curse of the Mummy’s Tomb” (1964) de Michael Carreras, “The Mummy’s Shroud” (1966) de John Gilling y “Blood from the Mummy’s Tomb” (1971) de Seth Holt.
A fines del siglo pasado, Universal realizó un remake que retomaba los personajes de Imhotep y Ankhesenamon, pero en la forma de una película de acción, con “The Mummy” (1999) de Stephen Sommers, a la que siguió dos secuelas “The Mummy Returns” (2001) también de Sommers y “The Mummy: Tomb of Dragon Emperor” (2007) de Rob Cohen, además del spin-off “The Scorpion King” (2002) de Chuck Russell y su secuela “The Scorpion King: Rise of a Warrior” (2008) de Russell Mulcahy. Comentar que aparte de las películas dirigidas por Stephen Sommers, el resto francamente se traduce en ejemplos muy irregulares de ejercicio cinematográfico. Finalmente, recién se estrenó “The Mummy” (2017) de Alex Kurtzman, con Tom Cruise en el protagónico, que se supone era el inicio de un nuevo reboot del ciclo de monstruos de la Universal, pero cuyas irregulares críticas han llevado a poner en entredicho su continuidad.
En resumen, un entretenido y clásico thriller sobrenatural, incluido dentro del legendario ciclo de monstruos de la Universal, que brilla con luces propias como film de culto a pesar de no ser tan mediático como “Drácula” (1931), “El monstruo de Frankenstein” (1931) y “El Hombre Lobo” (1941). La evalúo con un 8.5.
es un clasico de todos los tiempos que nadie que le guste el cine de terror tiene que dejar de ver, una historia muy original donde unos exploradores encuentran un sarcofago con una momia de miles de años en su interior, uno de ellos decide leer un papiro egipcio con la mala fortuna que despierta a la momia magistralmente interpretada por el gran y recordado Boris Karlof, de terror para estos tiempos no tiene nada y en algunas escenas confieso que me dió hasta risas, pero en la epoca en que se filmó y con todo el auge de las excavasiones y las maldiciones que supuestamente recayeron sobre los que las desenterraron me imagino que habrá provocado un revuelo barbaro, en cuanto a los escenarios me encantaron ver algunas partes del Cairo en blanco y negro, antes de que se convirtiera en una metropolis semi-moderna.
Enredado en los clásicos.
Partiendo de la base de que me gusta el cine clásico, La Momia no es mi película. Y es que en esta ocasión me he dado de bruces con una película que me ha costado terminar. Sí, se que han pasado muchos años y que las sensaciones no pueden ser las mismas, pero no es excusa, Frankenstein me sigue pareciendo brillante, ésta no.
La Momia conserva el buen hacer de aquellos tiempos: pulcritud en las secuencias, dialogos excelsos y una puesta en escena teatral. No obstante no soy de coronarlo todo con el titulillo de -como es clásico es bueno-, no es el caso, La Momia me ha producido mas sueño que nunca. A pesar de todo, no es mala película, simplemente no me ha convencido.
Despertadme.
Película que para ser de 1933 es realmente increíble. La película no puedo decir que me gustó, tampoco me disgustó, podría decir que me pareció un tanto tonta, con un argumento simple pero me ha sorprendido. Tiene una producción muy grande para ser de los 30, con unos escenarios, decorados, vestimentas y maquillaje increíbles. También me gustó la fotografía, por momentos es excelente. Las actuaciones son malas y no carece de demasiado interés, tampoco aburre, pero no engancha del todo. Se merece un 8 como nota porque, repito, es increíble para la época. En fin, recomendable, de visionado obligatorio para todos los amantes del cine.
Excelente clasico de la Universal Pictures con Boris Karloff como la Momia. Rodada en 1932, esta pelicula cuenta con muy buenas actuaciones, los efectos especiales son buenos para la epoca y la banda sonora estuvo sobresaliente. Una obra maestra de Karl Freund y un gran clasico del cine de terror. Recomendable, le pongo un 10 a esta maravilla.
La momia es un clásico de obligada visita para el amante del terror. Tiene escenas de gran fuerza visual, con una puesta en escena magnífica, muy atractiva, y de de un estilo teatral propio de la época.
Boris Karloff es impresionante, siendo la escena inicial la más impactante de toda la película. Su físico e interpretación ayudan mucho al personaje, tanto como la caracterización, al retratarlo como un hombre frío, educado, siniestro, de una presencia hipnótica. Además es una criatura sobrenatural humanizada al otorgarle ese amor que el tiempo y la muerte no han logrado romper, y que se obsesiona por recuperar.
Los flashbacks del antiguo Egipto están muy conseguidos. Planos cuidados, buena ambientación, excelente maquillaje...
Antiguo Egipto, antiguas maldiciones, antiguo clásico del cine de terror. Una película cuyo desierto te hará sentir calor, mientras los ojos de Karloff te helarán por dentro.
No me gustan las pelis de momias, para nada, pero es que esta es especial. Sin llegar al nivel de Dracula de Lugosi o de El hombre lobo de Lon Chaney, e incluso inferior a mi gusto que Frankenstein. Es esta de todas las que he nombrado la única que por momentos me he llegado a aburrir. Ver a un Boris Karloff que seguro no sufría de claustrofobia, pues llevar tanto volumen de vendas agarradas a tu piel no tiene que ser plato de buen gusto para nadie.
La peli es una joya, mas que nada para su época, pero quizás a mi parecer de todos los monstruos de la universal, con el Hombre invisible, la mas floja, no por ello digo que no sea una joyita. Pero en mi mundo cinefilo nunca la calificaría de obra maestra, ni me atrevo a darle mas puntuación, pues a ratos me aburría, y eso siempre resta puntos a una peli que estés viendo, por muy buena que sea. Un clásico.
Obra maestra de los años 30, gran maquillaje ( el látex todavía no existía) gran fotografía y gran banda sonora. Es mi film preferido de la serie de monstruos clásicos de la universal, la última salva de un cine que pretendía llevar al espectador al borde del paroxismo. Después todo se relajó y las peliculas de terror fueron influenciadas mucho más por el purirtanismo de la época. Si os gusta el concepto de monstruo clásico, no dejeís de verla porque es un trabajo de cine artesanal increíble.
Nacen los maestros del terror americano.
La corriente de Europa trajo consigo al expresionismo, dicho movimiento ocupo un papel trascendental en el pleno inicio de la historia del cine y también del género de terror, el cual con cineastas como Murnau o Fritz Lang empezaba a formarse a base de grandes títulos.
Luego de unos ricos y prósperos años 20 las ganas que el expresionismo alemán tenía por el género fueron aumentando, pero los avances de Hollywood y la aparición del cine sonoro hicieron esfumar a muchos cineastas que no lograron acostumbrarse al sistema y allí es cuando nace el cine de terror de Hollywood.
En los gloriosos 30¨ la productora mas importante del cine, Universal Pictures, tomo con seriedad al género de terror y le resto una importancia que allí nunca había tenido.
El cine de monstruos es el que planteo Universal Pictures en los 30, uno de los mas espectaculares que la historia cinematográfica nos dio.
Se tomaron conceptos de historias literarias muy antiguas como Frankenstein, Drácula, El Fantasma de la Ópera, Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, El Hombre Lobo, otras independientes como La Momia, Freaks, King Kong etc, y las convirtieron en ricas adaptaciones al cine.
La iniciadora de esta ola fue ¨Drácula¨ (1931), seguida por ¨Frankenstein¨ y ¨La Momia¨, todas ellas tenían en particular una cosa: los hombres que encarnaban a las criaturas, Bela Lugosi y Boris Karloff, dos astros e impresionantes artistas que supieron recrear excelentemente bien los movimientos fieles de las criaturas que les tocaron y quedaron como firmes emblemas de este rico género gracias a sus labores no solo en dichos films si no en el resto de sus carreras.
Asistimos ahora si, al inicio de uno de los actores y también padre de la temática, Boris Karloff, el brillante actor ingles interpreto simultáneamente a Frankenstein y a la momia, en un sacrificado trabajo que consistía en exhaustiva cantidad de horas de maquillaje que en poco tiempo le valieron el reconocimiento del público y la crítica.
¨La momia¨ de 1932 fue uno de los primerizos films de la oleada generada por universal, que fue dirigida por Karl Freund, un profesional dedicado a la fotografía que estuvo mucho tiempo trabajando en Alemania con el expresionismo y que pertenece a ese grupo selecto de hombres que se fueron de un continente a otro en los 30.
De guionista tenemos a John L. Balderston, escritor de ¨Frankenstein¨ y ¨Drácula¨ y que aquí pegaba su tercer hit seguido de guionista.
En 1921, una expedición británica descubre la momia de Imhotep, sacerdote del antiguo Egipto. Junto con él, el pergamino de Toth, que contiene un hechizo “prohibido”, capaz de hacer volver a los muertos. Cuando el conjuro sea imprudentemente leído, Imhotep revivirá y huirá, llevándose el pergamino consigo.
Excelente, una de las precursoras de la oleada de Universal y del mito de la momia en el cine que fiel a los 30 y al cine de monstruos entremezcla lo terrorífico con lo romántico.
Si, no es casualidad que todos los monstruos terminen enamorándose, era una forma de dar a entrever que podían ser mas humanos de lo que se pensaba y no solo criaturas asesinas. ¨La Momia¨ verán que funciona muy parecida a ¨Drácula¨ (1931), hay puntos de muchas similitudes que hacen clara la sustracción de ideas aunque siempre y cuando sea para mejor no hay ningún problema.
Hay que saber diferenciar a un film de 1932 como este, hay que saber calificarlo, todo el que sepa una micro porción de esto debe saber que el cine funcionaba distinto, pero así y todo con ya pasados tantos años ¨La Momia¨ seguirá pareciendo un film sensacional.
La iluminación del film es brillante, es un film en blanco y negro que sabe ser novedoso ante ello y hace un uso brillante en las situaciones adecuadas que van de lo lúgubre a lo soleado, sin dudas de las partes mas fuertes de este clásico.
Mención aparte para la composición musical que acompaña al film. Por aquel entonces no era muy común el uso de tanta banda sonora y aquí el director Karl Freund, lo usa como arma para crear suspenso a la historia, cosa que consigue.
Lastima que el fim no tuviera mas minutos a Karloff interpretando a la momia como muerto por que es brillante tanto el maquillaje como la interpretación de Boris Karloff, que lo hace con la maestría que el sabe. En la restante duración de todas maneras Boris Karloff nos aterroriza con sus caras y sus ojos bien abiertos para manipular las mentes aunque todo esto ya en una forma humana.
Muy buenos decorados y todo aquello que puede redondear para convertirlo a este en un film ejemplar y notable de ver.
Hay una excelente dirección de Karl Freund y un gran guión que pone en su lugar al apartado de maquillaje, es que aunque por el póster aparente otra cosa, es poco lo que se ve de la momia como muerto en si, el film a diferencia de otros busca poner al guión como primordial por encima de los efectos.
Imprescindible film para mirar, cualquier amante del cine de terror ya debería haberla visto simplemente por lo magistral que es Boris Karloff en su papel, brillante.
Actuaciones:7.0
Música:7.0
Efectos/maquillaje:8.0
Historia:6.5
Final:6.5
Mi nota para ¨La Momia¨ es un 8/10. Muy buena.
Lo mejor: La iluminación es excelente como la actuación de Karloff.
Lo peor: Para bien o para mal es un film que bebe bastante de ¨Drácula¨.
La Universal se dejo inspirar tras el descubrimiento de la tumba de Tuntankhamun para crear un personaje que no esta basado en una version literaria como sus anteriorees iconos del terror Dracula y Frankenstein.
El protagonista Boris Karloff lleva el peso de la cinta y sus expresiones faciales son las que realmente dan terror en la pelicula.
Grandisima actuacion.Tuvo que aguantar larguisimas sesiones de maquillaje para coger el aspecto de la Momia.
Estos maquillajes corrian a cargo del genial Jack Pierce.
Buena dirrecion de Karl Freund que le da al largometraje suspense y atmosfera.
La pelicula entretien aunque hay que tener en cuenta su año de realizacion porque el ritmo es lento y a dia de hoy miedo como que no da ninguno.
Clasico de la universal que deberias darle una opurtunidad.
Como es natural,esperaba más.
Despues de fascinarme con Frankenstein supuse que La Momia seria similar,todo lo contrario.
Actuaciones justas,sobresaliendo la de Boris Karloff,ya que por él ví la pelicula,genial en el comienzo del film cuando despierta y los primeros planos de su cara que fueron realmente lo que me llevan a considerar esta pelicula como una de terror.
Los decorados y todo lo que tiene que ver con el antiguo Egipto estuvieron a la altura el film,bien logrados.
Le falto suspenso,se me hizo algo larga a pesar de durar un poco mas de una hora.Como ya dije,me ilusioné demasiado al pensar que podria ser como Frankenstein.
Un 4,es una lastima,tenia todo para ser mejor
Toda una obra maestra del cine de terror de Universal, con un Boris Karloff en estado de gracia que compone uno de sus personajes más icónicos, la Momia.
Al igual que sucede en casi todos los grandes clásicos de Universal, la película entera pivota en torno a la presencia de Karloff, su personaje y su carisma. Es él, el trágico Imhotep, el que atrapa al espectador y no lo suelta durante toda la película.
Por lo demás, la historia es muy original, aunque comparte puntos argumentales con Drácula, pero adaptada al estilo de Karloff, y destaca la dirección de Karl Freund.
No puedo evitarlo.
Siento debilidad por los clasicos del terror y no puedo permitirme ponerle una nota mas baja de 9 o 10.
En cierto modo me aburrio , pero al ser un clasico ( y de los buenos ) , serian palabras mucho mayores compararlo con series z o b , pero por mucho que llegue a aburrir , siempre es una gozada ver un clasicazo.
Me esperaba otra cosa, pense que La momia seria como las clasicas,con vendas y demas,pero no es asi,ademas se para muchisimo en escenas que deberian de ser mas cortas y llega a aburrir,lo destacable es Karlof y que es un clasico,pero que podria haber estado mucho mejor.
Una obra maestra tanto del cine como del cine de terrror la historia es simple el makillaje de la momia esta muy bien los flashback ke utilizan para contar la historia de la momia son muy buenos el final me gusto mucho como negativo dire ke me hubiera gustado ver mas a la momia con los vendajes en fin un gran clasico del cine y de la universal la fabrica de los monstruos, como se la llamaba en su epoca en fin muy recomendable si te gusta el cine de terror y si te va el rollo egipcio.
Increible pelicula de la Universal, (la fabrica de los monstruos, como se la llamaba en su epoca), dio lugar a personajes como Dracula, Frankestein, El Hombre Lobo, El Hombre Invisible, etc,etc.
Boris Karloff intrerpreta a la Momia, las labores del maquillaje cumplen sobradamente y dan un personaje siniestro como mandan los canones del tipo de film.
La fotografia y escenografia cumplen sobradamente, el guion a pesar de ser topico, es bastante bueno.
Sencillamente genial.
Cautivadora obra del año 32,y otro de los puntales de la casa de los monstruos universal.Sugerente,misteriosa y de una sutileza que aun hoy,no ha sido superada.Un entretenido film y el menos efectista de los que se han hecho sobre el personaje.A destacar otra vez,la extraordinaria labor de maquillaje del maestro Jack Pierce,que unido al siniestro rostro de Boris Karloff(excelentemente contenido en su personaje),dotan al personaje de una apariencia realmente terrorífica.Título imprescindible y de obligada visión,que ha aguantado bastante bien el paso del tiempo.Sigue siendo la mejor versión del personaje.
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bigladiesman
9
Básicamente un remake algo más refinado del Drácula de Todd Browning, fue otro paso más en el vertiginoso ascenso de Boris Karloff a la cumbre del estrellato, así como la confirmación de elementos como Karl Freund o el maquillador Jack Pierce.
Un Karloff muy caracterizado en todo momento – más allá de las escenas del principio - con un inquietante maquillaje que le da a su piel un aspecto quebradizo y unos ojos hundidos, se muestra muy sobrio, moviéndose de manera deliberadamente lenta y mecánica y usando una entonación ceremoniosa y algo monótona en una brillantísima actuación, como la momia Imhotep, poderoso y astuto sumo sacerdote que cometió el sacrilegio de intentar resucitar a su amada, la princesa Ankh-esen-amun. El alma de la princesa, que sigue enamorada de Imhotep, se encuentra ahora en su reencarnación Helen Grosvernor, una tipa muy feliz y más caliente que el palo de un churrero interpretada por la ascendente actriz austríaca Zita Johann, cuyo sufrimiento en este rodaje trucó prácticamente la carrera (se dedicó a enseñar teatro a personas con discapacidad), lo que es una pena porque funciona bien y resulta simpática como damisela en apuros bipolar (a veces la alegre socialite angloegipcia, a veces la descerebrada princesa, pero siempre loca por pillar cacho).
Después de su pésimo Harker, David Manners mejora un poco sus prestaciones como el ligeramente cómico y atontado arqueólogo Frank Whemple. Pero son los dos secundarios principales los que destacan de verdad: Arthur Byron se muestra como todo un proto-scream king: está en todo momento superado por algo que no puede controlar, y su gestualidad y muecas de veterano del cine mudo le van a la película como anillo al dedo. Edward Van Sloan es el Dr. Müller, psiquiatra e investigador de lo paranormal: un trasunto total de su Van Helsing de “Drácula”, lo que no es malo.
Karl Freund debutaba aquí – al menos oficialmente – como director tras ser uno de los magos del expresionismo alemán como cámara. El tono y los trucos de la película recuerdan, como se ha dicho, a “Drácula”, incluso incorporando una versión mejorada del efecto de los ojos hipnóticos del maloso. Escribe John Balderston, el guionista de “Drácula”, “Frankenstein” y otros clásicos Universal a partir de un tratamiento original de Nina Wilcox Putnam, considerada la creadora principal de la historia (así consta en las pelis modernas de La Momia).
Técnicamente destacaría varios de los sets, pequeños pero elaborados, con ese gusto por lo falsamente egipcio cuando no deja de ser art-deco, diseñados por el artista húngaro Willy Pogany (no acreditado).
Quizá el recuerdo popular de esta película no sea tan grande como el de su vampírica referente, pero la mejora artística y técnicamente y es una pieza imprescindible del ciclo conocido ahora como Universal Classic Monsters (el Monster Mash de toda la vida, vaya).
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